Hola, de nuevo nosotros por aquí una vez más, este año tomamos la decisión de ir a Polonia…, aunque en realidad deberíamos haberle llamado el viaje de la UNESCO o algo parecido, ya que las circunstancias y porque no…, los planteamientos nos han llevado de “oca a oca”.
Valencia, Sábado 30 de julio a las 8’00 am. Nos ponemos en marcha.
Valencia – Saint Gaudens (Francia) 600 km. aprox.
No tarda en hacer acto de presencia la lluvia, y entre Sagunto y Almenara nos cae el diluvio que además de calarnos hasta los huesos nos obliga a parar por la imposibilidad de ver a un palmo de nuestras narices.
Reanudamos camino, pero la lluvia no nos abandonaría hasta después del almuerzo.
Una parada justo antes del Túnel de Vielha repostar y ahorrar unos céntimos que en Francia la gasolina seguro qu’es más cara. Nunca habíamos salido al país vecino por esta frontera y la carretera nos pareció guay, mucho más que por Bielsa o El Portalet.
Llegada a muy buena hora a nuestro pueblo de destino para ese día Saint Gaudens. Claro que siendo sábado y las 6 de la tarde ni un alma por la calle, parecía un pueblo fantasma. Por cierto una localidad con un agradable paseo…, unos llevan la fama…
Una vuelta cultural por la “citè”.
En todos los pueblos cuecen habas…, y los franceses no s’escapan de alguna que otra aberración paisajístico/industrial.
Saing Gaudens – Chenonceaux (Francia) 600 km. aprox.
Sin fotos durante el trayecto, hasta llegar al lugar de destino el Camping Moulin Fort muy cerquita del Castillo de Chenonceaux.
A la mañana siguiente comenzamos nuestra vuelta turística por el Valle del Loira, que dicho sea de paso es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Siendo Amboise nuestro primer destino
El Loira.
Cambiamos de localidad y nos vamos a comer a Blois.
Por la tarde cambiamos de tercio y nos vamos a visitar el Castillo de Chambord.
De vuelta al camping vemos que ya no estamos solos.
El Castillo de Chenonceaux s’encuentra muy cerca del camping, a 15 min. paseando, decidimos darnos el paseo y hacer tiempo para la cena.
La mañana siguiente amanece lluviosa y no apetece coger la moto, decidimos subir al tren y pasar la mañana en la ciudad de Tours.
La lluvia no nos abandona en todo el día, decidimos volver al camping y aprovechar para visitar el interior del Castillo de Chenonceaux, esperando que dentro no llueva también.
Al día siguiente partimos del Loira con dirección Monschau (Alemania), y la lluvia nos acompañaría la mayor parte del trayecto.
Chenonceaux – Monschau (Alemania) 650 km. aprox.
Pernoctamos en el Camping Perlenau, situado en un entorno impresionante, con la suerte añadida de que la dueña del camping era de Murcia.
Por la mañana, mientras Marisa desayuna yo me doy una vueltecita por el camping…, la verdad es que era digno de ver y visitar.
Solo en este tipo de campings pueden verse estas cosas…
Es el momento de visitar las ciudades de alrededor.
Concretamente Colonia y su Catedral, que dicho sea de paso, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Muy cerquita de Colonia, s’encuentran los Palacios de Augustusburg y Falkenlust que también son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Pero con la suerte que nos caracteriza los pillamos en obras y una lona enorme cubría los edificios, así que tan solo pudimos ver los jardines.
Al atardecer volvemos a Monschau
Monschau es un pueblecito turístico alemán, fronterizo entre Bélgica y Holanda. Uno de los pocos que se salvó de los bombardeos en la 2ª G.M.
Como eran más allá de las 6 de la tarde, todo cerrado y ni un alma por la calle.
Otro día más y otra ciudad, en esta ocasión Aachen (Aquisgrán).
La Catedral de Aquisgrán es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Abandonamos Monschau y sus alrededores y nos trasladamos a otro lugar de Alemania.
Monschau – Hameln 350 km. aprox.
Hameln, el Hamelin del cuento/leyenda, un pueblo realmente encantador. Cuidado con esmero ya que su fuente de ingresos se basa principalmente en el turismo. Milagrosamente se salvo de los bombardeos de la 2ª G.M.
Primero buscar alojamiento, en este caso en el Hotel La Pincipessa, buena relación calidad precio.
Y comenzamos la visita vespertina por esta encantadora ciudad.
Una vez visitado Hamelin, partimos al día siguiente hacia el norte…, siempre al norte.
Hameln – Stralsund (Alemania) 500 km. aprox.
Stralsund ciudad alemana a orillas del Mar Báltico, resultó ser una de las sorpresas del viaje. Las ciudades, paisajes y monumentos varios que habíamos visto y que más tarde veríamos de alguna forma los imaginaba tal cual.
Pero Stralsund nos sorprendió, bien sabíamos que era Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO junto con la ciudad de Wismar, pero la ciudad no solo es bonita sino que agradablemente poco turística lo que le confiere doble belleza si cabe.
Qué?? Cuanto tiempo sin ver fotos de “comercio y bebercio” tan habituales en mí. Como estábamos en el Mar Báltico, esa noche nos pusimos las botas de pescado.
A la mañana siguiente partimos de Stralsund en lo que sería uno de los peores días de moto de todo el viaje.
Tardamos toda la mañana para poder hacer los 100 km. que separan Stralsund de la ciudad polaca de Swinoujscie en la frontera polaca. El tráfico, el suelo mojado por la tomenta que nos precedía y el estado del firme y eso que aún era Alemania nos hizo padecer un tormento.
Stralsund – Leba (Polonia) 400 km. aprox.
Nuestro destino era Leba en el Báltico. Ciudad turística polaca, pero solo de polacos. Al borde del Parque Nacional de Slowinski, Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
A partir d’este día vendrían cuatro días seguidos de lluvia. Empezábamos bien Polonia.
Decidimos visitar la playa turística de Leba y nos encontramos con esto:
Con un ¿apacible? día playero…¡¡¡
Paravientos en vez de parasoles.
Y lo que sería la tónica general durante 4 días.
Al día siguiente nos arriesgamos y decidimos ir a visitar el Parque Slowinski, llamado también de las dunas movedizas.
Y como no podía ser de otra forma, desastroso…, visita con paraguas para protegernos de los elementos.
Una lástima, porque el parque era una pasada de chulo.
El pésimo tiempo en Leba nos impide las visitas previstas a la Península de Hel y el Castillo de Marlbork. La climatología no invita a coger la moto para hacer excursiones. Perdemos un día para ver si se operaban cambios…, pero ni el cielo ni los telediarios polacos nos daban esperanzas de alguna variación.
A grandes males…, grandes remedios y decidimos marcharnos de Leba y subir un poco más al norte (con dos cohones) pero que según las previsiones mejoraría por allí.
Leba – Gdanks (Polonia) 115 km.
Y joder que 115 km. no nos cayó nada en eso kilómetros…¡¡¡ tampoco podía hacer más viento, tampoco…¡¡¡ pero como pudimos llegamos a la ciudad turística de Gdansk, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Curiosamente las previsiones acertaron y la lluvia comenzó a remitir.
Poco a poco las nubes se iban marchando, seguramente a Leba.
Pero no nos iba a durar mucho y al día siguiente…, vuelta a empezar…¡¡¡
Tomamos fuerzas y continuamos…
Monumento en los astilleros de Gdansk a los caídos en los inicios del movimiento sindical Solidaridad.
Y como no, una visita al Cementerio de los cementerios inexistentes.
En vista de lo visto con el tiempo…, decidimos alejarnos de Gdansk y poner tierra de por medio, cruzar toda Polonia de Oeste a Este, y nos introducimos en la Polonia profunda.
Gdansk – Bialowieza (Polonia) 450 km. aprox.
Las carreteras polacas fueron otra de las sorpresas agradables del viaje, me las esperaba en mucho peor estado, es casi mejor buscar secundarias que nacionales, ya que al llevar menos tráfico están mucho menos machacadas y hay menos roderas marcadas.
Marisa va fotografiando a destajo encima de la moto como puede.
Una Iglesia ortodoxa por el camino.
Gran trabajo de nuestras sufridoras haciendo lo que pueden para hace fotografías y captar detalles sobre la marcha…, muchas gracias a todas y a la mía en particular.
Y llegamos al hotel de Bialowieza, no sin mucho buscar ya que era fin de semana.
A la mañana siguiente bajo una lluvia intermitente comenzamos la visita al Bialowieski Park, Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
Es uno de los bosques más antiguos de Europa, en la publicidad reza el eslogan “el bosque donde nunca fue talado ningún árbol…, y donde nunca se plantó ningún árbol” en polaco, claro está.
Por aquí también pasó la 2ª G.M.
Los mosquitos como el de la foto nos pusieron a caldo…, picaban a través de la ropa…¡¡¡
Por la tarde no había mucho que hacer, así que decidimos dar una vuelta por la ciudad cercana de ciudad de Hajnowka. Una de las ciudades referentes de la iglesia ortodoxa en Polonia. Y de paso una ciudad polaca como dios manda, sin nada de turismo.
Lennin no ha muerto…¡¡¡
Otra iglesia ortodoxa más, la verdad es que no estamos acostumbrados a este tipo de iglesias.
Y nos resultan curiosas.
Un cementerio ruso de caídos en la 2ª G.M.
Al día siguiente continuamos camino…, esta vez hacia el sur, siendo uno de los mejores días de moto, unas carreteras aceptables, muy poco tráfico (creo qu’era domingo), buen tiempo y unos bosques y paisajes para disfrutar de la moto. Sorprende lo boscosa qu’es Polonia en general.
A Marisa aún le dio tiempo de hacer una foto más a otra iglesia rara d’estas, durante el camino.
Bialowieza – Cracovia 500 km. aprox.
Cracovia, su casco histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1.978.
La Plaza del mercado, la mayor de Europa.
Visitando la ciudad.
El barrio judío y uno de los rincones (esquina) que utilizó Spielberg para su “Lista”
Y ya qu’estamos en el barrio judío, como no entrar en una Sinagoga de las 5 que hay.
Y la cabra tira al monte, como no le iba a hacer una fotografía…, atentos a la cadena.
Comienza a llover…¡¡¡
Buscamos refugio bajo las sombrillas de un Rte…., pedimos cerveza para hacer tiempo y qu’escampe…, joder…¡¡¡ he pedido cerveza en un Rte japonés…¡¡¡
Muy cerca de Cracovia (15 km.) s’encuentran las Minas de Sal de Wieliczka. Y decidimos hacerles una visita…, entre otras cosas son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Para que os hagáis una idea de las dimensiones, está iglesia de sal s’encuentra dentro, a 130 m. de profundidad.
Sí, está hecha de sal, como casi todo en la mina.
El trabajo d’encofrado es impresionante, la de bosques que hay metidos dentro de la mina (palabras del guía).
Después de un par de días en Cracovia, abandonamos Polonia…, comienza la vuelta.
Craiova – Cesky Krumlov (Rep. Checa) 550 km. aprox.
Cesky Krumlov en la Republica Checa, ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la verdad es que es una pasada de bonita.
Pero pronto se nos hizo de noche…, el trayecto por carreteras checas había sido duro.
A la mañana siguiente como no, visita a la ciudad y lo primero de la ciudad el Castillo.
En el foso del castillo…, un visitante…, que conyo un oso encerrado…¡¡¡
Bueno, a lo que vamos…, visita al castillo.
Comentaré que la visita al castillo no vale gran cosa. Además como casi todas en este viaje son con guía obligado.
Y en este caso en concreto solo hay guías que hablen, Inglés, Alemán y Checho. Elegimos el de inglés…, yo no m’enteré de nada (soy de francés)
Marisa me iba traduciendo sobre la marcha…, vamos 15 € de visita que me podía haber ahorrado.
Y el atardecer presagiaba la marcha por la mañana.
Nuestro siguiente destino nos volvía a llevar a Alemania, Regensburg (Ratisbona). El año pasado se nos quedó por ver, y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid…, o el Danubio por Regensburg.
Cescky Krumlov – Regensburg (Alemania) 225 km. aprox.
Regensburg, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una ciudad que merece la pena visitar…, allá donde mires hay armonía.
Hablando de armonía…
Otro día más y vamos bajando..., y la carretera nos lleva hasta el Lago Constanza, más concretamente a Lindau (Alemania), nos resistimos a salir del país.
Regensburg- Lindau 300 km. aprox.
Lindau, pequeña ciudad costera y muy turística pegada al Lago Constanza, pegada a la frontera con Austria…, se dejaba notar en el carácter de sus gentes.
El faro y el león (símbolo de Baviera) presidiendo la entrada del puerto quizá lo más representativo de Lindau, junto con la de arriba.
Muy cerca de Lindau la ciudad austriaca de Braganza…, la ciudad no tiene nada o casi nada que visitar, contrastaba el turismo de una y la total ausencia en la otra.
Un escenario en el Lago Constanza, frente al puerto de Braganza.
Continuamos camino y abandonamos tierras alemanas para bajar a tierras francesas…, una ola de calor nos obliga a parar antes de lo previsto…, el aire quemaba.
Lindau - Chalon sur Saone (Francia) 500 km. aprox.
En muchas ocasiones Francia me sorprende y donde menos te lo esperas, hay una ciudad bonita…, y en este caso no iba a ser menos.
El viaje va llegando a su fin, un alto en Cadaqués para despedirnos del viaje y comenzar a pensar ya en otras cosas…
Chalon sur Saone – Cadaques (España) 700 km. aprox.
Cadaqués – Valencia 500 km. aprox.
27 días y 8.000 km. han dado mucho de sí, un magnifico viaje.
Y si habéis llegado hasta aquí…, esto es todo amigos.
V’sssssssss
PD: Para los más ¿masoquistas? En mi “gueb” hay unas cuantas fotos más http://personales.upv.es/smartine/Por_alla/polonia_11.htm
V'sssssss
Valencia, Sábado 30 de julio a las 8’00 am. Nos ponemos en marcha.
Valencia – Saint Gaudens (Francia) 600 km. aprox.
No tarda en hacer acto de presencia la lluvia, y entre Sagunto y Almenara nos cae el diluvio que además de calarnos hasta los huesos nos obliga a parar por la imposibilidad de ver a un palmo de nuestras narices.
Reanudamos camino, pero la lluvia no nos abandonaría hasta después del almuerzo.
Una parada justo antes del Túnel de Vielha repostar y ahorrar unos céntimos que en Francia la gasolina seguro qu’es más cara. Nunca habíamos salido al país vecino por esta frontera y la carretera nos pareció guay, mucho más que por Bielsa o El Portalet.
Llegada a muy buena hora a nuestro pueblo de destino para ese día Saint Gaudens. Claro que siendo sábado y las 6 de la tarde ni un alma por la calle, parecía un pueblo fantasma. Por cierto una localidad con un agradable paseo…, unos llevan la fama…
Una vuelta cultural por la “citè”.
En todos los pueblos cuecen habas…, y los franceses no s’escapan de alguna que otra aberración paisajístico/industrial.
Saing Gaudens – Chenonceaux (Francia) 600 km. aprox.
Sin fotos durante el trayecto, hasta llegar al lugar de destino el Camping Moulin Fort muy cerquita del Castillo de Chenonceaux.
A la mañana siguiente comenzamos nuestra vuelta turística por el Valle del Loira, que dicho sea de paso es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Siendo Amboise nuestro primer destino
El Loira.
Cambiamos de localidad y nos vamos a comer a Blois.
Por la tarde cambiamos de tercio y nos vamos a visitar el Castillo de Chambord.
De vuelta al camping vemos que ya no estamos solos.
El Castillo de Chenonceaux s’encuentra muy cerca del camping, a 15 min. paseando, decidimos darnos el paseo y hacer tiempo para la cena.
La mañana siguiente amanece lluviosa y no apetece coger la moto, decidimos subir al tren y pasar la mañana en la ciudad de Tours.
La lluvia no nos abandona en todo el día, decidimos volver al camping y aprovechar para visitar el interior del Castillo de Chenonceaux, esperando que dentro no llueva también.
Al día siguiente partimos del Loira con dirección Monschau (Alemania), y la lluvia nos acompañaría la mayor parte del trayecto.
Chenonceaux – Monschau (Alemania) 650 km. aprox.
Pernoctamos en el Camping Perlenau, situado en un entorno impresionante, con la suerte añadida de que la dueña del camping era de Murcia.
Por la mañana, mientras Marisa desayuna yo me doy una vueltecita por el camping…, la verdad es que era digno de ver y visitar.
Solo en este tipo de campings pueden verse estas cosas…
Es el momento de visitar las ciudades de alrededor.
Concretamente Colonia y su Catedral, que dicho sea de paso, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Muy cerquita de Colonia, s’encuentran los Palacios de Augustusburg y Falkenlust que también son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Pero con la suerte que nos caracteriza los pillamos en obras y una lona enorme cubría los edificios, así que tan solo pudimos ver los jardines.
Al atardecer volvemos a Monschau
Monschau es un pueblecito turístico alemán, fronterizo entre Bélgica y Holanda. Uno de los pocos que se salvó de los bombardeos en la 2ª G.M.
Como eran más allá de las 6 de la tarde, todo cerrado y ni un alma por la calle.
Otro día más y otra ciudad, en esta ocasión Aachen (Aquisgrán).
La Catedral de Aquisgrán es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Abandonamos Monschau y sus alrededores y nos trasladamos a otro lugar de Alemania.
Monschau – Hameln 350 km. aprox.
Hameln, el Hamelin del cuento/leyenda, un pueblo realmente encantador. Cuidado con esmero ya que su fuente de ingresos se basa principalmente en el turismo. Milagrosamente se salvo de los bombardeos de la 2ª G.M.
Primero buscar alojamiento, en este caso en el Hotel La Pincipessa, buena relación calidad precio.
Y comenzamos la visita vespertina por esta encantadora ciudad.
Una vez visitado Hamelin, partimos al día siguiente hacia el norte…, siempre al norte.
Hameln – Stralsund (Alemania) 500 km. aprox.
Stralsund ciudad alemana a orillas del Mar Báltico, resultó ser una de las sorpresas del viaje. Las ciudades, paisajes y monumentos varios que habíamos visto y que más tarde veríamos de alguna forma los imaginaba tal cual.
Pero Stralsund nos sorprendió, bien sabíamos que era Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO junto con la ciudad de Wismar, pero la ciudad no solo es bonita sino que agradablemente poco turística lo que le confiere doble belleza si cabe.
Qué?? Cuanto tiempo sin ver fotos de “comercio y bebercio” tan habituales en mí. Como estábamos en el Mar Báltico, esa noche nos pusimos las botas de pescado.
A la mañana siguiente partimos de Stralsund en lo que sería uno de los peores días de moto de todo el viaje.
Tardamos toda la mañana para poder hacer los 100 km. que separan Stralsund de la ciudad polaca de Swinoujscie en la frontera polaca. El tráfico, el suelo mojado por la tomenta que nos precedía y el estado del firme y eso que aún era Alemania nos hizo padecer un tormento.
Stralsund – Leba (Polonia) 400 km. aprox.
Nuestro destino era Leba en el Báltico. Ciudad turística polaca, pero solo de polacos. Al borde del Parque Nacional de Slowinski, Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
A partir d’este día vendrían cuatro días seguidos de lluvia. Empezábamos bien Polonia.
Decidimos visitar la playa turística de Leba y nos encontramos con esto:
Con un ¿apacible? día playero…¡¡¡
Paravientos en vez de parasoles.
Y lo que sería la tónica general durante 4 días.
Al día siguiente nos arriesgamos y decidimos ir a visitar el Parque Slowinski, llamado también de las dunas movedizas.
Y como no podía ser de otra forma, desastroso…, visita con paraguas para protegernos de los elementos.
Una lástima, porque el parque era una pasada de chulo.
El pésimo tiempo en Leba nos impide las visitas previstas a la Península de Hel y el Castillo de Marlbork. La climatología no invita a coger la moto para hacer excursiones. Perdemos un día para ver si se operaban cambios…, pero ni el cielo ni los telediarios polacos nos daban esperanzas de alguna variación.
A grandes males…, grandes remedios y decidimos marcharnos de Leba y subir un poco más al norte (con dos cohones) pero que según las previsiones mejoraría por allí.
Leba – Gdanks (Polonia) 115 km.
Y joder que 115 km. no nos cayó nada en eso kilómetros…¡¡¡ tampoco podía hacer más viento, tampoco…¡¡¡ pero como pudimos llegamos a la ciudad turística de Gdansk, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Curiosamente las previsiones acertaron y la lluvia comenzó a remitir.
Poco a poco las nubes se iban marchando, seguramente a Leba.
Pero no nos iba a durar mucho y al día siguiente…, vuelta a empezar…¡¡¡
Tomamos fuerzas y continuamos…
Monumento en los astilleros de Gdansk a los caídos en los inicios del movimiento sindical Solidaridad.
Y como no, una visita al Cementerio de los cementerios inexistentes.
En vista de lo visto con el tiempo…, decidimos alejarnos de Gdansk y poner tierra de por medio, cruzar toda Polonia de Oeste a Este, y nos introducimos en la Polonia profunda.
Gdansk – Bialowieza (Polonia) 450 km. aprox.
Las carreteras polacas fueron otra de las sorpresas agradables del viaje, me las esperaba en mucho peor estado, es casi mejor buscar secundarias que nacionales, ya que al llevar menos tráfico están mucho menos machacadas y hay menos roderas marcadas.
Marisa va fotografiando a destajo encima de la moto como puede.
Una Iglesia ortodoxa por el camino.
Gran trabajo de nuestras sufridoras haciendo lo que pueden para hace fotografías y captar detalles sobre la marcha…, muchas gracias a todas y a la mía en particular.
Y llegamos al hotel de Bialowieza, no sin mucho buscar ya que era fin de semana.
A la mañana siguiente bajo una lluvia intermitente comenzamos la visita al Bialowieski Park, Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
Es uno de los bosques más antiguos de Europa, en la publicidad reza el eslogan “el bosque donde nunca fue talado ningún árbol…, y donde nunca se plantó ningún árbol” en polaco, claro está.
Por aquí también pasó la 2ª G.M.
Los mosquitos como el de la foto nos pusieron a caldo…, picaban a través de la ropa…¡¡¡
Por la tarde no había mucho que hacer, así que decidimos dar una vuelta por la ciudad cercana de ciudad de Hajnowka. Una de las ciudades referentes de la iglesia ortodoxa en Polonia. Y de paso una ciudad polaca como dios manda, sin nada de turismo.
Lennin no ha muerto…¡¡¡
Otra iglesia ortodoxa más, la verdad es que no estamos acostumbrados a este tipo de iglesias.
Y nos resultan curiosas.
Un cementerio ruso de caídos en la 2ª G.M.
Al día siguiente continuamos camino…, esta vez hacia el sur, siendo uno de los mejores días de moto, unas carreteras aceptables, muy poco tráfico (creo qu’era domingo), buen tiempo y unos bosques y paisajes para disfrutar de la moto. Sorprende lo boscosa qu’es Polonia en general.
A Marisa aún le dio tiempo de hacer una foto más a otra iglesia rara d’estas, durante el camino.
Bialowieza – Cracovia 500 km. aprox.
Cracovia, su casco histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1.978.
La Plaza del mercado, la mayor de Europa.
Visitando la ciudad.
El barrio judío y uno de los rincones (esquina) que utilizó Spielberg para su “Lista”
Y ya qu’estamos en el barrio judío, como no entrar en una Sinagoga de las 5 que hay.
Y la cabra tira al monte, como no le iba a hacer una fotografía…, atentos a la cadena.
Comienza a llover…¡¡¡
Buscamos refugio bajo las sombrillas de un Rte…., pedimos cerveza para hacer tiempo y qu’escampe…, joder…¡¡¡ he pedido cerveza en un Rte japonés…¡¡¡
Muy cerca de Cracovia (15 km.) s’encuentran las Minas de Sal de Wieliczka. Y decidimos hacerles una visita…, entre otras cosas son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Para que os hagáis una idea de las dimensiones, está iglesia de sal s’encuentra dentro, a 130 m. de profundidad.
Sí, está hecha de sal, como casi todo en la mina.
El trabajo d’encofrado es impresionante, la de bosques que hay metidos dentro de la mina (palabras del guía).
Después de un par de días en Cracovia, abandonamos Polonia…, comienza la vuelta.
Craiova – Cesky Krumlov (Rep. Checa) 550 km. aprox.
Cesky Krumlov en la Republica Checa, ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la verdad es que es una pasada de bonita.
Pero pronto se nos hizo de noche…, el trayecto por carreteras checas había sido duro.
A la mañana siguiente como no, visita a la ciudad y lo primero de la ciudad el Castillo.
En el foso del castillo…, un visitante…, que conyo un oso encerrado…¡¡¡
Bueno, a lo que vamos…, visita al castillo.
Comentaré que la visita al castillo no vale gran cosa. Además como casi todas en este viaje son con guía obligado.
Y en este caso en concreto solo hay guías que hablen, Inglés, Alemán y Checho. Elegimos el de inglés…, yo no m’enteré de nada (soy de francés)
Marisa me iba traduciendo sobre la marcha…, vamos 15 € de visita que me podía haber ahorrado.
Y el atardecer presagiaba la marcha por la mañana.
Nuestro siguiente destino nos volvía a llevar a Alemania, Regensburg (Ratisbona). El año pasado se nos quedó por ver, y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid…, o el Danubio por Regensburg.
Cescky Krumlov – Regensburg (Alemania) 225 km. aprox.
Regensburg, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una ciudad que merece la pena visitar…, allá donde mires hay armonía.
Hablando de armonía…
Otro día más y vamos bajando..., y la carretera nos lleva hasta el Lago Constanza, más concretamente a Lindau (Alemania), nos resistimos a salir del país.
Regensburg- Lindau 300 km. aprox.
Lindau, pequeña ciudad costera y muy turística pegada al Lago Constanza, pegada a la frontera con Austria…, se dejaba notar en el carácter de sus gentes.
El faro y el león (símbolo de Baviera) presidiendo la entrada del puerto quizá lo más representativo de Lindau, junto con la de arriba.
Muy cerca de Lindau la ciudad austriaca de Braganza…, la ciudad no tiene nada o casi nada que visitar, contrastaba el turismo de una y la total ausencia en la otra.
Un escenario en el Lago Constanza, frente al puerto de Braganza.
Continuamos camino y abandonamos tierras alemanas para bajar a tierras francesas…, una ola de calor nos obliga a parar antes de lo previsto…, el aire quemaba.
Lindau - Chalon sur Saone (Francia) 500 km. aprox.
En muchas ocasiones Francia me sorprende y donde menos te lo esperas, hay una ciudad bonita…, y en este caso no iba a ser menos.
El viaje va llegando a su fin, un alto en Cadaqués para despedirnos del viaje y comenzar a pensar ya en otras cosas…
Chalon sur Saone – Cadaques (España) 700 km. aprox.
Cadaqués – Valencia 500 km. aprox.
27 días y 8.000 km. han dado mucho de sí, un magnifico viaje.
Y si habéis llegado hasta aquí…, esto es todo amigos.
V’sssssssss
PD: Para los más ¿masoquistas? En mi “gueb” hay unas cuantas fotos más http://personales.upv.es/smartine/Por_alla/polonia_11.htm
V'sssssss
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