De jaén a los alpes. 2010
Debo comenzar mostrando mi agradecimiento a tantos que ya han dejado aquí constancia de su viaje, eso me ayudó mucho en la preparación del mío. De cada relato siempre he podido sacar algo útil, interesante, a tener en cuenta. La base principal de mi ruta salió de la Ópera prima de Stelvio, aunque la he modificado para añadirle unos tramos que otros me mostraron y por los que me interesé.
Cuando me planteé este viaje muchas fueron las dudas que debía ir resolviendo. Los temores que me asaltaban me hacían buscar soluciones que nunca resultaban de mi agrado, yo quería ir a los Alpes a recorrer sus puertos, no buscaba hacer turismo por las ciudades, solo sus puertos de montaña, y si me llovía mucho no vería nada. Y si me nevaba pues mi viaje quedaría muy comprometido.
Afortunadamente el tiempo me ha acompañado en todo momento, para mi ha sido espléndido, podría haberme llevado la equipación de verano sin problemas. La lluvia en mis etapas alpinas solo ha hecho acto de presencia el último día a mi paso por el Galibier, un buen chaparrón, pero algo anecdótico a la vista del tiempo que he tenido el resto del trayecto.
Media Suiza está de obras. La otra media no lo se porque no he estado allí. En todas las carreteras he encontrado semáforos regulando el tráfico alterno por un único carril mientras reparaban el otro. También en Italia y Francia, pero como no había demasiado tráfico a lo largo de mi recorrido, estas obras no han supuesto ningún retraso.
He preferido llevar todos los hoteles reservados, algo innecesario dado el gran número de alojamientos que se ven en cada lugar, pero yo así tenia la tranquilidad de no tener que andar buscando hotel si me retrasaba por algún motivo. No me planteé en ningún momento el poder acortar la ruta, dado que no pudiendo disponer de más días me sería difícil ver todo lo que había previsto si no cumplía a diario con mi ruta. De sobrarme tiempo también había pensado en la posibilidad de visitar algo más en la zona en que me encontrase. Me ha venido todo bien, llegaba al hotel alrededor de las 18 horas y tenía tiempo antes de cenar de darme un paseo de unas dos horas, algo que me impuse para estirar las piernas y activar mi circulación sanguínea debidamente cuando, la segunda noche al acostarme, descubrí que el estirar las piernas resultaba incluso doloroso. Paseo hasta las 21 horas, cena y a dormir temprano que a las 5 de la mañana ya se ve luz en la ventana y a las 6 ciega el sol. A las 8 o así, estaba en marcha todas las mañanas.
Le había hecho la revisión a la moto un mes antes, a falta de cambiar las pastillas de freno y las ruedas. Unos días antes veo que la cadena no está bien, debe tener algunos eslabones gripados y la tensión en según qué posición parece peligrosa. Cambio cadena, pastillas de freno traseras porque en el concesionario me dijeron que al final las delanteras no era preciso cambiarlas, y ruedas nuevas para los 5458 kilómetros que al final he recorrido. Han tardado tanto en cambiarme estas cosas que ya no tengo tiempo de probarla antes de marcharme, pero la moto siempre ha ido perfecta, no hay motivo para pensar que no sea así ahora.
Primera etapa 19/06/2010, Jaén – Figueres, 998 Kms.
Ruta de etapa
Comienzo mal, muy mal, en cuanto entro en la autovía y acelero la moto comienza a oscilar de un lado a otro, un movimiento constante que llega a marear y comienza a 110 kms/h y va en aumento, siendo incluso peligroso a 130 kms/h. Doy la vuelta en el primer cambio de sentido y, aun siendo sábado tengo la suerte de encontrar abierto el taller que me cambia las ruedas. Comprueban que el equilibrado de la rueda delantera es correcto, pero modifican y reequlibran de nuevo para ver si con eso se soluciona el problema. La pruebo y veo que subo hasta 130 sin el molesto movimiento, de modo que vuelvo, pongo las maletas y me marcho para Figueres. Por el camino compruebo que el problema persiste, pero a velocidades superiores, oscila a 140 y resulta muy peligroso a 150, algo que no me afecta porque tengo intención de realizar toda la ruta a velocidad legal, aunque tendré que solucionar esto a la vuelta.
He perdido dos horas, pero es un retraso asumible, inicio mi viaje dispuesto a no volver a pensar en el incidente a no ser que se reproduzca. Entre el tedio y el aburrimiento transcurre el día hasta llegar a Girona, en que comienza a llover y me desvío a un área de servicio para enfundarme el mono de lluvia y continuar camino con un fuerte aguacero. Deja de llover antes de entrar a Figueres, no he necesitado el paraguas en todo el viaje.
Es tarde, me ducho y salgo a cenar, vuelvo y me acuesto, la ruta de mañana será algo mas corta pero creo que me llevará mas tiempo. Estas primeras etapas para mi son de trámite y, a excepción del final de la segunda etapa, el resto no lo he programado mas que como medio de llegar cuanto antes al inicio del viaje real.
Segunda etapa, 20/06/2010. Figueres – Chamonix-Montblanc. 703 Kms.
Ruta de etapa
Al despedirme del hotel me indican que tendré un día ventoso. Y no exageran, el viento me ha acompañado hasta Albertville.
Reposto en la autovía, en Valence, ya que al ser domingo no confío mucho en encontrar una gasolinera cuando la necesite en la ruta que seguiré desde aquí. Las montañas que tengo como punto de paso, Col de la Bataille, Col de la Portete, Combe Laval y Gorges de la Bourne, están muy nubladas y decido ponerme el mono de agua antes de continuar. Acierto pleno, toda la zona está mojada y, aunque no es mas que una ligera llovizna, me acompaña todo el trayecto hasta cerca de Albertville.
En Leoncel* un cartel me avisa que el Col de la Bataille está cerrado, de modo que no me queda otro remedio que continuar por la D70 hasta St. Jean en Royans, perdiendo en mi recorrido la zona de Combe Laval. Recorro las Gorges de la Bourne, la zona que en realidad me ha traído por este camino, y que me deja muy buenas sensaciones, es mi primera toma de contacto con las montaña, las espléndidas vistas y esas carreteras excavadas en la roca, serpenteando* entre profundas gargantas.
Llego a Grenoble, lo atravieso y continúo por la autovía hasta Albertville, donde tomo dirección a Ugine, en que encuentro mi primer desvío serio, la carretera a Chamonix está cortada por obras y los indicadores me llevan por una carretera que asciende sobre Ugine, la D109, hasta volver a enlazar la abandonada D1212.
Hace fresco en Chamonix, el termómetro marca 12 grados y aun bajará mas la temperatura. Ahora agradezco los consejos de un forero que recomendaba llevar un polar en lugar del forro de la chaqueta de moto, de ese modo se podía utilizar tanto en la moto si refrescaba, como para salir de noche en las ciudades en que parásemos.
Debo comenzar mostrando mi agradecimiento a tantos que ya han dejado aquí constancia de su viaje, eso me ayudó mucho en la preparación del mío. De cada relato siempre he podido sacar algo útil, interesante, a tener en cuenta. La base principal de mi ruta salió de la Ópera prima de Stelvio, aunque la he modificado para añadirle unos tramos que otros me mostraron y por los que me interesé.
Cuando me planteé este viaje muchas fueron las dudas que debía ir resolviendo. Los temores que me asaltaban me hacían buscar soluciones que nunca resultaban de mi agrado, yo quería ir a los Alpes a recorrer sus puertos, no buscaba hacer turismo por las ciudades, solo sus puertos de montaña, y si me llovía mucho no vería nada. Y si me nevaba pues mi viaje quedaría muy comprometido.
Afortunadamente el tiempo me ha acompañado en todo momento, para mi ha sido espléndido, podría haberme llevado la equipación de verano sin problemas. La lluvia en mis etapas alpinas solo ha hecho acto de presencia el último día a mi paso por el Galibier, un buen chaparrón, pero algo anecdótico a la vista del tiempo que he tenido el resto del trayecto.
Media Suiza está de obras. La otra media no lo se porque no he estado allí. En todas las carreteras he encontrado semáforos regulando el tráfico alterno por un único carril mientras reparaban el otro. También en Italia y Francia, pero como no había demasiado tráfico a lo largo de mi recorrido, estas obras no han supuesto ningún retraso.
He preferido llevar todos los hoteles reservados, algo innecesario dado el gran número de alojamientos que se ven en cada lugar, pero yo así tenia la tranquilidad de no tener que andar buscando hotel si me retrasaba por algún motivo. No me planteé en ningún momento el poder acortar la ruta, dado que no pudiendo disponer de más días me sería difícil ver todo lo que había previsto si no cumplía a diario con mi ruta. De sobrarme tiempo también había pensado en la posibilidad de visitar algo más en la zona en que me encontrase. Me ha venido todo bien, llegaba al hotel alrededor de las 18 horas y tenía tiempo antes de cenar de darme un paseo de unas dos horas, algo que me impuse para estirar las piernas y activar mi circulación sanguínea debidamente cuando, la segunda noche al acostarme, descubrí que el estirar las piernas resultaba incluso doloroso. Paseo hasta las 21 horas, cena y a dormir temprano que a las 5 de la mañana ya se ve luz en la ventana y a las 6 ciega el sol. A las 8 o así, estaba en marcha todas las mañanas.
Le había hecho la revisión a la moto un mes antes, a falta de cambiar las pastillas de freno y las ruedas. Unos días antes veo que la cadena no está bien, debe tener algunos eslabones gripados y la tensión en según qué posición parece peligrosa. Cambio cadena, pastillas de freno traseras porque en el concesionario me dijeron que al final las delanteras no era preciso cambiarlas, y ruedas nuevas para los 5458 kilómetros que al final he recorrido. Han tardado tanto en cambiarme estas cosas que ya no tengo tiempo de probarla antes de marcharme, pero la moto siempre ha ido perfecta, no hay motivo para pensar que no sea así ahora.
Primera etapa 19/06/2010, Jaén – Figueres, 998 Kms.
Ruta de etapa
Comienzo mal, muy mal, en cuanto entro en la autovía y acelero la moto comienza a oscilar de un lado a otro, un movimiento constante que llega a marear y comienza a 110 kms/h y va en aumento, siendo incluso peligroso a 130 kms/h. Doy la vuelta en el primer cambio de sentido y, aun siendo sábado tengo la suerte de encontrar abierto el taller que me cambia las ruedas. Comprueban que el equilibrado de la rueda delantera es correcto, pero modifican y reequlibran de nuevo para ver si con eso se soluciona el problema. La pruebo y veo que subo hasta 130 sin el molesto movimiento, de modo que vuelvo, pongo las maletas y me marcho para Figueres. Por el camino compruebo que el problema persiste, pero a velocidades superiores, oscila a 140 y resulta muy peligroso a 150, algo que no me afecta porque tengo intención de realizar toda la ruta a velocidad legal, aunque tendré que solucionar esto a la vuelta.
He perdido dos horas, pero es un retraso asumible, inicio mi viaje dispuesto a no volver a pensar en el incidente a no ser que se reproduzca. Entre el tedio y el aburrimiento transcurre el día hasta llegar a Girona, en que comienza a llover y me desvío a un área de servicio para enfundarme el mono de lluvia y continuar camino con un fuerte aguacero. Deja de llover antes de entrar a Figueres, no he necesitado el paraguas en todo el viaje.
Es tarde, me ducho y salgo a cenar, vuelvo y me acuesto, la ruta de mañana será algo mas corta pero creo que me llevará mas tiempo. Estas primeras etapas para mi son de trámite y, a excepción del final de la segunda etapa, el resto no lo he programado mas que como medio de llegar cuanto antes al inicio del viaje real.
Segunda etapa, 20/06/2010. Figueres – Chamonix-Montblanc. 703 Kms.
Ruta de etapa
Al despedirme del hotel me indican que tendré un día ventoso. Y no exageran, el viento me ha acompañado hasta Albertville.
Reposto en la autovía, en Valence, ya que al ser domingo no confío mucho en encontrar una gasolinera cuando la necesite en la ruta que seguiré desde aquí. Las montañas que tengo como punto de paso, Col de la Bataille, Col de la Portete, Combe Laval y Gorges de la Bourne, están muy nubladas y decido ponerme el mono de agua antes de continuar. Acierto pleno, toda la zona está mojada y, aunque no es mas que una ligera llovizna, me acompaña todo el trayecto hasta cerca de Albertville.
En Leoncel* un cartel me avisa que el Col de la Bataille está cerrado, de modo que no me queda otro remedio que continuar por la D70 hasta St. Jean en Royans, perdiendo en mi recorrido la zona de Combe Laval. Recorro las Gorges de la Bourne, la zona que en realidad me ha traído por este camino, y que me deja muy buenas sensaciones, es mi primera toma de contacto con las montaña, las espléndidas vistas y esas carreteras excavadas en la roca, serpenteando* entre profundas gargantas.
Llego a Grenoble, lo atravieso y continúo por la autovía hasta Albertville, donde tomo dirección a Ugine, en que encuentro mi primer desvío serio, la carretera a Chamonix está cortada por obras y los indicadores me llevan por una carretera que asciende sobre Ugine, la D109, hasta volver a enlazar la abandonada D1212.
Hace fresco en Chamonix, el termómetro marca 12 grados y aun bajará mas la temperatura. Ahora agradezco los consejos de un forero que recomendaba llevar un polar en lugar del forro de la chaqueta de moto, de ese modo se podía utilizar tanto en la moto si refrescaba, como para salir de noche en las ciudades en que parásemos.
Última edición: