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Curveando
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Esta mañana el despertador se ha tomado el día libre y no ha sonado como de costumbre, la pereza quiere apoderarse de nosotros e intenta engatusarnos para que no abandonemos el calor de la cama, pero entre los agujeros de la persiana entra con fuerza el sol de la mañana anunciando que será un día esplendido.
Parece que estoy hablando de un domingo cualquiera pero se trata de miercoles y por las casualidades de la vida tanto Ana como yo tenemos el día libre.
Todavía con las legañas en los ojos y el desayuno a medio terminar me mira seriamente y dice: "¿Salimos a dar una vuelta en moto?". Me giro y disimulando mi alegría y emoción me encojo de hombros y digo: "Vale".
La verdad es que hubiera sido de juzgado de guardia no aprovechar estos días de febrero que por las temperaturas que han marcado los termómetros bien pudieran haber pasado por días de primavera, para salir a disfrutar de nuestro vicio por la moto.
Empezamos esta ruta no planificada recorriendo las carreteras de la Ruta de las Vegas, por su proximidad a nuestra casa es inevitable pasar por sus pueblos en los que las chimeneas dejan escapar hilos de humo blanco señal de que aun el sol no calienta lo suficiente.
Hacemos una parada entre Perales de Tajuña y Tielmes para observar con detenimiento el murallón de roca que se levanta a nuestra izquierda donde llama la atención el gran número de oquedades talladas por la mano del hombre en épocas antiguas que sirvieron a estos de vivienda y refugio.
Seguimos nuestro agradable paseo a orillas del Tajuña pasando por la famosa por sus aguas, Carabaña, sus efectos beneficiosos para la salud hace que todavía se vendan botellas de este agua en algunas farmacias.
La carretera acompaña al rio en un suave suceder de curvas de buen asfalto aunque no nos podemos confiar demasiado porque en las zonas donde el sol todavía no ha llegado, queda la humedad de la noche que puede darnos un susto.
Ensimismado en la belleza de la ruta estaba cuando por el intercomunicador escucho a Ana diciendo: "tengo frio", miro el termómetro de la moto y efectivamente marcaba 7ºC que para alguien friolero hacen de las manos y los pies unos cubitos de hielo dificiles de aguantar.
Intento animarla diciendo que es por culpa de la proximidad del Tajuña y que pronto dejaremos su compañía ruteando más hacia el interior.
Paramos en la amplia Plaza Mayor de Yebra, con su iglesia del siglo XVI al frente
Un pueblo dividido en la opinión de alojar un Depósito de Residuos Nucleares en sus proximidades.
Curva tras curva y con muy poco tráfico por no decir ninguno, nos acercamos a otra población con mucha historia, me estoy refiriendo a Pastrana.
Pero antes de contemplar su historia y pasear un poco por su interior, nos importa más encontrar un bar para tomar algo calentito que le quite el frio a Ana y pasar por el baño para no retener líquidos innecesarios.
Con los deberes hechos la vida se ve mucho mejor y entramos a la Plaza de la Hora para observar el panorama que se ve desde su balcón.
Una de las fachadas que conforman tan bonita plaza es parte del Palacio Ducal
En la torre de levante estuvo prisionera la Princesa de Eboli durante 11 años por orden del rey Felipe II, durante su encierro solo tenía contacto con el exterior durante una hora en que salía al balcón de la torre que daba a la plaza, de ahí el nombre actual.
Dejamos en Pastrana muchos monumentos y mucha historia por conocer pero hoy de lo que se trata es de disfrutar el día subidos en las motos.
Cuando estamos preparándonos con las motos arrancadas, se nos para al lado una furgoneta y el conductor nos dice: "tened cuidado con los verdes que he visto hoy ya dos radares escondidos", por un momento nos dejó descolocados pero luego ya entendimos qué quería decir y le dimos las gracias.
Giramos a la izquierda para coger la CM-2009 dirección Sayatón y volvemos a encontrarnos a nuestra compañera de la jornada: el agua.
Seguimos curveando suavemente por una carretera vacía de los muchos coches que se ven los fines de semana, la temperatura ya ha subido y las gafas de sol se hacen imprescindibles.
Luego tomamos dirección Sacedón por la N-320, me paro a pensar la de veces que habré venido hasta aquí en toda mi vida y siempre quedan ganas de volver, tanto por las carreteras como por los paisajes.
Aviso a Ana que esta vez vamos a tomar un desvio nuevo, se trata de salir a la derecha, dirección Alocén, antes de entrar en el primer tunel de la presa.
Los que conoceis la zona seguro que os habeis situado, estas son las vistas despues de coger el desvio.
Tambien aviso a Ana que tenga cuidado porque la carretera es de las "chungas" para ir sobre dos ruedas, gravilla suelta en todas las curvas, baches, alguna piedra en medio de la carretera por desprendimientos.
En fin, hay carteles anunciando Velocidad Limite 40hm/h. y no es para menos, lo mejor es relajarse y disfrutar de las vistas que nos regala el embalse de Entrepeñas que esta vez lo bordeamos dejandolo a nuestra derecha.
Este embalse es conocido como Mar de Castilla y la verdad es que abundan las embarcaciones de recreo y de vez en cuando se ven esquiadores acuaticos sobre sus aguas.
En años de sequía hemos visto los barcos acostados sobre uno de sus lados en el fondo pero este año el nivel está bastante bien y sobra agua.
Por la "carretera" (por llamarla de alguna forma) no nos cruzamos con nadie.
El paisaje es una maravilla.
Las torres de humo pertenecen a la Central Nuclear de Trillo y no todos los días se pueden ver desde tan lejos.
Cruzamos el puente blanco que se ve en las fotos y terminamos de bordear el pantano por la N-204 dirección Sacedón.
Esta si que es una carretera para divertirse trazando curvas de buen asfalto, aunque las últimas curvas antes de llegar a la larguísima recta antes de Sacedón están húmedas pues el sol todavía no las ha secado.
En Sacedón llenamos el estómago pues no solo de curvas y paisajes vive el motorista.
Nos aprovechamos que es día entre-semana y los menús abundan.
Después de la sobremesa nos queda la última parte de la ruta, en compañía tambien del agua tomamos la CM-2000 dirección Buendía y recorremos el pantano del mismo nombre.
Tenemos la suerte de pasar un buen rato observando las maniobras de un hidroavión que realizaba prácticas en el embalse.
Seguimos por carreteras fáciles y de buen asfalto, con alguna curva que anima la conducción, entre campos sembrados y tractores en plena faena.
Como aun nos queda tiempo hasta que el sol desaparezca hacemos una visita a Uclés.
Uclés es conocido por su Monasterio y Castillo, dominando el pueblo desde lo alto, fue sede de la Orden de Santiago durante la Reconquista.
Se ha utilizado recientemente para rodar episódios de la serie Aguila Roja
Y aquí acaba nuestra escapada motera, ha sido corta pero bien aprovechada y disfrutada por dos motivos: porque en pleno invierno hemos tenido un día primaveral y porque los días laborables se encuentran facilidades para salir en moto que no hay los días festivos.
Hasta pronto.
Parece que estoy hablando de un domingo cualquiera pero se trata de miercoles y por las casualidades de la vida tanto Ana como yo tenemos el día libre.
Todavía con las legañas en los ojos y el desayuno a medio terminar me mira seriamente y dice: "¿Salimos a dar una vuelta en moto?". Me giro y disimulando mi alegría y emoción me encojo de hombros y digo: "Vale".
La verdad es que hubiera sido de juzgado de guardia no aprovechar estos días de febrero que por las temperaturas que han marcado los termómetros bien pudieran haber pasado por días de primavera, para salir a disfrutar de nuestro vicio por la moto.
Empezamos esta ruta no planificada recorriendo las carreteras de la Ruta de las Vegas, por su proximidad a nuestra casa es inevitable pasar por sus pueblos en los que las chimeneas dejan escapar hilos de humo blanco señal de que aun el sol no calienta lo suficiente.
Hacemos una parada entre Perales de Tajuña y Tielmes para observar con detenimiento el murallón de roca que se levanta a nuestra izquierda donde llama la atención el gran número de oquedades talladas por la mano del hombre en épocas antiguas que sirvieron a estos de vivienda y refugio.
Seguimos nuestro agradable paseo a orillas del Tajuña pasando por la famosa por sus aguas, Carabaña, sus efectos beneficiosos para la salud hace que todavía se vendan botellas de este agua en algunas farmacias.
La carretera acompaña al rio en un suave suceder de curvas de buen asfalto aunque no nos podemos confiar demasiado porque en las zonas donde el sol todavía no ha llegado, queda la humedad de la noche que puede darnos un susto.
Ensimismado en la belleza de la ruta estaba cuando por el intercomunicador escucho a Ana diciendo: "tengo frio", miro el termómetro de la moto y efectivamente marcaba 7ºC que para alguien friolero hacen de las manos y los pies unos cubitos de hielo dificiles de aguantar.
Intento animarla diciendo que es por culpa de la proximidad del Tajuña y que pronto dejaremos su compañía ruteando más hacia el interior.
Paramos en la amplia Plaza Mayor de Yebra, con su iglesia del siglo XVI al frente
Un pueblo dividido en la opinión de alojar un Depósito de Residuos Nucleares en sus proximidades.
Curva tras curva y con muy poco tráfico por no decir ninguno, nos acercamos a otra población con mucha historia, me estoy refiriendo a Pastrana.
Pero antes de contemplar su historia y pasear un poco por su interior, nos importa más encontrar un bar para tomar algo calentito que le quite el frio a Ana y pasar por el baño para no retener líquidos innecesarios.
Con los deberes hechos la vida se ve mucho mejor y entramos a la Plaza de la Hora para observar el panorama que se ve desde su balcón.
Una de las fachadas que conforman tan bonita plaza es parte del Palacio Ducal
En la torre de levante estuvo prisionera la Princesa de Eboli durante 11 años por orden del rey Felipe II, durante su encierro solo tenía contacto con el exterior durante una hora en que salía al balcón de la torre que daba a la plaza, de ahí el nombre actual.
Dejamos en Pastrana muchos monumentos y mucha historia por conocer pero hoy de lo que se trata es de disfrutar el día subidos en las motos.
Cuando estamos preparándonos con las motos arrancadas, se nos para al lado una furgoneta y el conductor nos dice: "tened cuidado con los verdes que he visto hoy ya dos radares escondidos", por un momento nos dejó descolocados pero luego ya entendimos qué quería decir y le dimos las gracias.
Giramos a la izquierda para coger la CM-2009 dirección Sayatón y volvemos a encontrarnos a nuestra compañera de la jornada: el agua.
Seguimos curveando suavemente por una carretera vacía de los muchos coches que se ven los fines de semana, la temperatura ya ha subido y las gafas de sol se hacen imprescindibles.
Luego tomamos dirección Sacedón por la N-320, me paro a pensar la de veces que habré venido hasta aquí en toda mi vida y siempre quedan ganas de volver, tanto por las carreteras como por los paisajes.
Aviso a Ana que esta vez vamos a tomar un desvio nuevo, se trata de salir a la derecha, dirección Alocén, antes de entrar en el primer tunel de la presa.
Los que conoceis la zona seguro que os habeis situado, estas son las vistas despues de coger el desvio.
Tambien aviso a Ana que tenga cuidado porque la carretera es de las "chungas" para ir sobre dos ruedas, gravilla suelta en todas las curvas, baches, alguna piedra en medio de la carretera por desprendimientos.
En fin, hay carteles anunciando Velocidad Limite 40hm/h. y no es para menos, lo mejor es relajarse y disfrutar de las vistas que nos regala el embalse de Entrepeñas que esta vez lo bordeamos dejandolo a nuestra derecha.
Este embalse es conocido como Mar de Castilla y la verdad es que abundan las embarcaciones de recreo y de vez en cuando se ven esquiadores acuaticos sobre sus aguas.
En años de sequía hemos visto los barcos acostados sobre uno de sus lados en el fondo pero este año el nivel está bastante bien y sobra agua.
Por la "carretera" (por llamarla de alguna forma) no nos cruzamos con nadie.
El paisaje es una maravilla.
Las torres de humo pertenecen a la Central Nuclear de Trillo y no todos los días se pueden ver desde tan lejos.
Cruzamos el puente blanco que se ve en las fotos y terminamos de bordear el pantano por la N-204 dirección Sacedón.
Esta si que es una carretera para divertirse trazando curvas de buen asfalto, aunque las últimas curvas antes de llegar a la larguísima recta antes de Sacedón están húmedas pues el sol todavía no las ha secado.
En Sacedón llenamos el estómago pues no solo de curvas y paisajes vive el motorista.
Nos aprovechamos que es día entre-semana y los menús abundan.
Después de la sobremesa nos queda la última parte de la ruta, en compañía tambien del agua tomamos la CM-2000 dirección Buendía y recorremos el pantano del mismo nombre.
Tenemos la suerte de pasar un buen rato observando las maniobras de un hidroavión que realizaba prácticas en el embalse.
Seguimos por carreteras fáciles y de buen asfalto, con alguna curva que anima la conducción, entre campos sembrados y tractores en plena faena.
Como aun nos queda tiempo hasta que el sol desaparezca hacemos una visita a Uclés.
Uclés es conocido por su Monasterio y Castillo, dominando el pueblo desde lo alto, fue sede de la Orden de Santiago durante la Reconquista.
Se ha utilizado recientemente para rodar episódios de la serie Aguila Roja
Y aquí acaba nuestra escapada motera, ha sido corta pero bien aprovechada y disfrutada por dos motivos: porque en pleno invierno hemos tenido un día primaveral y porque los días laborables se encuentran facilidades para salir en moto que no hay los días festivos.
Hasta pronto.