Después de intentar publicar mi crónica a través del nuevo sistema, con el cual he tenido algunos problemillas técnicos, que seguramente arreglará con el tiempo el Administrador y la gente que trabaja con tanto entusiasmo para que todo esto funcione, me decido a abrir mi primer post para contaros mis impresiones sobre el viaje que realicé este verano, y con ello agradecer al resto de foreros que en sus día publicaron su crónicas, de las cuales yo me nutrí, cual vampiro, para poder organizar nuestro viaje por Europa.
Prólogo
A la par que preparo la crónica y vuelvo a organizar mis fotos para montar todo esto, estoy viendo en la televisión un programa donde un comunicador catalán pasa un fin de semana con Eduardo Punset, científico altamente reconocido, del cual leí un libro hace unos años titulado El viaje a la felicidad, visto en clave científica.
Me ha venido a pelo el programa porque me ha hecho recordar pasajes de este libro, en el cual el Sr Punset, junto con otros colegas, afirmaban que sólo existe un 50% de probabilidades de alcanzar el objetivo de la felicidad. Decían que mucha gente se pierde en la busqueda o se queda estancada a medio camino, sin pararse a pensar que todo es una emoción transitoria, que vamos experimentando a lo largo de nuestra vida.
Pues bien, sin ponerme metafísico, os puedo asegurar que a lo largo de esos 20 días de agosto, hubo momentos en los que, no sé si encontré esa felicidad, pero os aseguro que la experiencia me llenó de sensaciones altamente gratificantes, en los que pude disfrutar de la moto, de mis compañeros de viaje, y también al final de todo de la soledad, de viajar conmigo mismo, que como bién nos cuentan algunos insignes foreros, es una experiencia en la cual también encuentras recompensas.
Éste es un proyecto que tiene sus inicios en la primavera/verano del año 2009. En esas fechas tenía la intención junto a unos amigos de realizar un viaje alrededor de Europa, con especial atención a la zona de los Alpes suizos y austríacos y también recorrer otras zonas centroeuropeas.
La verdad que todo pintaba la mar de bien, hasta que a mediados de julio de ese año, contacté con los amigos de Korbera para participar en el II Desafío, una magnífica transpirenaica en un día, de casi 1.000 kms y mas de quince horas de moto sin descanso. Pues eso, que nos subimos a nuestras motos y antes de empezar, el día anterior por la tarde cuando nos dirigíamos al lugar de partida (Cap de Creus), en una maldita rotonda en Figueres, un coche se cruzó en mi camino (o yo me crucé en el suyo, ;D ;D), con el resultado de una fractura de peroné y ocho semanas con la pierna escayolada. Ahí acabó el sueño del Desafío para mí, y por ende el proyecto de vacaciones que quedó totalmente truncado por mi parte. Mi único accidente en moto hasta la fecha, pero que partió de cuajo muchas ilusiones y expectativas.
En ese infausto verano me prometí que ese viaje lo haría, aunque fuera solo, el próximo año. Con el presupuesto reservado para ese año y el del próximo, el viaje sería si cabe aún mejor.
No soy muy asiduo en el foro (en cuanto a participar, aunque sí lo leo mucho), pero la verdad que me sentía en la obligación de escribir esta crónica, ya que yo me he aprovechado de muchos relatos publicados en este foro para organizar este viaje, y la verdad que sólo tengo palabras de agradecimiento, porque de otra manera, seguramente me habría perdido la oportunidad de visitar cantidad de lugares por donde yo no tenía la intención de pasar y que después han resultado excepcionales, y también para que pueda servir a futuros viajes de moteros con la información expuesta.
En fín, vamos al relato; Ya en primavera, empezamos a concretar con unos amigos, que tenían ilusión por hacer este viaje, la preparación de un recorrido que incluyese Alpes, Tirol, Selva Negra y algunas capitales europeas , todo en una duración de unos 20 días. Me puse manos a la obra, recabando información de muchos sitios y en especial de este foro y esto es lo que salió:
Día 1 Barcelona-Chamonix 800 kms
Partimos de Barcelona a las 6:30 horas de la mañana. El cuentakilometros a cero y con ganas de ruta de mucha ruta..........
Autopista hasta Valence para hacer mas ligera la etapa de mas kilometros prevista de todos los días y poco que contar. A partir de Grenoble, por la zona de Albertville ya empezamos a visionar los primeros paisajes que fueron un preludio de lo que nos encontraríamos en fechas posteriores. Aquí va un muestreo:
Llegamos a Chamonix alrededor de las seis de la tarde. El hotel, La Croix Blanche, muy céntrico, con párking para las motos, un poco rústico pero recomendable. Andando se llega a todas partes con muy poco tiempo. Si os gustan las raclettes o las fondues, éste es un lugar recomendable y agradable: Le Sanjon ( y sino enfrente mismo hay otro restaurante donde también se come bastante bien por un precio módico)
Día 2 Chamonix-Sedrun 360 kms
Quizás fué el día mejor aprovechado de todo el viaje (igual porque aún estabamos con las energías a full). Nos levantamos a las siete con la intención de subir a la Aiguille du Midi, a 3842 metros, desde donde se puede divisar el Montblanc y los Alpes en todo su esplendor. Cuesta 41 € por persona subir hasta arriba, pero merece la pena, sobretodo si es un día claro como nos lo encontramos nosotros.
Recomendación: Si quereis subir, levantaros pronto para no tener que soportar interminables colas. Nosotros a las 7:30 horas, teníamos unas 20 personas delante, con lo que subimos casi sin espera. A las diez, cuando bajamos, la cola daba la vuelta a todo el recinto, calculando unas 250 personas y un tiempo estimado de 1:30 h de espera. Como dice el refrán a quién madruga Dios le ayuda
Esto es una muestra de los os encotrareis arriba:
Todo era un buen aperitivo para la etapa alpina que nos esperaba. Seis puertos de montaña seguidos (Nufenenpass, San Gottardo, Furkapass, Grimselpass, Sustenpass y Oberalppass) para llegar a un pueblecito totalmente recomendable y encantador como Sedrun, donde pernoctamos, en el Hotel Kruzli, donde nos trataron exquisitamente, nos dieron muy bien de comer y las habitaciones eran comodas. (Como no les quedaban mas habitaciones dobles, a mi me asignaron un apartamento en la parte posterior del hotel en una casa espectacular, 80 m2 de apartamento, cocina, un salón inmenso, en fin, un pequeño palacete. Lástima que no lo pudiese disfrutar mas tiempo, y todo por sólo 75€ la habitación doble con desayuno)
En cuanto a la jornada alpina. todo comenzó por el Nufenenpass, unos de los puertos que mas me gustó a nivel de conducción, al igual que el Sustenpass que relataré mas tarde
Después del Nufenenpass tocaba el San Gottardo y su famosa Tremola, que nos costó encontrar pero que al final atacamos sin ningún reparo
En el Gottardo paramos a refrigerarnos un poco, a nivel de líquidos, porque el tiempo era excepcional, sol y temperatura de 18/20 grados, ideal para la conducción de la moto.
Bajamos San Gottardo y nos encaminamos hacia el Furkapass, otro de los míticos, aunque no fué de los que mas dusfruté, quizás en la bajad dirección al Grimsel la carretera se ensancha un poco y se disfruta un poco mas. En la primera foto se puede ver la subida viniendo desde Hospental y en la segunda y la tercera, la bajada dirección al Grimselpass, con el que enlaza casi sin descanso
Y aquí el crack de la LT, que se hizó los puertos como si nada, y a buen ritmo, no veas como domina a la patera el amigo. Chapeau.
Y en esta, la parte final del Furkapass y al fondo ya se divisa la serpeinte del Grimselpass, el cual también es bastante divertido, sobretodo en la bajada dirección Innertkirchen.
Y acabando el Grimsel nos dirigimos a la derecha con la vista puesta en el Sustenpass, el puerto que mas he disfrutado de todo el viaje, y sobretodo porque lo atacamos alrededor de las 18:30 horas de la tarde, sin tráfico, con perfecta visibilidad y un asfalto mas que aceptable.
Sólo nos quedaba bajar este puerto y subir el Oberalppass. El cansancio del día ya empezaba a acuciar y lo hicimos del tirón, sin parar a hacer las fotos de rigor, porque sólo deseabamos llegar al hotel a descansar.
Y éste es el hotel. Lo dicho, realmente encantador, uno de nuestros mejores recuerdos.
Y el pueblo, Sedrun, igualmente encantador, un paraíso en medio de los Alpes a unos 1.400 mts de altura, donde te puedes dejar todas tus preocupaciones, porque te transportas a otra dimensión.
Puntuación (segun mi gusto de los puertos recorridos)
Sustenpass , un 9 en conducción, un 9 en paisajes, un 9 en asfalto
Nufenenpass, un 8 en conducción, un 9 en paisajes, un 8 en asfalto
Grimselpass, un 8 en conducción, un 9 en paisajes, un 8 en asfalto
Furkapass, un 7 en conducción, un 9 en paisajes, un 7 en asfalto.
Oberalppass, un 8,5 en conducción, un 8 en paisajes, un 8 en asfalto.
San Gottardo, un 7 en conducción, un 8,5 en paisajes, un 8 en asfalto(sin tener en cuenta la Tremola)
Día 3 Sedrun-Livigno 300 kms
Las sensaciones del día anterior estaban aún en nuestras retinas, y hoy teníamos por delante otro día alpino con final en el tan nombrado Stelvio. El tiempo seguía siendo excelente, ni una nube, temperatura moderada, sin viento, parecía que los astros se habían alineado con nosotros. Nada mas salir de Sedrun, nos paramos a reponer combustible y ahí me di cuenta de que teníamos a un ángel de la guarda siguiéndonos que nos haría el viaje inolvidable, tal y como así fué después.
Por que digo esto?, pues las imagenes os lo mostraran. En la gasolinera donde paramos, una bella dama aparcó su BMW en un lateral de la misma para hacer sus compras en la tienda adjunta, pero se olvidó de poner el freno de mano, con lo que su coche se deslizó para abajo y acabó a menos de un palmo de la LT de mi compañero, llevándose por delante un cartel publicitario y quedando suspendida en el baden de la gasolinera (evidentemente tuvo que llamar a la grua). En el surtidor 6, estaba aparcada la moto y el coche la pasó rozando. 30 cms mas y se habría acabado el viaje para él.
Pero bueno, el día siguió y nos fuímos encontrando parajes maravillosos antes de llegar a Davos, que nos repararían el susto vivido.
Una vez que pasamos Davos, nos dirigiríamos hacía el Fluelapass, con paisajes igualmente espectaculares y buena carretera
Como veis el tiempo nos seguía acompañando. Bajamos Fluelapass y atacamos el Ofenpass, donde también disfruté de lo lindo de la conducción. Con el permiso de mis compañeros, me pegué a la rueda de un suizo con una naked, que parecía conocerse bastante bien la carretera e hicimos una subida y una bajada espectacular. Al final incluso nos saludamos y le dí las gracias por haberme permitido seguir su rueda y disfrutar del puerto
Al final del puerto me paré a esperarlos y me contaron que también habían realizado una bajada espectacular, aunque abusando un poquito de los frenos, que ardían en la LT de mi compañero, y es que ya le dije que esa moto no es para bajar al ritmo que lo hizo, aunque para él sea como llevar una scooter.
El ambiente motero seguía estando presente, ya a las puertas del Stelvio
Y ya por fin, después de haber dado cuenta de una deliciosa comida, nos dirigimos a afrontar el Stelvio. Particularmente y como me habían comentado algunos compañeros de Korbera, no es un puerto para disfrutar de la conducción, especialmente subiendo desde Stelvio. Quizás la bajada a Bormio se podía disfrutar un poco mas, pero los tornanti de la subida (48 para ser mas exactos) son tan cerrados que tienes casi que parar la moto y mas si te encuentras alguna caravana que te complica un poco mas la situación
De todas maneras vale la pena, sólo por los parajes, por ser el puerto de mas altura que subimos y por el ambiente motero que se respira en la cima
La bajada hacía Bormio, como os he dicho fué un poco mas divertida, aunque al final nos tuvimos que poner el traje de agua porque amenazaba lluvia. Al final fueron cuatro gotas, en medio del sol, que nos obsequiaron con la maravillosa imágen de un arco iris en todo su esplendor
Al final llegamos a Livigno, donde teníamos previsto pernoctar. En dos días habíamos resuelto todos los puertos alpinos previstos antes de entrar en Austria, y como había oido nombrar anteriormente, lo podíamos describir como la novena sinfonía de Beethoven, nueve puertos encadenados, acabando en el cénit del Stelvio (Nufenenpass-San Gottardo-Furkapass-Grimselpass-Sustenpass-Oberlappass-Fluelapass-Ofenpass y Stelvio)
Evidentemente nos quedaron otros muchos para pasar, como el Paso de Gavia, que me habían recomendado encarecidamente mis compañeros de Korbera, pero la gente ya no estaba para mas, y ademas nos esperaba una piscina climatizada en el Hotel Paré, de la cual dimos buena cuenta antes de irnos a comer una pizza al centro del pueblo. Por cierto en esta población, llamada la Andorra italiana, comimos bastante bien de precio, la gasolina estaba muy barata y la gente que fumaba se aprovechó de los precios y cargo algunas cajetillas para el viaje. El Hotel Paré lungolivigno está bastante bien, relación calidad/precio, las habitaciones son espaciosas, quizás falta renovar los baños, pero la piscina climatizada lo compensa todo. Aparte tienen parking cubierto incluido en el precio para las motos. Alrededor de unos 75 €, habitación doble con desayuno incluido.
(Bueno, mañana sigo que ya no son horas y me toca levantarme pronto.)
TO BE CONTINUED........................
Prólogo
A la par que preparo la crónica y vuelvo a organizar mis fotos para montar todo esto, estoy viendo en la televisión un programa donde un comunicador catalán pasa un fin de semana con Eduardo Punset, científico altamente reconocido, del cual leí un libro hace unos años titulado El viaje a la felicidad, visto en clave científica.
Me ha venido a pelo el programa porque me ha hecho recordar pasajes de este libro, en el cual el Sr Punset, junto con otros colegas, afirmaban que sólo existe un 50% de probabilidades de alcanzar el objetivo de la felicidad. Decían que mucha gente se pierde en la busqueda o se queda estancada a medio camino, sin pararse a pensar que todo es una emoción transitoria, que vamos experimentando a lo largo de nuestra vida.
Pues bien, sin ponerme metafísico, os puedo asegurar que a lo largo de esos 20 días de agosto, hubo momentos en los que, no sé si encontré esa felicidad, pero os aseguro que la experiencia me llenó de sensaciones altamente gratificantes, en los que pude disfrutar de la moto, de mis compañeros de viaje, y también al final de todo de la soledad, de viajar conmigo mismo, que como bién nos cuentan algunos insignes foreros, es una experiencia en la cual también encuentras recompensas.
ALPES-TIROL-SELVA NEGRA 2010 (y algunas capitales europeas)
Éste es un proyecto que tiene sus inicios en la primavera/verano del año 2009. En esas fechas tenía la intención junto a unos amigos de realizar un viaje alrededor de Europa, con especial atención a la zona de los Alpes suizos y austríacos y también recorrer otras zonas centroeuropeas.
La verdad que todo pintaba la mar de bien, hasta que a mediados de julio de ese año, contacté con los amigos de Korbera para participar en el II Desafío, una magnífica transpirenaica en un día, de casi 1.000 kms y mas de quince horas de moto sin descanso. Pues eso, que nos subimos a nuestras motos y antes de empezar, el día anterior por la tarde cuando nos dirigíamos al lugar de partida (Cap de Creus), en una maldita rotonda en Figueres, un coche se cruzó en mi camino (o yo me crucé en el suyo, ;D ;D), con el resultado de una fractura de peroné y ocho semanas con la pierna escayolada. Ahí acabó el sueño del Desafío para mí, y por ende el proyecto de vacaciones que quedó totalmente truncado por mi parte. Mi único accidente en moto hasta la fecha, pero que partió de cuajo muchas ilusiones y expectativas.
En ese infausto verano me prometí que ese viaje lo haría, aunque fuera solo, el próximo año. Con el presupuesto reservado para ese año y el del próximo, el viaje sería si cabe aún mejor.
No soy muy asiduo en el foro (en cuanto a participar, aunque sí lo leo mucho), pero la verdad que me sentía en la obligación de escribir esta crónica, ya que yo me he aprovechado de muchos relatos publicados en este foro para organizar este viaje, y la verdad que sólo tengo palabras de agradecimiento, porque de otra manera, seguramente me habría perdido la oportunidad de visitar cantidad de lugares por donde yo no tenía la intención de pasar y que después han resultado excepcionales, y también para que pueda servir a futuros viajes de moteros con la información expuesta.
En fín, vamos al relato; Ya en primavera, empezamos a concretar con unos amigos, que tenían ilusión por hacer este viaje, la preparación de un recorrido que incluyese Alpes, Tirol, Selva Negra y algunas capitales europeas , todo en una duración de unos 20 días. Me puse manos a la obra, recabando información de muchos sitios y en especial de este foro y esto es lo que salió:
Día 1 Barcelona-Chamonix 800 kms
Partimos de Barcelona a las 6:30 horas de la mañana. El cuentakilometros a cero y con ganas de ruta de mucha ruta..........
Autopista hasta Valence para hacer mas ligera la etapa de mas kilometros prevista de todos los días y poco que contar. A partir de Grenoble, por la zona de Albertville ya empezamos a visionar los primeros paisajes que fueron un preludio de lo que nos encontraríamos en fechas posteriores. Aquí va un muestreo:
Llegamos a Chamonix alrededor de las seis de la tarde. El hotel, La Croix Blanche, muy céntrico, con párking para las motos, un poco rústico pero recomendable. Andando se llega a todas partes con muy poco tiempo. Si os gustan las raclettes o las fondues, éste es un lugar recomendable y agradable: Le Sanjon ( y sino enfrente mismo hay otro restaurante donde también se come bastante bien por un precio módico)
Día 2 Chamonix-Sedrun 360 kms
Quizás fué el día mejor aprovechado de todo el viaje (igual porque aún estabamos con las energías a full). Nos levantamos a las siete con la intención de subir a la Aiguille du Midi, a 3842 metros, desde donde se puede divisar el Montblanc y los Alpes en todo su esplendor. Cuesta 41 € por persona subir hasta arriba, pero merece la pena, sobretodo si es un día claro como nos lo encontramos nosotros.
Recomendación: Si quereis subir, levantaros pronto para no tener que soportar interminables colas. Nosotros a las 7:30 horas, teníamos unas 20 personas delante, con lo que subimos casi sin espera. A las diez, cuando bajamos, la cola daba la vuelta a todo el recinto, calculando unas 250 personas y un tiempo estimado de 1:30 h de espera. Como dice el refrán a quién madruga Dios le ayuda
Esto es una muestra de los os encotrareis arriba:
Todo era un buen aperitivo para la etapa alpina que nos esperaba. Seis puertos de montaña seguidos (Nufenenpass, San Gottardo, Furkapass, Grimselpass, Sustenpass y Oberalppass) para llegar a un pueblecito totalmente recomendable y encantador como Sedrun, donde pernoctamos, en el Hotel Kruzli, donde nos trataron exquisitamente, nos dieron muy bien de comer y las habitaciones eran comodas. (Como no les quedaban mas habitaciones dobles, a mi me asignaron un apartamento en la parte posterior del hotel en una casa espectacular, 80 m2 de apartamento, cocina, un salón inmenso, en fin, un pequeño palacete. Lástima que no lo pudiese disfrutar mas tiempo, y todo por sólo 75€ la habitación doble con desayuno)
En cuanto a la jornada alpina. todo comenzó por el Nufenenpass, unos de los puertos que mas me gustó a nivel de conducción, al igual que el Sustenpass que relataré mas tarde
Después del Nufenenpass tocaba el San Gottardo y su famosa Tremola, que nos costó encontrar pero que al final atacamos sin ningún reparo
En el Gottardo paramos a refrigerarnos un poco, a nivel de líquidos, porque el tiempo era excepcional, sol y temperatura de 18/20 grados, ideal para la conducción de la moto.
Bajamos San Gottardo y nos encaminamos hacia el Furkapass, otro de los míticos, aunque no fué de los que mas dusfruté, quizás en la bajad dirección al Grimsel la carretera se ensancha un poco y se disfruta un poco mas. En la primera foto se puede ver la subida viniendo desde Hospental y en la segunda y la tercera, la bajada dirección al Grimselpass, con el que enlaza casi sin descanso
Y aquí el crack de la LT, que se hizó los puertos como si nada, y a buen ritmo, no veas como domina a la patera el amigo. Chapeau.
Y en esta, la parte final del Furkapass y al fondo ya se divisa la serpeinte del Grimselpass, el cual también es bastante divertido, sobretodo en la bajada dirección Innertkirchen.
Y acabando el Grimsel nos dirigimos a la derecha con la vista puesta en el Sustenpass, el puerto que mas he disfrutado de todo el viaje, y sobretodo porque lo atacamos alrededor de las 18:30 horas de la tarde, sin tráfico, con perfecta visibilidad y un asfalto mas que aceptable.
Sólo nos quedaba bajar este puerto y subir el Oberalppass. El cansancio del día ya empezaba a acuciar y lo hicimos del tirón, sin parar a hacer las fotos de rigor, porque sólo deseabamos llegar al hotel a descansar.
Y éste es el hotel. Lo dicho, realmente encantador, uno de nuestros mejores recuerdos.
Y el pueblo, Sedrun, igualmente encantador, un paraíso en medio de los Alpes a unos 1.400 mts de altura, donde te puedes dejar todas tus preocupaciones, porque te transportas a otra dimensión.
Puntuación (segun mi gusto de los puertos recorridos)
Sustenpass , un 9 en conducción, un 9 en paisajes, un 9 en asfalto
Nufenenpass, un 8 en conducción, un 9 en paisajes, un 8 en asfalto
Grimselpass, un 8 en conducción, un 9 en paisajes, un 8 en asfalto
Furkapass, un 7 en conducción, un 9 en paisajes, un 7 en asfalto.
Oberalppass, un 8,5 en conducción, un 8 en paisajes, un 8 en asfalto.
San Gottardo, un 7 en conducción, un 8,5 en paisajes, un 8 en asfalto(sin tener en cuenta la Tremola)
Día 3 Sedrun-Livigno 300 kms
Las sensaciones del día anterior estaban aún en nuestras retinas, y hoy teníamos por delante otro día alpino con final en el tan nombrado Stelvio. El tiempo seguía siendo excelente, ni una nube, temperatura moderada, sin viento, parecía que los astros se habían alineado con nosotros. Nada mas salir de Sedrun, nos paramos a reponer combustible y ahí me di cuenta de que teníamos a un ángel de la guarda siguiéndonos que nos haría el viaje inolvidable, tal y como así fué después.
Por que digo esto?, pues las imagenes os lo mostraran. En la gasolinera donde paramos, una bella dama aparcó su BMW en un lateral de la misma para hacer sus compras en la tienda adjunta, pero se olvidó de poner el freno de mano, con lo que su coche se deslizó para abajo y acabó a menos de un palmo de la LT de mi compañero, llevándose por delante un cartel publicitario y quedando suspendida en el baden de la gasolinera (evidentemente tuvo que llamar a la grua). En el surtidor 6, estaba aparcada la moto y el coche la pasó rozando. 30 cms mas y se habría acabado el viaje para él.
Pero bueno, el día siguió y nos fuímos encontrando parajes maravillosos antes de llegar a Davos, que nos repararían el susto vivido.
Una vez que pasamos Davos, nos dirigiríamos hacía el Fluelapass, con paisajes igualmente espectaculares y buena carretera
Como veis el tiempo nos seguía acompañando. Bajamos Fluelapass y atacamos el Ofenpass, donde también disfruté de lo lindo de la conducción. Con el permiso de mis compañeros, me pegué a la rueda de un suizo con una naked, que parecía conocerse bastante bien la carretera e hicimos una subida y una bajada espectacular. Al final incluso nos saludamos y le dí las gracias por haberme permitido seguir su rueda y disfrutar del puerto
Al final del puerto me paré a esperarlos y me contaron que también habían realizado una bajada espectacular, aunque abusando un poquito de los frenos, que ardían en la LT de mi compañero, y es que ya le dije que esa moto no es para bajar al ritmo que lo hizo, aunque para él sea como llevar una scooter.
El ambiente motero seguía estando presente, ya a las puertas del Stelvio
Y ya por fin, después de haber dado cuenta de una deliciosa comida, nos dirigimos a afrontar el Stelvio. Particularmente y como me habían comentado algunos compañeros de Korbera, no es un puerto para disfrutar de la conducción, especialmente subiendo desde Stelvio. Quizás la bajada a Bormio se podía disfrutar un poco mas, pero los tornanti de la subida (48 para ser mas exactos) son tan cerrados que tienes casi que parar la moto y mas si te encuentras alguna caravana que te complica un poco mas la situación
De todas maneras vale la pena, sólo por los parajes, por ser el puerto de mas altura que subimos y por el ambiente motero que se respira en la cima
La bajada hacía Bormio, como os he dicho fué un poco mas divertida, aunque al final nos tuvimos que poner el traje de agua porque amenazaba lluvia. Al final fueron cuatro gotas, en medio del sol, que nos obsequiaron con la maravillosa imágen de un arco iris en todo su esplendor
Al final llegamos a Livigno, donde teníamos previsto pernoctar. En dos días habíamos resuelto todos los puertos alpinos previstos antes de entrar en Austria, y como había oido nombrar anteriormente, lo podíamos describir como la novena sinfonía de Beethoven, nueve puertos encadenados, acabando en el cénit del Stelvio (Nufenenpass-San Gottardo-Furkapass-Grimselpass-Sustenpass-Oberlappass-Fluelapass-Ofenpass y Stelvio)
Evidentemente nos quedaron otros muchos para pasar, como el Paso de Gavia, que me habían recomendado encarecidamente mis compañeros de Korbera, pero la gente ya no estaba para mas, y ademas nos esperaba una piscina climatizada en el Hotel Paré, de la cual dimos buena cuenta antes de irnos a comer una pizza al centro del pueblo. Por cierto en esta población, llamada la Andorra italiana, comimos bastante bien de precio, la gasolina estaba muy barata y la gente que fumaba se aprovechó de los precios y cargo algunas cajetillas para el viaje. El Hotel Paré lungolivigno está bastante bien, relación calidad/precio, las habitaciones son espaciosas, quizás falta renovar los baños, pero la piscina climatizada lo compensa todo. Aparte tienen parking cubierto incluido en el precio para las motos. Alrededor de unos 75 €, habitación doble con desayuno incluido.
(Bueno, mañana sigo que ya no son horas y me toca levantarme pronto.)
TO BE CONTINUED........................
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