Trujillo, 4 de agosto de 2008; sobre las 9:00
Nos levantamos, desayunamos y tiramos millas! Nos esperaba un día muy intenso aunque no sabiamos que tanto!
El destino, Évora (Portugal), pero de camino hicimos parada y visita turística en Mérida, donde pasamos la mañana (con el traje de moto y los cascos!) a una temperatura de unos 40º!! No puedeoooorrrr!!!! Vemos las ruinas romanas, de lo que destacamos el teatro, anfiteatro y los mosaicos de la Casa del Mitreo.
Una vez acabado el tour romano, comimos muy bien en "Casa Nano" (cerca de la plaza España).
El calor apretaba más que ningún otro día, era tremeeeendoooo!!! Retomamos el viaje para Évora, y en muy pocos km paramos en una gasolinera ya que nos estabamos fundiendo del calor.
Moraleja: no viajar en moto entre las 12 y la 13h, ni entre las 15h y las 17h (entre 13 y 15 a comer y dormir siesta.)
A las 18:10 hora española (1h menos en Portugal) y con 1.320 Kms desde la salida de Dosrius llegamos a Évora, al albergue de cuyo nombre no me acuerdo (no es que no quiera, como Cervantes, es que no me acuerdo!!!)
Con el cambio de hora, nos dió tiempo a descargar tranquilamente, acercarnos a la oficina de turismo y callejear por la ciudad, entre un suelo adoquinado y casas blancas. Precioso. Un ambiente muy agradable. No dejeis de pasar una noche allí. Lo más destacable, la catedral, el templo romano y la arquitectura de la ciudad.
el templo
el romano
Cenita en el restaurante Martinho. Sopa de caçao (cazón¿?) y una especie de guiso de porco con almejas. Raciones grandes (un plato es para dos!!)
Y Évora de noche
El Alentejo es tierra de vinos, buena gastronomía, corcho y canteras de granito y mármoles.
5 de agosto, ruta por la región del Alentejo
La ruta es: Évora-Monte, Estremoz, donde comimos (el que pueda -€€€- que se aloje en la Pousada), Vilaviçosa y Monsaraz (donde se encuentra el lago artificial más grande de Europa, damos fe). Cuatro fotos.
Évora-Monte
Estremoz
Estremoz
Vilaviçosa
Monsaraz
En esta pintoresca ruta, que hicimos en mangas de camiseta, se nos abrasaron los brazos y parte de las piernas. Parecíamos un corte de fresa y nata.
Vuelta a Évora a coger el equipaje y partir para Lisboa, donde llegamos a las 22:18, cruzando el puente 25 de abril. Una curiosidad: los carriles centrales del puente no eran de asfalto sino de una rejilla metálica, por la que estaba prohibida la circulación de motos.
En Room4U (o así) nos consiguieron una habitación cutrísima, al llegar a Lisboa (de noche), nos cambia la dirección, no nos consiguieron parking para la moto (cosa que habíamos pactado), agua fría y porquería caliente. Al final aparcamos frente a una comisaría de la Policía Judiciaria, cuyas cámaras de seguridad disuaden a los amigos de lo ajeno. Aún así dormimos acojonaos, ya que cabía la posibilidad de que nos robaran igualmetne la moto (un motorista que estaba guardando su moto en un parking privado, nos comentó que le habían robado su moto anterior) o que nos multaran o se la llevaran por aparcar frente a una comisaría.
Lo mejor de la noche, que se acabara.
Azoteas en Lisboa al amanecer
6 de agosto, Lisboa city
Mientras esperábamos confirmación de la devolución del dinero del apestoso apartamento, recorrimos la Av. de la Liberdade, hasta la estación de Rossio, la Baixa y Praça do Comerço.
Praça do Comerço
Tras la devolución del dinero y traslado al Residencial Astoria (con sus obras permanentes), comimos por los alrededores y a Belém pastores, con el tranvía 15.
Museo de coches
Torre de Belem
Monumento a los Restauradores y puente 25 de abril al fondo
Paseito y cena por La Baixa, cenando bacalhau a Braz en la Cervecería Moderna. A mimir.