El
Lunes 19 de Julio también albergaría unos cuantos puertos en la hoja de ruta. Aunque la noche anterior, habíamos comprobado que lo mismo coincidíamos con el Tour en Bagnères-de-Luchon…
Tampoco nos importaba mucho, si coincidimos pues vemos el Tour y ya continuaremos de nuevo. Total, de Bagnères a Arreau hay unos 20 Km… y al no tener reservado el hotel, lo mismo da Arreau que otro pueblo de la zona
Después de otro gran desayuno, nos despedimos de los padres de Rastrom a quienes agradecemos enormemente lo bien que nos han tratado. ¡Os esperamos en Ávila!
Antes de iniciar la ruta, dimos un tour por Cercs.
La ermita y el cochazo del padre de Rastrom:
Las vistas desde allí son impresionantes:
Y si hacemos zoom…
Estrenamos el disparador automático de la cámara:
Cercs, un lugar fantástico para vivir
Muy agradecidos, nos despedimos de los padres de Rastrom.
Y ponemos rumbo hacia el Cantó
Ahora hay menos tráfico así que disfrutamos de la carretera que bordea el pantano y de unas cuantas curvas más
A mediados del Cantó, paramos para despedirnos de Rastrom.
¡Muchísimas gracias por un fin de semana genial!
¡Hasta la próxima!
Hay mucho ambiente motero:
Retomamos camino y vamos intercalando momentos de disfrute curvil con momentos cansinos detrás de algún coche… y ¡coronamos!
Vamos en busca de
Sort donde no podría faltar una paradinha para comprar lotería
Mientras vamos detrás de algún coche, voy pensando que vaya dónde estará el pueblecito en cuestión, si está en medio de la nada…
Debían ser los efectos de la tele pero tenía muchísimas ganas de conocer el pueblo y llevarme un par de boletos a casa. Luego no tocará nada… pero el cosquilleo seguía por ahí…
¡Por fin! ¡Llegamos!
Anda que no hay gente aquí ni na…
Antes de entrar, aprovecho para fotografiar algo que siempre me llamó la atención:
Me imagino con la canoa de mi padre intentando pasar por ahí… no sé cuántas veces volcaría…
Bueno, a lo que íbamos…
Y… ¡por fin!
Esperaba que el lugar fuera diferente, no sé… Al menos con la bruja “de colores” que había visto tantas veces por la tele…
Resulta que a ésa la tienen en una tienda próxima a la administración donde tienen merchandising vario… Como estaba cerrada… Se me encendió el modo cansino y tras una charla rápida con la chica de la lotería, compré una brujita para el lápiz y me llevé dos pegatinas de regalo.
La más pequeña, la que cerraba el sobre de papel de mi brujita, fue a parar a mi baúl :-D
No sé, pero estaba feliz como una perdiz… Sí, ya sé, lo de las compras y que no va a tocar, que es todo culpa de la tele… pero ¿qué más da? ¡Estoy disfrutando como una enana!
Vuelta a ponerse el casco, que con tanto calor… va teniendo cierto tufillo a felicidad…
Volvimos un sobre nuestros pasos para repostar y ¡ta chán! Justo cuando estoy preparándome para hacerle una foto a Kahuna, me dice alguien “Would you like me to gesto de hacer una foto” Pues claro, hombre, estamos en una gasolinera cualquiera, pero sí.
Luego charlando con ellos, resulta que venían de los States y que se habían alquilado un par de BMWs para rutear por la zona. ¡Qué ti@s!
A Shelley le llamaron “nice bike” y a Poshy “fast bike”… Menos mal que las dos se llevan bien y no se tienen pelusilla.
Aquí sus motos, la GS grande es la de él y la pequeña, la de ella:
Las vistas:
Seguimos camino, esta vez rumbo al puerto de la Bonaigua que tan bien nos había hablado Rastrom de él. Aquí justo antes de iniciar la subida
Mini-reportaje para Kahuna:
El resto de la subida con Shelley esperándome a un lado y Kahuna que acababa de alcanzarme:
Resultó ser una de las mejores subidas de todos los puertos que llevábamos hasta el momento, así que…
¡Es impresionante!
Llegamos a Vielha justo para comer y ¡qué bien comimos!
Las motos estaban aparcadas justo al otro lado de la valla marrón y ¡volvimos a encontrarnos con la pareja de los States! Reconocieron las motos y nos saludaron al pasar.
Antes de marcharnos, saludamos a unos moteros italianos que también iban a pasar unos días por los Pirineos.
Da gusto encontrarse con gente tan maja.
Paradinha para comprobar que vamos a Bagnères-de-Luchon y no a Cuenca…
Bueno, no es la carretera que había apuntado en la chuleta pero según el GPS llegamos antes a las Bañeras y pasamos por el puerto de Portillón. ¡Genial!
La subida al puerto es tipo a los del día anterior, estrechito y con muchas paellas…
No encontramos el cartel del puerto, pero bueno, justo ahí entrábamos en Francia y con ello, la bajada:
¡Qué pedazo bajada! ¡Qué desniveles!
¡Anda! Una cascada:
No me lo puedo creer. ¡Vamos genial de tiempo! Son las cuatro y algo y ya estamos en:
Genial, seguimos avanzando… Qué de gente hay por aquí… y qué de gendarmes… Anda, este me dice algo… “Le col est fermé”
Con un francés más que oxidado, me entero de que el puerto estará cerrado hasta las siete…
Bueno pues nos quedamos aquí a dormir y salimos antes de que salga el Tour…
Menos mal que se me ocurrió preguntarle a qué hora cerraban mañana el col… ¡A las seis de la mañana! ¡Venga ya!
Bueno, pues nuevo plan: esperamos hasta las siete que tenemos para ver la llegada, tomar un algo o dos o tres… y continuamos camino…
¡Anda! ¡Los italianos del restaurante de Vielha! También están como nosotros… Comentamos lo que nos había dicho el gendarme y nos despedimos con caras de “bueno, qué le vamos a hacer”
Con el calor que llevábamos encima, el cansancio acumulado y que estábamos bien cerquita de Arreau… No nos sentó muy mal que estuviera fermé...
¡Veremos una llegada del Tour en directo!
La primera vez que me topé con esta carrera fue cuando hicieron dos etapas en Inglaterra. Creo que fue la prólogo en Londres y la siguiente en Canterbury. Pues los dos días me tocó el Tour… Claro que en esa ocasión, fue bastante más molesto…
Pues nada, aparcamos las motos, dejamos las camisetas sudaditas atadas a los manillares y nos vamos en manga corta a disfrutar de la carrera. Ah, también llevábamos la chaqueta, la espaldera, el casco… ¡Qué de trastos!
Ahí es dónde queríamos ir: Al Col de Peyrosourde:
Y esto es lo que se interponía en mitad de nuestro camino:
Aprovechamos para refrescarnos y llamar a casa, por si resulta que nos ven en la tele y todo.
Sí, sí, donde la señal de 450 metros para llegar a meta… Mi madre me decía que estaba trabajando pero con el jaleo no la oía…
¡Qué ambientazo! Dicen Albegto Contadog muchas veces y no me entero de mucho más…
Menos mal que los vítores de la gente alertan de la llegada de alguien.
El vencedor de la etapa:
Los poursivants:
El grupillo de Contador:
El grupeto del líder, Schleck, que va en primera posición:
Los días anteriores al viaje había hecho el esfuerzo de re-engancharme al Tour por si coincidíamos, enterarme de algo… Que yo desde que nos dejó el Chava…
Pero eran etapas llanas y vaya comentarios del Perico y el otro… luego decimos de las motos…
Una vez que pasó el pelotón y la gente empezó a dispersarse, aprovechamos para acercarnos hasta la meta, por si veíamos a alguien conocido.
¡Mira! ¡Contador se ha puesto de amarillo!
En Ávila nunca había podido acercarme hasta la misma línea de meta, pero aquí...
Como todavía quedaba un ratillo hasta las siete, aprovechamos para tomar un refresco y descansar.
Al llevar la camiseta de la Quedada Mediterránea, un señor me pregunta que si somos de España y empezamos a charlar. Había sido profe de español y su amigo me decía algo en francés, pero no cogía una… El buen hombre me dijo que su amigo era de una región cercana a Alemania y que a veces ni él le entendía, ¡qué majo!
A eso de las seis y media, ponemos rumbo a las motos y de nuevo, nos encontramos con los italianos que ya enfilaban para el puerto ¡Buen viaje!
Las camisetas siguen donde estaban...
Recogemos los bártulos y nos ponemos camino al puerto… ¡Qué de gente! ¡Qué lentitud! ¡Qué de autocaravanas! ¡Si es que no caben las dos cuando se cruzan!... Nos colamos por aquí, luego por allí… Ahora nos escondemos que viene un gendarme… Vuelta a colarse… y por fin:
La bajada del col es impresionante. Los ciclistas van enganchados a mi baúl. ¡Van rapidísimo! ¡Qué tíos!
Llegamos a Arreau y tiene pinta de estar todo hasta las trancas… Total, que decidimos ir hasta Lourdes y pasar el día de mañana allí, tranquilitos, sin moto… El Miércoles es jornada de descanso en el Tour y podremos subir el Tourmalet y disfrutar de los otros puertos con más calma.
El GPS nos muestra un Ibis que está completo y los de allí nos recomiendan otro hotel, también muy céntrico. Pues nada, allá vamos.
Duchita de rigor y cena, que como es “tarde” pues no había más donde elegir:
Muy cansados pero muy contentos, nos fuimos a dormir...
Agradecimos mucho no tener que madrugar al día siguiente y sobre todo, descansar de tanta moto. ¿Quién nos lo iba a decir? El año pasado estuvimos 12 días sin parar y ahora, 3 días y ya pedimos un descansito… Si es que Kahuna se me va haciendo mayor, jiji
Continuará…