CRÓNICA BMW MOTORRAD DAYS - ALPES 2012
Veníamos hace tiempo pensando en hacer una ruta para empezar a conocer las maravillas paisajísticas y moteras que los ya iniciados alaban tanto, y con tanta razón, del magnífico y grandioso arco alpino, y encontramos la excusa perfecta con la celebración los días 6, 7 y 8 de julio de los BMW MOTORRAD DAYS 2012, que se celebran anualmente en Garmisch-Partenkirchen.
Así que, tomando un día de vacaciones por delante del fin de semana de la concentración (el viernes) y dos por detrás (lunes y martes), preparamos el viaje de cinco días y 3.500 km que a continuación se relata brevemente.
La expedición la formamos los componentes de la HMP-Club de motos BMW de Castellón, Germán (MAN, BMW R1200RT) y el que suscribe Félix (Omeya, BMW K1200GT), habiendo quedado el sábado cerca de Bormio con otros dos componentes del Club, Hilario (Jílari, BMW 1200GS) y su mujer Raquel (Reitxell), para hacer juntos la jornada, ya que ellos habían programado un circuito más amplio con objetivo final en los Dolomitas.
VIERNES 6. CASTELLÓN - LECCO (Italia). 1.332 km
Para realizar esta primera etapa de transición y hacer rápida la considerable distancia existente entre las dos poblaciones, salimos a las 05:00 a.m. de Castellón con destino Lecco, en el Lago di Como, para quedar ya en la ruta del Stelvio, nuestro primer objetivo camino de Garmisch.
Todo iba según lo previsto haciendo tiradas de unos 250 km exprimiendo las buenas cualidades ruteras de nuestras máquinas hasta el límite de nuestro ... ejem ... físico trasero. Pasamos Montpelier, Orange, Valence, Grenoble (vaya desastre de señalización y de circulación ...) el carísimo, interminable y atorrante (38ºC) Traforo (túnel) de Frejus en la frontera de Francia con Italia, cuando entre Turín y Milán la ira de los dioses se desató en forma de tormentón veraniego con rayos, truenos y centellas, lo que nos hizo en primer lugar colocarnos los trajes de agua, y finalmente parar en un área de servicio a cubierto ante la tromba de agua que caía, que impedía circular por la autopista incluso a los coches.
Tras casi una hora de espera, parece que la tormenta y la lluvia se aleja, pero para desgracia nuestra lo hacen en la misma dirección que vamos nosotros, con que ya nos acompañarían hasta el final del día (literalmente, hasta después de cenar ...).
La circunvalación de Milán, caótica, y más siendo fin de semana e inicio de vacaciones estivales, y entre la (escasa y confusa) señalización y el navegador nos hicieron pasar un mal trago hasta encontrar un camino a Lecco (por la A50/A8/A9) por Como, en vez de por la salida de Cinisello y la SS36 como hubiéramos querido hacer. Finalmente llegada al Hotel en Lecco a las 20:30 h. tras más de 15 horas de viaje.
Ducha reconfortante y cena a base de pasta y pizza para recuperar fuerzas y a dormir, que el sábado hemos quedado a las 9:30 a.m. con nuestros amigos Hilario y Raquel en Valchiosa, a 105 km de nuestro Hotel, camino del Stelvio.
SABADO 7. LECCO-GARMISCH. 399 km.
Llega el día esperado en que vamos a conocer el famoso Stelvio. Desayuno abundante y en marcha a las 08:15. Craso error. Todos los italianos se han levantado a la misma hora y todos van por la misma ruta que nosotros !!. Tardamos 2h. (en caravana) en hacer los 105 km hasta la cita en Valchiosa. Con tanto retraso, decidimos dejar para otra ocasión conocer el Mortirolo y el Paso di Gavia como teníamos previsto y dirigirnos directamente a Bormio para poder disfrutar tranquilamente la ascensión al Stelvio. Así que sin más preámbulos encaramos la interminable y espectacular subida a la mítica cima.
Cualquier expresión para definir a este gigante alpino quedará corta indefectiblemente, tal es su majestuosidad y la belleza de sus paisajes. Si algún pero hay que ponerle, es la ingente cantidad de motoristas, ciclistas y coches que suben y bajan constantemente para, al igual que nosotros, regalarse el placer de contemplar el magnífico panorama desde la cumbre, o desde cualquiera de los miradores en la subida o bajada.
Decenas de "tornanti" y "ri-tornanti", que ponen a prueba el equilibrio y la sangre fría de los que por allí circulamos cuando te cruzas en uno de ellos con un autocar o un coche que circula a su aire ... . El propio Man lo sufrió en sus frenos, llegando a bajar tanto su eficacia que nos obligó a parar para que se enfriaran y recuperar la frenada.
Tras las fotos de rigor en lo alto del Passo Stelvio (2.760 m), compra de recuerdos y las consabidas pegatinas, pines y parches. Bocata de salchicha en un puesto en la propia cima mientras disfrutábamos de las vistas, y de nuevo en marcha dirección Garmisch. Qué grande es el Stelvio !!. Cualquier motero que se precie mínimamente de serlo, debería de visitarlo al menos una vez en su vida ...
Atravesamos Austria rodando por bellas carreteras secundarias camino de Imst, para llegar finalmente a Garmisch-Partenkirchen, donde, momentáneamente, nos separamos de Hilario y Raquel, ya que su hotel estaba en Mittenwald y el nuestro en Ettal, ambas poblaciones en las cercanías de Garmisch (hoteles completos cinco meses antes).
Sobre las 19 p.m., ya pasados por la ducha, visita al impresionante montaje de los BMW MOTORRAD DAYS 2012. Paseo por las carpas de todo tipo de fabricantes de accesorios, preparaciones, exposiciones de clásicas, Alpha Racing, carpas de BMW MOTORRAD de España, Francia, Alemania ... circuito de stunt, circuito de cross/todo terreno, para acabar en la carpa donde se vendían la camiseta y la gorra conmemorativa del evento. Curiosamente, a diferencia de la Riders española, aquí no hay ni inscripciones ni wellcome packs. Una vez adquiridos los recuerdos, visitamos la carpa central de festejos que estaba completamente abarrotada de personal, por lo que decidimos irnos a otra zona más tranquila a cenar y a comentar todo lo visto y acontecido durante el día.
DOMINGO 8. GARMISCH - ANDERMATT. 480 km.
Tras un opíparo desayuno en el Hotel, salida hacia la localidad suiza de Andermatt a las 8 a.m.. Rápidamente recorrimos los 23 km hasta la frontera con Austria y ya allí por autopista S16, tipo Guadiana, que aparece y desaparece, y acompañados de algo de lluvia llegamos por fin a la frontera suiza. Estocada hasta la bola con la viñeta (40 francos suizos ... para un día), pero es que solo hay -o solo había allí- la que vale para 12 meses ... . Enfilamos hacia Chur por la autopista 13 y nos desviamos a la derecha una vez pasada esta localidad para coger la carretera 19 que cruza Suiza de Suroeste a Sureste.
Tras unos kms. atravesando un precioso valle, primera ascensión al Oberalpass (2.044 m.), aún con restos de neveros helados. Parada en la cima, un rato para disfrutar la belleza de estos parajes, fotos, pegatina ... y camino a Andermatt disfrutando de una bajada preciosa.
Al llegar, aunque aquí dormiremos esta noche, nos desviamos a la derecha por la carretera 2 hasta Wassen, donde hicimos una parada para desalojar una avispa o similar que se estampó, por suerte, en el cristal izquierdo de las gafas de Man. Tomamos a la izquierda por la carretera 11 hacia Innertkirchen y subimos el Sustenpass (2.264 m.), tan espectacular como todos los demás. Vista del paisaje durante un buen rato, fotos, pegatina y camino al no menos grandioso Grimselpass.
Nos dirijimos entonces por la carretera 6 a Glesth pasando por el Grimselpass (2.165 m) con sus lagos naturales y artificiales llenos de "cubitos" de hielo, para atacar la parte más "panorámica" de este bucle alpino alrededor de Andermatt: la bajada del GrimselPass viendo ya a la izquierda la espeluznante subida del Furkapass.
Tal es la majestuosidad del conjunto que paramos a hacer unas fotos de ambos gigantes unidos. Subida "imposible" o mejor "si no lo veo, no lo creo" al Furkapass (2.429 m.), pasando por el mirador del Hotel Belvedere, desde donde se aprecia tanto la bajada del Grimsel como la parte de subida del Furka ya realizada.
Unos pocos km. más arriba coronamos por fin este último gigante alpino de la jornada, aunque con la contrariedad de que en la cima no había ninguna tienda donde comprar la pegatina que da fe del paso por allí como en los puertos anteriores. La bajada "da miedo" porque a la derecha, o sea al precipicio, no hay quitamiedos y suben autobuses !!, que lógicamente ocupan buena parte de la escasa calzada.
Llegada a Adermatt sobre las 19h., ducha, cena-homenaje con una fondue bourguignon, amablemente servida por una camarera ... canaria !
LUNES 9. ANDERMATT - ORANGE 536 km.
Amanece (es un decir) el día con una niebla baja y espesa que no deja ver nada. Rápidamente nos tranquiliza el conserje del Hotel, que a la vez sirve los desayunos: no pasa nada, es lo habitual y en poco tiempo despejará. Eso deseamos, ya que nos esperan esta mañana dos puertos más: el San Gotardo y el Nufenenpass.
A las 9, una vez comienza a despejar la niebla nos lanzamos a por el Paso de San Gotardo. Hay dos posibles subidas, una más cómoda por la autovía 2, y otra por el antiguo (y auténtico) trazado adoquinado. Optamos por éste como es lógico y, con un plus de prudencia, llegamos sin novedad al Paso (2.114 m), parando a observar el panorama, el lago, las estatuas conmemorativas y comprar las consabidas pegatinas.
Bajada diabólica hasta Airolo y ruta hacia el último de los grandes puertos que vamos a recorrer: el Paso de la Novena o Nufenenpass (2.478 m).
Coincidimos mi compañero de viaje Man y yo en que éste resultó ser el más paisajístico de todos los puertos recorridos. Paramos varias veces a hacer fotos para tener un buen recuerdo de lo vivido en esta zona de los Alpes. Arriba del paso más fotos, compra de pegatinas (como si fuera el registro notarial de paso) un ratito para recrear la vista ... y de nuevo a la carretera.
Una vez bajado el puerto, y gracias a que llevamos sincronizados los Midlan (qué gran invento !!), lo que nos permite mantenernos conectados con una asombrosa calidad de sonido mientras no nos alejemos demasiado, decidimos girar a la derecha al llegar a Ulrichen hacia Oberwald en la carretera 19 (en vez de a la izquierda como tenemos previsto) para volver a subir el Furkapass hasta el Hotel Belvedere ... contemplar el maravilloso espectáculo que ofrecen la bajada del Grimsel y la subida del Furka ... y comprar las pegatinas que se nos había pasado en la primera subida. Nos pareció una buena excusa y allá que subimos, compramos y bajamos para recuperar la ruta programada para hoy hasta Orange.
Unos cuantos km de pesada carretera/autopista hasta Martigny y subida del último puerto: el Coll de la Forclaz (1.527 m), de bello trazado motero, en dirección Chamonix-Mont Blanc donde paramos, además de para adquirir nuestro particular sello de paso, para reponer fuerzas acabando con las reservas de jamón y cecina que habíamos traído desde Castellón.
Tirada de 375 km (con nueva pérdida en el paso por Grenoble, como no podía ser de otra manera) y llegada al Hotel en Orange algo cansados tras recorrer los más de 600 km en total de la etapa de hoy. Cena y a descansar.
MARTES 10. ORANGE - CASTELLÓN 707 kM.
A las 08:00, salida, autopista y más autopista ... y poco más que reseñar. Llegada a Castellón sin novedad a las 14:40 h.
Una vez finalizado el viaje y vista la inmensidad de los Alpes suizos y su belleza, solo cabe ponerse a preparar el segundo asalto para una próxima ocasión ... que la habrá.
Veníamos hace tiempo pensando en hacer una ruta para empezar a conocer las maravillas paisajísticas y moteras que los ya iniciados alaban tanto, y con tanta razón, del magnífico y grandioso arco alpino, y encontramos la excusa perfecta con la celebración los días 6, 7 y 8 de julio de los BMW MOTORRAD DAYS 2012, que se celebran anualmente en Garmisch-Partenkirchen.
Así que, tomando un día de vacaciones por delante del fin de semana de la concentración (el viernes) y dos por detrás (lunes y martes), preparamos el viaje de cinco días y 3.500 km que a continuación se relata brevemente.
La expedición la formamos los componentes de la HMP-Club de motos BMW de Castellón, Germán (MAN, BMW R1200RT) y el que suscribe Félix (Omeya, BMW K1200GT), habiendo quedado el sábado cerca de Bormio con otros dos componentes del Club, Hilario (Jílari, BMW 1200GS) y su mujer Raquel (Reitxell), para hacer juntos la jornada, ya que ellos habían programado un circuito más amplio con objetivo final en los Dolomitas.
VIERNES 6. CASTELLÓN - LECCO (Italia). 1.332 km
Para realizar esta primera etapa de transición y hacer rápida la considerable distancia existente entre las dos poblaciones, salimos a las 05:00 a.m. de Castellón con destino Lecco, en el Lago di Como, para quedar ya en la ruta del Stelvio, nuestro primer objetivo camino de Garmisch.
Todo iba según lo previsto haciendo tiradas de unos 250 km exprimiendo las buenas cualidades ruteras de nuestras máquinas hasta el límite de nuestro ... ejem ... físico trasero. Pasamos Montpelier, Orange, Valence, Grenoble (vaya desastre de señalización y de circulación ...) el carísimo, interminable y atorrante (38ºC) Traforo (túnel) de Frejus en la frontera de Francia con Italia, cuando entre Turín y Milán la ira de los dioses se desató en forma de tormentón veraniego con rayos, truenos y centellas, lo que nos hizo en primer lugar colocarnos los trajes de agua, y finalmente parar en un área de servicio a cubierto ante la tromba de agua que caía, que impedía circular por la autopista incluso a los coches.
Tras casi una hora de espera, parece que la tormenta y la lluvia se aleja, pero para desgracia nuestra lo hacen en la misma dirección que vamos nosotros, con que ya nos acompañarían hasta el final del día (literalmente, hasta después de cenar ...).
La circunvalación de Milán, caótica, y más siendo fin de semana e inicio de vacaciones estivales, y entre la (escasa y confusa) señalización y el navegador nos hicieron pasar un mal trago hasta encontrar un camino a Lecco (por la A50/A8/A9) por Como, en vez de por la salida de Cinisello y la SS36 como hubiéramos querido hacer. Finalmente llegada al Hotel en Lecco a las 20:30 h. tras más de 15 horas de viaje.
Ducha reconfortante y cena a base de pasta y pizza para recuperar fuerzas y a dormir, que el sábado hemos quedado a las 9:30 a.m. con nuestros amigos Hilario y Raquel en Valchiosa, a 105 km de nuestro Hotel, camino del Stelvio.
SABADO 7. LECCO-GARMISCH. 399 km.
Llega el día esperado en que vamos a conocer el famoso Stelvio. Desayuno abundante y en marcha a las 08:15. Craso error. Todos los italianos se han levantado a la misma hora y todos van por la misma ruta que nosotros !!. Tardamos 2h. (en caravana) en hacer los 105 km hasta la cita en Valchiosa. Con tanto retraso, decidimos dejar para otra ocasión conocer el Mortirolo y el Paso di Gavia como teníamos previsto y dirigirnos directamente a Bormio para poder disfrutar tranquilamente la ascensión al Stelvio. Así que sin más preámbulos encaramos la interminable y espectacular subida a la mítica cima.
Cualquier expresión para definir a este gigante alpino quedará corta indefectiblemente, tal es su majestuosidad y la belleza de sus paisajes. Si algún pero hay que ponerle, es la ingente cantidad de motoristas, ciclistas y coches que suben y bajan constantemente para, al igual que nosotros, regalarse el placer de contemplar el magnífico panorama desde la cumbre, o desde cualquiera de los miradores en la subida o bajada.
Decenas de "tornanti" y "ri-tornanti", que ponen a prueba el equilibrio y la sangre fría de los que por allí circulamos cuando te cruzas en uno de ellos con un autocar o un coche que circula a su aire ... . El propio Man lo sufrió en sus frenos, llegando a bajar tanto su eficacia que nos obligó a parar para que se enfriaran y recuperar la frenada.
Tras las fotos de rigor en lo alto del Passo Stelvio (2.760 m), compra de recuerdos y las consabidas pegatinas, pines y parches. Bocata de salchicha en un puesto en la propia cima mientras disfrutábamos de las vistas, y de nuevo en marcha dirección Garmisch. Qué grande es el Stelvio !!. Cualquier motero que se precie mínimamente de serlo, debería de visitarlo al menos una vez en su vida ...
Atravesamos Austria rodando por bellas carreteras secundarias camino de Imst, para llegar finalmente a Garmisch-Partenkirchen, donde, momentáneamente, nos separamos de Hilario y Raquel, ya que su hotel estaba en Mittenwald y el nuestro en Ettal, ambas poblaciones en las cercanías de Garmisch (hoteles completos cinco meses antes).
Sobre las 19 p.m., ya pasados por la ducha, visita al impresionante montaje de los BMW MOTORRAD DAYS 2012. Paseo por las carpas de todo tipo de fabricantes de accesorios, preparaciones, exposiciones de clásicas, Alpha Racing, carpas de BMW MOTORRAD de España, Francia, Alemania ... circuito de stunt, circuito de cross/todo terreno, para acabar en la carpa donde se vendían la camiseta y la gorra conmemorativa del evento. Curiosamente, a diferencia de la Riders española, aquí no hay ni inscripciones ni wellcome packs. Una vez adquiridos los recuerdos, visitamos la carpa central de festejos que estaba completamente abarrotada de personal, por lo que decidimos irnos a otra zona más tranquila a cenar y a comentar todo lo visto y acontecido durante el día.
DOMINGO 8. GARMISCH - ANDERMATT. 480 km.
Tras un opíparo desayuno en el Hotel, salida hacia la localidad suiza de Andermatt a las 8 a.m.. Rápidamente recorrimos los 23 km hasta la frontera con Austria y ya allí por autopista S16, tipo Guadiana, que aparece y desaparece, y acompañados de algo de lluvia llegamos por fin a la frontera suiza. Estocada hasta la bola con la viñeta (40 francos suizos ... para un día), pero es que solo hay -o solo había allí- la que vale para 12 meses ... . Enfilamos hacia Chur por la autopista 13 y nos desviamos a la derecha una vez pasada esta localidad para coger la carretera 19 que cruza Suiza de Suroeste a Sureste.
Tras unos kms. atravesando un precioso valle, primera ascensión al Oberalpass (2.044 m.), aún con restos de neveros helados. Parada en la cima, un rato para disfrutar la belleza de estos parajes, fotos, pegatina ... y camino a Andermatt disfrutando de una bajada preciosa.
Al llegar, aunque aquí dormiremos esta noche, nos desviamos a la derecha por la carretera 2 hasta Wassen, donde hicimos una parada para desalojar una avispa o similar que se estampó, por suerte, en el cristal izquierdo de las gafas de Man. Tomamos a la izquierda por la carretera 11 hacia Innertkirchen y subimos el Sustenpass (2.264 m.), tan espectacular como todos los demás. Vista del paisaje durante un buen rato, fotos, pegatina y camino al no menos grandioso Grimselpass.
Nos dirijimos entonces por la carretera 6 a Glesth pasando por el Grimselpass (2.165 m) con sus lagos naturales y artificiales llenos de "cubitos" de hielo, para atacar la parte más "panorámica" de este bucle alpino alrededor de Andermatt: la bajada del GrimselPass viendo ya a la izquierda la espeluznante subida del Furkapass.
Tal es la majestuosidad del conjunto que paramos a hacer unas fotos de ambos gigantes unidos. Subida "imposible" o mejor "si no lo veo, no lo creo" al Furkapass (2.429 m.), pasando por el mirador del Hotel Belvedere, desde donde se aprecia tanto la bajada del Grimsel como la parte de subida del Furka ya realizada.
Unos pocos km. más arriba coronamos por fin este último gigante alpino de la jornada, aunque con la contrariedad de que en la cima no había ninguna tienda donde comprar la pegatina que da fe del paso por allí como en los puertos anteriores. La bajada "da miedo" porque a la derecha, o sea al precipicio, no hay quitamiedos y suben autobuses !!, que lógicamente ocupan buena parte de la escasa calzada.
Llegada a Adermatt sobre las 19h., ducha, cena-homenaje con una fondue bourguignon, amablemente servida por una camarera ... canaria !
LUNES 9. ANDERMATT - ORANGE 536 km.
Amanece (es un decir) el día con una niebla baja y espesa que no deja ver nada. Rápidamente nos tranquiliza el conserje del Hotel, que a la vez sirve los desayunos: no pasa nada, es lo habitual y en poco tiempo despejará. Eso deseamos, ya que nos esperan esta mañana dos puertos más: el San Gotardo y el Nufenenpass.
A las 9, una vez comienza a despejar la niebla nos lanzamos a por el Paso de San Gotardo. Hay dos posibles subidas, una más cómoda por la autovía 2, y otra por el antiguo (y auténtico) trazado adoquinado. Optamos por éste como es lógico y, con un plus de prudencia, llegamos sin novedad al Paso (2.114 m), parando a observar el panorama, el lago, las estatuas conmemorativas y comprar las consabidas pegatinas.
Bajada diabólica hasta Airolo y ruta hacia el último de los grandes puertos que vamos a recorrer: el Paso de la Novena o Nufenenpass (2.478 m).
Coincidimos mi compañero de viaje Man y yo en que éste resultó ser el más paisajístico de todos los puertos recorridos. Paramos varias veces a hacer fotos para tener un buen recuerdo de lo vivido en esta zona de los Alpes. Arriba del paso más fotos, compra de pegatinas (como si fuera el registro notarial de paso) un ratito para recrear la vista ... y de nuevo a la carretera.
Una vez bajado el puerto, y gracias a que llevamos sincronizados los Midlan (qué gran invento !!), lo que nos permite mantenernos conectados con una asombrosa calidad de sonido mientras no nos alejemos demasiado, decidimos girar a la derecha al llegar a Ulrichen hacia Oberwald en la carretera 19 (en vez de a la izquierda como tenemos previsto) para volver a subir el Furkapass hasta el Hotel Belvedere ... contemplar el maravilloso espectáculo que ofrecen la bajada del Grimsel y la subida del Furka ... y comprar las pegatinas que se nos había pasado en la primera subida. Nos pareció una buena excusa y allá que subimos, compramos y bajamos para recuperar la ruta programada para hoy hasta Orange.
Unos cuantos km de pesada carretera/autopista hasta Martigny y subida del último puerto: el Coll de la Forclaz (1.527 m), de bello trazado motero, en dirección Chamonix-Mont Blanc donde paramos, además de para adquirir nuestro particular sello de paso, para reponer fuerzas acabando con las reservas de jamón y cecina que habíamos traído desde Castellón.
Tirada de 375 km (con nueva pérdida en el paso por Grenoble, como no podía ser de otra manera) y llegada al Hotel en Orange algo cansados tras recorrer los más de 600 km en total de la etapa de hoy. Cena y a descansar.
MARTES 10. ORANGE - CASTELLÓN 707 kM.
A las 08:00, salida, autopista y más autopista ... y poco más que reseñar. Llegada a Castellón sin novedad a las 14:40 h.
Una vez finalizado el viaje y vista la inmensidad de los Alpes suizos y su belleza, solo cabe ponerse a preparar el segundo asalto para una próxima ocasión ... que la habrá.
y creo k es cierto :cool2: