jaimeleonu
Curveando
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EL VIAJE
Unas semanas antes de nuestra partida cambiamos el destino. Al principio se pensó en viajar por Colombia, incluso preparamos un recorrido por ese país, se localizaron las motos y se pusieron fechas. Pero unas 5 semanas antes cambiamos de planes, es lo bueno que tienen en la actualidad la preparación de estos viajes, y la experiencia que tenemos acumulada. Puedes prepararlo todo en mucho menos tiempo que hace años. Así que como en el 2007 llegamos a las cataratas Victoria pensamos que podía ser interesante visitar las cataratas de Iguazú y así poder comparar unas y otras. Además tras los fríos del año pasado en Nueva Zelanda no vendría mal hacer un viaje por lugares que, además de calor, no corriéramos el riesgo de tener excesivos días con lluvia.
Nos pusimos a la tarea, localizamos motos, preparamos un itinerario atractivo, buscamos vuelos y listo, en 15 días todo preparado. Nuestro viaje comenzaba en Buenos Aires, donde nos esperarían las motos, cruzaríamos el río de la Plata hacia la ciudad uruguaya de Concordia. Viajaríamos por el interior hasta la frontera brasileña, ya en es este nuevo país tomaríamos rumbo este hacia la costa, Florianópolis y sus playas serían un buen punto para un rápido descanso.
Y luego de nuevo hacia el interior, dirección oeste y después de pasar por Curitiba y la selva del Paraná, llegaríamos a Iguazú. Un par de días para conocer las cataratas y luego entrar en Argentina. Ahora conoceríamos la bonita región de Misiones e iniciaríamos nuestro regreso a B. Aires donde, si todo iba según lo previsto, una vez entregadas las motos, antes de regresar a España, todavía tendríamos algunos días para conocer la ciudad.
En total serían un poco menos de 4.000 kmy unos 16-17 días para realizarlos, con lo que afortunadamente no tendríamos etapas maratonianas de cientos de km. y de este modo podíamos disfrutar más del viaje. Hace tiempo de dejamos atrás esa fase de todo viajero en moto en que parece querer acumular miles de km en un solo viaje, en el menor número de días posible y pisar el mayor número de países…lo que, a nuestro entender, hace que se pierda parte de la esencia de todo viaje, aunque como digo siempre, cada uno viaja como quiere, puede o le dejan…Todo esto eran sólo planes, luego veríamos si nada nos impedía realizarlos…
Este era mi tercer viaje por Sudamérica y desde el primero, en el 2006, pienso que es una zona ideal para el moto aventurismo y muy especialmente para los españoles. Aparte de la gran variedad de paisajes, el compartir culturas muy similares hace que todo sea más fácil, y gran parte se basa el entendernos en el mismo idioma. El contacto con la gente es, sin punto de comparación, mucho mayor que viajando por cualquier otra zona del mundo. Y mientras viajas por allá “refrescas” muchas palabras que aquí hemos ido dejando en el olvido, o sustituido por otras que además no corresponden a nuestro idioma. Un ejemplo de libro, la señal de “Stop” que vemos en cualquier carretera, allí figura “Pare” que se entiende perfectamente ¿no?.
Y lo mismo pasa con otras muchas, el ómnibus, la pileta, los anteojos, la aeromoza, el matafuegos…o con esta de la señal de la foto siguiente que es una de mis preferidas.
Los culebrones que ponen en cualquier canal de Tv son estupendos para este tema del idioma. Imaginar la siguiente escena de una de estas tele-novelas, dos jovencitas que se disputan al mismo chico, una muy guapa, maquillada y con vestido ajustado, la otra todo lo contrario, y la primera va y dice a la segunda, enfatizando mucho sus palabras y con marcado acento argentino:
A veces aunque usemos el mismo idioma los distintos usos que se dan a las palabras pueden causar alguna confusión. Una mañana, mientras desayunábamos, eché un vistazo al periódico, titular en grandes letras: Barrio de la ciudad de Posadas lleva 3 días sin fluido eléctrico. La causa ha sido un vecino al colgarse de los cables. Claro yo lo primero que pensé "pobre hombre, cómo quedaría su cuerpo" y seguí leyendo...el autor ha sido detenido y declaró a la policía que.... "Anda, pero si está vivo". Lo de colgarse de la red eléctrica venía a significar que el hombre había hecho un enganche ilegal de su casa a la red general y eso había sido la causa de la avería, no que el hombre se hubiera suicidado colgandose de los cables
En cualquier caso son viajes en los que se disfruta en sus ciudades, con los paisajes, la naturaleza y sobre todo con viejos y nuevos amigos.
LAS MOTOS
La empresa Rentamoto (http://www.rentamoto.com.ar) tiene un buen surtido de Bmw´s y por eso decidimos alquilar con ellos. Como en casi todos los viajes las escogidas fueron dos 650 GS mono, las conocemos de sobra, tienen una mecánica sencilla, son cómodas, para viajar una sola persona tienen buena capacidad de carga, te llevan donde te lleve otra de mayor cilindrada, y, esto es muy importante cuando el viaje es en dos motos (y el pago sale del mismo sitio), sus tarifas son más baratas. Tras unos cuantos mails con Julieta llegamos a un acuerdo en el precio, que por cierto, y debido a las restricciones de importaciones en Argentina, es algo más alto que en otros países, también porque aquí según que equipamiento (las maletas, top case...) no está incluido en la tarifa, se paga aparte. Al final, entre unas cosas, y otras se pusieron en casi 100 $ diarios cada una, incluyendo el permiso para viajar por Uruguay y Brasil, que al ser Mercosur, igual que Argentina, sube muy poco.
Antes de empezar el viaje comienzan los cambios, unos días antes de la salida recibo un mail de Julieta “Oye Jaime, ¿te importaría que a ti en vez de darte una 650 te demos una 800 GS…?“, mi respuesta estaba clara “ningún problema por mi parte, siempre que no me cueste más dinero...”. De este modo la tarde del 22 de noviembre recogíamos en la sede de Rentamoto una 650 GS para Conchi y una 800 para mi.
Nada más arrancar Conchi ya me dijo que el embrague de su moto no iba bien, que estaba muy duro. Llevamos las motos al hotel y al llegar me lo volvió a decir. Así que para evitar males mayores me fui a probar su moto por las calles de alrededor de nuestro hotel. Dos cosas me quedaron claras, que el tráfico a media tarde por el centro de B. Aires es una pesadez y…que Conchi tenía toda la razón, aquel embrague estaba tensado al máximo, la maneta durísima y si lo destensaba, que fue lo primero que hice, ya no entraban las marchas. Una llamada a Julieta y quedamos que a la mañana siguiente iríamos a cambiar la moto de Conchi por otra. Como no tenían disponibles más GS monocilíndricas la darían una bicilíndrica.
Un pequeño comentario acerca de las motos, cosa que no generalmente. En el corto trayecto hasta el hotel ya me di cuenta que la 800 iba a ser una buena compañera de viaje, buena postura, mandos suaves (la moto tenía menos de 2.000 km), buen motor y…no vibraba nada. Desde que vendí la K75 S, allá por 1.998, las motos con las que he hecho viajes han sido distintas Bmw con motores boxer, la Harley con la que viajamos por USA, y monoclíndricas de más o menos cilindrada…es decir todas motos que vibraban en mayor o menor medida, así que esta 800 me devolvió sensaciones ya olvidadas. Tantas que durante el viaje estaba decidido a que mi regreso lo mismo hasta cambiaba de moto…por suerte, a la vuelta y pasado el primer calentón, deseché la idea, al menos de momento. Había leído que mucha gente se quejaba de la dureza del asiento, como nuestras etapas no fueron muy largas, la que más no llegó a 700 km, a mi no me resultó tan incómodo, aunque es cierto que en un viaje así hacemos bastantes paradas.
Y Conchi también ganó con el cambio, según ella había bastante diferencia con su GS que usa habitualmente. Más aceleración, menos vibraciones, y a pesar de tener más peso una vez en marcha tiene una mejor manejabilidad. A nivel estético lo que menos la gustó fueron las llantas de palos. Y las veces que nos cambiamos las motos a mi me resultaba un poco “cabezona” (por Dios la Gs, no Conchi) quizás porque el manillar me quedaba un poco bajo.
Las motos no dieron ningún problema grave, solamente un par de cosas en la 650, de vez en cuando algún fallo con el marcador de combustible y la rotura de un cojinete de la rueda trasera cerca de Curitiba. La moto tenía sesenta y tantos mil km y más de un viaje a Ushuaia en su haber, así que lo del cojinete tampoco fue tan extraño.
El próximo día ya en ruta por Argentina...
Saludos
Unas semanas antes de nuestra partida cambiamos el destino. Al principio se pensó en viajar por Colombia, incluso preparamos un recorrido por ese país, se localizaron las motos y se pusieron fechas. Pero unas 5 semanas antes cambiamos de planes, es lo bueno que tienen en la actualidad la preparación de estos viajes, y la experiencia que tenemos acumulada. Puedes prepararlo todo en mucho menos tiempo que hace años. Así que como en el 2007 llegamos a las cataratas Victoria pensamos que podía ser interesante visitar las cataratas de Iguazú y así poder comparar unas y otras. Además tras los fríos del año pasado en Nueva Zelanda no vendría mal hacer un viaje por lugares que, además de calor, no corriéramos el riesgo de tener excesivos días con lluvia.
Nos pusimos a la tarea, localizamos motos, preparamos un itinerario atractivo, buscamos vuelos y listo, en 15 días todo preparado. Nuestro viaje comenzaba en Buenos Aires, donde nos esperarían las motos, cruzaríamos el río de la Plata hacia la ciudad uruguaya de Concordia. Viajaríamos por el interior hasta la frontera brasileña, ya en es este nuevo país tomaríamos rumbo este hacia la costa, Florianópolis y sus playas serían un buen punto para un rápido descanso.
Y luego de nuevo hacia el interior, dirección oeste y después de pasar por Curitiba y la selva del Paraná, llegaríamos a Iguazú. Un par de días para conocer las cataratas y luego entrar en Argentina. Ahora conoceríamos la bonita región de Misiones e iniciaríamos nuestro regreso a B. Aires donde, si todo iba según lo previsto, una vez entregadas las motos, antes de regresar a España, todavía tendríamos algunos días para conocer la ciudad.
En total serían un poco menos de 4.000 kmy unos 16-17 días para realizarlos, con lo que afortunadamente no tendríamos etapas maratonianas de cientos de km. y de este modo podíamos disfrutar más del viaje. Hace tiempo de dejamos atrás esa fase de todo viajero en moto en que parece querer acumular miles de km en un solo viaje, en el menor número de días posible y pisar el mayor número de países…lo que, a nuestro entender, hace que se pierda parte de la esencia de todo viaje, aunque como digo siempre, cada uno viaja como quiere, puede o le dejan…Todo esto eran sólo planes, luego veríamos si nada nos impedía realizarlos…
Este era mi tercer viaje por Sudamérica y desde el primero, en el 2006, pienso que es una zona ideal para el moto aventurismo y muy especialmente para los españoles. Aparte de la gran variedad de paisajes, el compartir culturas muy similares hace que todo sea más fácil, y gran parte se basa el entendernos en el mismo idioma. El contacto con la gente es, sin punto de comparación, mucho mayor que viajando por cualquier otra zona del mundo. Y mientras viajas por allá “refrescas” muchas palabras que aquí hemos ido dejando en el olvido, o sustituido por otras que además no corresponden a nuestro idioma. Un ejemplo de libro, la señal de “Stop” que vemos en cualquier carretera, allí figura “Pare” que se entiende perfectamente ¿no?.
Y lo mismo pasa con otras muchas, el ómnibus, la pileta, los anteojos, la aeromoza, el matafuegos…o con esta de la señal de la foto siguiente que es una de mis preferidas.
Los culebrones que ponen en cualquier canal de Tv son estupendos para este tema del idioma. Imaginar la siguiente escena de una de estas tele-novelas, dos jovencitas que se disputan al mismo chico, una muy guapa, maquillada y con vestido ajustado, la otra todo lo contrario, y la primera va y dice a la segunda, enfatizando mucho sus palabras y con marcado acento argentino:
-Mirame y enterate de una vez, yo soy caviar y vosss sos mortadela…
A veces aunque usemos el mismo idioma los distintos usos que se dan a las palabras pueden causar alguna confusión. Una mañana, mientras desayunábamos, eché un vistazo al periódico, titular en grandes letras: Barrio de la ciudad de Posadas lleva 3 días sin fluido eléctrico. La causa ha sido un vecino al colgarse de los cables. Claro yo lo primero que pensé "pobre hombre, cómo quedaría su cuerpo" y seguí leyendo...el autor ha sido detenido y declaró a la policía que.... "Anda, pero si está vivo". Lo de colgarse de la red eléctrica venía a significar que el hombre había hecho un enganche ilegal de su casa a la red general y eso había sido la causa de la avería, no que el hombre se hubiera suicidado colgandose de los cables
En cualquier caso son viajes en los que se disfruta en sus ciudades, con los paisajes, la naturaleza y sobre todo con viejos y nuevos amigos.
LAS MOTOS
La empresa Rentamoto (http://www.rentamoto.com.ar) tiene un buen surtido de Bmw´s y por eso decidimos alquilar con ellos. Como en casi todos los viajes las escogidas fueron dos 650 GS mono, las conocemos de sobra, tienen una mecánica sencilla, son cómodas, para viajar una sola persona tienen buena capacidad de carga, te llevan donde te lleve otra de mayor cilindrada, y, esto es muy importante cuando el viaje es en dos motos (y el pago sale del mismo sitio), sus tarifas son más baratas. Tras unos cuantos mails con Julieta llegamos a un acuerdo en el precio, que por cierto, y debido a las restricciones de importaciones en Argentina, es algo más alto que en otros países, también porque aquí según que equipamiento (las maletas, top case...) no está incluido en la tarifa, se paga aparte. Al final, entre unas cosas, y otras se pusieron en casi 100 $ diarios cada una, incluyendo el permiso para viajar por Uruguay y Brasil, que al ser Mercosur, igual que Argentina, sube muy poco.
Antes de empezar el viaje comienzan los cambios, unos días antes de la salida recibo un mail de Julieta “Oye Jaime, ¿te importaría que a ti en vez de darte una 650 te demos una 800 GS…?“, mi respuesta estaba clara “ningún problema por mi parte, siempre que no me cueste más dinero...”. De este modo la tarde del 22 de noviembre recogíamos en la sede de Rentamoto una 650 GS para Conchi y una 800 para mi.
Nada más arrancar Conchi ya me dijo que el embrague de su moto no iba bien, que estaba muy duro. Llevamos las motos al hotel y al llegar me lo volvió a decir. Así que para evitar males mayores me fui a probar su moto por las calles de alrededor de nuestro hotel. Dos cosas me quedaron claras, que el tráfico a media tarde por el centro de B. Aires es una pesadez y…que Conchi tenía toda la razón, aquel embrague estaba tensado al máximo, la maneta durísima y si lo destensaba, que fue lo primero que hice, ya no entraban las marchas. Una llamada a Julieta y quedamos que a la mañana siguiente iríamos a cambiar la moto de Conchi por otra. Como no tenían disponibles más GS monocilíndricas la darían una bicilíndrica.
Un pequeño comentario acerca de las motos, cosa que no generalmente. En el corto trayecto hasta el hotel ya me di cuenta que la 800 iba a ser una buena compañera de viaje, buena postura, mandos suaves (la moto tenía menos de 2.000 km), buen motor y…no vibraba nada. Desde que vendí la K75 S, allá por 1.998, las motos con las que he hecho viajes han sido distintas Bmw con motores boxer, la Harley con la que viajamos por USA, y monoclíndricas de más o menos cilindrada…es decir todas motos que vibraban en mayor o menor medida, así que esta 800 me devolvió sensaciones ya olvidadas. Tantas que durante el viaje estaba decidido a que mi regreso lo mismo hasta cambiaba de moto…por suerte, a la vuelta y pasado el primer calentón, deseché la idea, al menos de momento. Había leído que mucha gente se quejaba de la dureza del asiento, como nuestras etapas no fueron muy largas, la que más no llegó a 700 km, a mi no me resultó tan incómodo, aunque es cierto que en un viaje así hacemos bastantes paradas.
Y Conchi también ganó con el cambio, según ella había bastante diferencia con su GS que usa habitualmente. Más aceleración, menos vibraciones, y a pesar de tener más peso una vez en marcha tiene una mejor manejabilidad. A nivel estético lo que menos la gustó fueron las llantas de palos. Y las veces que nos cambiamos las motos a mi me resultaba un poco “cabezona” (por Dios la Gs, no Conchi) quizás porque el manillar me quedaba un poco bajo.
Las motos no dieron ningún problema grave, solamente un par de cosas en la 650, de vez en cuando algún fallo con el marcador de combustible y la rotura de un cojinete de la rueda trasera cerca de Curitiba. La moto tenía sesenta y tantos mil km y más de un viaje a Ushuaia en su haber, así que lo del cojinete tampoco fue tan extraño.
El próximo día ya en ruta por Argentina...
Saludos