El domingo por la mañana, haciendo la foto de rigor de la moto en el laguito del balneario, hablaba con una pareja de GSeros, como de mi edad, alrededor de los 40, de que es una pena hacer una ruta tan bonita y no tener ni tiempo de pararse a echar unas fotos. Hablaban de hacer el año que viene una parte de la ruta e ir parando y disfrutando a placer. Yo también lo llevo un tiempo pensando. He hecho Penitentes tres veces y un par de Puertos Míticos, pero no he tenido la oportunidad de hacer fotos y de parar a disfrutar de todos los sitios maravillosos que esta ruta me ha dado a conocer.
Creo que lo mío no es una cuestión de suspensiones o de motos prestadas, aunque también me gusta conservar la mecánica, y sobre todo ahorrarle esfuerzos innecesarios. Quizá me he expresado mal con lo de "dando botes". Con lo de "dar botes" me refiero a ir de un lado para otro sin un propósito definido. No siento la necesidad de meterme por carreteras estrechas y con mal firme con el único propósito de pasar por ellas, puesto que no las disfruto.
El año pasado terminé la ruta mosqueado y criticando a la organización por la larguísima y durísima ruta que habían planeado. Me daba la sensación de que cada año hacían la ruta más dura, más larga y por peores carreteras. Pero no era verdad, la ruta sigue siendo igual de dura y la organización sigue fiel a su tradición. Mi primer Penitentes (2009 creo) hubo hasta un trozo por pista de tierra. Me engañaba para no reconocer que el que ha cambiado soy yo. Ya no busco demostrarme de qué soy capaz, sino disfrutar más pausadamente y estar con los amigos con que cada año vengo a la ruta y que hay veces en que sólo les veo en esta ocasión.
Lo dicho, que el año próximo me uno a vosotros, gracias por la invitación.
Por cierto adjunto la foto que he mencionado. ¿Cuántas de éstas he dejado de hacer por "terminar la ruta"?