En la entrada del 3º día pongo una breve reseña precisamente de cómo hago las fotos, cuando bajábamos de La Mongie.
“El ambiente era gélido, como es de suponer, pero hice de tripas corazón. Prescindí del guante izquierdo para poder llevar la cámara de fotos y me dispuse a hacer un pequeño reportaje gráfico de la bajada ¡estos chicos se lo merecían! ¡Vaya que sí!”
No obstante te explico un poco más. De momento las fotos las hago conduciendo, pero ¡ojo! Sólo cuando el ritmo lo permite y tomando todas las precauciones del mundo. Ten en cuenta que esto lo hago sólo algún rato durante un viaje. Mi cámara lleva un cordón que me paso por la muñeca y, en caso de apuro la suelto y se queda colgando –sí, ya lo sé, algún día la perderé-. Importante no olvides quitarte el guante izquierdo. Lógicamente NO miro a través del visor –la vista siempre en la carretera-, sino que calculo lo que va a salir y disparo, unas con más suerte que otras. En definitiva se trata de conducir un rato corto con una mano, es algo que no se debe hacer pero que todos lo hacernos para descansar, “rascarse” el casco o tocarse los c….s. Yo aprovecho y tomo alguna foto.
Quizás algún día llegue a utilizar esas cámaras que hace tiempo ya he visto y que se llevan en el casco o en algún lugar de la moto –llevarla en el casco no me gusta nada, tendría que encontrar un lugar en la moto donde acoplarla-.
v´sssssssss