Ahí va la crónica...
Como ya os adelanté el viaje de este fin de semana era como mi mujer y hasta Segovia, ciudad a la que llevaba queriendo ir hace mucho tiempo y que por diversas circunstancias no lo conseguía.
Sábado 17 de Mayo de 2014
Salimos más tarde de lo previsto de Cáceres, alrededor de las once de la mañana pero me daba igual....no teníamos prisa.
El itinerario consistía en subir por la antigua N-630 para enlazar en Plasencia con la N-110 que nos llevaría hasta Segovia, todo el trayecto por carreteras convencionales, nada de autovía.
Enseguida hacemos la primera parada para repostar ya que el día anterior no me dio tiempo.
En el primer tramo del recorrido, nos adelantan varias RR’s, llevan otro rollo, nosotros a un ritmo tranquilo pero alegre, entre 110 y 130, los kilómetros van pasando. Cruzamos Cañaveral, subimos el puerto de los Castaños y llegamos a Grimaldo donde existe una torre de un antiguo castillo con un escudo de la dinastía de los Grimaldi, de ahí el nombre del pueblo.
Llegamos a Plasencia, capital del Jerte y donde nací.
Después de un pequeño descanso, reemprendemos la marcha por el valle del Jerte, del cual poco puedo decir porque no soy nada aséptico…para mi es lo mejor, lo más bonito,…lo he andado, lo he pescado, lo he pilotado, lo he amado y lo más importante lo he disfrutado y lo sigo haciendo cada vez que puedo.
Llegamos arriba y paramos otra vez. Parar allí, ver el valle entero y simplemente estar entre cielo y tierra es maravilloso.
Bueno, después de este momento de éxtasis continuamos por la 110…PuertoCastilla, Barco de Ávila, Piedrahita,…van pasando pueblos que por lo menos para mí tienen un significado especial, mis primeras salidas hace 25 años con una DT 80 fueron por aquí…pero eso es otra historia y no quiero aburriros.
Llegamos a Ávila y es la hora de comer.
Paramos pasado Ávila en la Venta el Colmenar, donde me apreté unas judías blancas con matanza de primero y un entrecot de ternera de segundo. Mi mujer tampoco se quedó atrás con una ensalada y un cochinillo frito.
Con la panza a reventar, seguimos por la nacional 110 y vamos atravesando pueblos con sabor a Castilla, esa Castilla antigua, detenida en el tiempo, siempre igual…Aldeavieja, Villacastín, Fuentemilanos,...nombres típicos para pueblos típicos.
Llegamos a Segovia y nos dirigimos al hotel, a las afueras, el Puerta de Segovia. Está bien, el trato correcto y no hay inconveniente en dejar la moto en la puerta, protegida con unas defensas de piedra.
Después de ducharnos y cambiarnos de ropa, vamos a Segovia, que como ya nos advirtieron en el foro está hasta los coj…ya que es el fin de semana Titirimundi, festival de títeres y marionetas. Multitud de espectáculos callejeros invaden la ciudad y le dan un color que normalmente no tiene. Damos una vuelta y llegamos a la plaza donde tomamos una cerveza sentados en una terraza.
Por recomendación de daviddelta y después de leer su blog gastromoto busco la Tasquina y acertamos, infinitad de vinos y buenas tapas a un precio asequible.
Es la hora de cenar y busco el Bernardino recomendado por Talamasca y…., bien, muy bien pero coño no es barato, aunque soy de los que piensan que si cenas o comes bien, nunca es caro. Con dos cervezas y un chupito de la casa nos vamos a la cama.
Continuará...