LOS ALPES EN MOTO
[video=youtube;dp4RxxI3ePA]https://www.youtube.com/watch?v=dp4RxxI3ePA[/video]
Comienzo a continuación un nuevo relato de un viaje en moto, en este caso un viaje por los alpes, centrado más en en la zona de Suiza.
Salimos un viernes y regresamos al siguiente. Este viaje puede llevar una semana o lo que sería mejor, si se quiere conocer más a fondo, unos quince días.
En mi caso, ha sido un viaje gafado desde hacía tiempo. No es la primera vez que quiero conocer tierras suizas, pero por unas cosas o por otras, nunca terminaba de cuajar el viaje. Sin ir más lejos, el programa era haber ido en junio con Chester y Luis, pero por culpa de mi trabajo, me tuve que caer del viaje a última hora.
Llegó Agosto y finalmente pillé vacaciones, por lo cual tenía dos semanas libres y sin planes, el plan fue gastar una para viajar en moto y la otra para descansar. A los alpes, fuimos solos Carmen y yo.
Desde mi viaje a Marruecos, apenas había vuelto a coger la moto. Sólo un fin de semana relámpago a Logroño en la despedida de boda de César. Se notó porque estaba cansado y las kilometradas largas me costaron más de lo habitual.
El primer día llegamos a Carcasone, saliendo desde Oviedo. Hasta Francia fuimos por autopista y parte de Francia por nacional, ya que se estaba haciendo muy pesado el viaje con tanta autopista. Llegamos cansados, algo mojados de la lluvia caída, pero bien. Cenamos en el pueblo, tomamos una cervecilla y de vuelta al hotel.
El día siguiente amaneció nublado, buen clima para perdernos en la ciudad medieval gala.
El paseo por Carcasone estuvo chulo, ciudad medieval muy bien conservada que tiene al turismo como una de sus principales fuentes de ingresos.
Después de desayunar en la ciudad vieja, proseguimos nuestro viaje hacia el país helvético. Entramos a Suiza por Chamonix y Martigny.
Chamonix tenía buena pinta, pero había mucha niebla. Tenía planificado subir a ver el Mont Blanc en teleférico, pero no merecía la pena gastar los 105 que cuesta por persona, ya que arriba solo había niebla; se dejó para otra vez. Están bien unas web-cam que hay donde se compran las entradas, así no hay engaño posible y cada uno decide si sube o se queda en tierra.
Justo cuando entramos en Suiza, las nubes quedaron por el otro lado de las montañas y desde ese momento el tiempo mejoró y nos acompañó todo el viaje.
Al final tiramos hasta Brig, un pueblín majete que encontramos de camino. El hotel eso sí, caro, como todos los que pillamos en este viaje. Cobró 120 francos más o menos.
Al día siguiente empezó la montaña rusa de puertos que pillamos. Ese día fueron Nufenenpass, sustempass, grimselpass, furkapass y probablemente algún pass que ahora no me acuerdo. Vaya montaña rusa!!
Después del empacho de puertos de montaña nos tomamos un cafetín en Andermatt y luego tiramos hasta Davos, pasando algún puerto más.
Davos es otro pueblín que tiene buena pinta. Ambiente nocturno cero, por lo que nos fuimos pronto para la cama. El hostel del lugar estaba a tope, por lo buscamos otro que terminó siendo unas habitaciones en el bajo de un edificio.
Siguiente día:
Davos - Fluela pass - Passo Stelvio - Saint Moritz - Lago di Como
Otra batida de puertos. De todo el viaje, un sitio al que hay que ir es el Passo Stelvio, puerto lento, lento, pero una pasada por su significado, por sus tornantes, por su paisaje y por su ambiente. A mi me gustó mucho.
Desde el passo Stelvio tomamos rumbo a Saint Moritz por Livigno. Italia mola mucho, después de la pulcritud de Suiza, está bien algo de caos, se agradece.
Y después llegamos a Saintz Moritz, que al parecer es un sitio de lujillo en Suiza al lado de un lago, el paisaje muy bonito la verdad.
Y desde aquí volvimos a pasar a Italia para dormir a la vera del lago di como que en esta época del año estaba hasta la bandera. Conseguimos sitio al cuarto o quinto sitio que preguntamos.
Como comentaba en Italia se está genial, la gente es mucho más abierta y divertida. Hay ambiente para tomar algo. Italia, probablemente sea un próximo destino, nos estuvo diciendo un paisano que encontramos por el camino, cual tenía que ser nuestra ruta. Quizás un próximo viaje a Túnez, tome la costa Amalfitana como nos indicaron, se verá....
Nuestro próximo destino iba a ser Bern. Entramos a Suiza por el passo San Bernardo antiguo, que está muy chulo con su carretera empedrada y un montón de coches clásicos transitando.
Es un sitio que con lluvia tiene pinta de ser una pista de patinaje, pero en seco se vuelve un paisaje muy agradable.
Desde aquí, nos fuimos a la zona de Interlaken, que para mi es lo más bonito de Suiza. En cierto modo nos recordó a los fiordos de Noruega, no en vano es un valle rodeado de montañas y un gran lago en la base del valle.
La idea era dormir en Bern. En la noche anterior, había mirado hoteles y había uno por 120 euros (el más barato). Al llegar al Ibis, resultó que justo el anterior a nosotros nos quitó la última habitación, por lo que dormir en Bern a un precio razonable, resultó imposible.
Para más inri, me olvidé la go pro en el hotel y tuve que dar la vuelta a por ella. Al llegar estaba allí justo en el mismo sitio en la que la había dejado. Nadie la tocó.
Como no podíamos dormir en Bern, cosa que me fastidió porque tenía una pinta impresionante, fuimos tirando camino de Ginebra, preguntando en los pocos pueblos que vimos. Todo lleno hasta los topes.
Finalmente conseguimos sitio en un pueblo también bastante chulo que no recuerdo su nombre, pero si su precio....
Y desde ese sitio en dos días conseguimos llegar a Asturias para asistir a la fiesta del Gochutreffen que nos prepararon Joa y Fran
Y fin del viaje, espero que os guste.
El contenido original está en Mi Vida en Moto
[video=youtube;dp4RxxI3ePA]https://www.youtube.com/watch?v=dp4RxxI3ePA[/video]
Comienzo a continuación un nuevo relato de un viaje en moto, en este caso un viaje por los alpes, centrado más en en la zona de Suiza.
Salimos un viernes y regresamos al siguiente. Este viaje puede llevar una semana o lo que sería mejor, si se quiere conocer más a fondo, unos quince días.
En mi caso, ha sido un viaje gafado desde hacía tiempo. No es la primera vez que quiero conocer tierras suizas, pero por unas cosas o por otras, nunca terminaba de cuajar el viaje. Sin ir más lejos, el programa era haber ido en junio con Chester y Luis, pero por culpa de mi trabajo, me tuve que caer del viaje a última hora.
Llegó Agosto y finalmente pillé vacaciones, por lo cual tenía dos semanas libres y sin planes, el plan fue gastar una para viajar en moto y la otra para descansar. A los alpes, fuimos solos Carmen y yo.
Desde mi viaje a Marruecos, apenas había vuelto a coger la moto. Sólo un fin de semana relámpago a Logroño en la despedida de boda de César. Se notó porque estaba cansado y las kilometradas largas me costaron más de lo habitual.
El primer día llegamos a Carcasone, saliendo desde Oviedo. Hasta Francia fuimos por autopista y parte de Francia por nacional, ya que se estaba haciendo muy pesado el viaje con tanta autopista. Llegamos cansados, algo mojados de la lluvia caída, pero bien. Cenamos en el pueblo, tomamos una cervecilla y de vuelta al hotel.
El día siguiente amaneció nublado, buen clima para perdernos en la ciudad medieval gala.
El paseo por Carcasone estuvo chulo, ciudad medieval muy bien conservada que tiene al turismo como una de sus principales fuentes de ingresos.
Después de desayunar en la ciudad vieja, proseguimos nuestro viaje hacia el país helvético. Entramos a Suiza por Chamonix y Martigny.
Chamonix tenía buena pinta, pero había mucha niebla. Tenía planificado subir a ver el Mont Blanc en teleférico, pero no merecía la pena gastar los 105 que cuesta por persona, ya que arriba solo había niebla; se dejó para otra vez. Están bien unas web-cam que hay donde se compran las entradas, así no hay engaño posible y cada uno decide si sube o se queda en tierra.
Justo cuando entramos en Suiza, las nubes quedaron por el otro lado de las montañas y desde ese momento el tiempo mejoró y nos acompañó todo el viaje.
Al final tiramos hasta Brig, un pueblín majete que encontramos de camino. El hotel eso sí, caro, como todos los que pillamos en este viaje. Cobró 120 francos más o menos.
Al día siguiente empezó la montaña rusa de puertos que pillamos. Ese día fueron Nufenenpass, sustempass, grimselpass, furkapass y probablemente algún pass que ahora no me acuerdo. Vaya montaña rusa!!
Después del empacho de puertos de montaña nos tomamos un cafetín en Andermatt y luego tiramos hasta Davos, pasando algún puerto más.
Davos es otro pueblín que tiene buena pinta. Ambiente nocturno cero, por lo que nos fuimos pronto para la cama. El hostel del lugar estaba a tope, por lo buscamos otro que terminó siendo unas habitaciones en el bajo de un edificio.
Siguiente día:
Davos - Fluela pass - Passo Stelvio - Saint Moritz - Lago di Como
Otra batida de puertos. De todo el viaje, un sitio al que hay que ir es el Passo Stelvio, puerto lento, lento, pero una pasada por su significado, por sus tornantes, por su paisaje y por su ambiente. A mi me gustó mucho.
Desde el passo Stelvio tomamos rumbo a Saint Moritz por Livigno. Italia mola mucho, después de la pulcritud de Suiza, está bien algo de caos, se agradece.
Y después llegamos a Saintz Moritz, que al parecer es un sitio de lujillo en Suiza al lado de un lago, el paisaje muy bonito la verdad.
Y desde aquí volvimos a pasar a Italia para dormir a la vera del lago di como que en esta época del año estaba hasta la bandera. Conseguimos sitio al cuarto o quinto sitio que preguntamos.
Como comentaba en Italia se está genial, la gente es mucho más abierta y divertida. Hay ambiente para tomar algo. Italia, probablemente sea un próximo destino, nos estuvo diciendo un paisano que encontramos por el camino, cual tenía que ser nuestra ruta. Quizás un próximo viaje a Túnez, tome la costa Amalfitana como nos indicaron, se verá....
Nuestro próximo destino iba a ser Bern. Entramos a Suiza por el passo San Bernardo antiguo, que está muy chulo con su carretera empedrada y un montón de coches clásicos transitando.
Es un sitio que con lluvia tiene pinta de ser una pista de patinaje, pero en seco se vuelve un paisaje muy agradable.
Desde aquí, nos fuimos a la zona de Interlaken, que para mi es lo más bonito de Suiza. En cierto modo nos recordó a los fiordos de Noruega, no en vano es un valle rodeado de montañas y un gran lago en la base del valle.
La idea era dormir en Bern. En la noche anterior, había mirado hoteles y había uno por 120 euros (el más barato). Al llegar al Ibis, resultó que justo el anterior a nosotros nos quitó la última habitación, por lo que dormir en Bern a un precio razonable, resultó imposible.
Para más inri, me olvidé la go pro en el hotel y tuve que dar la vuelta a por ella. Al llegar estaba allí justo en el mismo sitio en la que la había dejado. Nadie la tocó.
Como no podíamos dormir en Bern, cosa que me fastidió porque tenía una pinta impresionante, fuimos tirando camino de Ginebra, preguntando en los pocos pueblos que vimos. Todo lleno hasta los topes.
Finalmente conseguimos sitio en un pueblo también bastante chulo que no recuerdo su nombre, pero si su precio....
Y desde ese sitio en dos días conseguimos llegar a Asturias para asistir a la fiesta del Gochutreffen que nos prepararon Joa y Fran
Y fin del viaje, espero que os guste.
El contenido original está en Mi Vida en Moto