Sobis
Arrancando
No llueve eternamente...
Quizás sea una de las frases que más me han marcado en una película cuando era pequeño. Cómo podía ser que una persona sacara ese mensaje tan positivo cuando el ambiente que le rodeaba era de lo más triste. Esta frase creo que llega a tener sentido, en mi caso, cuando después de sacrificar todo lo referente a la moto, con fe y mucha paciencia se vuelven a lograr los objetivos que hacen posible volver a rodar de nuevo.
Como un niño con zapatos nuevos. Así me siento ahora en cada kilómetro que hago, en cada foto que saco, en cada viento que percibo...
Para esta ocasión os traigo una ruto increible. Una ruta que eleva el nivel de los sentidos hasta puntos que rozan el recuerdo de alguno de mis anteriores viajes por el Pirineo.
Una ruta tranquila pero intensa. Larga pero corta.
Desde San Roque hasta Castellar, donde la primera hostia a la vista te la da el paisaje y la segunda te la da su famoso castillo. Después bajar de nuevo para enganchar la carretera que va hasta Ronda. Y si por Castellar me dieron dos hostias a la vista, de camino a Ronda me dieron miles.
Buen asfalto, buenas carreteras, inmejorables paisajes.
Por días así doy gracias a la moto. Para muchos una herramienta, para mi, leal compañera.
Así que nada... ahí estaba yo preparado para la ocasión y con unas ganas enormes de empezar con la ruta.
Primera parada Castellar de la Frontera.
Pedazo de acceso tiene el pueblo. Muy bien asfaltado. Carretera increíble que por momentos es engullida por la sombra que proporcionan los árboles abrazados por sus copas. Subidas y bajadas de nivel que invitan a subirte la visera y sentir el aire en la cara hasta el punto de detener la moto para inmortalizar el momento.
Ya desde el comienzo ves el castillo en lo más alto.
No me digáis porqué, pero la zona te invita a disfrutar...
Según vas ascendiendo, los regalos para la vista van creciendo. Y te resulta inevitable parar más veces que kilómetros tiene la carretera.
Cada vez está más cerca.
¡¡Al fin!!
Pedazo de fortaleza en unas condiciones buenísimas.
Desde lo más alto puedes ver toda la bahía de Algeciras con el Peñón de fondo. La refinería es lo que jode el paisaje, pero bueno.
Nos disponemos a entrar para verlo. Pero antes fíjense en sus vistas.
Nos adentramos.
Créanme cuando les digo que este sitio es precioso.
Después de andar entre sus calles y descansar mirando el horizonte pongo rumbo a Ronda con la esperanza de que supere lo que acababa de ver. Carretera abajo y dispuesto.
Y cuando abandonas la idea de ver algo bueno... justo ahí veo esto.
Preciosa visión del camino. Curva tras curva perdiéndose en el horizonte.
Cuando ya salgo de Castellar, empiezo la subida hasta Ronda. Para ello dejaría atrás pueblos con encanto como Jimena de la Frontera, San Pablo de Buceite, Gaucín, Algatocín y Atajate.
Romana a su paso por el río Guadiaro.
Vistas de Gaucín
Vistas de Ajate
Si la ascensión hasta este punto había sido brutal... los 17km que quedaban hasta Ronda fueron espectaculares. Paisaje lunar que me dejaron con la boca abierta.
Y por fin...RONDA!
Entré por la salida de Ronda oeste. Y fue la mejor opción porque te mete de tirón hasta el puente y la plaza de toros.
Que os voy a decir de Ronda. Preciosa. El día acompañaba. Dejé la moto cerca de la plaza de toros y me dediqué simplemente a andar.
Los Ordoñez
He de decir que estuve biscando a Curro Jiménez... pero nada, no hubo manera jajajaja.
Después de comer y ver la ciudad regresé a casa por la misma carretera por la que había subido. Esta vez sin parar y limitándome a disfrutar de las curvas y de todo lo que la zona ofrece.
Salu2 a tod@s!!! Y a seguir disfrutando!!!!
Nos vemos!!!
Quizás sea una de las frases que más me han marcado en una película cuando era pequeño. Cómo podía ser que una persona sacara ese mensaje tan positivo cuando el ambiente que le rodeaba era de lo más triste. Esta frase creo que llega a tener sentido, en mi caso, cuando después de sacrificar todo lo referente a la moto, con fe y mucha paciencia se vuelven a lograr los objetivos que hacen posible volver a rodar de nuevo.
Como un niño con zapatos nuevos. Así me siento ahora en cada kilómetro que hago, en cada foto que saco, en cada viento que percibo...
Para esta ocasión os traigo una ruto increible. Una ruta que eleva el nivel de los sentidos hasta puntos que rozan el recuerdo de alguno de mis anteriores viajes por el Pirineo.
Una ruta tranquila pero intensa. Larga pero corta.
Desde San Roque hasta Castellar, donde la primera hostia a la vista te la da el paisaje y la segunda te la da su famoso castillo. Después bajar de nuevo para enganchar la carretera que va hasta Ronda. Y si por Castellar me dieron dos hostias a la vista, de camino a Ronda me dieron miles.
Buen asfalto, buenas carreteras, inmejorables paisajes.
Por días así doy gracias a la moto. Para muchos una herramienta, para mi, leal compañera.
Así que nada... ahí estaba yo preparado para la ocasión y con unas ganas enormes de empezar con la ruta.
Primera parada Castellar de la Frontera.
Pedazo de acceso tiene el pueblo. Muy bien asfaltado. Carretera increíble que por momentos es engullida por la sombra que proporcionan los árboles abrazados por sus copas. Subidas y bajadas de nivel que invitan a subirte la visera y sentir el aire en la cara hasta el punto de detener la moto para inmortalizar el momento.
Ya desde el comienzo ves el castillo en lo más alto.
No me digáis porqué, pero la zona te invita a disfrutar...
Según vas ascendiendo, los regalos para la vista van creciendo. Y te resulta inevitable parar más veces que kilómetros tiene la carretera.
Cada vez está más cerca.
¡¡Al fin!!
Pedazo de fortaleza en unas condiciones buenísimas.
Desde lo más alto puedes ver toda la bahía de Algeciras con el Peñón de fondo. La refinería es lo que jode el paisaje, pero bueno.
Nos disponemos a entrar para verlo. Pero antes fíjense en sus vistas.
Nos adentramos.
Créanme cuando les digo que este sitio es precioso.
Después de andar entre sus calles y descansar mirando el horizonte pongo rumbo a Ronda con la esperanza de que supere lo que acababa de ver. Carretera abajo y dispuesto.
Y cuando abandonas la idea de ver algo bueno... justo ahí veo esto.
Preciosa visión del camino. Curva tras curva perdiéndose en el horizonte.
Cuando ya salgo de Castellar, empiezo la subida hasta Ronda. Para ello dejaría atrás pueblos con encanto como Jimena de la Frontera, San Pablo de Buceite, Gaucín, Algatocín y Atajate.
Romana a su paso por el río Guadiaro.
Vistas de Gaucín
Vistas de Ajate
Si la ascensión hasta este punto había sido brutal... los 17km que quedaban hasta Ronda fueron espectaculares. Paisaje lunar que me dejaron con la boca abierta.
Y por fin...RONDA!
Entré por la salida de Ronda oeste. Y fue la mejor opción porque te mete de tirón hasta el puente y la plaza de toros.
Que os voy a decir de Ronda. Preciosa. El día acompañaba. Dejé la moto cerca de la plaza de toros y me dediqué simplemente a andar.
Los Ordoñez
He de decir que estuve biscando a Curro Jiménez... pero nada, no hubo manera jajajaja.
Después de comer y ver la ciudad regresé a casa por la misma carretera por la que había subido. Esta vez sin parar y limitándome a disfrutar de las curvas y de todo lo que la zona ofrece.
Salu2 a tod@s!!! Y a seguir disfrutando!!!!
Nos vemos!!!