Hace un par de años nos marcamos un viaje cuyo destino era Montenegro. Entramos a los Balcanes desde Venecia y, aunque Eslovenia era solo un punto de paso, no podíamos dejar de cruzar el parque Triglav. Tuvimos la buena suerte de que la ruta directa que teníamos pensada para el Triglav estaba cerrada por obras y nos obligó a hacer un desvio. Bendito desvio: unas carreteras secundarias que nos metían entre bosques y ríos de un color turquesa increíbles. Alli mismo variamos los planes y le dedicamos dos días a aquella parte del país que solo iba a ser de paso. El viaje continuó hacia el sur como estaba previsto pero nos quedó clarísimo que Eslovenia iba a merecer un capitulo propio. Y dos años después nos dedicamos a recorrer durante un par de semanas un país que es el paraíso para cualquier motero.
El viaje empezó como todos: salida de Madrid rumbo al ferry Barcelona-Civitaveccia para huir de las autopistas francesas. No cogimos el de Genova o Savona en parte porque ya habíamos cruzado el norte de Italia varias veces y porque también teníamos interés en cruzar Italia por la zona este, perdiéndonos algún dia por el Parque del Gran Sasso y tachar de la lista de países pendientes San Marino.
Mucho big-twin, mucho hierro y dejamos que se venga la BMW solo para usarla de nodriza con ese tanque gigantesco de gasolina juasss
Llegamos hasta L’Aquila donde hacemos noche para asaltar el Gran Sasso al dia siguiente.
L’Aquila nos sonaba a todos de cuando salio en las noticias “hace unos años” por noseque terremoto. De lo que recordábamos de la tele a lo que nos encontramos allí, hay un mundo de diferencia. Madre mia, la ciudad sigue en proceso de reconstruirse después del terremoto de aquel 2009.
Una de las muchas casas dañadas
Cuando empezamos a desplazarnos por el interior la cosa empeora y nos condiciona para movernos por alli.
Intentamos la preciosa carretera SP86 para intentar llegar al interior del Gran Sasso y la encontramos cortada a pocos kilometros del final por uno de los deslizamientos de tierra de hace 8 años (y nos quejamos de España). No hay problema: buscamos ruta alternativa y nos metemos en el antiguo valle glaciar del Campo Imperatore.
Nos hemos ido muy al este, pero el desvio merece la pena. Y es al llegar a Amatrice, epicentro del terremoto, donde se ve la magnitud del desastre. Encontramos el unico hotel que queda abierto en la zona. Somos los unicos huespedes y nos explican que el 80% de las viviendas han sido destruidas y la gente ha sido realojada sobre todo en Roma y en la costa del Adriatico. Una ruina para la zona, no quedan industrias, ni trabajo, ni casas donde vivir.
Esto era la escuela.
El hotel y unico edificio habitable del pueblo. Bueno el de la izquierda, el de la derecha estaba cerrado por graves daños. Se ven en la zona de las ventanas.
En fin, el viaje continua con esta tonica: intentar seguir hacia el norte por el interior y encontrar carreteras cortadas por derrumbes. Al final nos hartamos de carreteras de tercer orden y de volver sobre nuestros pasos varias veces y nos vemos obligados a tirar hacia la costa del Adriatico y su autopista para poder avanzar algo. Proxima parada San Marino
El casco viejo, con sus tres torres defensivas medievales, resultó una grata sorpresa. San Marino es una isla de precios razonables dentro de Italia: la gasolina y los menus a precios españoles. Curioso el tema de las numerosas armerias, donde puedes elegir en los escaparates amplios catalogos de silenciadores para armas cortas y largas o cuchillos de tres filos, prohibidos en el resto de Europa. Supongo que sera el equivalente a nuestra Andorra.
Encontramos un hotel con restaurante y nos quedamos a dormir alli mismo. El dueño nos dice que, aunque sea zona peatonal, metamos las motos hasta alli, que no pasa nada. Asi que, hasta la cocina con ellas.
Amanece un nuevo dia. Hoy queremos dormir en Eslovenia (no lo conseguiremos ). Cogemos autopista hacia Venecia y al cabo de un rato nos volvemos a hartar de ella. Nuevo desvío. Esta vez se nos ocurre que, ya que estamos por aqui, nos vamos a hacer el Passo di San Boldo, que no nos pilla ni de "paso" pero como excusa nos vale para salir de la aburridisma autostrada.
Al terminar de subirlo hay un breve resumen de su historia, fue construido por el ejercito austro-hungaro durante la Primera Guerra Mundial en solo 100 dias a base de dinamita y prisioneros italianos
Son solo 10 curvas, 5 de ellas en tunel de 180 grados y con una pendiente del 10-12%. No es el Stelvio pero está muy bien! Nos lo subimos y lo volvemos a bajar porque sí
Seguimos con la idea de llegar de una vez por todas al objetivo del viaje, Eslovenia. No hay manera. Se cruza en nuestro camino el bellismo pueblo de Vittorio Veneto. Donde hay pizza... y bar... y esas increibles cervezas de 66ccl. Nos resignamos un dia mas a no llegar a Eslovenia...
El viaje empezó como todos: salida de Madrid rumbo al ferry Barcelona-Civitaveccia para huir de las autopistas francesas. No cogimos el de Genova o Savona en parte porque ya habíamos cruzado el norte de Italia varias veces y porque también teníamos interés en cruzar Italia por la zona este, perdiéndonos algún dia por el Parque del Gran Sasso y tachar de la lista de países pendientes San Marino.
Mucho big-twin, mucho hierro y dejamos que se venga la BMW solo para usarla de nodriza con ese tanque gigantesco de gasolina juasss
Llegamos hasta L’Aquila donde hacemos noche para asaltar el Gran Sasso al dia siguiente.
L’Aquila nos sonaba a todos de cuando salio en las noticias “hace unos años” por noseque terremoto. De lo que recordábamos de la tele a lo que nos encontramos allí, hay un mundo de diferencia. Madre mia, la ciudad sigue en proceso de reconstruirse después del terremoto de aquel 2009.
Una de las muchas casas dañadas
Cuando empezamos a desplazarnos por el interior la cosa empeora y nos condiciona para movernos por alli.
Intentamos la preciosa carretera SP86 para intentar llegar al interior del Gran Sasso y la encontramos cortada a pocos kilometros del final por uno de los deslizamientos de tierra de hace 8 años (y nos quejamos de España). No hay problema: buscamos ruta alternativa y nos metemos en el antiguo valle glaciar del Campo Imperatore.
Nos hemos ido muy al este, pero el desvio merece la pena. Y es al llegar a Amatrice, epicentro del terremoto, donde se ve la magnitud del desastre. Encontramos el unico hotel que queda abierto en la zona. Somos los unicos huespedes y nos explican que el 80% de las viviendas han sido destruidas y la gente ha sido realojada sobre todo en Roma y en la costa del Adriatico. Una ruina para la zona, no quedan industrias, ni trabajo, ni casas donde vivir.
Esto era la escuela.
El hotel y unico edificio habitable del pueblo. Bueno el de la izquierda, el de la derecha estaba cerrado por graves daños. Se ven en la zona de las ventanas.
En fin, el viaje continua con esta tonica: intentar seguir hacia el norte por el interior y encontrar carreteras cortadas por derrumbes. Al final nos hartamos de carreteras de tercer orden y de volver sobre nuestros pasos varias veces y nos vemos obligados a tirar hacia la costa del Adriatico y su autopista para poder avanzar algo. Proxima parada San Marino
El casco viejo, con sus tres torres defensivas medievales, resultó una grata sorpresa. San Marino es una isla de precios razonables dentro de Italia: la gasolina y los menus a precios españoles. Curioso el tema de las numerosas armerias, donde puedes elegir en los escaparates amplios catalogos de silenciadores para armas cortas y largas o cuchillos de tres filos, prohibidos en el resto de Europa. Supongo que sera el equivalente a nuestra Andorra.
Encontramos un hotel con restaurante y nos quedamos a dormir alli mismo. El dueño nos dice que, aunque sea zona peatonal, metamos las motos hasta alli, que no pasa nada. Asi que, hasta la cocina con ellas.
Amanece un nuevo dia. Hoy queremos dormir en Eslovenia (no lo conseguiremos ). Cogemos autopista hacia Venecia y al cabo de un rato nos volvemos a hartar de ella. Nuevo desvío. Esta vez se nos ocurre que, ya que estamos por aqui, nos vamos a hacer el Passo di San Boldo, que no nos pilla ni de "paso" pero como excusa nos vale para salir de la aburridisma autostrada.
Al terminar de subirlo hay un breve resumen de su historia, fue construido por el ejercito austro-hungaro durante la Primera Guerra Mundial en solo 100 dias a base de dinamita y prisioneros italianos
Son solo 10 curvas, 5 de ellas en tunel de 180 grados y con una pendiente del 10-12%. No es el Stelvio pero está muy bien! Nos lo subimos y lo volvemos a bajar porque sí
Seguimos con la idea de llegar de una vez por todas al objetivo del viaje, Eslovenia. No hay manera. Se cruza en nuestro camino el bellismo pueblo de Vittorio Veneto. Donde hay pizza... y bar... y esas increibles cervezas de 66ccl. Nos resignamos un dia mas a no llegar a Eslovenia...