Por qué ?
No hare una crónica al uso porque, al menos a mi se me hacen algo largas de lectura. Solamente comentaré brevemente como planteamos el viaje, lo bueno, lo mejor y las cosillas.
De entrada, como cada final de año me planteaba una salida motera de esas que sólo tienen como objetivo rodar y rodar, alejar a la mente de los problemas cotidianos, disfrutar de la moto, la carretera, los amigos y a ser posible conociendo otros pueblos … y sus gastronomías. Vamos una escapada libre, como cuando eramos niños.
Para está época, noviembre-diciembre, no todos los destinos son factibles por la climatología y la disponibilidad de tiempo. No quería repetir un viaje por España, y Marruecos nos quedaba lejos para hacerlo en 5 días. “Sardegna” (Italia) es un destino de esos que te comentan que son preciosos e ideales para ir en moto …. pero siempre tiene el hándicap del ferry, aunque la verdad es que es un lujo que lo podamos tomar en nuestra misma ciudad.
Tras consultar los precios, apenas ciento y pico euros ir y volver, viajando de noche en la ida, no parecía descabellado el destino, aunque la decisión se precipitaría al revisar la cartografia de la isla, …. ¡¡¡coño, si la isla es más grande que Catalunya y tiene una orografía de película para ir en moto ¡¡¡¡¡¡
Con estos datos fue fácil convencer a mis amigos del destino. Fue ver un esbozo de las rutas en BaseCamp y tomar la decisión: ¡¡¡¡¡andiamo in Sardegna!!!!
Las rutas, que podéis ver en las fotos, las planteamos con el ánimo de llegar allí donde sólo se llega en moto persiguiendo una carretera de curvas o un camino de tierra. Con algún objetivo de ver aquella gruta o una playa, pero sobretodo que nos permitiera llevarnos un recuerdo de cómo podía ser toda la isla.
Como al final todo estaba preparado sobre plano, y la teoría es una cosa y la practica otra, de algunas rutas planteamos alternativas de diversa longitud para en caso de cambio de planes.
No hare una crónica al uso porque, al menos a mi se me hacen algo largas de lectura. Solamente comentaré brevemente como planteamos el viaje, lo bueno, lo mejor y las cosillas.
De entrada, como cada final de año me planteaba una salida motera de esas que sólo tienen como objetivo rodar y rodar, alejar a la mente de los problemas cotidianos, disfrutar de la moto, la carretera, los amigos y a ser posible conociendo otros pueblos … y sus gastronomías. Vamos una escapada libre, como cuando eramos niños.
Para está época, noviembre-diciembre, no todos los destinos son factibles por la climatología y la disponibilidad de tiempo. No quería repetir un viaje por España, y Marruecos nos quedaba lejos para hacerlo en 5 días. “Sardegna” (Italia) es un destino de esos que te comentan que son preciosos e ideales para ir en moto …. pero siempre tiene el hándicap del ferry, aunque la verdad es que es un lujo que lo podamos tomar en nuestra misma ciudad.
Tras consultar los precios, apenas ciento y pico euros ir y volver, viajando de noche en la ida, no parecía descabellado el destino, aunque la decisión se precipitaría al revisar la cartografia de la isla, …. ¡¡¡coño, si la isla es más grande que Catalunya y tiene una orografía de película para ir en moto ¡¡¡¡¡¡
Con estos datos fue fácil convencer a mis amigos del destino. Fue ver un esbozo de las rutas en BaseCamp y tomar la decisión: ¡¡¡¡¡andiamo in Sardegna!!!!
Las rutas, que podéis ver en las fotos, las planteamos con el ánimo de llegar allí donde sólo se llega en moto persiguiendo una carretera de curvas o un camino de tierra. Con algún objetivo de ver aquella gruta o una playa, pero sobretodo que nos permitiera llevarnos un recuerdo de cómo podía ser toda la isla.
Como al final todo estaba preparado sobre plano, y la teoría es una cosa y la practica otra, de algunas rutas planteamos alternativas de diversa longitud para en caso de cambio de planes.