No quiero defraudaros. A falta de un subforo de batallitas, éste me ha parecido el lugar el más apropiado para contaros mi viaje de éste verano a Marruecos. Así que no esperéis de éste tema una guía de viaje en moto a Marruecos... vamos, que no esperéis nada, de hecho.
Llevaba años queriendo ir a Marruecos, pero quería hacerlo en una trail y no tenía una desde mi Transalp 650.
En 2017, estando de viaje por la Sierra de Cazorla, le dije a mi R1200R que "teníamos que hablar"... Ella empezaba a merecerse una vida más tranquila con un alguien que la sacara sólo para ir a tomar café los domingos y yo necesitaba a otra que me dejara salir de juerga fuese como fuese el terreno.
Había probado varias veces la GS, pero nunca nos gustamos. Era volver a coger la R1200R y todo era complicidad. Pero en una revisión rutinaria de ésta, los chicos de Motolid tuvieron la mala fe de dejarme una Adventure de 2017. Una Rallye con todas las chuches, su pantallica TFT, sus suspensiones a pilas..., incluso con maletas y top case... me tuvieron que ir a buscar porque me quedé sin gasolina. Aquel artefacto, grande como un Pegaso, me gustó... y aún hoy no tengo mucha idea de por qué. Quizá me pilló con las defensas algo bajas...
Así que cuando en julio del año pasado me entregaron la Gorda de Spandau... que es lo que significan realmente las siglas GS y nunca nadie se atrevió a confesaros; estuve a "una mieja" de ir a Marruecos.
Pero como tomé la decisión muy tarde; tenía que hacer el rodaje y la revisión justo antes de salir y además la combinación de moto grande y piloto regulero no me pareció la más adecuada para comenzar una nueva relación; tiré de archivo y cambié de planes para hacerme unos Cárpatos hasta Ucrania.
Aquellos 9.000 km nos servirían para irnos conociendo por terrenos "menos hostiles". Hubo roces, porque la convivencia es así. Ella me sacaba de quicio por su excesivo peso, su altura caprichosa, su caja de cambios fiel réplica de la de un John Deere de los 70... y yo la torturaba no dejándola respirar... A mi vuelta, estuve a punto de abrir un post que se llamaría "Una prueba de la GS que no va a gustar a nadie", parafraseando a mi admirado Juan Eslava Galán y su "Una historia de la guerra civil que no va a gustar a nadie"... pero faltaban semanas para que saliera la 1250, así que se hubiera convertido en "Una prueba de la GS que no va a interesar a nadie"... pero también hubo cosas buenas, como su comodidad para hacer más de 1000 kilómetros en un día, su protección, su autonomía infinita, su capacidad para tragarse todo tipo de carreteras y caminos de mala reputación... y yo siempre la traté bien porque era joven e inexperta.
Aunque creo que sospecha que lo nuestro es un matrimonio de conveniencia y que nuestros caminos no seguirán juntos por mucho tiempo. Yo quiero complicarme la vida fuera del asfalto todo lo que pueda... y antes de que me empiece a sonar la música de los créditos... y ella prefiere una vida más fácil con alguien que sepa llevarla de verdad.
¡Ah si, Marruecos!
---oOo---
Había pasado apenas una hora desde que me lo había encontrado a la sombra de una manta que, a modo de tienda de campaña, sujetaban otras dos personas.
Al pasar a su lado muy despacio hice un gesto por interesarme, a lo que me respondieron con esa señal universal de que todo va bien... la de Bultaco.
Allí estaba él, recostado al borde de la carretera con su escúter chino al otro lado de la cuneta, tendido sobre el mar de arena. Ahora el que podría haber terminado así, era yo.
---oOo---
Domingo 9 de junio de 2019. 1ª Etapa. Valladolid – Algeciras. 792,5 km. 106 km/h de media. 8h 5m con el culo en el asiento.
La Ruta de la Plata es monótona y un poco pesada... bueno, la A66 lo es, como me lo parecen todas las autovías. Así que de vez en cuando salgo a la N630, que me hace recordar aquellos tiempos, ya lejanos, cuando bajaba al GP de Jerez... o cuando estudiando en Béjar veía pasar a los demás. Ya estoy acostumbrado a que éste primer día sea un poco monótono, pero no aburrido, porque yo también los disfruto. Me sirven mucho para irme aislando de todo y "meterme en el viaje".
La N630 es mucho más divertida que la A66 ¡Andevaparar!
Me resulta imposible pasar por Jerez y no visitar su altar. Aquí he visto ganar a Crivillé, he sido tandero... ¡y hasta he subido al podio!, aunque eso ya os lo contaré otro día.
Llego pronto a Algeciras, encuentro sin problemas el Hotel y me voy a pasear al Puerto, que como es domingo y hace una tarde fantástica, está muy animado.
Ceno en el hotel mientras veo por la tele la repetición de las carreras de SBK que han sido aquí al lado, en Jerez...y donde empezaría la debacle de Bautista y su Ducati.
~
Llevaba años queriendo ir a Marruecos, pero quería hacerlo en una trail y no tenía una desde mi Transalp 650.
En 2017, estando de viaje por la Sierra de Cazorla, le dije a mi R1200R que "teníamos que hablar"... Ella empezaba a merecerse una vida más tranquila con un alguien que la sacara sólo para ir a tomar café los domingos y yo necesitaba a otra que me dejara salir de juerga fuese como fuese el terreno.
Había probado varias veces la GS, pero nunca nos gustamos. Era volver a coger la R1200R y todo era complicidad. Pero en una revisión rutinaria de ésta, los chicos de Motolid tuvieron la mala fe de dejarme una Adventure de 2017. Una Rallye con todas las chuches, su pantallica TFT, sus suspensiones a pilas..., incluso con maletas y top case... me tuvieron que ir a buscar porque me quedé sin gasolina. Aquel artefacto, grande como un Pegaso, me gustó... y aún hoy no tengo mucha idea de por qué. Quizá me pilló con las defensas algo bajas...
Así que cuando en julio del año pasado me entregaron la Gorda de Spandau... que es lo que significan realmente las siglas GS y nunca nadie se atrevió a confesaros; estuve a "una mieja" de ir a Marruecos.
Pero como tomé la decisión muy tarde; tenía que hacer el rodaje y la revisión justo antes de salir y además la combinación de moto grande y piloto regulero no me pareció la más adecuada para comenzar una nueva relación; tiré de archivo y cambié de planes para hacerme unos Cárpatos hasta Ucrania.
Aquellos 9.000 km nos servirían para irnos conociendo por terrenos "menos hostiles". Hubo roces, porque la convivencia es así. Ella me sacaba de quicio por su excesivo peso, su altura caprichosa, su caja de cambios fiel réplica de la de un John Deere de los 70... y yo la torturaba no dejándola respirar... A mi vuelta, estuve a punto de abrir un post que se llamaría "Una prueba de la GS que no va a gustar a nadie", parafraseando a mi admirado Juan Eslava Galán y su "Una historia de la guerra civil que no va a gustar a nadie"... pero faltaban semanas para que saliera la 1250, así que se hubiera convertido en "Una prueba de la GS que no va a interesar a nadie"... pero también hubo cosas buenas, como su comodidad para hacer más de 1000 kilómetros en un día, su protección, su autonomía infinita, su capacidad para tragarse todo tipo de carreteras y caminos de mala reputación... y yo siempre la traté bien porque era joven e inexperta.
Aunque creo que sospecha que lo nuestro es un matrimonio de conveniencia y que nuestros caminos no seguirán juntos por mucho tiempo. Yo quiero complicarme la vida fuera del asfalto todo lo que pueda... y antes de que me empiece a sonar la música de los créditos... y ella prefiere una vida más fácil con alguien que sepa llevarla de verdad.
¡Ah si, Marruecos!
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Había pasado apenas una hora desde que me lo había encontrado a la sombra de una manta que, a modo de tienda de campaña, sujetaban otras dos personas.
Al pasar a su lado muy despacio hice un gesto por interesarme, a lo que me respondieron con esa señal universal de que todo va bien... la de Bultaco.
Allí estaba él, recostado al borde de la carretera con su escúter chino al otro lado de la cuneta, tendido sobre el mar de arena. Ahora el que podría haber terminado así, era yo.
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Domingo 9 de junio de 2019. 1ª Etapa. Valladolid – Algeciras. 792,5 km. 106 km/h de media. 8h 5m con el culo en el asiento.
La Ruta de la Plata es monótona y un poco pesada... bueno, la A66 lo es, como me lo parecen todas las autovías. Así que de vez en cuando salgo a la N630, que me hace recordar aquellos tiempos, ya lejanos, cuando bajaba al GP de Jerez... o cuando estudiando en Béjar veía pasar a los demás. Ya estoy acostumbrado a que éste primer día sea un poco monótono, pero no aburrido, porque yo también los disfruto. Me sirven mucho para irme aislando de todo y "meterme en el viaje".
La N630 es mucho más divertida que la A66 ¡Andevaparar!
Me resulta imposible pasar por Jerez y no visitar su altar. Aquí he visto ganar a Crivillé, he sido tandero... ¡y hasta he subido al podio!, aunque eso ya os lo contaré otro día.
Llego pronto a Algeciras, encuentro sin problemas el Hotel y me voy a pasear al Puerto, que como es domingo y hace una tarde fantástica, está muy animado.
Ceno en el hotel mientras veo por la tele la repetición de las carreras de SBK que han sido aquí al lado, en Jerez...y donde empezaría la debacle de Bautista y su Ducati.
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