Gabbercore
Acelerando
Buenas a todos,
Tras mucho tiempo desde mi última crónica, me he animado a contar esta, ya que tenía el tema un poco abandonado después de la mudanza. Además, tampoco ayudó el año pasado por lo que pasó, se cortó el viaje que teníamos programado a Alpes y Dolomitas y con ello también muchas ganas e ilusión. Pero bueno, es cosa ya del pasado, hay que mirar hacia delante y por suerte pues podemos seguir contando historias y crónicas como esta.
Pues bien, os cuento un poco así por encima para posteriormente entrar en más detalles y muchas fotos, además hoy es viernes así que mucho mejor. Este viaje surgió aparentemente de la nada: Selva Negra, Alemania. Todos sabemos más o menos que es un recorrido o zona nombrado por muchos, sobre todo por aquellos que suben o bajan desde países más al norte. En resumidas cuentas y lo que quiero decir, poca gente realiza una subida desde España a expresamente Selva Negra, se puede hacer en cohesión con unos Alpes o si tienes más días y vas a subir o bajar de Noruega.
Lo que me llevó a ir hasta allí y conocer la zona, fue que después de contactar con una pareja madrileña que vive allí a través de Youtube (fíjate la cosa), me animaron a ir y a explorar la zona con ellos. Ellos llevan viviendo allí cerca de 10 años, vamos, más locales de la zona no podían ya ser. Miguel conduce una BMW R1250GS, y Cristina desde el asiento de acompañante, es quien graba las rutas y se encarga de toda la post edición. ¡Unos cracks, menudo equipo!
Bien, mi idea principal era ir a Alpes en mayo justo en estas fechas, sin embargo, no tenía garantizado en absoluto el buen tiempo, y aunque ello no fuese un problema, como muchos de vosotros sabréis, los principales y puertos más importantes no se abren hasta finales de mayo o principios de junio. Si queréis más información por si alguien tiene pensado ir en Primavera u Otoño, aquí os dejo este link . ¿Y qué hacía en Selva Negra? Buen tiempo, además de no llover habían pronosticado días de 20 grados, así que se lo comenté a Miguel y le faltó tiempo para decirme que fuese …
Preparándose para la ruta.
DIA 1
Salí el viernes por la mañana, día libre aquí en Bélgica. Cargué la vaca con únicamente el top-case donde llevaría todo el material de vídeo y una bolsa grande SHAD 100% impermeable, donde únicamente llevaba la ropa de cambio. Haciendo aquí un punto y aparte, sinceramente, soy una persona que ODIO las maletas para conducir, sé que son muy prácticas, pero sólo las pongo si ya no tengo más remedio. Prefiero siempre ir más ligero, como mucho top case y una mochila.
En frente tendría unos 550 km aproximadamente. La ruta la calculé haciéndola sin coger prácticamente ninguna autovía. Y digo prácticamente porque “por narices” algo tienes que coger, incluida alguna Autobahn.
Tras cerca de no más de hora y media en la moto, tocó parada cerca del circuito de Spa-Francorchamps, más que nada porque me abrí un poco las ventilaciones del traje y aproveché para echar un pitillo y beber un poco de agua. Sinceramente esta es la parte más aburrida del viaje, aunque hay algunas zonas que podríamos catalogar de bonitas. Eso por no hablar de que en cuando llegas y entras en Alemania, hay tramos en los que ya es vía libre sin restricción de velocidad.
En Spa-Francorchamps (carretera)
Gasolinera random en Autobahn (2.20 eur - litro)
Después de comer y echar algo de gasolina, me dirigí hasta bien llegar a Rasttat, muy pegado con Francia, donde prácticamente estás ya a puertas de Selva Negra. Con Miguel había quedado en una ciudad llamada Freudenstadt, ese día me enseñaría con lo poco que quedaba de tiempo, una zona por allí bastante interesante y bonita. Cabe decir que, llegando ya sobre esta zona, la temperatura cayó desde 20ºC a 12ºC además se había nublado un poco, por lo tanto, tocaba de nuevo tapar las aperturas del traje y cambiar a guantes de invierno. Y digo de invierno, porque si hubiera sido 12C con sol, no hubiese cambiado a guantes de invierno, lo que pasa que allí hacía bastante humedad y la verdad que se notaba. La sensación térmica debería ser de unos 7 u 8 grados, desde la barra de bar, por supuesto.
Después de las presentaciones oficiales y en persona, estuvimos cerca de 20 minutos charlando sobre nosotros, las motos, accesorios, viajes programados y un largo etcétera. Vamos, que se veía venir un fin de semana de infarto. A parte de todo lo que podemos compartir en el mundo motero, también tenía la sensación de compartir algo más, y es que ambos nos hemos tenido que buscar la vida fuera de nuestro país, de una manera o de otra.
Salimos de Freudenstadt hacia el sur, por la carretera L405 y la zona de Reinazeu. La verdad es que se empezaba a notar que el paisaje iba cambiando a unos bosques mucho más frondosos, cerrados y verdes. Y creerme que la carretera no se quedaba en absoluto atrás. A pesar de que era una carretera bastante comarcal, el asfalto tenía muy buena pinta, por lo que incitaba un poco a tomar las curvas con alegría. Había curvas de todo tipo, pero en algunas zonas predominaban las ratoneras, cosa que personalmente me divierten bastante.
La verdad que Miguel me estaba vendiendo Selva Negra pero que muy bien, y eso que esto era solo el principio.
Llegamos a una zona muy curiosa, llamado el Convento-Iglesia de Wittichen (Kloster Wittichen). Lo más curioso y bonito de este sitio, a parte de la historia que tiene y la localización en un valle pequeño y verde, es que está justo en medio de la carretera, ¡un convento en medio de la carretera! Como se pasa hacia el otro lado, es atravesándolo por unos arcos en la base del convento. La verdad que merece la pena verlo, es de esos sitios que, si Miguel no me hubiese llevado, yo probablemente y el resto de los mortales, no hubiésemos ido. Y esto es lo mejor que tiene de ir con locales de la zona.
Acto seguido, nos pusimos en marcha porque empezaba a anochecer. Fue entonces cuando yo me fui al Hotel que había cogido en Fluor. Por supuesto que Miguel y Cristina me habían ofrecido quedarme en su morada en Schenkenzell, cosa que agradecí muchísimo, sin apenas conocerme que te ofrezcan así su casa es digno de admiración y respeto. Sin embargo, yo soy de las personas que prefiere dormir solo, por no ocasionar ninguna incomodidad al resto. Vamos creciendo y cada uno tiene sus manías también.
Este hotel no era muy caro para haberlo cogido casi a última hora. Toda la zona estaba casi al completo. La recepción es 24H y se hace de manera automática cuando llegas al hotel, la verdad que bastante cómodo.
Hotel Glas - Hauptstraße 9, 78737 Fluorn-Winzeln, Alemania
Esa noche Miguel y Cristina habían reservado mesa en un restaurante típico de la zona. Para que os hagáis una idea, aquí ciudades grandes no hay, por lo tanto, los restaurantes que hay por la zona tienen productos 100% de la zona. Y sus productos también incluyen las cervezas, como no.
Típico restaurante de la zona
Esta era la que más me estaba esperando de todo ese día xD
Ensalada muy buena
Escalope de cerdo sabroso y buenísimo aunque no tenga mucho misterio. Las patatas eran de otra galaxia. Deberían los belgas aprender.
Después de la cena, me llevaron amablemente al Hotel en coche, así si quería podía beber y no tendría problemas a la hora de volver al hotel con la moto. Además, he de decir que OJO con la Selva Negra de noche, porque es cuando te das cuenta lo negra que es.
Alpirsbach de noche
DIA 2
Al siguiente día nada más levantarme y pegarme una ducha, me puse el traje para lo que sería el mejor día sin ninguna duda, lo que pasa que yo todavía no lo sabía, aunque se podía intuir. Miguel y Cristina me invitaron a su casa a desayunar, y después saldríamos escopeteados a recorrer el itinerario que más o menos ellos tenían en la cabeza.
Balcón desde su casa, por donde pasa un río, en Schenkenzell
El primer pueblo que visitaríamos seria Schiltach. Adentrándote entre sus estrechas calles adoquinadas, se nota que es un pueblo bastante antiguo. Me sorprendió que se pudiese andar en moto por allí, pero pronto me di cuenta de que también había coches aparcados hasta casi en su plaza central, lo cual indica que (todavía) no lo han prohibido. Prohibir, prohibir y prohibir, me recuerda a algo …
Plaza de Schiltach
Río Schiltach (cómo no)
Y las monturas con Cris.
Después nos dirigiríamos al pueblo donde fuimos al restaurante la noche anterior, que fue en Alpirsbach para visitar su Iglesia, la cual no pudimos entrar y la fábrica antigua de cerveza que hace nombre al pueblo Alpirsbacher y a ella misma. De hecho, en esta fábrica todavía se utiliza como bar, donde puedes tomarte unas buenas cervezas.
Al rato, nos montamos en las motos y nos dirigimos hacia Loẞburg por la carretera 462, donde posteriormente engancharíamos con la 28 y la famosísima carretera 500. Quiero hacer hincapié en esta última carretera, porque si por algo es conocida la Selva Negra, es por su interminable carretera de curvas, la Bundesstraße 500.
https://www.roadstotravel.net/germany-black-forest-road-b500/
https://www.epikdrives.com/germany-black-forest-road
Hablando un poco de ella, es una carretera muy conocida en toda Alemania y los países adyacentes en el mundo motero. Oficialmente, esta carretera tiene dos tramos. El más conocido en el mundo motero es desde Baden-Baden hasta Alexanderschanze, sin embargo, se puede combinar con otras carreteras asombrosas y enganchar el segundo tramo más al sur de la carretera 500, que llega prácticamente hasta la frontera con Suiza. Os lo pongo con fotos por si no me he explicado bien. En los últimos años, ha sido muy comentada porque la querían cerrar al tráfico de motos los fines de semana, pero al final no sé cómo se quedó la cosa. Miguel me comentó que por las zonas que él pasaba siempre, no había cortes.
En una de las carreteras de la zona, nos desviamos en un sitio llamado Aussicht Zuflucht para disfrutar de unas impresionantes vistas. Aquí era obligado sacar el drone, así que si queréis echarle un vistazo lo tendréis dentro de poco en el video que estoy editando. Se tarda muchísimo porque tengo mucho material que tengo todavía que editar y demás, pero creo que merecerá la pena. Por supuesto actualizare el post con el video para que, si alguien lo quiere ver, no se lo pierda.
Vista de drone
Aussicht Zuflucht
Miguel, Cristina y Conchi, que es como se llama su moto
Una cosa que ya vi en otros países, pero que no deja de sorprenderme como español, es que aquí tenían como un kiosco, donde dejaron todo tipo de bebidas, sándwiches, pasteles, etc y también la ‘caja’. Por supuesto no había nadie allí que vigilase ninguna de estas cosas. Si querías algo pues lo cogías, dejabas el dinero en la caja y listo. No me quiero imaginar en otros países, donde estaría la caja, los pasteles y las cervezas. Nosotros en Bélgica tenemos en algunas zona, algo parecido, con quesos y pan. Por supuesto nosotros pillamos algo, y pagamos.
Siguiendo con la carretera 500, nosotros recorrimos la parte más al norte, pero sin llegar a Baden-Baden, ya que esta carretera bordea en una de sus partes el Parque Nacional Schwarzwald (Selva Negra). Ni que decir tiene las innumerables curvas de perfecto asfalto que había por allí, pasando por Oppenau y dejando atrás las localidades de Bad Peters y Tal-Griesbach. Disfrutamos como enanos la verdad, es de esas cosas que por mucha cámara que lleves, al final se te quedan en la retina, porque a parte de las curvas y la carretera, lo que te dejaba atónito es el paisaje.
Aquí en el Parque Nacional haríamos parada, ya que íbamos a visitar el antiquísimo monasterio, del cual la iglesia está totalmente en ruinas, llamado Kloster Allerheiligen. Tiene bastante historia, pero no os quiero tampoco aburrir con chapa, si queréis verlo tenéis información en la web. Acceso gratuito. Aquí también bajaríamos justo hacia el sur de esta localización, ya que también visitaríamos las cataratas que había en la zona. Evidentemente hasta allí no se puede acceder en vehículo, así que bajamos a pie.
Iglesia en ruinas, arrasada por un incendio.
Aspecto anterior al incendio. Abadía junto con Iglesia.
De camino entre la Abadía y las cataratas.
Cataratas de la Abadía
Tras la visita al Parque Nacional de la Selva Negra, y sin desviarnos mucho de él, empezaba a apretar el hambre. A mí lo que me preocupaba en ese momento es que eran ya entrada las 15:00 de la tarde, y estábamos en Alemania, ¿dónde podríamos comer? Menos mal, que Miguel y Cristina conocían un restaurante de allí que no cerraba la cocina a esas horas. Siguiendo a Miguel para llegar al restaurante, veo que toma un desvío por una pista. Una pista fácil de grava podríamos decir, bastante estrecha eso sí, y con una pendiente pronunciada. Fácil fue, hasta que me dijeron que tuvimos suerte de que no subía ningún vehículo, en concreto camiones, de lo contrario se podría complicar la cosa porque no caben apenas ni dos motos en sentido opuesto.
Al llegar al restaurante de nuevo, la vista era espectacular no, lo siguiente. De hecho, se parecía un poco a la vista donde paramos en Aussicht Zuflucht, pero con restaurante. Un restaurante típico alemán de montaña, donde por supuesto a parte de la comida y las vistas, su estupenda decoración con elementos de la zona, le daban ese toque final que tienen los restaurantes a los que te gustaría volver a ir. A mi personalmente me pasa también con algunos hoteles, no solo con restaurantes. Por supuesto después de la comida toco sacar el drone, porque las vistas eran espectaculares y donde estaba el restaurante situado era también digno de grabar.
Terraza del restaurante. Hacía fresquete, así que entramos dentro.
Interior del restaurante
Las tartas tenían una pinta estupenda ...
Decoración. Estas máscaras se usan en fiestas de la zona.
Estos platos, son "parecidos" a las pizzas, pero no tienen mucho que ver. Se llaman Flammkuchen.
Y por supuestísimo que no iba a dejar escapar la ocasión. + 10 al colesterol.
Justo después de hacer algunas tomas con el drone, nos pusimos rumbo al sur sin prisa, pero sin pausa. Aquí quiero hacer un inciso por las tomas del drone, y es que yo lo primero que valoro de un viaje antes de grabar cualquier cosa, es disfrutar, y vaya por delante que lo último que quiero es que la gente que me acompaña se aburra porque yo tengo que parar a hacer tomas con el drone. Quiero decir, que no me gusta cortar el ritmo de la ruta porque tenga que grabar algo. Si hay algo que se queda sin grabar, se queda sin grabar. Si hay un día que no puedo sacar el drone, no lo saco, si no puedo tirar una foto, no la tiro, si no puedo grabar un tramo no lo grabo. Y esto me lo aplico tanto cuando voy solo, como cuando voy acompañado. No será porque no he hecho rutas yo solo de una tirada sin apenas parar para echar nada más que gasolina.
Vista de drone, el restaurante es el de la esquina derecha superior.
Continuamos más que alegres hacia el sur, por la carretera L93, conectando con L96 sin llegar a su paso por Schapbach. Carreteras que me repito, y perdonarme si lo hago mucho, tipo comarcales con muy muy buen asfalto y atravesando pueblos preciosos. Esta carretera nos llevaría hasta el final de la misma, una pequeña ciudad llamada Wolfach, donde cogeríamos la carretera 33 para continuar hacia el sur.
En esta carretera 33 de esta zona, hay ya algo de menos curvas y atraviesa varios municipios preciosos. Haríamos una breve parada en Gutach, donde nos hicimos la foto de rigor con la estatua sentada en un banco, de una soltera. Y es que, en esta zona, antiguamente las solteras se ponían un sombrero y un atuendo como el que veis en la foto, y eso significaba que estaba buscando pareja. Esta tradición desconozco si hoy en día se sigue llevando a cabo, quizá en festejos por lo que me pudieron comentar. No deja de ser una nota curiosa y de tradición. Probablemente en otros sitios lo hubiesen prohibido y sacado de contexto que una mujer fuese buscando hombres.
Miguel y servidor
Visita también obligada era la de parar a ver unos enormes relojes de cuco que hay por esta carretera. Como no éramos los únicos, también había gente esperando a ver el ‘performance’ que hacían estos relojes a determinadas horas. Nosotros por desgracia tampoco corría el tiempo a nuestro favor, y había que poner rumbo a Triberg, el destino final de este hermoso día en todos los sentidos. Así que nada mas que paramos para hacernos una foto.
Continuamos por esta carretera hasta que llegamos a Triberg, para admirar sus hermosas cascadas. Este pueblo tiene mucho encanto, está situado entre un valle y digamos que lo atraviesa el rio, cuya agua viene desde las cascadas de su montaña. El acceso a las cascadas no es gratuito, a no ser que se vaya a partir de las 17:00h cuando ya no hay nadie en el acceso. Nosotros como buenos españoles, fue a partir de esa hora cuando fuimos, pero no porque no quisiéramos pagar, que tampoco, sino porque llegamos allí sobre las 18:00 de la tarde, debido a toda la ruta del día entero.
Tuvimos que andar un poco hasta llegar prácticamente a las cascadas, así que dejamos las motos aparcadas cerca de una bonita zona con un lago, cuyo uno de sus senderos en un lateral, nos llevaría directamente hasta allí. Las cascadas son muy bonitas la verdad, el agua cae con bastante fuerza y toda la zona es impresionante. Lo mismo que con las otras zonas, aquí tuve que sacar el drone, era obligatorio grabar tanto las cascadas como la ciudad de Triberg en todo su esplendor. Desde luego que si estáis por la zona es altamente recomendable y si vais a deshoras, como nosotros, no hay prácticamente nadie.
Cascadas de Triberg
Vista de Triberg desde drone
Después de un buen rato admirándolas y grabando con el drone, era hora de volver a ‘casa’. Nos pusimos rumbo por la misma carretera por la que habíamos venido y no tardamos mucho en llegar a casa de Miguel y Cristina, donde decidimos ‘picotear’ algo. Justamente cuando paramos en una gasolinera, vimos un hombre mayor intentando arrancar una BMW muy antigua. Se trataba de una R25 (250cc) de 1954. Preguntamos al hombre si necesitaba ayuda, y la verdad que lo agradeció, porque se estaba haciendo de noche y no era capaz de arrancarla. Así que le empujamos calle abajo y … ¡no arrancó!, tuvo que llamar a una grúa para recogerle, creemos que tenía un problema en el sistema de encendido, pero esas motos son tan antiguas que a saber.
Tras un rato charlando en casa de Miguel y Cristina, y ya habiendo llegado la noche, me dirigí al hotel para empezar a recoger las cosas y dormir. De su casa al hotel no hay mucho, es un trayecto de unos 15 kms, más o menos, sin embargo, fue en la mas absoluta oscuridad. Y fue aquí donde realmente eche de menos el no llevar un faro led en la moto, algo con lo que poder alumbrar más, porque esta zona de Alemania hace honor a su nombre una vez mas de Selva Negra, y es que era negra pero negra negra.
DIA 3
Sonó la alarma muy pronto ese día. La verdad que la mañana se antojó fresca, sobre todo lo note cuando baje a poner los bultos y preparar la moto. Me dirigí de nuevo a casa de Miguel y Cristina, para desayunar con ellos y despedirme. No me dio ni tiempo a echar una foto al desayuno que tenían preparado, pero madre del amor hermoso, no faltaba absolutamente de nada, esto lo hacen para que vuelva fijo.
Acto seguido y tras las correspondientes despedidas, me puse rumbo a casa. Me quede con muchas ganas de más, pero el tiempo es el que hay, y como siempre dicen, hay que dejar algo para la próxima ocasión, y es que tener unos embajadores como ellos enseñándote toda la zona y estando tan dispuestos, pues si, hay que volver a bajar a visitarles.
La ruta de vuelta me marcaba 10 horas y media. Pero Kurviger siempre es demasiado pesimista.
La ruta de este día sería mucho más recta que cuando vine, pero recta trazando línea, no que quisiese coger ninguna autovía. De hecho, este día tenía pensado pasar por un sitio que para mi significa mucho. Bueno, para mí, y para muchos amantes del motor. Toda la ruta fue trazada a ‘voleo’ pero mirando mas o menos las carreteras mas reviradas. Puedo decir ahora que el acierto no pudo ser mejor. Pasando la localidad de Karlshure hacia el sur de Kaiserlauten, me encontré con unas zonas de curvas alucinantes, de verdad.
Si estáis por la zona, no os perdáis estas carreteras.
Os pongo la zona por si alguno(a) va por allí alguna vez, que no le pierda ojo a esa área. De hecho, hay una zona donde paran muchos moteros, algo así como una Cruz Verde (de Madrid) donde toman algún piscolabis y supongo que comentaran jugadas, ni idea porque no se alemán. Lo que si que se, es que la comida que allí pedí no me pudo dar mas asco, pero era lo que había. Me tome una especie de bocadillo de trozo de carne, pero que mejor no preguntar que era … hacia tiempo que algo no me daba asco. Y la Coca Cola de bolsa tampoco es que tuviese fuerza, pero me ayudaba a tragarme esos pedazos de carne y pan seco, que se me hacían bola en la boca. Lo bueno era ver llegar a más motos e incluso coches de época.
"Cruz Verde" de la zona, un festival de motos subiendo y bajando vamos.
Hay que tener estómago, pero tocaba comer algo sí o sí. Y dada la hora no había mucho por ahí.
Después pase por Kaiserlauten y continué yendo dirección noroeste, todo por carreteras con muchísimas curvas. Conforme iban pasando los kms y kms, iba un poco mas alegre, mas que nada porque quería visitar Nürburgring y que me diese tiempo a comprar algo por allí. Y es que ese finde, justo coincidía con ser las 24H del campeonato de Resistencia de coches de Nüburgring, así que estaría a reventar.
De camino a Nurbur.
A los pocos kilómetros de llegar, ya empezaba a notar un poco el ambiente. Se empezaban a divisar coches poco vistos o muy exclusivos, al igual que muchos coches ‘racing’. A los que nos gusta mucho el motor y todo lo que ello rodea (salvando las cafradas de algunos), sabéis seguro de que hablo leyendo estas líneas.
Carretera de camino a Nurbur.
Mi idea era aparcar cuanto antes la moto por allí para poder ir a la tienda. La verdad que había muchísima gente, pero poco a poco se iban dispersando porque justamente cuando llegue, hacia un rato se había terminado la carrera. Mucha gente me pregunto cuando subí alguna foto a alguna RRSS, si había entrado a rodar una vuelta, y es que eso fue imposible. Y no solo porque eran las 24H de Resistencia, sino porque no era momento para ello, la moto estaba cargada y las gomas no son lo mejor del mundo. Como dije, volver tengo que volver a probar alguna vuelta, además lo tengo a tiro piedra desde casa, solo dos horas y cuarto, por lo tanto, el día que me de la vena … pero ya veremos, antes me quedan muchos viajes que recorrer.
Finalmente, en Nürburgring.
Mítica foto. Si vas no puedes NO sacarla. Y la foto tampoco.
Y bueno pues si has llegado hasta aquí leyendo punto por punto y viendo foto por foto, muchas gracias por tu tiempo. Además de amenizar un poco el foro, a mí también me sirve para recordar este tipo de viajes, como los otros post donde colgué las crónicas hace tiempo.
La ruta desde aquí fue prácticamente autovía porque quería llegar cuanto antes a casa, dado que era bastante tarde. Estos son los datos:
Datos del ordenador de abordo por los tres días.
Como datos extra, os pongo también la equipación que llevo:
- Casco Schubert E1 + intercom SC10U
- Traje completo Dainese Explorer 2
- Guantes Rev'it Volcano
- Botas Rev'it Pioneer GTX
Por mi parte como he comentado, tengo muchísimo material para hacer el vídeo, pero he querido antes hacer la crónica antes de "olvidarla", que la tengo fresca. Como tengo tanto material llevará bastante tiempo, pero mientras tanto Miguel y Cristina han realizado un vídeo de lo que ha sido el viaje con ellos, por si queréis echarle un vistazo. Les pasé trozos de los vídeos grabados con el drone:
[YOUTUBE]
Y nada, ahora a preparar Nordkapp, que en cinco semanas salimos. Será algo más de tres semanas por aquellas tierras. Por supuesto realizaré una súper crónica de éste. ¡¡Un saludo!!
Edito con el vídeo:
Tras mucho tiempo desde mi última crónica, me he animado a contar esta, ya que tenía el tema un poco abandonado después de la mudanza. Además, tampoco ayudó el año pasado por lo que pasó, se cortó el viaje que teníamos programado a Alpes y Dolomitas y con ello también muchas ganas e ilusión. Pero bueno, es cosa ya del pasado, hay que mirar hacia delante y por suerte pues podemos seguir contando historias y crónicas como esta.
Pues bien, os cuento un poco así por encima para posteriormente entrar en más detalles y muchas fotos, además hoy es viernes así que mucho mejor. Este viaje surgió aparentemente de la nada: Selva Negra, Alemania. Todos sabemos más o menos que es un recorrido o zona nombrado por muchos, sobre todo por aquellos que suben o bajan desde países más al norte. En resumidas cuentas y lo que quiero decir, poca gente realiza una subida desde España a expresamente Selva Negra, se puede hacer en cohesión con unos Alpes o si tienes más días y vas a subir o bajar de Noruega.
Lo que me llevó a ir hasta allí y conocer la zona, fue que después de contactar con una pareja madrileña que vive allí a través de Youtube (fíjate la cosa), me animaron a ir y a explorar la zona con ellos. Ellos llevan viviendo allí cerca de 10 años, vamos, más locales de la zona no podían ya ser. Miguel conduce una BMW R1250GS, y Cristina desde el asiento de acompañante, es quien graba las rutas y se encarga de toda la post edición. ¡Unos cracks, menudo equipo!
Bien, mi idea principal era ir a Alpes en mayo justo en estas fechas, sin embargo, no tenía garantizado en absoluto el buen tiempo, y aunque ello no fuese un problema, como muchos de vosotros sabréis, los principales y puertos más importantes no se abren hasta finales de mayo o principios de junio. Si queréis más información por si alguien tiene pensado ir en Primavera u Otoño, aquí os dejo este link . ¿Y qué hacía en Selva Negra? Buen tiempo, además de no llover habían pronosticado días de 20 grados, así que se lo comenté a Miguel y le faltó tiempo para decirme que fuese …
Preparándose para la ruta.
DIA 1
Salí el viernes por la mañana, día libre aquí en Bélgica. Cargué la vaca con únicamente el top-case donde llevaría todo el material de vídeo y una bolsa grande SHAD 100% impermeable, donde únicamente llevaba la ropa de cambio. Haciendo aquí un punto y aparte, sinceramente, soy una persona que ODIO las maletas para conducir, sé que son muy prácticas, pero sólo las pongo si ya no tengo más remedio. Prefiero siempre ir más ligero, como mucho top case y una mochila.
En frente tendría unos 550 km aproximadamente. La ruta la calculé haciéndola sin coger prácticamente ninguna autovía. Y digo prácticamente porque “por narices” algo tienes que coger, incluida alguna Autobahn.
Tras cerca de no más de hora y media en la moto, tocó parada cerca del circuito de Spa-Francorchamps, más que nada porque me abrí un poco las ventilaciones del traje y aproveché para echar un pitillo y beber un poco de agua. Sinceramente esta es la parte más aburrida del viaje, aunque hay algunas zonas que podríamos catalogar de bonitas. Eso por no hablar de que en cuando llegas y entras en Alemania, hay tramos en los que ya es vía libre sin restricción de velocidad.
En Spa-Francorchamps (carretera)
Gasolinera random en Autobahn (2.20 eur - litro)
Después de comer y echar algo de gasolina, me dirigí hasta bien llegar a Rasttat, muy pegado con Francia, donde prácticamente estás ya a puertas de Selva Negra. Con Miguel había quedado en una ciudad llamada Freudenstadt, ese día me enseñaría con lo poco que quedaba de tiempo, una zona por allí bastante interesante y bonita. Cabe decir que, llegando ya sobre esta zona, la temperatura cayó desde 20ºC a 12ºC además se había nublado un poco, por lo tanto, tocaba de nuevo tapar las aperturas del traje y cambiar a guantes de invierno. Y digo de invierno, porque si hubiera sido 12C con sol, no hubiese cambiado a guantes de invierno, lo que pasa que allí hacía bastante humedad y la verdad que se notaba. La sensación térmica debería ser de unos 7 u 8 grados, desde la barra de bar, por supuesto.
Después de las presentaciones oficiales y en persona, estuvimos cerca de 20 minutos charlando sobre nosotros, las motos, accesorios, viajes programados y un largo etcétera. Vamos, que se veía venir un fin de semana de infarto. A parte de todo lo que podemos compartir en el mundo motero, también tenía la sensación de compartir algo más, y es que ambos nos hemos tenido que buscar la vida fuera de nuestro país, de una manera o de otra.
Salimos de Freudenstadt hacia el sur, por la carretera L405 y la zona de Reinazeu. La verdad es que se empezaba a notar que el paisaje iba cambiando a unos bosques mucho más frondosos, cerrados y verdes. Y creerme que la carretera no se quedaba en absoluto atrás. A pesar de que era una carretera bastante comarcal, el asfalto tenía muy buena pinta, por lo que incitaba un poco a tomar las curvas con alegría. Había curvas de todo tipo, pero en algunas zonas predominaban las ratoneras, cosa que personalmente me divierten bastante.
La verdad que Miguel me estaba vendiendo Selva Negra pero que muy bien, y eso que esto era solo el principio.
Llegamos a una zona muy curiosa, llamado el Convento-Iglesia de Wittichen (Kloster Wittichen). Lo más curioso y bonito de este sitio, a parte de la historia que tiene y la localización en un valle pequeño y verde, es que está justo en medio de la carretera, ¡un convento en medio de la carretera! Como se pasa hacia el otro lado, es atravesándolo por unos arcos en la base del convento. La verdad que merece la pena verlo, es de esos sitios que, si Miguel no me hubiese llevado, yo probablemente y el resto de los mortales, no hubiésemos ido. Y esto es lo mejor que tiene de ir con locales de la zona.
Acto seguido, nos pusimos en marcha porque empezaba a anochecer. Fue entonces cuando yo me fui al Hotel que había cogido en Fluor. Por supuesto que Miguel y Cristina me habían ofrecido quedarme en su morada en Schenkenzell, cosa que agradecí muchísimo, sin apenas conocerme que te ofrezcan así su casa es digno de admiración y respeto. Sin embargo, yo soy de las personas que prefiere dormir solo, por no ocasionar ninguna incomodidad al resto. Vamos creciendo y cada uno tiene sus manías también.
Este hotel no era muy caro para haberlo cogido casi a última hora. Toda la zona estaba casi al completo. La recepción es 24H y se hace de manera automática cuando llegas al hotel, la verdad que bastante cómodo.
Hotel Glas - Hauptstraße 9, 78737 Fluorn-Winzeln, Alemania
Esa noche Miguel y Cristina habían reservado mesa en un restaurante típico de la zona. Para que os hagáis una idea, aquí ciudades grandes no hay, por lo tanto, los restaurantes que hay por la zona tienen productos 100% de la zona. Y sus productos también incluyen las cervezas, como no.
Típico restaurante de la zona
Esta era la que más me estaba esperando de todo ese día xD
Ensalada muy buena
Escalope de cerdo sabroso y buenísimo aunque no tenga mucho misterio. Las patatas eran de otra galaxia. Deberían los belgas aprender.
Después de la cena, me llevaron amablemente al Hotel en coche, así si quería podía beber y no tendría problemas a la hora de volver al hotel con la moto. Además, he de decir que OJO con la Selva Negra de noche, porque es cuando te das cuenta lo negra que es.
Alpirsbach de noche
DIA 2
Al siguiente día nada más levantarme y pegarme una ducha, me puse el traje para lo que sería el mejor día sin ninguna duda, lo que pasa que yo todavía no lo sabía, aunque se podía intuir. Miguel y Cristina me invitaron a su casa a desayunar, y después saldríamos escopeteados a recorrer el itinerario que más o menos ellos tenían en la cabeza.
Balcón desde su casa, por donde pasa un río, en Schenkenzell
El primer pueblo que visitaríamos seria Schiltach. Adentrándote entre sus estrechas calles adoquinadas, se nota que es un pueblo bastante antiguo. Me sorprendió que se pudiese andar en moto por allí, pero pronto me di cuenta de que también había coches aparcados hasta casi en su plaza central, lo cual indica que (todavía) no lo han prohibido. Prohibir, prohibir y prohibir, me recuerda a algo …
Plaza de Schiltach
Río Schiltach (cómo no)
Y las monturas con Cris.
Después nos dirigiríamos al pueblo donde fuimos al restaurante la noche anterior, que fue en Alpirsbach para visitar su Iglesia, la cual no pudimos entrar y la fábrica antigua de cerveza que hace nombre al pueblo Alpirsbacher y a ella misma. De hecho, en esta fábrica todavía se utiliza como bar, donde puedes tomarte unas buenas cervezas.
Al rato, nos montamos en las motos y nos dirigimos hacia Loẞburg por la carretera 462, donde posteriormente engancharíamos con la 28 y la famosísima carretera 500. Quiero hacer hincapié en esta última carretera, porque si por algo es conocida la Selva Negra, es por su interminable carretera de curvas, la Bundesstraße 500.
https://www.roadstotravel.net/germany-black-forest-road-b500/
https://www.epikdrives.com/germany-black-forest-road
Hablando un poco de ella, es una carretera muy conocida en toda Alemania y los países adyacentes en el mundo motero. Oficialmente, esta carretera tiene dos tramos. El más conocido en el mundo motero es desde Baden-Baden hasta Alexanderschanze, sin embargo, se puede combinar con otras carreteras asombrosas y enganchar el segundo tramo más al sur de la carretera 500, que llega prácticamente hasta la frontera con Suiza. Os lo pongo con fotos por si no me he explicado bien. En los últimos años, ha sido muy comentada porque la querían cerrar al tráfico de motos los fines de semana, pero al final no sé cómo se quedó la cosa. Miguel me comentó que por las zonas que él pasaba siempre, no había cortes.
En una de las carreteras de la zona, nos desviamos en un sitio llamado Aussicht Zuflucht para disfrutar de unas impresionantes vistas. Aquí era obligado sacar el drone, así que si queréis echarle un vistazo lo tendréis dentro de poco en el video que estoy editando. Se tarda muchísimo porque tengo mucho material que tengo todavía que editar y demás, pero creo que merecerá la pena. Por supuesto actualizare el post con el video para que, si alguien lo quiere ver, no se lo pierda.
Vista de drone
Aussicht Zuflucht
Miguel, Cristina y Conchi, que es como se llama su moto
Una cosa que ya vi en otros países, pero que no deja de sorprenderme como español, es que aquí tenían como un kiosco, donde dejaron todo tipo de bebidas, sándwiches, pasteles, etc y también la ‘caja’. Por supuesto no había nadie allí que vigilase ninguna de estas cosas. Si querías algo pues lo cogías, dejabas el dinero en la caja y listo. No me quiero imaginar en otros países, donde estaría la caja, los pasteles y las cervezas. Nosotros en Bélgica tenemos en algunas zona, algo parecido, con quesos y pan. Por supuesto nosotros pillamos algo, y pagamos.
Siguiendo con la carretera 500, nosotros recorrimos la parte más al norte, pero sin llegar a Baden-Baden, ya que esta carretera bordea en una de sus partes el Parque Nacional Schwarzwald (Selva Negra). Ni que decir tiene las innumerables curvas de perfecto asfalto que había por allí, pasando por Oppenau y dejando atrás las localidades de Bad Peters y Tal-Griesbach. Disfrutamos como enanos la verdad, es de esas cosas que por mucha cámara que lleves, al final se te quedan en la retina, porque a parte de las curvas y la carretera, lo que te dejaba atónito es el paisaje.
Aquí en el Parque Nacional haríamos parada, ya que íbamos a visitar el antiquísimo monasterio, del cual la iglesia está totalmente en ruinas, llamado Kloster Allerheiligen. Tiene bastante historia, pero no os quiero tampoco aburrir con chapa, si queréis verlo tenéis información en la web. Acceso gratuito. Aquí también bajaríamos justo hacia el sur de esta localización, ya que también visitaríamos las cataratas que había en la zona. Evidentemente hasta allí no se puede acceder en vehículo, así que bajamos a pie.
Iglesia en ruinas, arrasada por un incendio.
Aspecto anterior al incendio. Abadía junto con Iglesia.
De camino entre la Abadía y las cataratas.
Cataratas de la Abadía
Tras la visita al Parque Nacional de la Selva Negra, y sin desviarnos mucho de él, empezaba a apretar el hambre. A mí lo que me preocupaba en ese momento es que eran ya entrada las 15:00 de la tarde, y estábamos en Alemania, ¿dónde podríamos comer? Menos mal, que Miguel y Cristina conocían un restaurante de allí que no cerraba la cocina a esas horas. Siguiendo a Miguel para llegar al restaurante, veo que toma un desvío por una pista. Una pista fácil de grava podríamos decir, bastante estrecha eso sí, y con una pendiente pronunciada. Fácil fue, hasta que me dijeron que tuvimos suerte de que no subía ningún vehículo, en concreto camiones, de lo contrario se podría complicar la cosa porque no caben apenas ni dos motos en sentido opuesto.
Al llegar al restaurante de nuevo, la vista era espectacular no, lo siguiente. De hecho, se parecía un poco a la vista donde paramos en Aussicht Zuflucht, pero con restaurante. Un restaurante típico alemán de montaña, donde por supuesto a parte de la comida y las vistas, su estupenda decoración con elementos de la zona, le daban ese toque final que tienen los restaurantes a los que te gustaría volver a ir. A mi personalmente me pasa también con algunos hoteles, no solo con restaurantes. Por supuesto después de la comida toco sacar el drone, porque las vistas eran espectaculares y donde estaba el restaurante situado era también digno de grabar.
Terraza del restaurante. Hacía fresquete, así que entramos dentro.
Interior del restaurante
Las tartas tenían una pinta estupenda ...
Decoración. Estas máscaras se usan en fiestas de la zona.
Estos platos, son "parecidos" a las pizzas, pero no tienen mucho que ver. Se llaman Flammkuchen.
Y por supuestísimo que no iba a dejar escapar la ocasión. + 10 al colesterol.
Justo después de hacer algunas tomas con el drone, nos pusimos rumbo al sur sin prisa, pero sin pausa. Aquí quiero hacer un inciso por las tomas del drone, y es que yo lo primero que valoro de un viaje antes de grabar cualquier cosa, es disfrutar, y vaya por delante que lo último que quiero es que la gente que me acompaña se aburra porque yo tengo que parar a hacer tomas con el drone. Quiero decir, que no me gusta cortar el ritmo de la ruta porque tenga que grabar algo. Si hay algo que se queda sin grabar, se queda sin grabar. Si hay un día que no puedo sacar el drone, no lo saco, si no puedo tirar una foto, no la tiro, si no puedo grabar un tramo no lo grabo. Y esto me lo aplico tanto cuando voy solo, como cuando voy acompañado. No será porque no he hecho rutas yo solo de una tirada sin apenas parar para echar nada más que gasolina.
Vista de drone, el restaurante es el de la esquina derecha superior.
Continuamos más que alegres hacia el sur, por la carretera L93, conectando con L96 sin llegar a su paso por Schapbach. Carreteras que me repito, y perdonarme si lo hago mucho, tipo comarcales con muy muy buen asfalto y atravesando pueblos preciosos. Esta carretera nos llevaría hasta el final de la misma, una pequeña ciudad llamada Wolfach, donde cogeríamos la carretera 33 para continuar hacia el sur.
En esta carretera 33 de esta zona, hay ya algo de menos curvas y atraviesa varios municipios preciosos. Haríamos una breve parada en Gutach, donde nos hicimos la foto de rigor con la estatua sentada en un banco, de una soltera. Y es que, en esta zona, antiguamente las solteras se ponían un sombrero y un atuendo como el que veis en la foto, y eso significaba que estaba buscando pareja. Esta tradición desconozco si hoy en día se sigue llevando a cabo, quizá en festejos por lo que me pudieron comentar. No deja de ser una nota curiosa y de tradición. Probablemente en otros sitios lo hubiesen prohibido y sacado de contexto que una mujer fuese buscando hombres.
Miguel y servidor
Visita también obligada era la de parar a ver unos enormes relojes de cuco que hay por esta carretera. Como no éramos los únicos, también había gente esperando a ver el ‘performance’ que hacían estos relojes a determinadas horas. Nosotros por desgracia tampoco corría el tiempo a nuestro favor, y había que poner rumbo a Triberg, el destino final de este hermoso día en todos los sentidos. Así que nada mas que paramos para hacernos una foto.
Continuamos por esta carretera hasta que llegamos a Triberg, para admirar sus hermosas cascadas. Este pueblo tiene mucho encanto, está situado entre un valle y digamos que lo atraviesa el rio, cuya agua viene desde las cascadas de su montaña. El acceso a las cascadas no es gratuito, a no ser que se vaya a partir de las 17:00h cuando ya no hay nadie en el acceso. Nosotros como buenos españoles, fue a partir de esa hora cuando fuimos, pero no porque no quisiéramos pagar, que tampoco, sino porque llegamos allí sobre las 18:00 de la tarde, debido a toda la ruta del día entero.
Tuvimos que andar un poco hasta llegar prácticamente a las cascadas, así que dejamos las motos aparcadas cerca de una bonita zona con un lago, cuyo uno de sus senderos en un lateral, nos llevaría directamente hasta allí. Las cascadas son muy bonitas la verdad, el agua cae con bastante fuerza y toda la zona es impresionante. Lo mismo que con las otras zonas, aquí tuve que sacar el drone, era obligatorio grabar tanto las cascadas como la ciudad de Triberg en todo su esplendor. Desde luego que si estáis por la zona es altamente recomendable y si vais a deshoras, como nosotros, no hay prácticamente nadie.
Cascadas de Triberg
Vista de Triberg desde drone
Después de un buen rato admirándolas y grabando con el drone, era hora de volver a ‘casa’. Nos pusimos rumbo por la misma carretera por la que habíamos venido y no tardamos mucho en llegar a casa de Miguel y Cristina, donde decidimos ‘picotear’ algo. Justamente cuando paramos en una gasolinera, vimos un hombre mayor intentando arrancar una BMW muy antigua. Se trataba de una R25 (250cc) de 1954. Preguntamos al hombre si necesitaba ayuda, y la verdad que lo agradeció, porque se estaba haciendo de noche y no era capaz de arrancarla. Así que le empujamos calle abajo y … ¡no arrancó!, tuvo que llamar a una grúa para recogerle, creemos que tenía un problema en el sistema de encendido, pero esas motos son tan antiguas que a saber.
Tras un rato charlando en casa de Miguel y Cristina, y ya habiendo llegado la noche, me dirigí al hotel para empezar a recoger las cosas y dormir. De su casa al hotel no hay mucho, es un trayecto de unos 15 kms, más o menos, sin embargo, fue en la mas absoluta oscuridad. Y fue aquí donde realmente eche de menos el no llevar un faro led en la moto, algo con lo que poder alumbrar más, porque esta zona de Alemania hace honor a su nombre una vez mas de Selva Negra, y es que era negra pero negra negra.
DIA 3
Sonó la alarma muy pronto ese día. La verdad que la mañana se antojó fresca, sobre todo lo note cuando baje a poner los bultos y preparar la moto. Me dirigí de nuevo a casa de Miguel y Cristina, para desayunar con ellos y despedirme. No me dio ni tiempo a echar una foto al desayuno que tenían preparado, pero madre del amor hermoso, no faltaba absolutamente de nada, esto lo hacen para que vuelva fijo.
Acto seguido y tras las correspondientes despedidas, me puse rumbo a casa. Me quede con muchas ganas de más, pero el tiempo es el que hay, y como siempre dicen, hay que dejar algo para la próxima ocasión, y es que tener unos embajadores como ellos enseñándote toda la zona y estando tan dispuestos, pues si, hay que volver a bajar a visitarles.
La ruta de vuelta me marcaba 10 horas y media. Pero Kurviger siempre es demasiado pesimista.
La ruta de este día sería mucho más recta que cuando vine, pero recta trazando línea, no que quisiese coger ninguna autovía. De hecho, este día tenía pensado pasar por un sitio que para mi significa mucho. Bueno, para mí, y para muchos amantes del motor. Toda la ruta fue trazada a ‘voleo’ pero mirando mas o menos las carreteras mas reviradas. Puedo decir ahora que el acierto no pudo ser mejor. Pasando la localidad de Karlshure hacia el sur de Kaiserlauten, me encontré con unas zonas de curvas alucinantes, de verdad.
Si estáis por la zona, no os perdáis estas carreteras.
Os pongo la zona por si alguno(a) va por allí alguna vez, que no le pierda ojo a esa área. De hecho, hay una zona donde paran muchos moteros, algo así como una Cruz Verde (de Madrid) donde toman algún piscolabis y supongo que comentaran jugadas, ni idea porque no se alemán. Lo que si que se, es que la comida que allí pedí no me pudo dar mas asco, pero era lo que había. Me tome una especie de bocadillo de trozo de carne, pero que mejor no preguntar que era … hacia tiempo que algo no me daba asco. Y la Coca Cola de bolsa tampoco es que tuviese fuerza, pero me ayudaba a tragarme esos pedazos de carne y pan seco, que se me hacían bola en la boca. Lo bueno era ver llegar a más motos e incluso coches de época.
"Cruz Verde" de la zona, un festival de motos subiendo y bajando vamos.
Hay que tener estómago, pero tocaba comer algo sí o sí. Y dada la hora no había mucho por ahí.
Después pase por Kaiserlauten y continué yendo dirección noroeste, todo por carreteras con muchísimas curvas. Conforme iban pasando los kms y kms, iba un poco mas alegre, mas que nada porque quería visitar Nürburgring y que me diese tiempo a comprar algo por allí. Y es que ese finde, justo coincidía con ser las 24H del campeonato de Resistencia de coches de Nüburgring, así que estaría a reventar.
De camino a Nurbur.
A los pocos kilómetros de llegar, ya empezaba a notar un poco el ambiente. Se empezaban a divisar coches poco vistos o muy exclusivos, al igual que muchos coches ‘racing’. A los que nos gusta mucho el motor y todo lo que ello rodea (salvando las cafradas de algunos), sabéis seguro de que hablo leyendo estas líneas.
Carretera de camino a Nurbur.
Mi idea era aparcar cuanto antes la moto por allí para poder ir a la tienda. La verdad que había muchísima gente, pero poco a poco se iban dispersando porque justamente cuando llegue, hacia un rato se había terminado la carrera. Mucha gente me pregunto cuando subí alguna foto a alguna RRSS, si había entrado a rodar una vuelta, y es que eso fue imposible. Y no solo porque eran las 24H de Resistencia, sino porque no era momento para ello, la moto estaba cargada y las gomas no son lo mejor del mundo. Como dije, volver tengo que volver a probar alguna vuelta, además lo tengo a tiro piedra desde casa, solo dos horas y cuarto, por lo tanto, el día que me de la vena … pero ya veremos, antes me quedan muchos viajes que recorrer.
Finalmente, en Nürburgring.
Mítica foto. Si vas no puedes NO sacarla. Y la foto tampoco.
Y bueno pues si has llegado hasta aquí leyendo punto por punto y viendo foto por foto, muchas gracias por tu tiempo. Además de amenizar un poco el foro, a mí también me sirve para recordar este tipo de viajes, como los otros post donde colgué las crónicas hace tiempo.
La ruta desde aquí fue prácticamente autovía porque quería llegar cuanto antes a casa, dado que era bastante tarde. Estos son los datos:
Datos del ordenador de abordo por los tres días.
Como datos extra, os pongo también la equipación que llevo:
- Casco Schubert E1 + intercom SC10U
- Traje completo Dainese Explorer 2
- Guantes Rev'it Volcano
- Botas Rev'it Pioneer GTX
Por mi parte como he comentado, tengo muchísimo material para hacer el vídeo, pero he querido antes hacer la crónica antes de "olvidarla", que la tengo fresca. Como tengo tanto material llevará bastante tiempo, pero mientras tanto Miguel y Cristina han realizado un vídeo de lo que ha sido el viaje con ellos, por si queréis echarle un vistazo. Les pasé trozos de los vídeos grabados con el drone:
[YOUTUBE]
Y nada, ahora a preparar Nordkapp, que en cinco semanas salimos. Será algo más de tres semanas por aquellas tierras. Por supuesto realizaré una súper crónica de éste. ¡¡Un saludo!!
Edito con el vídeo:
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