Filosofía trail

Este pasado mes de febrero cumplí mi vigesimosegundo cumpleaños como motorista (lo siento, nunca me ha gustado la palabra motero). Mi primera moto obviamente fue un ciclomotor el cual ya fue un modelo trail. Posteriormente he tenido de todo: deportivas, nakeds y, cerrando el círculo, de nuevo trail. 

No obstante, viendo un comparativo de las últimas maxitrail del mercado me ha venido a la cabeza una serie de dudas. En primer lugar, ¿qué es el trail? Esta pregunta tan sencilla no tiene una respuesta simple. Sobre el papel una trail debería ser una moto “para todo” de uso 50% carretera y 50% campo, que nos sirviera tanto para curvear un domingo como realizar un viaje cargados y en pareja o adentrarnos en el campo por pistas sencillas (recordemos que no estamos hablando de una enduro). Durante muchos años tanto las Yamaha XT como las Honda XL tomaron esa filosofía al pié de la letra haciendo las delicias de miles de motoristas de todo el mundo. También BMW se unió a esta nueva filosofía con sus GS pero, actualmente, creo que se ha perdido un poco esa idea primigenia que surgió a raíz de los primeros París-Dakar. Sobretodo en cuanto a Maxitrail se refiere.

Para empezar, los japoneses. Honda con su Varadero se ha apartado prácticamente del todo de ese concepto y lo único que tiene esa moto de trail es su manillar. Todo está demasiado enfocado a la carretera para ser considerada una motocicleta “todo uso”. Yamaha ni siquiera tiene en su catálogo una maxitrail porque la TDM podría ser considerada una moto 100 % de carretera con algo de aspecto campero aunque en este caso se especula con el lanzamiento de la nueva XT 1200 que parece ser que sí seguiría esa filosofía. Suzuki, con su DL1000 VStrom sigue la misma corriente. Es prácticamente asfáltica. Kawasaki, al igual que Yamaha, tampoco dispone de nada parecido a una trail en su catálogo.

En cuanto a las europeas KTM sí tiene una trail de pura raza: la KTM 990 Adventure. No obstante en este caso sus genes demasiado “racing” la orientan hacia un usuario más especializado el cual no le importará su grandísima altura ni meterla en “berenjenales camperos” para lo cual hace falta tener buenas manos y bastante experiencia. Si miramos a Aprilia, la Caponord se parece a una Varadero pero desfasada por los años, Ducati tiene en la Multistrada una deportiva asfáltica de manillar alto y la Triumph ha perdido toda la polivalencia que tenía la antigua Tiger dotando al nuevo modelo de llantas de 17” totalmente de carretera a las que les será más absorber irregularidades en caminos de tierra.

Así, pues, nos queda BMW que con su GS ha conseguido la fórmula magistral para asegurar el éxito de ventas año tras año. Simplemente porque es una moto para todo y por seguir esa esencia de las primeras trail pero modernizándola con tecnología como ABS, control de tracción, etc.

Creo que la primera en reaccionar será Yamaha si lanza su XT1200 y seguro que en los despachos de las “cabezas pensantes” de las demás marcas ya están devanándose los sesos pensando qué modelo lanzar para competir con la GS. Yo lo tendría claro, simplemente creo que hace falta ver qué quiere la gente: una moto multiuso con estética trail que nos permita hacer todo lo que esa filosofía nos prometió hace 30 años.

NOTA: Originalmente publicado en el año 2007
Este artículo pertenece a la serie que se publicó a lo largo de casi veinte años en varios medios, ya desaparecidos, como la revista digital BMWMOTO MAG, con Javier Olave como director y el Newsletter BMW MOTORRAD, con José María Alegre al frente.