Y para acabar por el momento (en algún momento tendré que trabajar

) ilustro el tema con dos ejemplos.
Yo ruteo mucho solo, pero también me gusta hacerlo acompañado de vez en cuando, generalmente por poca gente. Y tengo dos compañeros de ruta ocasionales.
Uno de ellos es de los que te saca de tu "zona de confort". Para seguirlo, tengo que forzar mi nivel. Una vez pensé que al jodido se le había fundido la luz de freno... pero no, en una curva muy cerrada se le encendió. Qué cabrón. Y yo sudando la gota gorda para seguirle. Después de salir un par de veces con él, llegué a la conclusión de que no era recomendable para mí. Y ahora menos, que se ha comprado una GSX750R, 200kg y 145 CV. Y ojo, que es un tipo fabuloso al que no veo estresado en ningún momento y que respeta las normás de seguridad a rajatabla. Pero yo no debo, no puedo permitirme salir con él con mi nivel actual. Me pongo en riesgo.
El otro me mantiene de lleno en mi zona de confort, incluso demasiado adentro. Pero me gusta rutear con él porque me relajo y es un seguro contra los radares y las multas por exceso de velocidad. No es lo ideal, porque siempre puede resultar aburrido, pero por ejemplo, para un viaje de largo recorrido en el que lo importante es el fondo y no la velocidad, es el compañero perfecto.