C
CO1637P
Invitado
Un andaluz y un catalán van a la misma barbería. Allí sentados, con un barbero para cada uno, no se habló ni una palabra.
Los barberos evitaban cualquier conversación, porque pensaban que podría acabar en discusión.
Terminados de afeitar los clientes más o menos al mismo tiempo, el barbero del catalán hizo intención de coger el aftershave, pero el cliente le tocó en el brazo diciendo:
- No, gracias. Mi mujer va a olerlo y pensará que he estado en una casa de putas.
El segundo barbero se dirigió al andaluz y le preguntó:
- Y ud. ¿quiere aftershave?
- Por supuesto, respondió el andaluz. Yo no tengo problemas, mi mujer no sabe cómo huele una casa de putas.
Los barberos evitaban cualquier conversación, porque pensaban que podría acabar en discusión.
Terminados de afeitar los clientes más o menos al mismo tiempo, el barbero del catalán hizo intención de coger el aftershave, pero el cliente le tocó en el brazo diciendo:
- No, gracias. Mi mujer va a olerlo y pensará que he estado en una casa de putas.
El segundo barbero se dirigió al andaluz y le preguntó:
- Y ud. ¿quiere aftershave?
- Por supuesto, respondió el andaluz. Yo no tengo problemas, mi mujer no sabe cómo huele una casa de putas.