anot72
Curveando
- Registrado
- 29 Sep 2013
- Mensajes
- 9.842
- Puntos
- 113
Algo a lo que le estuve dando vueltas hace unos días fue a la extrañísima sensación que tuve al volver a coger mi VStrom después de un mes sin hacerlo, después de estar usándola todo el año prácticamente a diario y después de haber estado usando durante diez días seguidos mi Multistrada.
Una extrañísima sensación de casi no reconocerla, casi no recordarla. No tanto a nivel de motor, frenos o suspensiones, que eso cae por su propio peso, sino sobretodo de ergonomía, de tacto, de durezas o suavidades, posición, altura, doblez de rodillas, el asiento y todo eso. Después de una semana con ella todo ha vuelto a su sitio, todo estaba donde lo recordaba. Como si volviese a oler o saborear algo muy bueno.
¿Habéis tenido esa sensación de reencuentro con tu vieja amiga? Que tendrá sus cosas y sus achaques y la acabarás vendiendo, y te pasará con más motos durante tu vida y todo eso, pero ese gustirrinín especial cuando ella te dice “hola de nuevo”… ¿qué?
¿O no?
Saludos.
PD: la parte amarga viene porque estoy viendo como más tarde o más temprano llegará el día de venderla. Ese momento de separación llegará, ese momento en el que te despides de ella para no volver a reconoceros nunca jamás.
Una extrañísima sensación de casi no reconocerla, casi no recordarla. No tanto a nivel de motor, frenos o suspensiones, que eso cae por su propio peso, sino sobretodo de ergonomía, de tacto, de durezas o suavidades, posición, altura, doblez de rodillas, el asiento y todo eso. Después de una semana con ella todo ha vuelto a su sitio, todo estaba donde lo recordaba. Como si volviese a oler o saborear algo muy bueno.
¿Habéis tenido esa sensación de reencuentro con tu vieja amiga? Que tendrá sus cosas y sus achaques y la acabarás vendiendo, y te pasará con más motos durante tu vida y todo eso, pero ese gustirrinín especial cuando ella te dice “hola de nuevo”… ¿qué?
¿O no?
Saludos.
PD: la parte amarga viene porque estoy viendo como más tarde o más temprano llegará el día de venderla. Ese momento de separación llegará, ese momento en el que te despides de ella para no volver a reconoceros nunca jamás.
Última edición: