Pues eso, que me he enterado que el compañero motero que se mató en pingüinos el domingo por la mañana cuando salia para volver a su tierra, se cayó de la moto el solo y por lo visto no tenía puesto el casco. Si es esa la verdad, pues es una pena, y eso nos recuerda que el casco no hay que quitarselo ni para mear.
No seamos imprudentes, para poder seguir disfrutando por muchos años de nuestro hoby.
No seamos imprudentes, para poder seguir disfrutando por muchos años de nuestro hoby.