Hay hay hay, que me estoy viendo yo tambien en el tren.
En cuanto a la conducción sobre nieve, es el extremo de la conducción en lluvia. Mucho cuidado y dulzura en todas las acciones. Frenar lo menos posible, usar la tremenda retención del motor BMW e inclinar 0 o menos, puesto que las BMW no suelen ser especialmente ligeras.
Mejor sobre nieve virgen, que sobre la que ya está pisada. La nieve pisada, se comprime dando lugar a bloques de hielo, y esos si que escurren.
Si la situación es crítica, es interesante lo de la cuerda. Pita a ser posible. Se va enroscando en la goma, haciendo nudos por el interior de la llanta, pero llegados a esa situación, desde luego que lo mejor, es aparcar la burra y pillar el coche de San Fernando (un rato a pie y otro andando)
Un saludo y mucho cuidado.