Ayer por la tarde circulando por Valencia ciudad, a la altura de las Torres de Serranos llego con el semáforo que se pone verde cuando me disponía a frenar. Acelero y veo por la calle diagonal que se junta unos metros más adelante por la Casa de los Caramelos a un 4x4 acelerando para incorporarse sin tener que esperar. Como veo que lleva velocidad suficiente para hacerlo, pero yo también estaré allí, lo controlo, pero se lanza 3 carriles a la izquierda sin intermitentes ni mirar más, pensando que su velocidad y su tipo de vehículo eran suficientes para "espantar" y abrise hueco. Yo sé que a mi izquierda salían de parado y sólo tenía que pitar (con mis dos bocinas, que ésto ya suena mejor que la bocinilla de origen) y acelerar un poco para "rejonearlo" sin mayor problema. En el siguiente semáforo, una moto que iba detrás de mí pero un poco más atrás, me dijo que pensaba que me daba. Al coincidir en el semáforo con un autobús a su derecha, no vió las intenciones del 4x4 como yo, así que cuando asomó por delante del autobús con rumbo de colisión hacia mí, se pensaba que me embestía irremediablemente. Diferencias entre él y yo: yo sí estaba mirando la incorporación del 4x4 desde que ví que salía primero del semáforo, intuyendo y comprendiendo claramente sus intenciones, además de que sabía que no me esperaría allí, motivo por el que hizo lo que hizo y por el que le pité, y espacio y aceleración suficiente para esquivarlo sin tener que frenar.
La anticipación es fundamental en ciudad y no anticiparse, no preveer las putaditas que nos puedan hacer, no conducir en modo a prueba de fallos, nos hará caer más pronto que tarde. Ni intermitentes, ni preferencias de paso, ni semáforos en verde, ni stops, ni nada. Nuestra misión es llegar sanos y salvos y tenemos que poner mucho más de nuestra parte que otros vehículos porque somos mucho más vulnerables. Nos hacemos un poco adivinos, pero también hay que ser completamente desconfiados con los demás vehículos y conducir como si fuéramos invisibles: no contar jamás con que nos hayan visto o nos vayan a respetar el paso, el carril o el espacio que tenemos, nos ayudará mucho en esa misión que a veces se nos pone tan en contra.
un coche parado puede abrir una puerta, un coche cuyo conductor mira mucho en los cruces, tarde o temprano se tirará en picado, posiblemente sin intermitente. Así podríamos seguir haciendo una lista interminable de posibles peligros predecibles. Cada día aprendes nuevos peligros, los incorporas a la lista y conduces para evitarlos. Seguro que podríamos ir más rápidos ignorando todo eso, pero el riesgo se incrementaría muchísimo. Atender a todos esos indicios creo que es lo correcto y para mí ignorarlo es cometer un error propio.