Parque Natural de Ifrane.

Cómo me gustan los "estopis" marroquís…

Bosque de monos en el Parque Nacional de Ifrane, RP7231… donde el único mono soy yo, se ve que al verme, les dio vergüenza ajena y no quisieron salir.

Llegar a Ifrane, la llamada Suiza marroquí, es como hacerlo a otro país. Se ve que las élites marroquíes, familia real incluida, veranean e "invernean" por aquí.

No hay un seto más alto que otro. Casoplones y cochazos comparten sus amplias avenidas. Restaurantes y bares de lujo rebosan de gentes impecablemente vestidas y educadas... el contraste con los pueblecitos del Atlas es brutal.
Yo mismo, con la mierda que a estas alturas ya atesoro, soy la nota discordante entre tanta limpieza, orden y elegancia.
Sí. Aquí todo bicho viviente es educado y respeta las normas.

Sí. Lo sé. Os estoy dando una turra con las tortugas que pa qué... pero es que... ¡son tan majas!
Fijaos que ésta lleva dos patas por el piano, pero las otras van por la acera, así que no merece una "long lap penalty"
El tráfico en las inmediaciones de Ifrane es denso. En una larga recta camino de la presa de Michlifen Ben, veo que una potente luz viene de frente adelantando a toda ostia... parece una moto. No se mete detrás de nadie y viene ocupando mi carril... me ha visto de sobra, pero no disminuye su velocidad y finalmente me obliga a echarme al arcén... ¡Joder, es el segundo envite que pierdo hoy!
Le levanto la mano en señal de airada protesta... ¡y él hace lo mismo! ?
Cuando pasa a mi lado, echándome la bronca y con cara de pocos amigos, veo que se trata de ¡una RT de la Gendarmería Real!
No se para. Sin duda va camino de algún incidente. Menos mal...
A partir de ese momento decido verificar la velocidad máxima de la Teneré... algo que, hasta entonces, no me había importado, la verdad.
Y compruebo que, efectivamente, corre poco
Echo en falta al segundo gendarme... hasta que llego al siguiente pueblo y veo que, parado en una gasolinera, está la otra RT.
Espero que el primer gendarme haya estado lo suficientemente ocupado como para no haber llamado al segundo diciéndole que anda por ahí un gilipollas español con una moto que, además de no correr un pijo, se dedica a abroncar a la autoridad y obstruir a la justicia.
Paso de puntillas... y parece que hay suerte. ¡Uf!

Presa de Michlifen Ben. Me alojo en un establecimiento cercano donde soy el único huésped y recibo un trato maravilloso.


Cómo me gustan los "estopis" marroquís…

Bosque de monos en el Parque Nacional de Ifrane, RP7231… donde el único mono soy yo, se ve que al verme, les dio vergüenza ajena y no quisieron salir.

Llegar a Ifrane, la llamada Suiza marroquí, es como hacerlo a otro país. Se ve que las élites marroquíes, familia real incluida, veranean e "invernean" por aquí.

No hay un seto más alto que otro. Casoplones y cochazos comparten sus amplias avenidas. Restaurantes y bares de lujo rebosan de gentes impecablemente vestidas y educadas... el contraste con los pueblecitos del Atlas es brutal.
Yo mismo, con la mierda que a estas alturas ya atesoro, soy la nota discordante entre tanta limpieza, orden y elegancia.
Sí. Aquí todo bicho viviente es educado y respeta las normas.

Sí. Lo sé. Os estoy dando una turra con las tortugas que pa qué... pero es que... ¡son tan majas!
Fijaos que ésta lleva dos patas por el piano, pero las otras van por la acera, así que no merece una "long lap penalty"
El tráfico en las inmediaciones de Ifrane es denso. En una larga recta camino de la presa de Michlifen Ben, veo que una potente luz viene de frente adelantando a toda ostia... parece una moto. No se mete detrás de nadie y viene ocupando mi carril... me ha visto de sobra, pero no disminuye su velocidad y finalmente me obliga a echarme al arcén... ¡Joder, es el segundo envite que pierdo hoy!
Le levanto la mano en señal de airada protesta... ¡y él hace lo mismo! ?
Cuando pasa a mi lado, echándome la bronca y con cara de pocos amigos, veo que se trata de ¡una RT de la Gendarmería Real!
No se para. Sin duda va camino de algún incidente. Menos mal...
A partir de ese momento decido verificar la velocidad máxima de la Teneré... algo que, hasta entonces, no me había importado, la verdad.
Y compruebo que, efectivamente, corre poco

Echo en falta al segundo gendarme... hasta que llego al siguiente pueblo y veo que, parado en una gasolinera, está la otra RT.
Espero que el primer gendarme haya estado lo suficientemente ocupado como para no haber llamado al segundo diciéndole que anda por ahí un gilipollas español con una moto que, además de no correr un pijo, se dedica a abroncar a la autoridad y obstruir a la justicia.
Paso de puntillas... y parece que hay suerte. ¡Uf!

Presa de Michlifen Ben. Me alojo en un establecimiento cercano donde soy el único huésped y recibo un trato maravilloso.
