Les ponen en insana competencia por 111 euros de un RAI (declarado nulo por la justicia ante la denuncia de la propia AUGC) para el que más multas ponga, sin valorar cubrir objetivo de mínimos. Son los que más se juegan la vida en sus operativos y de hecho son los que más víctimas mortales acumulan. Les obligan a ser impopulares entre una gran parte de los conductores, pura anécdota porque es cosa a la que ya están perfectamente acostumbrados. Conducen en muchos casos unos verdaderos hierros, aunque el Estado sepa hacer perfectamente su propaganda de compra y exhibición de las RT nuevas para engatusar a los nuevos opositores.
A todo esto, por si fuese poco, se une el inexistente apoyo legislativo y jurídico a todos los integrantes de los CCFF de Seguridad del Estado ante determinadas situaciones.
¿Cómo van a pretender Pere y sus "amiguis" cubrir todas las plazas vacantes?
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