Hacia ya un tiempo que me rondaba por la cabeza la idea de ir a la Tetica de Bacares, el emblemático pico (2.080m) situado en la Sierra de Los Filabres, y no por carretera, como en ocasiones anteriores, sino por las bonitas pistas que desde su cima se pueden ver... :
Así pues, el pasado Domingo encontré la oportunidad y uniendo a éste deseo el de poder ver -y a ser posible, capturar- esos colores de otoño tan carácteristicos, especialmente los de ciertos árboles, que precisamente por la tipología de la vegetación de la zona donde vivo no es habitual ver :-[ me llaman -y supongo que muchos de vosotros también- poderosamente la atención
Y nada, dicho y hecho. Tras unos inevitables kilómetros por carretera para llegar a la zona, -dada lo corto del tiempo de que disponía para ello- tomé una carreterita en Purchena, por la que, tras ganar elevación considerablemente y volverse pista, aparecieron los primeros tonos ocres...
Tras unos kilómetros por medio de la pinada, con pistas en bastante buen estado, tomé un desvio y empecé a descender, hasta que el monte se aclaró y pude contemplar lo que había ido a buscar: Los Colores del Otoño estaban allí, en un pequeño barranco que los guardaba celosamente, quizá esperando a que la cámara de fotos los recogiese para poder compartirlos con todos vosotros...
Así pues, el pasado Domingo encontré la oportunidad y uniendo a éste deseo el de poder ver -y a ser posible, capturar- esos colores de otoño tan carácteristicos, especialmente los de ciertos árboles, que precisamente por la tipología de la vegetación de la zona donde vivo no es habitual ver :-[ me llaman -y supongo que muchos de vosotros también- poderosamente la atención
Y nada, dicho y hecho. Tras unos inevitables kilómetros por carretera para llegar a la zona, -dada lo corto del tiempo de que disponía para ello- tomé una carreterita en Purchena, por la que, tras ganar elevación considerablemente y volverse pista, aparecieron los primeros tonos ocres...
Tras unos kilómetros por medio de la pinada, con pistas en bastante buen estado, tomé un desvio y empecé a descender, hasta que el monte se aclaró y pude contemplar lo que había ido a buscar: Los Colores del Otoño estaban allí, en un pequeño barranco que los guardaba celosamente, quizá esperando a que la cámara de fotos los recogiese para poder compartirlos con todos vosotros...