Escribo este post para aportar mi experiencia por si le resulta útil a alguien que se plantee hacer el viaje a Escocia en moto. No pretendo ser muy exhaustivo, sólo resaltar aquello que pueda ser de interés. Un par de historias similares que he encontrado en internet me ayudaron a planificar el viaje, así que pienso que una más puede venir bien.
Tengo que especificar que mi moto es una BMW R1150R Rockster que compré de segunda mano hace unos 4 años con 13000 km y que al inicio del viaje tenía 57500 km. No había salido de viaje fuera de España con ella, aunque sí había hecho algunas escapadas por Europa con mi anterior Honda Reveré 650. La Rockster tiene maletas laterales originales (una para la ropa de mi compañera y otra para la mía), una maleta trasera de X litros (con zapatos, botiquín, bolsa de aseo, 2 litros de aceite para la moto) y también he llevado una maleta de depósito con imanes en la que llevaba lo mas personal (documentación, papeles, cámara de fotos) y ropa pequeña como guantes para lluvia, braga para el cuello, y plástico protector de lluvia para la maleta. Esta maleta no se puede dejar cerrada en la moto cuando paramos en cualquier sitio, así que siempre me la llevaba encima (tiene opción de convertirse en mochila).
En cuanto al equipo de moto, me acaban de regalar un mono de cuero de una pieza que ha sido como mi segunda piel durante 20 días. La verdad es que lo prefiero a la chaqueta y al pantalón de cordura (como llevaba mi compañera), que se hace un poco mas aparatoso. También ha sido fundamental un chubasquero chaqueta y pantalón que no ocupan nada y son imprescindibles si caen mas de 4 gotas. Compré antes de salir unos cubre guantes para lluvia que solo tienen 3 dedos y aunque pierdes sensibilidad en la conducción evitan que calen los guantes. También viene muy bien el pequeño limpia parabrisas que incorporan en el pulgar para quitar las gotas de la visera. Mi compañera llevaba unos cubre botas ya que sus botas no eran de moto. No es muy cómodo pero hay que cubrirse bien cuando llueve un poco mas fuerte. Seguramente hay soluciones fantásticas de BMW u otras marcas para la protección contra la lluvia pero la nuestra era la más económica.
La ruta que decidimos hacer para coincidir con algunos amigos fue:
Día 1: Valencia - Pirineos
Día 2: Pirineos - Poiters
Día 3: Poiters - Canterbury
Día 4: Canterbury - Nottingham (mi compañera llega en avión) - Lancaster
Día 5: Lancaster - Glasgow
Día 6: Glasgow - Edimburgo - Glasgow
Día 7: Glasgow - Lochgoilhead
Día 8: Lochgoilhead - Trossats - Glen Coe
Día 9: Glen Coe - Inverness
Día 10: Inverness - Gairloch - Lochcarron
Día 11: Lochcarron - Dornie - Isla de Skye (Portree) - Plockton
Día 12: Plockton - Fort William - Oban
Día 13: Oban - Isla de Mull
Día 14: Isla de Mull - Acharacle
Día 15: Acharacle - Dumfries
Día 16: Dumfries - Liverpool
Día 17: Liverpool - Warwick
Día 18: Warwick - Portsmouth - Ferry
Día 19: Ferry - Bilbao - Zaragoza
Día 20: Zaragoza - Valencia
Han sido 5700 km de ruta. La parte de ida a Escocia, mucha autopista, peaje y poco disfrute. Decidí cruzar por el eurotunel y fue muy rápido, en menos de 1 hora estaba en Gran Bretaña. Pero recomiendo comprar antes el billete por internet (unos 55 euros) porque a mi me cobraron 110 euros. Luego las autopistas en Inglaterra son gratis pero bastante abarrotadas. Una vez en Escocia ha sido genial.
La conducción por la izquierda se hace sencilla al poco tiempo, aunque con torpeza en algunas salidas e incorporaciones. Las carreteras son buenas, sin baches importantes, algunas con firme un poco estropeado. Las single way son muy divertidas, hay que ir cediendo el paso en los passing place cuando viene alguien de cara. Hay mucho desnivel y cambio de rasante. Muchas millas bordeando lagos y rías (Lochs). El paisaje es indescriptible, naturaleza a rabiar, valles, acantilados. La conducción de la moto por estas carreteras es una experiencia maravillosa, mucho mejor que en coche. Sin prisa, disfrutando de cada curva, suavemente, intentando no alterar la calma de las tierras altas. Los pocos vehículos que hay son muy respetuosos, proporcionalmente hay menos descerebrados que en las carreteras españolas.
Los pocos moteros que nos cruzamos, solidarios como en todas partes, saludaban de un cabezazo porque al circular por la izquierda la mano para saludar está en el gas y no se puede soltar. Además con la carretera mojada no es aconsejable, así que o bien con la mano derecha o cabezazo. Ningún español, todos locales o algún italiano o alemán.
A pesar de ser agosto ha llovido un poco todos los días. Por lo general, lluvia fina, que no te obliga ni a parar a ponerte el chubasquero. La carretera siempre mojada. Pero un par de veces ha caído un buen aguacero, con viento fuerte. No tuvimos tiempo de reaccionar y nos calamos, pero es casi inevitable. Supongo que plantear el viaje en otra época es más arriesgado aún.
La vuelta decidimos hacerla en Ferry porque sale más económico que volver a cruzar Francia. La compañía Brittany Ferries. Casi 500 euros, pero mas cómodo. En el barco es todo muy caro, así que mejor llevar algún arreglo para salvar alguna comida.
Sobre los alojamientos, el precio medio es de unas 70 libras (unos 80 euros) en bed&breakfast. Están bien y así se contribuye a que el beneficio del turismo llegue más directamente a las familias. Los hoteles son similares en precio y calidad. Es preferible contactar antes de llegar, hay bastantes B&B pero vimos muchos carteles de no vacancies. Casi todos en los que nos alojamos con wifi, para consultar detalles de la ruta del día siguiente (el tiempo, alojamientos, distancias...). La web visitscotland.com proporciona buena información de los alojamientos. Llevábamos un iPad con TomTom instalado de UK/Irlanda para consultar de vez en cuando. Nos vino genial.
La comida es cara y ni tan sana ni tan variada como en España. Los horarios muy diferentes, porque te pegas el atracón de buena mañana (full scotish breakfast) y luego hasta la tarde vas arreglado. Por eso la cena muy temprana y casi siempre en un pub, que al final era la mejor opción. Llevar algún comodín en la maleta vino bien (un fuet, un par de latas...)
Los sitios que más nos han gustado han sido la entrada a las Highlands por Glen Coe, la isla de Mull y las carreteras de la costa noroeste. El alojamiento que nos resultó más agradable el RockVille en Lochcarron llevado estupendamente por Peter y Wendy.
De bajada decidimos pasar por Stonehenge porque me parecía muy emocionante presenciar una obra tan antigua y con tanta energía, pero la lluvia, los turistas, y la mala organización (entrada bastante cara y no te dejan acercarte a las piedras) nos "aguaron" la experiencia.
En resumen, un viaje largo, con algunos momentos de motivación flaqueante por la lluvia, pero sin duda maravilloso y aconsejable.
Si te lo estás pensando y quieres algún detalle más puedes escribirme a xavi@xipmultimedia.com
V'sssssss (o un cabezazo, jeje)
Tengo que especificar que mi moto es una BMW R1150R Rockster que compré de segunda mano hace unos 4 años con 13000 km y que al inicio del viaje tenía 57500 km. No había salido de viaje fuera de España con ella, aunque sí había hecho algunas escapadas por Europa con mi anterior Honda Reveré 650. La Rockster tiene maletas laterales originales (una para la ropa de mi compañera y otra para la mía), una maleta trasera de X litros (con zapatos, botiquín, bolsa de aseo, 2 litros de aceite para la moto) y también he llevado una maleta de depósito con imanes en la que llevaba lo mas personal (documentación, papeles, cámara de fotos) y ropa pequeña como guantes para lluvia, braga para el cuello, y plástico protector de lluvia para la maleta. Esta maleta no se puede dejar cerrada en la moto cuando paramos en cualquier sitio, así que siempre me la llevaba encima (tiene opción de convertirse en mochila).
En cuanto al equipo de moto, me acaban de regalar un mono de cuero de una pieza que ha sido como mi segunda piel durante 20 días. La verdad es que lo prefiero a la chaqueta y al pantalón de cordura (como llevaba mi compañera), que se hace un poco mas aparatoso. También ha sido fundamental un chubasquero chaqueta y pantalón que no ocupan nada y son imprescindibles si caen mas de 4 gotas. Compré antes de salir unos cubre guantes para lluvia que solo tienen 3 dedos y aunque pierdes sensibilidad en la conducción evitan que calen los guantes. También viene muy bien el pequeño limpia parabrisas que incorporan en el pulgar para quitar las gotas de la visera. Mi compañera llevaba unos cubre botas ya que sus botas no eran de moto. No es muy cómodo pero hay que cubrirse bien cuando llueve un poco mas fuerte. Seguramente hay soluciones fantásticas de BMW u otras marcas para la protección contra la lluvia pero la nuestra era la más económica.
La ruta que decidimos hacer para coincidir con algunos amigos fue:
Día 1: Valencia - Pirineos
Día 2: Pirineos - Poiters
Día 3: Poiters - Canterbury
Día 4: Canterbury - Nottingham (mi compañera llega en avión) - Lancaster
Día 5: Lancaster - Glasgow
Día 6: Glasgow - Edimburgo - Glasgow
Día 7: Glasgow - Lochgoilhead
Día 8: Lochgoilhead - Trossats - Glen Coe
Día 9: Glen Coe - Inverness
Día 10: Inverness - Gairloch - Lochcarron
Día 11: Lochcarron - Dornie - Isla de Skye (Portree) - Plockton
Día 12: Plockton - Fort William - Oban
Día 13: Oban - Isla de Mull
Día 14: Isla de Mull - Acharacle
Día 15: Acharacle - Dumfries
Día 16: Dumfries - Liverpool
Día 17: Liverpool - Warwick
Día 18: Warwick - Portsmouth - Ferry
Día 19: Ferry - Bilbao - Zaragoza
Día 20: Zaragoza - Valencia
Han sido 5700 km de ruta. La parte de ida a Escocia, mucha autopista, peaje y poco disfrute. Decidí cruzar por el eurotunel y fue muy rápido, en menos de 1 hora estaba en Gran Bretaña. Pero recomiendo comprar antes el billete por internet (unos 55 euros) porque a mi me cobraron 110 euros. Luego las autopistas en Inglaterra son gratis pero bastante abarrotadas. Una vez en Escocia ha sido genial.
La conducción por la izquierda se hace sencilla al poco tiempo, aunque con torpeza en algunas salidas e incorporaciones. Las carreteras son buenas, sin baches importantes, algunas con firme un poco estropeado. Las single way son muy divertidas, hay que ir cediendo el paso en los passing place cuando viene alguien de cara. Hay mucho desnivel y cambio de rasante. Muchas millas bordeando lagos y rías (Lochs). El paisaje es indescriptible, naturaleza a rabiar, valles, acantilados. La conducción de la moto por estas carreteras es una experiencia maravillosa, mucho mejor que en coche. Sin prisa, disfrutando de cada curva, suavemente, intentando no alterar la calma de las tierras altas. Los pocos vehículos que hay son muy respetuosos, proporcionalmente hay menos descerebrados que en las carreteras españolas.
Los pocos moteros que nos cruzamos, solidarios como en todas partes, saludaban de un cabezazo porque al circular por la izquierda la mano para saludar está en el gas y no se puede soltar. Además con la carretera mojada no es aconsejable, así que o bien con la mano derecha o cabezazo. Ningún español, todos locales o algún italiano o alemán.
A pesar de ser agosto ha llovido un poco todos los días. Por lo general, lluvia fina, que no te obliga ni a parar a ponerte el chubasquero. La carretera siempre mojada. Pero un par de veces ha caído un buen aguacero, con viento fuerte. No tuvimos tiempo de reaccionar y nos calamos, pero es casi inevitable. Supongo que plantear el viaje en otra época es más arriesgado aún.
La vuelta decidimos hacerla en Ferry porque sale más económico que volver a cruzar Francia. La compañía Brittany Ferries. Casi 500 euros, pero mas cómodo. En el barco es todo muy caro, así que mejor llevar algún arreglo para salvar alguna comida.
Sobre los alojamientos, el precio medio es de unas 70 libras (unos 80 euros) en bed&breakfast. Están bien y así se contribuye a que el beneficio del turismo llegue más directamente a las familias. Los hoteles son similares en precio y calidad. Es preferible contactar antes de llegar, hay bastantes B&B pero vimos muchos carteles de no vacancies. Casi todos en los que nos alojamos con wifi, para consultar detalles de la ruta del día siguiente (el tiempo, alojamientos, distancias...). La web visitscotland.com proporciona buena información de los alojamientos. Llevábamos un iPad con TomTom instalado de UK/Irlanda para consultar de vez en cuando. Nos vino genial.
La comida es cara y ni tan sana ni tan variada como en España. Los horarios muy diferentes, porque te pegas el atracón de buena mañana (full scotish breakfast) y luego hasta la tarde vas arreglado. Por eso la cena muy temprana y casi siempre en un pub, que al final era la mejor opción. Llevar algún comodín en la maleta vino bien (un fuet, un par de latas...)
Los sitios que más nos han gustado han sido la entrada a las Highlands por Glen Coe, la isla de Mull y las carreteras de la costa noroeste. El alojamiento que nos resultó más agradable el RockVille en Lochcarron llevado estupendamente por Peter y Wendy.
De bajada decidimos pasar por Stonehenge porque me parecía muy emocionante presenciar una obra tan antigua y con tanta energía, pero la lluvia, los turistas, y la mala organización (entrada bastante cara y no te dejan acercarte a las piedras) nos "aguaron" la experiencia.
En resumen, un viaje largo, con algunos momentos de motivación flaqueante por la lluvia, pero sin duda maravilloso y aconsejable.
Si te lo estás pensando y quieres algún detalle más puedes escribirme a xavi@xipmultimedia.com
V'sssssss (o un cabezazo, jeje)