Casos como el que estás padeciendo me revuelven el estómago. Tengo un amigo al que le ha pasado más o menos lo mismo y al que han tenido sin moto cerca de
ocho meses hasta que ya se hartó, recurrió a un abogado
externo a su propia compañía (decían que "usase" uno de la propia compañía... ¡qué graciosos!) y les ha dado cera a los seguros (tanto al suyo como al otro). Y eso que tenía absolutamente todo a su favor: atestado policial, declaración del automovilista que le tiró... Todo. Y aún así los impresentables de los seguros hicieron lo que hicieron: retrasar todo el proceso (que si envío al perito, que si ahora no, que si tienen que volver a verlo, que no lo tiene claro, que si ahora me planteo si mi asegurado te tiró o si te caiste solo, que si por qué una pieza original cuesta tanto dinero...

) llegando a lo vergonzoso. Y cuando digo los seguros digo ambos: el del contrario pero también el propio, cosa que te cabrea mucho más, ya que al pricipio "inocentemente" esperas que en un trance de estos esté de tu lado. Lo que hay que hacer es abrir pronto los ojos y si ves que no velan por tí, tratarlos como parte del problema (triste, sí, pero es lo que hay).
Espero que tu caso no llegue a durar tanto, pero para ello has hecho bien: abogado
EXTERNO, y al tema.
Desgraciadamente no hay forma sencilla de meter mano al tema, y cuando digo esto me refiero a meterle mano de forma "global". Me explico: mientras a una compañía (sea una aseguradora, sea una que venda lo que sea: teñlefonía, cacahuetes o lo que sea) le salga en el
conjunto de sus clientes hacer estos trapicheos (inmorales a todas luces; legales visto lo visto), así vamos a continuar. Habrá unos estudios de mercado de los que se desperende que haciendo estas jugarretas van a perder en el X% de los casos, pero en el resto el cliente o traga, o desiste... o se muere de asco de ver en manos de quien de ha puesto. Mientras lo que ganan con los segundos sea mayor de lo que tienen que pagar a los primeros, globalmente es beneficioso para esa empresa, y ese camino tomará. ¿Moral, buen servicio, deberse al cliente...?. ¡JA!. Conceptos del pasado, y de perdeores seguramente pensarán los directivos que asumen estas estrategias "del todo vale" en busca del resultado económico.
Formas de arreglar esto:
1.- que el porcentaje "X" antes indicado sea el 100% o lo más próximo posible. A base de perder juicios y tener que pagar no sólo lo que les corresponde, sino también las costas del juicio, daños y perjuicios, etc... a lo mejor acaban rectificando.
2.- Que los jueces, en medida de lo posible, empicen a meter unos buenos palos a estas compañías inmorales. Dentro de las horquillas (pena mínima; pena máxima) que hay para casi toda falta o delito, que apliquen las máximas. Volvemos a lo mismo: que aprendan a base de palo.
3.- Que los clientes pasemos de esta gentuza, que no contratemos ni un miserable seguro en compañías que entran en estos trapicheos, pactos entre ellas y demás. Cuando vean que se van a tener que ganar el pan sembrando patatas en lugar de vendiendo seguros, ya que no venderían ni uno, otro gallo cantará.
En fin... Que tengas suerte y dales bien duro en todo el cogote, por impresentables. Es decir, que ya de metidos en el marrón, pídeles todo lo que puedas: daños y perjuicios, costes de los desplazamientos que tengas que hacer con otros vehículos (¡guarda facturas, incluso las del autobús, si es el caso!), y todo lo que tu abogado te diga que es factible sacarles, que vean que puestos a tocar las narices no sólo ellos pueden hacerlo, sino que también el cliente puede.
Vsss