fruscus
En rodaje
Salud:
Hace mucho tiempo que no escribo pero he seguido leyendo asiduamente.
He visto que hay muchos posts con quejas sobre el trato de los concesionarios y quisiera compensar un poco agradeciendo públicamente el trato recibido en Control 94 de Barcelona:
Hace cosa de un mes acabé de montar la R100RS que estaba restaurando (por esto pongo el post aquí) y fuí a Control 94 a pedir hora para que le hicieran la puesta a punto (ajuste del avance al encendido y sincronización de carburadores) que no puedo hacer yo mismo por falta de las herramientas adecuadas. No pensaba llevarla allí en principio porque el precio por hora (39+iva) me parecía exagerado pero mi mecánico habitual (Fabregat, también, por cierto, muy recomendable) estaba con gripe y no podía hacerse cargo.
Primera sorpresa agradable:
No hubo ningún problema en coger la moto y hacer el trabajo al momento, de modo que no tendría que dejarla y volver a buscarla otro día.
Segunda:
Después de estar dos horas trasteando, sólo consiguieron ajustar el avance al encendido, los carburadores no pudieron sincronizarlos porque había algún problema en el cilindro izquierdo. Y, aquí viene lo bueno, ¡no me cobraron ni un euro! El jefe de taller, Tomás, me dijo que como no habían conseguido dejarla bien no me cobraba. Que volviera después del rodaje cuando hubiera reapretado las culatas y hecho el reglaje de válvulas y que se lo volverían a mirar.
Tercera:
Cuando la vuelvo a llevar (en las mismas condiciones: me presento el día que habíamos quedado a las ocho de la mañana, me cojen la moto al momento y me la entragan después de una hora) me explican que han encontrado el problema en la mariposa del carburador izquierdo que no ajustaba bien (había sido culpa mía, mal montada al cambiar la junta tórica). Me cobran 33 euros, ni siquiera la hora completa.
Y Cuarta:
Vuelvo a los dos días porque la moto no acaba de ir fina y, mientras espero para comentárselo a Tomás, pasa el mecánico que la había cogido, me pregunta qué hay, se lo explico, la vuelve a ajustar y me marcho sin pagar un céntimo más y con la moto en perfecto estado de marcha.
En resumen un diez para el taller de Control 94 y mi agradecimento por su atención.
Hace mucho tiempo que no escribo pero he seguido leyendo asiduamente.
He visto que hay muchos posts con quejas sobre el trato de los concesionarios y quisiera compensar un poco agradeciendo públicamente el trato recibido en Control 94 de Barcelona:
Hace cosa de un mes acabé de montar la R100RS que estaba restaurando (por esto pongo el post aquí) y fuí a Control 94 a pedir hora para que le hicieran la puesta a punto (ajuste del avance al encendido y sincronización de carburadores) que no puedo hacer yo mismo por falta de las herramientas adecuadas. No pensaba llevarla allí en principio porque el precio por hora (39+iva) me parecía exagerado pero mi mecánico habitual (Fabregat, también, por cierto, muy recomendable) estaba con gripe y no podía hacerse cargo.
Primera sorpresa agradable:
No hubo ningún problema en coger la moto y hacer el trabajo al momento, de modo que no tendría que dejarla y volver a buscarla otro día.
Segunda:
Después de estar dos horas trasteando, sólo consiguieron ajustar el avance al encendido, los carburadores no pudieron sincronizarlos porque había algún problema en el cilindro izquierdo. Y, aquí viene lo bueno, ¡no me cobraron ni un euro! El jefe de taller, Tomás, me dijo que como no habían conseguido dejarla bien no me cobraba. Que volviera después del rodaje cuando hubiera reapretado las culatas y hecho el reglaje de válvulas y que se lo volverían a mirar.
Tercera:
Cuando la vuelvo a llevar (en las mismas condiciones: me presento el día que habíamos quedado a las ocho de la mañana, me cojen la moto al momento y me la entragan después de una hora) me explican que han encontrado el problema en la mariposa del carburador izquierdo que no ajustaba bien (había sido culpa mía, mal montada al cambiar la junta tórica). Me cobran 33 euros, ni siquiera la hora completa.
Y Cuarta:
Vuelvo a los dos días porque la moto no acaba de ir fina y, mientras espero para comentárselo a Tomás, pasa el mecánico que la había cogido, me pregunta qué hay, se lo explico, la vuelve a ajustar y me marcho sin pagar un céntimo más y con la moto en perfecto estado de marcha.
En resumen un diez para el taller de Control 94 y mi agradecimento por su atención.