Bricomoto
Hola a todos.
Hoy vamos con una sesión de “bricomoto” sencilla y en mi opinión muy necesaria para nuestra moto o cualquiera que tenga el mismo problema.
La rejilla que cubre nuestro radiador de aceite es muy abierta por lo que si comprobáis en vuestras motos veréis que los insectos y demás pequeñas cosas llegan con suma facilidad al radiador de aceite taponando poco a poco las láminas del mismo lo que con el tiempo provocaría pérdida de evacuación de calor tan importante en nuestras motos que son refrigeradas por aire-aceite sin la ayuda de un electro-ventilador.
Así me he encontrado mi radiador después de unos 3.000 kms después de la última vez que lo limpié.
Como podéis ver es una barbaridad, en más kms. no tardaría en dejar muy mermada la eficacia del radiador.
Lo que he hecho ha sido poner una rejilla metálica detrás de la rejilla principal para que los insectos no puedan llegar a las láminas del radiador.
MATERIAL NECESARIO
La llave que viene con las herramientas.
Unas pequeñas pinzas.
Un destornillador de cabeza plana y muy fino.
Rejilla metálica de orificios pequeños.
Yo, buscando por aquí y por allá he encontrado esto, es malla mosquitera, más de 1 metro de largo por unos 60 cm de ancho cuesta 4 €. No se necesita tanto ni mucho menos pero era el mínimo que me vendían.
Primero.-
Quitamos la rejilla principal quitando el tornillo que sujeta la pieza por uno de sus extremos, por el otro lado es un vástago que va metido en un orificio dentro de una arandela de goma, simplemente tirar hacia fuera.
En este papel iremos echando lo que saquemos de las láminas del radiador.
Segundo.-
Con las pinzas extraemos lo más “gordo”, una vez hecho esto cogemos el destornillador y con mucha paciencia y cuidado vamos sacando todos los restos que quedan entre las laminas del radiador.
Insisto, con mucho cuidado y paciencia, las láminas son delicadas y se pueden doblar fácilmente si queremos ir más rápido de la cuenta. Es muy fácil hacerlo pero es pesado ir una a una limpiando cada hueco de las láminas. Paciencia.
De lo que se trata es de dejarlo perfecto porque ya no habrá que volver a limpiarlo más.
Tercero.-
Una vez todo el radiador limpio recogemos todos los restos que han ido cayendo en la base para dejar toda la zona limpia, los restos más pequeños los sopláis.
Cuarto.-
Con una manguera termináis de limpiar, darle bien por todos los rincones para eliminar cualquier pequeño resto. Si utilizáis una manguera a presión no deis muy fuerte; no creo que llegue a doblar las láminas pero por si acaso.
Quinto.-
Ahora que ya lo tenemos limpio vamos a procurar que nunca más se ensucie.
Cortamos un trozo. Con unas tijeras normales se puede cortar.
Con la punta de la tijera abrís un pequeño agujero para introducir el vástago.
Vais mostrando la pieza y la rejilla en su alojamiento para ver cuanto sobra de rejilla e ir cortando hasta que se pueda poner.
Sexto.-
Colocáis la pieza metiendo primero el vástago.
Cuidado aquí de no empujar la arandela de goma hacia dentro, a mi me pasó y no veas para sacarla…
Por qué puede ocurrir esto, porque la malla dificulta un poco la visión al introducir el vástago pero vamos, lo normal es que no suceda.
Séptimo.-
Una vez metido el vástago llevamos la pieza a su sitio para hacer que coincida el agujero de la pieza con el del tornillo.
Una vez ahí, con la punta de la tijera abrimos un poco el orificio por el que debe pasar el tornillo. Hacedlo al final y no antes porque luego siempre se mueve algo al colocar la pieza y no coincide… a mi me pasó…
Finalmente atornillamos y a disfrutar de nuestra moto sin insectos en el radiador.
Todo el proceso es muy sencillo. Siempre tendremos el radiador limpio y cuando se ensucie nuestra rejilla casera se saca la pieza se limpia de un manguerazo y se pone otra vez.
El resultado final ni se ve salvo que lo sepas y te agaches a verlo.
Un saludo en V. Fernando.