Lluvia, mucha lluvia.
Hola!, otra vez con algo de internet ya puedo actualizar mi relato.
Yo sé que algunos esperaban las fotos de la ruta de los 7 lagos… pero… lamentablemente, no van a ver muchas.
Continúo:
El siguiente día, nos levantamos para dar una última vuelta por Bariloche en la moto y luego empezar la tan ansiada ruta de los 7 lagos. Cuando salimos estaba un poco nublado y hacía algo de viento.
Empezamos a salir de Bariloche y las vistas eran bien bonitas al lado del Nahjuel Huapi aunque estaba nublado, siempre es agradable rodar cerca de un lago como ese. Pues nada, luego de unos cuantos kilómetros intentando atraer con buenas vibras el buen tiempo, nos dimos cuenta que era el momento de aplicar una máxima del viajero… no luchar con el ambiente y adaptarnos, por lo tanto, paramos a ponernos la capa contra la lluvia... era un hecho, no iba a parar de llover.
La lluvia empezó a ser realmente fuerte y el viento que nos pegada de costado era bastante importante. Pensamos que más adelante iba a mejorar el clima, pero nada. Pasamos pro Villa La angostura y de ahí hacia San Martín de los Andes. Empezó el ripio y como había llovido toda la noche, se empezaron a hacer charcos y formar algo de barro que la verdad me hizo pasar un rato incómodo. No me gusta el barro para andar en moto y menos cuando voy cargado y con mi novia, no es lo mismo aventurarse solo que “embarcar” a alguien más.
Eso si, las vistas eran muy bonitas, la vegetación Patagónica, los lagos de postal y el frío de miedo. No pudimos parar en ningún mirador porque moríamos de frío y llovía demasiado como para sacar la cámara de fotos.
Llegamos a San Martín de los Andes y paramos a comer algo; ahí mejoró un poco el clima.
Este lugar si que es muy bonito

pero teníamos que seguir porque no sabíamos si iba a estar abierta la frontera y en Bariloche nos habían dicho que la carretera estaba muy mala y que eran muchos kilómetros de ripio. Muchas versiones, muchas expectativas.
Una última foto de San Martín
Y saliendo mejoró un poco el clima, nos quitamos las capas y seguimos… pero 30min después, nos golpeó la realidad de nuevo… lluvia y frío. A ponernos las capas otra vez.
En un punto, nos encontramos con las oficinas de la policía Argentina y amablemente (como siempre) nos dijeron que la frontera estaba abierta y que el camino estaba en excelentes condiciones, solo 15km de un lado y 20km del otro estaban con ripio, pero transitables. Un respiro!
Una foto con la GoPro, se nota que llovía?
Y terminó el asfalto… Paramos y solamente aquí sacamos la cámara para tomar este par de fotos, dedicadas a Carolus. Cuando vi el lugar, me recordé de las fotos que me había enseñado y que como siempre, nos sirvió de mucho. Pura vida Juan Carlos
Y otra más
Entramos en el bosque de Araucarias milenarias con mucha ilusión, algo nervioso por el ripio y el barro pero al final gracias a los ánimos de mí copilota profesional, llegamos a la frontera sin contratiempos.
Nos vieron como completos extraterrestres vestidos de amarillo, mojados en medio de ese frío. Hicimos frontera sin problemas en ninguno de los dos lados y luego de 20km más de ripio regresamos al asfalto hasta llegar a Pucón, donde al fin, dejó de llover.
