Frantequera
Acelerando






Leo en los foros de moteros como este que hay algunos compañeros que se proponen viajar a Marruecos por primera vez y por libre y me pregunto si disponen de la suficiente información para que el viaje resulte más o menos satisfactorio.
Marruecos es un país seguro, pero para quien busque consejos he recopilado los míos y me he atrevido a compartirlos aquí. Seguramente se podrán completar con aquellos que puedan aportar otros muchos más experimentados viajeros que yo.
Estos consejos no están relacionados con la organización de las mejores rutas para hacer en moto, tipo de neumáticos o búsqueda de hoteles ya que en este sentido programar un viaje a Marruecos es igual que programarlo a otro país cualquiera medianamente civilizado. Puedes ir a la aventura y encontrar hoteles muy muy muy baratos, sobre todo en temporada baja, o puedes llevarlo todo perfectamente planificado desde casa.
Mis consejos están referidos a lo que diferencia a este país norte-africano de uno centro-europeo, especialmente en el trato con la gente.

Mis 17 consejos para viajar a Marruecos
Si piensas ir a Marruecos por primera vez, debes saber que es un gran país con rincones bellísimos y con gente muy hospitalaria. El turismo es una de sus principales fuentes de ingresos por lo que las autoridades velan especialmente por ello, pero tienes que saber que no eres ni el primero ni el último en recorrer esos magníficos lugares. Además te sorprenderá saber que Marruecos tiene también un gran turismo de interior.
1- Respeta su cultura y sus tradiciones. Sobre todo hay dos asuntos de los que no se puede discutir nunca en Marruecos: su Rey y su Religión.
Lee algo sobre su historia reciente.
2- Aprende algunas palabras de su dialecto del árabe, el Dariya. Si planificas el viaje con más de 10 días de adelanto te puedes aprender 3 palabras al día como es el saludo, la despedida, a decir que sí o que no, a preguntar cuanto vale esto o aquello, a decir barato o caro. Con esto demostrarás respeto y te ganarás su confianza.
Marruecos cuenta con 2 idiomas oficiales, al árabe clásico y el francés. Pero es importante recordar que una buena parte del norte del país, además del Sahara occidental perteneció al llamado Protectorado Español, algo que no se suele estudiar en los colegios. El Protectorado terminó en el año 1956 por lo que es fácil encontrar personas mayores que hablan perfectamente castellano. Además, es muy usual que aquellas personas que se dedican a cualquier negocio relacionado con el turismo hablen varios idiomas, y sin haber pisado una escuela. En ciertas zonas se hablan derivados del Bereber.
Recomiendo ver los capítulos de "Diario de un nómada, Destino Dakar" de Miquel Silvestre a su paso por Marruecos.
3- Básicamente hay 2 tipos de personas en Marruecos: los buscavidas, que asaltan a turista con frases como "hola amigo, que tal" y preguntas como "¿primera vez en Marruecos?" y los que ya se ganan la vida con algún trabajo más digno. A los primeros es difícil quitárselos de en medio, por eso recomiendo decir algunas palabras en árabe y responder que ya has estado muchas veces anteriormente en Marruecos. Y si contactas con los del segundo grupo es fácil que acabes siendo invitado a un exquisito té en demostración de su extraordinaria hospitalidad.

Hay una serie de timos que algunas webs han recopilado perfectamente pero que son un tanto inofensivos. La finalidad última es la de conducir al turista a una tienda de artesanía mediante engaños para que compre cualquier artículo. Infórmate sobre estos timos para no caer en ellos.
4- En cualquier lugar te pueden aparecer guías espontáneos. Si no te queda otra que recurrir a ellos, pacta precio antes. Y los pactos se sellan con un apretón de manos. Incluso apunta dicho precio en un papel delante del supuesto guía para que quede constancia y no tengas problemas al final del recorrido.
5- Una sonrisa y buen humor es el mejor salvoconducto en estos países. Descubrirás que los marroquís son muy buena gente. Dialoga con ellos, es fácil que vuelvas con alguna nueva amistad.
6- Nunca dones dinero ni otros regalos a los niños en la calle. Si lo haces estarás incentivando que se dediquen a la mendicidad ya que creerán que podrán asaltar a cualquier turista obteniendo una mayor cantidad de dinero en un rato que la que ganan sus padres en todo un mes.
7- Canaliza tus posibles donaciones a través de ONGs o similares. O si lo prefieres acude a personas respetables del lugar para que te ayuden con el reparto.
8- Ten paciencia en la frontera. Dependiendo de la frontera que elijas para entrar o salir, puede estar más o menos concurrida y te podrá resultar inexplicablemente lenta. Un dicho en Marruecos hacia los occidentales nos dice "vosotros tenéis los relojes y nosotros el tiempo".
9- Conducción. La nueva red de Autopistas suele estar en buen estado pero hay controles de velocidad con policías en casi cualquier tramo de carretera. Por suerte allí todavía mantienen los conductores las buenas costumbres como es la de avisar de estos controles mediante ráfagas de luces. El resto de carreteras no están tan bien cuidadas por lo que puede aparecer un enorme bache por sorpresa o gravilla suelta en cualquier lado. Y en ambas vías nos podemos encontrar personas o animales cruzando. En Marruecos no se respetan los pasos de cebra pero yo recomiendo hacerlo y con un ojo al frente y otro al retrovisor por si el de atrás no se ha percatado de que frenamos.

En Marruecos se dice "prisa mata". Recuérdalo.
10- Estacionar la moto o el coche. Hay muchos aparcacoches en todos lados, algunos más legales que otros, pero inofensivos. Es suficiente con pagar unos dírhams cuando recojamos nuestro vehículo.
Y si vamos a pernoctar y el lugar de hospedaje no cuenta con un sitio para dejar nuestros vehículos, en las ciudades medianas y grandes debemos buscar unos garajes tipo parking, consistentes en unos locales ubicados normalmente en los bajos de algunos edificios en los que hay un vigilante las 24 horas del día y por un módico precio nuestra moto o coche podrá pasar toda la noche o incluso el día mientras hacemos turismo.
11- Regatea en los bazares. Allí somos "guiris", no lo podemos evitar, pero aprende a regatear. Si te interesas por algo, no vayas directamente a por ello. Antes pregunta por 2 o 3 artículos diferentes. Muéstrate tranquilo y pensativo, como si no te interesase nada. Por fin ve a por lo que te gusta. Pregunta el precio sin darle mucha importancia. Cuando te lo digan responde educadamente que no puedes. A mí me funciona decir que es muy caro y si me lo compro mi mujer me mata. A continuación da las gracias y despídete. El vendedor te preguntará rápidamente algo como "Cual tu precio". Ofrece entre un 20% y un 30% del precio inicial. Su respuesta será la de no es posible. Entonces vuelve a despedirte y a hacer otro intento de marcharte. El vendedor te ofrecerá un nuevo precio. Puedes seguir intentando una contraoferta hasta que creas que ya no bajará más.

Y no olvides tu mejor sonrisa.
También es conveniente conocer el valor en España de lo que estás comprando allí.
Hay lugares en los que no se debe regatear como puede ser una farmacia o un restaurante.
12- Prueba su comida. Acude a las cafeterías y restaurantes a las que la gente local suele ir. Huye de los sitios típicos para turistas. Si pides una botella de agua asegúrate de que viene cerrada y eres tú el primero en abrirla.

13- Evita la noche. Marruecos es un país tranquilo, pero por la noche salen los "malotes" y los que empinan el codo también. Y si es así, camina ligero.
14- Recuerda el nombre y la calle de donde te alojas. A quien no le ha pasado que ha salido del hotel y se la ha olvidado como se llamaba. Y si estás dentro de una Medina busca hitos o puntos de referencia para poder salir.

15- Fotos. A los marroquíes no les suele gustar que les hagan fotos por la calle, especialmente a las mujeres y a los niños. Puedes intentar hacer robados pero lo mejor es ganarse un poco su confianza y después pedir permiso. De esta manera en tus fotos lucirán grandes sonrisas.
16- Nunca hagas un regalo a un niño para después hacerte la foto con él, estilo Papá Noel occidental u hombre blanco bondadoso. El que sea pobre no quiere decir que no tenga dignidad. No confundas querer ayudar, con querer sacar una foto para subirla a las redes.

17- Disfruta de tu viaje, de sus colores, olores y sabores, en definitiva de su cultura. Cuando vuelvas tendrás muchas cosas que contar y muy pronto querrás volver allí otra vez. Te lo garantizo.
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