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Lo acabo de ver en tu crónica... tú al menos acabaste por enterarte de que había un teleférico, yo ni eso!! Tonto nivel 8!Lo que me pasó a mi. Solo que yo empecé a subir hasta que me dijeron que había un teleférico y volví para atrás. Es una subida del carajo!!!!
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Hola, si no te importa me los puedes pasar a mi tambien. Leer tu relato invita sin rechazo a salir hacia Norte sin demora. Te felicitoMuchas gracias por tus palabras, JOSEP1300GT. Tengo los tracks en el formato del Navigator, si te interesan me lo dices y te los paso.
Pues evidentemente, no puedo opinar ya que fui por donde fui ??? Lo de ir por Lom, lo estuve pensando pero, no se puede ver todo, o el glaciar o Lom. Mi primer boceto de ruta, iba por este sitio, pero al final la cambié, lo del glaciar, me tiraba mucho.Aquí vemos la otra forma de proseguir rumbo sur a partir de Geiranger: bordeando el Parque Nacional de Jotunheimen a diferencia del de Jostedalsbreen que fue el que cruzó @Naritus. ¿Cuál es más interesante o tiene más atractivos? Pues seguramente habrá división de opiniones (como en los toros)...
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Ciertamente, creo que esta zona es la más espectacular de Noruega, tomándola en conjunto. Gracias. ?Joder, sabía de lo bonita que podía ser esa parte de Noruega, pero no ha sido hasta leer y ver vuestros comentarios, que voy siendo consciente de la dimensión del escenario. Gracias por describirlo tan gráficamente y acompañarlo de esas estupendas fotografías .... que grandes sensaciones has debido sentir .... que envidia. Enhorabuena.
Sin problema, así lo haré, pero aún tengo que encontrar un hueco para sacarlas de un disco duro donde las tengo... ?Hola, si no te importa me los puedes pasar a mi tambien. Leer tu relato invita sin rechazo a salir hacia Norte sin demora. Te felicito
Joder, es que la vista del valle desde Dalsnibba te deja con la boca abierta, no veía el momento de irme de allí.Que bonita foto. Cuando subimos nosotros no tuve ese día tan esplendido. Me acompaño la niebla.
Eso mismo he pensado al ver la ruta de @Naritus. Me pasa lo mismo que a él, como sólo he visto una de las dos alternativas no puedo opinar, pero estoy seguro de que cualquiera de las dos son una delicia para quien pase por ellas.Aquí vemos la otra forma de proseguir rumbo sur a partir de Geiranger: bordeando el Parque Nacional de Jotunheimen a diferencia del de Jostedalsbreen que fue el que cruzó @Naritus. ¿Cuál es más interesante o tiene más atractivos? Pues seguramente habrá división de opiniones (como en los toros)...
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Naritus, no sé si llegaste a ver la 258. Yo estuve igual que tú, cambiando la ruta cada 15 días en los meses antes de salir, al final me decanté por Lom precisamente para ver esa carretera, pero seguro que la ruta que tú tomaste es igualmente una pasada. Vamos a tener que volver y hacer la ruta alternativa para poder comparar, ???Pues evidentemente, no puedo opinar ya que fui por donde fui ??? Lo de ir por Lom, lo estuve pensando pero, no se puede ver todo, o el glaciar o Lom. Mi primer boceto de ruta, iba por este sitio, pero al final la cambié, lo del glaciar, me tiraba mucho.
Me da la impresión de que para los futuros viajantes, cualquiera de las dos opciones son buenas.
Yo fuí por la de @Naritus en 2018 y por la de @Ensom en 2021.....Pues evidentemente, no puedo opinar ya que fui por donde fui ??? Lo de ir por Lom, lo estuve pensando pero, no se puede ver todo, o el glaciar o Lom. Mi primer boceto de ruta, iba por este sitio, pero al final la cambié, lo del glaciar, me tiraba mucho.
Me da la impresión de que para los futuros viajantes, cualquiera de las dos opciones son buenas.
Gracias a ti por leerlo, Pacolf, que como dices no se lee en un momentito. ??Qué "jartá" a leer !! Me encanta. Gracias por compartir.
Ahora me río, pero confieso que un poquito acojonao sí que estaba... ???Si si, la mopa, eso es lo que los "Otros" quisieron que creyeras .... les estabas molestando y quisieron ahuyentarte.
Precioso recorrido por carretera y por mar .... más que precioso debe ser increiblemente precioso.
Gracias por permitirnos acompañarte.
Vaya tela Carlos, son casi mas bonitas las fotos que verlo en vivo.... estas hecho un crack......¡Esta sí que sí! que la anterior me supo a poco.
¡Cuánta maravilla junta! La de hoy fue una de las etapas más impresionantes.
ETAPA 19: 20/06/2022
ÅNDALSNES (NOR) - STEGASTEIN (NOR)
455 km
Nada más salir pongo proa a Trollstigen, uno de los puntos estrella de Noruega y de todo el viaje. Trollstigen, significa “la escalera del trol”. Los troles abundan en la mitología y las fábulas nórdicas, así que están muy presentes en el imaginario popular noruego.
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Junto al trol motero del camping
Lo de llamarla escalera es porque se trata de una carretera que asciende por la ladera de la montaña, con curvas de 180º muy cerradas entre empinadas rampas, y la carretera va formando entonces una especie de escalones en la ladera por los que supuestamente podría subir la horrenda criatura. Antes de empezar el ascenso, justo al pie de la montaña, hay un camping (lástima no haberme acordado ayer, habría sido una elección mejor que la que hice) con figuras de troles, parada obligada para foto.
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Arriba se ve el puente; a por él
De la subida no sé qué contar para transmitir una mínima parte de lo que veo. Hay que hacerla, el paisaje impresiona, cada curva tiene su nombre señalizado, el río cae desde lo alto y, curva tras curva y rampa tras rampa, con pendientes del 10% vamos subiendo hasta pasar por un estrecho puente al pie mismo del primer tramo de la cascada. Te mojas, claro, pero da igual. Unos metros antes de llegar a ese puente hay una zona donde puedo detenerme a hacer una foto, el estruendo de la cascada es notable, pero me doy la vuelta, miro hacia el valle con la carretera subiendo escalón a escalón la ladera y dudo qué imagen es mejor, creo que la vista hacia abajo empieza a ganar la partida. El valle aparece perfecto, dibujado en forma de U, como en las fotos de los libros de Ciencias Naturales del colegio. Al coronar el puerto hay un centro de visitantes con tienda, cafetería y un mirador, así que doy un vistazo breve y sigo mi camino. En este centro aparco la moto junto a una pared de nieve que tiene un metro y medio de altura, pero lo mejor está aún por venir.
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Vista del valle desde el puente junto a la cascada
La carretera 63 es, seguramente, una de las más bonitas de Noruega, y en el mes de junio está en todo su esplendor. Queda mucha -en serio, mucha- nieve en las zonas más elevadas pero los colores de la primavera han reventado junto al lago Eidsvatnet unos kilómetros más al sur. Las vistas son sobrecogedoras hasta el punto de que no puedo evitar parar y recrearme. Intento grabar esas imágenes en mi cerebro para no olvidarlas, aunque por descontado hago fotos y vídeo. No se me ocurre un sitio mejor para dejar atrás cualquier rastro de estrés que pudiera llevar a estas alturas, aunque no es el caso.
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El lago Eidsvatnet es sobrecogedor
¿A que parece inmejorable? Pues en Noruega parece que nada lo es. Sólo un rato después hacia el sur, la 63 guarda una nueva sorpresa, comienza la bajada hacia el fiordo de Geiranger, una de las joyas de la corona en lo que a fiordos de refiere. Lo primero es parar en todo lo alto, en el mirador de Ornesvingen, en la zona llamada la carretera de las águilas. La vista desde allí quita el hipo, el fiordo hace una curva justo debajo del mirador, y desde él se tiene una privilegiada visión del lado derecho, que viene del mar, y del izquierdo, que se estrecha hasta llegar a Geiranger, la ciudad que le da nombre. Un pequeño barquito que veo desde el mirador junto a la ciudad resulta ser, al bajar, un imponente barco de la compañía Costa Cruceros, de esos con varios miles de personas a bordo, lo que da una idea de las proporciones.
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El Fiordo de Geiranger desde el mirador de Ornesvingen
Sigo adelante, la ciudad de Geiranger me parece un parque temático plagado de guiris (sí, lo sé, yo soy otro más) y la carretera comienza a subir de nuevo hacia la montaña hasta otro mirador, el de Flydalsjuvet, donde una vez más las vistas del fiordo, esta vez desde el fondo del mismo, son memorables.
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Desde el mirador de Flydalsjuvet
Aquí, mientras hacía algunas fotos, oigo hablar en español; me vuelvo y es un un autobús de jubilados que acaba de parar, son de todas partes de España, un matrimonio vasco, muy simpáticos ellos, bromeaban con que yo fuese en moto desde Sevilla. "Yo, que soy de Bilbao, no me habría atrevido, no te digo más". En fin, un rato agradable y me desearon buen viaje, como yo a ellos. Sigo mi camino y de buenas a primeras me veo conduciendo en un callejón de nieve, flanqueado por dos paredes blancas de entre tres y cuatro metros de altura, incluso más en algunas zonas. Lagos helados que resplandecen de un blanco puro bajo el sol, moteados por alguna zona de un fantástico azul claro allá donde el hielo empieza a darse por vencido. Qué bien haber venido en junio, me repito todo el rato, sin acordarme ya de lo mal que lo pasé llegando a Nordkapp seguramente por haber salido a primeros de junio.
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La carretera 63 tiene parajes como este
Más adelante llego a un extenso lago helado, una vista fantástica. Es el lago Djupvatnet, y justo ahí tomo un desvío a la izquierda para ascender hasta Dalsnibba por una carretera de pago (15€ para las motos) y que me lleva a contemplar el valle al que llega el fiordo de Geiranger desde una altura de 1.500 metros. Las vistas… pues eso, para qué repetirme.
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Impresionantes vistas desde el mirador de Dalsnibba
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El lago Djupvatnet completamente helado
Vuelvo a la carretera 63 aún sin reponerme de tanta sensación de maravilla, sigo junto al lago helado a mi derecha en el que tomé el desvío y llego a una “T” donde acaba la fabulosa carretera 63. Toca tomar la 15, lo hago a la derecha, hacia el suroeste para enlazar con la 258. Conviene recordar que las carreteras noruegas, cuantos más dígitos tienen más abajo están en el escalafón. El amigo @1250GSAiK ya me había avisado de que hay un buen tramo sin asfaltar, de gravilla compactada, pero que aún así era imprescindible verla. Y esta vez diría que Pepe se quedó corto. La 258, desde Videseter a Grotli me deja boquiabierto, es una (otra) de las carreteras más bonitas de Noruega, y eso, viendo lo que llevo visto a estas alturas del viaje, es mucho decir.
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La carretera 258 entre paredes de nieve
Retomo la 15 hasta Lom, donde paro a ver una de las típicas iglesias de madera noruegas, muy bonita y bien conservada, aunque no sería la mejor del viaje. Desde allí “pico espuelas” para intentar llegar esta misma tarde a las inmediaciones de Stegastein, que será la primera visita de mañana. Allí he reservado un pequeño apartamento de madera en una ladera con unas vistas que rivalizan con las de todo el día, estoy cansado pero levitando, creo que ya no me queda más serotonina que segregar, ni oxitocina, ni demás hormonas relacionadas con la felicidad. Ha sido un día intenso en sensaciones, de los más intensos del viaje.
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La iglesia de madera de Lom
Que suerte la tuya, pese a tener algunas nubes, las vistas son espectaculares......Hoy navegamos por un fiordo y tenemos momento Cuarto Milenio...!
ETAPA 21: 22/06/2022
SULDALSOSEN (NOR) - SIRDAL (NOR)
190 km*
* Mas el ferri de Lysefjord
Ver el archivo adjunto 321144
Primera parte de la ruta
Nueve horas. Hoy he dormido más que cualquier otro día de viaje, incluso más que cualquier día desde hace mucho tiempo. El sitio es especialmente tranquilo, es un complejo grande y la ocupación es muy baja (otra ventaja de venir en junio), así que he dormido a pierna suelta. En el ala donde me alojo sólo hay una familia alojada compuesta por una abuela, una madre y una hija. Tres generaciones de mujeres noruegas juntas de viaje en su coche.
Busco de nuevo la carretera 13 para seguir hacia el sur, admirando paisajes todo el rato. Llegado un momento, viajando por Noruega, se corre el riesgo de habituarse a tanta maravilla, y es que detrás de cada curva o a la salida de cada túnel hay una vista que vuelve a impresionar, y lo que se vuelve abundante puede llegar a infravalorarse. Procuro que esto no ocurra y disfruto de cada fiordo, de cada valle, de cada puente (son espectaculares los puentes que construyen los noruegos) y de cada pequeña localidad que atravieso en mi ruta. Es un disfrute continuo. Bueno, lo es excepto cuando paro a llenar el depósito, entonces me llevan los demonios.
Ver el archivo adjunto 321146
Casi a 2,80€ el litro de gasolina
Deleitándome en todo lo demás llego a Nesvik, donde tomo el que debería de ser el último ferri-bus en Noruega, si no me fallan los cálculos, hasta Hjelmeland. Desembarco y sigo por el que me parece el tramo más interesante de esta ruta 13, con curvas enlazadas y poco tráfico, sobre todo desde que la abandono para virar al sur y buscar Jorpeland. Paso por delante del desvío al Preikestolen, la famosa roca del púlpito, pero sigo mi camino, he elegido no subir a esta atracción dado el tiempo que necesita -unas cinco horas entre pitos y flautas- y otros inconvenientes. Tampoco me hace especial ilusión, no soy nada aficionado a las alturas, aunque comprendo que es un sitio magnífico si no fuera porque está demasiado frecuentado salvo que se llegue a primera hora de la mañana, que no es mi caso. Como siempre, hay que elegir y si quiero tomar el ferri en el Lysefjord (literalmente “el fiordo brillante”) para el que además reservé hace un par de días, debo pasar de largo.
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A punto de cruzar Lysefjord por el puente colgante hacia Forsand
Muy cerca de allí está Forsand, y como llevo un buen ritmo al no haber apenas tráfico, llego sin problemas a eso de las 13:15h. Allí busco el muelle para embarcar en el citado ferri panorámico hasta Lysebotn a las 14:00h. En este caso no se trata de cruzar un fiordo para seguir por la misma carretera, como tantas veces ha ocurrido en los días anteriores, sino de viajar por todo el fiordo de Lyse, desde su comienzo junto al mar abierto hasta el final, en la ciudad de Lysebotn, que a la sazón significa más o menos “el fondo del Lyse”. Llego al muelle y la falta de instalaciones me inquieta, allí no hay más que una especie de caseta con aspecto de abandonada y nada más. No tiene pinta de ser un muelle en activo. Tampoco hay señalización salvo un cartel bastante viejo colgado en la caseta. Ni siquiera hay nadie esperando. ¿Me habré equivocado?
Ver el archivo adjunto 321145
Segunda parte de la ruta, empezando por el ferri de Lysefjord
Al otro lado de la calle hay una mesa de madera con bancos, así que aprovecho para sacar algo de comer y mato el rato. Mi moto es el único vehículo en espera, hasta que al cabo de un rato llega un ciclista alemán que me saluda y se sienta en la mesa a hacer lo propio, comer alguna cosilla que saca de su alforja. Algo es algo, ya no soy el único. El ciclista me pregunta de dónde vengo. Por no entrar en detalles localistas, que de poco sirven en estos casos, le digo que del sur de España, y va el tío y me salta “Oh, Andalusia, I have been in Conil de la Frontera”. Pa habernos matao. Él me dice que viene desde Alemania (es de donde suelen venir los alemanes, hasta ahí nada que objetar) todo el camino en bicicleta, y que pretende llegar a Nordkapp. Le pregunto que cuánto tiempo estará en ruta y me dice que no lo sabe, que hasta que llegue. Increíble, esto sí que es una aventura. Y todo, todo lo que necesita, lo lleva en unas alforjas y una mochila pequeña. Mis respetos.
También hay un matrimonio de holandeses -cómo no- que viaja cada uno en su moto, algo que cada vez veo con más frecuencia y que me encanta. Les calculo mi edad, más o menos, aunque yo estoy en esa edad complicada en la que ya no sé calcular la edad de los demás, o que los que son de mi edad me parecen muy viejos. También estuvimos cambiando impresiones.
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Estos eran todos los vehículos del trayecto por Lysefjord
Finalmente empezó a llegar más gente y también el barco, puntual a su cita. Embarco con normalidad, en total somos unas bicicletas, tres motos y seis coches, es un barco pequeño, por eso hay que reservar con algún tiempo de antelación (dos o tres días). El trayecto es muy bonito, pasamos por debajo del puente que acabo de cruzar sobre el fiordo y luego avistamos el Preikestolen desde abajo. Se ve ridículamente pequeño, así que sabiendo lo grande que es esa explanada y la cantidad de gente que en ella suele haber, se hace uno una idea de la altura a la que llega esa pared vertical. A medida que avanzamos hacia el fondo del fiordo, las paredes de roca se van elevando y estrechando, quedando éste enmarcado y formando un paraje sencillamente único.
Ver el archivo adjunto 321154
La roca del púlpito, esa explanada habitualmente repleta de personas, es eso pequeñito
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Una de las dos paradas intermedias del ferri a lo largo del fiordo
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Llegando a Lysebotn, el final del fiordo
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El fiordo desde Lysebotn
Ya en tierra, paro un rato en Lysebotn a admirar el fiordo desde la población y confirmo que si desde el barco era bonito desde tierra no lo es menos. Me subo a la moto y nada más salir afronto la espectacular subida de la Lysevegen (La carretera del Lyse). Lo primero es un angosto, húmedo y lúgubre túnel de 1,5km que tiene una curva de horquilla en su interior, hay que ir con cuidado. Está mal iluminado, es muy estrecho, y caen gotas de agua que se filtra a través de la roca.
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El túnel de Lysevegen es la boca del lobo... con anginas, qué estrechez
El firme está mojado y la curva de 180º sorprende dentro de un túnel que, por si todo esto fuera poco, tiene una pendiente pronunciada. ¡Una joyita! Aún así es una experiencia estupenda, seguida por las siguientes curvas también de horquilla, 27 o 29 según la fuente consultada -yo no las conté- que llevan a un mirador restaurante, conocido como el nido de las águilas, desde el que se divisa todo el valle, Lysebotn y la carretera ascendiendo por la ladera. Allí me tomo un helado como premio a tanta curva y admiro las vistas. Por cierto, el chaval que atiende en la tienda, Madrileño.
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A punto de seguir hacia la montaña
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La carretera Lysevegen asciende desde el fiordo, abajo a la izquierda
A partir de ahí, la carretera Lysevegen transcurre por las alturas y el paisaje es magnífico, aunque sin vegetación. Rocas, muchos montoncitos de piedras apiladas por el personal (no entiendo esa costumbre, aunque tampoco me molesta), lagos y restos de nieve. Al final de la FV500, que es la numeración de esta carretera, giro al sur para ir a buscar el apartamento que tengo reservado en Sirdal.
Ver el archivo adjunto 321168
Lysevegen después del nido del Águila
El apartamento resulta ser estupendo, me mandan por booking un mensaje con una clave y debo retirar la llave de un cajetín en la entrada, no interactúo con nadie. Al llegar veo que es una casa de campo bastante grande, de la que mi apartamento es el piso superior. La parte de abajo está cerrada, no hay nadie en ella. Entro y tiene varias habitaciones, salón, cocina, baño… no es que tenga lavadora, es que hay hasta detergente, así que aprovecho y hago una buena colada, que de nuevo empezaba a escasear la ropa. Lavo hasta el traje de lluvia, hay que ver cuánta suciedad van levantando los camiones y demás vehículos en la carretera. Como hay varios radiadores, los uso para secar la ropa durante la noche.
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Viejo lobo de mar... o al menos de fiordo, no sabes la que te espera en el apartamento
Con toda la ropa ya lavada y secándose, me voy a descansar cuando oigo un ruido extraño. Suena como algo arrastrado y un golpe seco al final. De momento pienso que serán los de arriba, pero es que el de arriba soy yo. El apartamento, olvidé decir, tiene una buhardilla en un piso superior donde no he llegado a subir. Ya empezamos. En la casa, abajo, no hay nadie, me cercioro de ello y así es. Qué puñetas habrá sido ese ruido… bueno da igual, voy a dormir. No, no vas a dormir, parece decirme mi voz interior, al menos no hasta que averigües qué ha sido eso. Acto seguido me levanto convenciéndome de que habrá sido cualquier cosa y que todo está bien, que los espíritus no existen, que “Los Otros” no es más que una película de Amenábar y que Iker Jiménez es buen comunicador pero no dice más que chorradas. Por si acaso, agarro un cepillo de barrer y me dispongo a plantar cara al espíritu en cuestión, como si un espíritu temiera ser barrido. Subo a la buhardilla con más miedo que siete viejas, esperando encontrar un gato o qué sé yo. Nada. La casa está sola en el campo, junto a la carretera, salgo a la terraza y veo que la moto sigue allí tal como la dejé. En fin, que después de revisarlo todo, no encuentro explicación al maldito ruido. Cachis… me falta esa puerta bajo la escalera, debe ser un armario, un pequeño trastero. Aunque viendo esto en una película yo diría “¡no la abras!”, la abro. Se me eriza el vello de la nuca cuando una mopa de esas de limpiar el suelo cae hacia mí al abrir la puerta y golpea el suelo. Juré en hebreo todo lo que sé. Había resbalado por la pared y había golpeado la puerta quedando apoyada en ella, eso es lo que escuché. Joder… ahora sí, a dormir.
Los móviles de hoy en día ya no se acomplejan al hacer fotos, sobre todo si el entorno colabora, y en este entorno es muy fácil hacer fotos bonitas. ?? Pero gracias por la parte que me toca!Vaya tela Carlos, son casi mas bonitas las fotos que verlo en vivo.... estas hecho un crack......
Las vistas fueron espectaculares, es cierto. Pero nunca acabaré de agradecerte los consejos sobre la ruta, con la 258 y Roldalfjellet en la cumbre de ese agradecimiento, pues si no es por ti jamás se me habría ocurrido pasar por ellas, y seguramente son dos de los sitios más acojonantes de todo el viaje.Que suerte la tuya, pese a tener algunas nubes, las vistas son espectaculares......
Me sorprende un poco que Kolumbus os hiciera atar la moto, en el antiguo ferry turístico no había ni cinchas ( no se la compañia nueva como lo tendrá este año) , caballete lateral o central y a correr.....
Lo son...... ambas son palabras mayores,Las vistas fueron espectaculares, es cierto. Pero nunca acabaré de agradecerte los consejos sobre la ruta, con la 258 y Roldalfjellet en la cumbre de ese agradecimiento, pues si no es por ti jamás se me habría ocurrido pasar por ellas, y seguramente son dos de los sitios más acojonantes de todo el viaje.
En cuanto a lo del ferri, así es, yo también me sorprendí, pero oye... el día estaba muy ventoso y quizá por ello temían más movimiento. A los tres de las motos nos insistieron en que la amarráramos.
Ah, y no te olvides de Dalsnibba!!Lo son...... ambas son palabras mayores,
Tenemos la excusa perfecta para volver..... en mi caso Roldalfjellet me la salte sin darme cuenta....y tu tienes una pendiente que cambiaste por la del Atlántico. Aursjovegen ? ?
Ya me dirás cuando salimos..... ???
No me olvido no..... 3 veces he pasado por ahí y no he podido subir..... caguentoloquesemenea......Ah, y no te olvides de Dalsnibba!!
Muchas gracias, Carolus. Como ya he dicho a otros compañeros, he disfrutado mucho en este viaje, con puntos realmente "clase A" como dices, pero sospecho que Noruega ofrece otro viaje sin apenas repetir destinos con otros tantos objetivos de primer nivel, así que igual de aquí a un par de años... ?Las iglesias de madera vikingas son, desde luego, otro aliciente en este país y ésta de Heddal es imponente por sus dimensiones. Desde luego que has sabido encajar muchos puntos con atractivos de clase "A" en este viaje, enhorabuena una vez más...
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Así es, Cero. Yo, yendo encima de la moto y sintiendo el aire, soy feliz. Como digo a veces, para mí es la mejor terapia de relajación que conozco. ???Los moteros disfrutamos como niños hasta los paisajes monótonos y sin grandes accidentes geográficos. Sin lugar a dudas montar en moto es uno de los mejores placeres de la vida.
Eso lo transmites perfectamente cuando describes tu "rodar" por las carreteras suecas después de dejar la maravilla noruega.
Me parece cojonudo. De vez en cuando hay que sacar el orgullo y demostrar que no están por encima. Te felicito.Me instalo no sin comprobar otra vez la sequedad, por no decir estupidez, de la alemana que me atendió en el hotel. Nulo interés por agradar. Me pide mi identificación para rellenar mi “last name”, no fiándose de la reserva hecha en Booking ni de lo que yo he escrito a mano en el documento que me ha entregado hace un momento. Le doy mi DNI, lo mira y no parece satisfecha, porque me pregunta (ahora sí, en inglés) si no tengo un pasaporte. Lo tengo, pero no me da la gana de enseñárselo a ella. Simplemente le contesto “No lo necesito. Estoy en la Unión Europea”.
#Omeporfavó... ? ?Me parece cojonudo. De vez en cuando hay que sacar el orgullo y demostrar que no están por encima. Te felicito.
Si amigo, recuerda mandármelos a mi también, crack.Sin problema, así lo haré, pero aún tengo que encontrar un hueco para sacarlas de un disco duro donde las tengo... ?
Por supuesto, es que los tengo en un disco duro externo en casa. y aún sigo en la playa, que en septiembre se está mejor que nunca. ? ?Si amigo, recuerda mandármelos a mi también, crack.
Vaya viaje espectacular.
Felicidades.
Un abrazo
Pues será eso, Fran. También hay que tener en cuenta que no son lo mismo los Ibis que los Ibis Budget. Estos úñtimos son más baratitos y bastante básicos, aunque yo estuve en uno hace un parde años en Málaga, cerca del aeropuerto, y era un hotel sencillo pero muy digno, no como el que me encontré en Francia.LOs Ibis en España mantienen un cierto nivel, pero en Francia y mira que son de alli, algunos son de pena, a mi me toco uno bajando de los Alpes en Nimes en un poligono industrial similar al que describes. (habia una Feria en NImes y no habia opciones las 22h cansado, sudado, una maquina de bebidas y pudimos pedir unas pizzas a domicilio) espero volver de paso para quitarme el mal sabor de boca que me dejo...
Así es, xoumidamoni, yo estuve en algún Accor durante el viaje, en particular recuerdo uno en Malmö, y me parecieron hoteles muy buenos, con una relación calidad-precio interesante.Los Ibis están clasificados en tres categorías: azul, verde y rojo.
El azul es la colección Ibis Budget y por tanto la más económica y con calidades más ajustadas.
La verde es Ibis Styles, un término medio con hoteles de cierto diseño y normalmente con "todo incluído".
La roja es la que engloba los hoteles de la marca con un estándar más elevado.
A la hora de elegir, mirar el color del logo es una de las maneras de saber de antemano lo que uno reserva y no tener sorpresas al llegar al hotel.
A mi Accor (la marca madre) es un cadena que me gusta ya que suele dar la calidad a su precio justo.
Es cierto, ese fenómeno nos ocurre, sobre todo a los que vivimos a 1.000 km más de la frontera francesa. La mente dice "ya estoy en casa" pero al cuerpo aún le toca aguantar.Una vez se atraviesa la frontera aparece el fenomeno ET, (mi casaaaa!!) ahi deseas tener el remolque o una empresa que te transporte la moto y tu coger el avion y en dos horas en casa, pero 1.000 kms , dos dias de autovia con calor ufff