Ah vale, que fue a CN y no le gustó?? O que cuando fue estaba muy masificado??
Pues haber ido en otro momento del año, yo llegué allí un seis de junio, nevando claro y... no había ni Dios


Lo que te he puesto antes, una misma cosa para cada persona puede ser muy diferente por diversos motivos, empezando por el estado anímico.
Para mí fue el broche final a la que de momento ha sido la mejor etapa de mí vida, sobre todo encima de una moto y en cuanto al lugar pues me permitiré copiar y pegar lo que escribí en su momento:
Ver el archivo adjunto 451177
A la vista está, que este lugar a nivel paisajístico no tiene nada de bonito, no hay gran cosa allí, una explanada de grava con un muro y/o valla que lo rodea y unos acantilados como testigos… una peana cuyas escaleras están fabricadas en cemento sin lucir y unas barandillas para ayudar al viajero a encaramarse al lado del monumento que simboliza el hecho de encontrarse en Nordkapp, el Globo, que no bola, es de un material férreo, frío, lacado en negro, sin atisbo alguno de estilismo o diseño vanguardista… es un lugar gris… (casi 12.000 kilómetros para esto pensaran algunos)… o puede que quizás no, en este lugar, indiferente para algunos y sabiendo mirar, pensar, reflexionar, mas allá de la simple construcción, puedes encontrar algo que probablemente no encuentres en ningún otro sitio… en Cabo Norte encontraras LA VERDAD, en el mas puro sentido de la palabra…
LA VERDAD… era verdad cuando decías que tu afición era el moto turismo y que valías para ello.
LA VERDAD… era verdad que la gente que realmente te quiere en la vida se alegrarían por ti al conseguir llegar a Nordkapp.
LA VERDAD… era verdad que todos los esfuerzos que has hecho en la vida para prosperar y permitirte el llegar algún día aquí merecieron la pena.
LA VERDAD… era verdad que conocerías la cruel estampa del que no quiere digerir tu éxito.
LA VERDAD… era verdad que tus familiares y amigos demostrarían serlo precisamente en este momento.
Y como lo que yo sentí en el momento de llegar a ese “estúpido” punto no puedo decirlo con palabras, para que me entendáis, intentare equipararlo (salvando las distancias) con algo muy especial que todos hemos sentido (yo por suerte aun puedo hacerlo)… para mi, llegar a Cabo Norte ha sido como el abrazo de una madre… ¿Y cuánto vale el abrazo de una madre?, ¿es cuantificable?... de ninguna de las maneras… lo que uno siente cuando tu madre te abraza no se puede explicar, solo lo puedes sentir… lo que yo sentí en el punto mas al norte del continente Europeo al cual se puede acceder por carretera, solo lo podréis sentir… y para ello deberéis llegar allí… para encontraros con la VERDAD y para sentir el abrazo de la “Madre Nordkapp” y cuando viváis in situ esa mezcla de emociones sabréis que 12.000 kilómetros son pocos y que el coste físico, mental y económico que supone llegar hasta allí habrá merecido la pena totalmente y entonces, descansareis, y solo quedara la satisfacción plena, limpia, pura y nítida de poder decir en voz alta:
“YO, LO HICE”.