– Buenos días.
– Buenos días.
– ¿Es aquí el club de los gelipollers?
– Aquí es.
– Quería hacerme socio.
– Muy bien, dígame su nombre completo.
– Jorgepleto.
– Impresionante, ¡Admitido!
-Mari, cómo se llama tu amiga esa que estudia las estrellitas?
-Sonsoles.
-Ya sé que son soles, pero cómo se llamaba ella?
-Paco, anda desayuna y luego te explico.
¿Te acuerdas que la gente decía que no íbamos a durar porque yo era una puta psicópata, amor? ¡Pues que se jodan, ya llevamos 3 meses!
- ¡Desátame hijaputa!
- No
-Cari, qué te pasa?
-Nada.
-En serio, cuéntamelo, ¿qué es?
-Nada, que no es nada.
-Vale, me voy a dormir.
-Claro, con dos cojones, ¡A ti te da todo igual, guapo...!
-¿Es este el club del castellano antiguo?
-Hete aquí, que sino lo es, sin duda lo pretendiere. Entra raudo, pasa presto, pues tan digno caballero, entre chanza y alabanza, defenderá el verbo nuestro.
-Vengo del gas. A leer los contadores.
-Cariño, ¿no es verdad que me amas tanto que no cabe nadie más, que puedes mirar o desear a otras, pero es a mí a quien quieres ver cada día y que si fuese tu última vez y pudieses estar con cualquiera, me elegirías a mí?
-Claro.
-¡Qué labia tienes, cabrón!
Este sitio utiliza cookies para ayudar a personalizar el contenido, adaptar tu experiencia y mantenerte conectado si te has registrado.
Para continuar utilizando este sitio, debe aceptarse nuestro uso de cookies.