Algunos variados

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Robot detector de Mentiras:

Un padre compra un robot detector de mentiras que da bofetadas a las personas que mienten.
.
El padre decide probar el robot durante la cena y le pregunta al hijo que había hecho durante la tarde.
El hijo responde "Hice mis tareas escolares".
El robot le da una bofetada al niño.
El hijo dice: "Está bien, está bien, estuve viendo una película con un amigo".
El padre pregunta: "¿Qué película?"
El hijo responde: "Harry Potter"
El robot le da otra bofetada al hijo.
El hijo dice: "Bueno, estuvimos viendo una película pornográfica"
El padre dice: " A tu edad yo no sabía lo que era la pornografía."
El robot le da una bofetada al padre.
La madre empieza a reír y dice: "Como se nota que es tu hijo"
Y el robot le da una bofetada a la madre.

AHORA EL ROBOT ESTÁ EN VENTA ...















 
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Algunas lagunas mentales.
A veces me sorprendo montando desnudo en moto, y el otro día en casa mi mujer me dijo... ¿pero para esto te pones el casco...?

La noche me confunde.
 
Ahí repostando con la manguera del amor...
Menos mal que no metiste la llave en el ombligo (o no ha salido en las noticias)

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: Hola! Buenos días!
- ¿Bailas?
- ¡Sí!
- Pues te cojo el taburete, gracias.
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- Hola, ¿cómo te llamas?
- Me llamo Frigopie. ¿Y tu?
- María.
- jajaja joder, ¡como las galletas!
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- Hola, venía para presentarme al casting de modelos.
- De acuerdo. Diga en inglés 'más puerta'.
- More door.
- Pues ahí vas a tener que ir a hacer el casting, FEA!
--------
- ¿Qué haces con gorra, camiseta de los Lakers y collares de oro? ¡Es el velatorio de tu madre!
- ¿No había que venir de negro?
--------
Dos pescadores:
-Manolo, ¿Tú que tipo de anzuelo pones?
-Pimientos de padrón.
-¿Y pican?
-A veces sí a veces no
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- María, me compré condones con sabores, apaga la luz y adivina el sabor...
- Mmmm, sardinas con queso !!!
- Noooooo, ...espera que me lo ponga !!!
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- ¿Cómo se dice calzoncillos en noruego?
Escondinavo
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Llaman a la puerta y es un técnico del ayuntamiento.
-Perdone, pero vamos a proceder al derribo del edificio contiguo.
-¿Conmiguo?
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Tía, ayer me dieron por detrás en el coche.
¿Hicisteis parte amistoso?
¿Eh?
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- En ese bar te sirven unos callos increibles
- Estan buenos?
- Me referia a las camareras
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-¿Te gustan más los Beatles o los Stones?
-A mí me gustan los Doors.
-Tienes que elegir uno.
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- Me tienes harta Manolo ...solo piensas en comer!!!
- A que te refieres croquetamente?
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-Doctor...estoy fatal, veo elefantes azules por todos los rincones...
-Ya ha visto usted a algun psiquiatra?
-No...de momento solo elefantes azules.
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El chino que se está muriendo en el el hospital y le pregunta al Doctor:
-¿Dónde está mi mujer?... Aquí a tu lado...
-¿Mi hijo?... También, aquí contigo
-¿Mi hermano está aquí?... Sí, con tus padres y tu cuñada...
El chino al borde de la muerte sin fuerzas susurra:
-¿y quién cojones está en la tienda?...
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-Te has puesto la crema reafirmante?
-Sí sí siiiiiiiiiiiiiiii
------------------------------
- Hombre Juan, cuanto tiempo! Terminaste la ingeniería?
- Si, con matrícula!
- Buff me alegro un montón hombre! Mira ponme un BigMac con Cocacola y Patatas Deluxe.
 
- María, me compré condones con sabores, apaga la luz y adivina el sabor...
- Mmmm, sardinas con queso !!!
- Noooooo, ...espera que me lo ponga !!!

Están todos muy buenos..., pero este es lo mássssss
 
Un grupo de balseros cubanos se escapan de la Isla, rumbo a Miami. En la mitad del océano un viejito comienza a gritar... que se siente mal, que no va a llegar a destino, que va a morir en el mar, y que para despedirse de su Cuba natal, quiere una bandera cubana.

Todos
se miran y no saben de dónde sacar una bandera cubana....
De pronto, una de las chicas, muy conmovida le dice:

Mire abuelo, bandera lo que se dice bandera no hay, pero yo tengo una tatuada en mi cola. Si la quiere ver y despedirse, se la puedo mostrar...

El
viejo acepta, ella se baja los jeans y le muestra el tatuaje en su enorme y moreno culo.

El
hombre visiblemente emocionado comienza a besarle la nalga en el lugar del tatuaje diciendo:

Adiós mi Cuba querida, adiós mi patria natal !!!

... y
así siguió besándole la nalga durante 15 minutos... , luego la mira fijo y le dice:

No te podrías dar vuelta por favor ?

Me dieron ganas de despedirme de Fidel !!!
 
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Flipa

[video=youtube_share;RDDFF2aj_DM]http://youtu.be/RDDFF2aj_DM[/video]
 
se le clava la matricula del de delante que la pierde en el camino
 
Gracias, parece que os habéis puesto de acuerdo.

A mi hace mucho tiempo una piedra, metida entre las ruedas gemelas de un camión, salió disparada y me destrozo el faro de mi GSX1100EX. Y contento de que no me diera en el casco o en alguna parte del cuerpo.
 
La pala se rompió !!!

Un hombre de negocios debe partir al extranjero por algunos días. Llama entonces a su fiel y apreciada ama de llaves y le explica la situación:

- Mira Eulogia, salgo al extranjero unos días. Cuida que todo esté bien por aquí y... si hay algún problema me llamas.

- Sí señor, no se preocupe.

Tras algunos días, al no tener noticia alguna, el hombre de negocios llama a su ama de llaves.

- Hola Eulogia, ¿como están las cosas por ahí?

- ¡Muy mal!

- ¿Por qué? ¿Qué ha pasado?

- Se ha roto el mango de la pala.



- Pero por Dios, casi me provocas un infarto, me dices que todo está muy mal y el único problema
es que se ha roto el mango de la pala.

Pero preso de remordimiento, piensa que su empleada podría sentirse mal y entonces en tono más comprensivo le pregunta:

- ¿Cómo se rompió?

- Enterrando al perro.



- ¡ Quéééééé ! Mi perro que yo amo como un hijo. ¿que pasó?

- Se cayó en la piscina.



- Pero oye, era un Terranova, un perro de agua..., que nada, ¿cómo ha podido ahogarse?

- No se ahogó, se cayó en la piscina que estaba vacía.

- ¿Cómo vacía? si la semana pasada la hice limpiar y llenar de agua para el verano.

- Sí, pero el agua la usaron los Bomberos para apagar el incendio.

- ¿Qué incendio?

- La casa se incendió.

- ¡Quéééééé! ¿qué pasó?

- En la Capilla Ardiente de su Sra. Madre, una vela
que estaba cerca de las cortinas se cayó y se prendió fuego.


- ¿Mi madre está muerta? Pero si el otro día habíamos festejado sus 70 años y estaba como una reina ¡¡¡¡.

- Si, pero anteayer de noche su madre no podía dormir y fue a su cuarto a pedirle una píldora a su esposa
, l
a encontró con su mejor amigo en la cama y se murió de un infarto.

- En fin, o sea, murió mi madre, perdí la casa, perdí al perro y mi mujer me traicionaba con mi mejor amigo. Me ausento de la casa durante cuatro días y mi vida se ha convertido en un infierno, se fue todo al CARAJOOO Eulogiaaaaa.
¿Verdaderamente, es que no hay nada positivo?

- Si, don Ramón, no todo son malas noticias, ¿se acuerda que la semana pasada se hizo una prueba para el SIDA?

- ¿Si.......?

- Bueno, esto al menos le salió POSITIVO.
 
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Pa que tengáis pesadillas en hallowen :D:D

Hellowen no se celebra en españa por que es invento americano...
Y hay algo más español que celebrar todas las fiestas?


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En armonía con las bragas de merenat, les dejo esta descripción, que a mi gusto no tiene desperdicio y FELIZ VIERNES a todos en la península e islas de la madre patria.-

"EL CULO DE LA ARQUITECTA"

No suelo concordar con el prójimo varón sobre cuál es el mejor culo. Noto un gusto general por el culito escuálido de las modelos flacas. A mí me gustan grandes, hospitalarios, macizos. Me gusta el culo balcón, que sobresale y se autosustenta como un milagro de ingeniería. El culo bien latino, rappero, reggaetón, de doble pompa viva y prodigiosa.


Me salen versos cuando hablo de culos. Quizá porque en los culos hay algo más antiguo y atávico que en las tetas, que en realidad son una intelectualización. Las tetas son renacentistas, pero el culo es primitivo, neaderthaliano. Con su poder de atracción inequívoca, su convergencia invitadora, es un hit prehistórico. Despierta nuestro costado más bestial: el del acoplamiento en cuatro patas. Las tetas son un invento más reciente, son prosaicas. El culo, en cambio, es lírico, musical, candencioso, indiscernible del meneo de caderas, del ritmo, la batida de la bossa que retrata a la garota que se aleja en Ipanema.


Porque el culo siempre se aleja, siempre se va yendo, invitando a que lo sigan. Se mueve en dirección contraria de las tetas, que siempre vienen y por eso suelen ser alarmantes, amenazadoras, casi bélicas (me acuerdo de las tetas de Afrodita, la novia de Mazinger Z, que se disparaban como dos misiles). Las tetas confrontan, el culo huye, es elegía de sí mismo, se va yendo como la vida misma y deja tristes a los hombres pensando qué cosa más linda, más llena de gracia aquella morena que viene y que pasa con dulce balance camino del mar.


Las argentinas tienen orto, las colombianas jopo, las brasileras bunda, las mexicanas bote, las peruanas tarro, las cubanas nevera o fambeco, las chilenas tienen poto. O mejor dicho, las chilenas no tienen poto, según mis amigos transandinos que se quejan de esa falta y quedan asombrados cuando viajan por Latinoamérica. Yo mismo casi me encadeno a la muralla del Baluarte de San Francisco, en el último Festival de Cartagena de Indias, para no tener que volver y poder seguir admirando el desfile incesante de cartageneras o barranquilleras cuyos culos altaneros merecían no este breve artículo sino un tratado enciclopédico o un poemario como el Canto General.


De las cosas que hacen las mujeres por su culo, la que más ternura me da es cuando lo acercan a la estufa para calentarlo. No lo pueden evitar. Pasan frente a una chimenea o un radiador y acercan el culo, lo empollan un rato. El culo es la parte más fría de una mujer. Siempre sorprende al tacto esa temperatura, el frescor del cachete en el primer encuentro con la mano.


Durante el abrazo, se puede llegar a los cachetes de dos maneras. Una es desde arriba, si la mujer tiene puesto un pantalón, pero es dificultoso y lo ajustado de la tela impide la maniobra y la palmada vital. La otra forma es desde abajo y eso es lo mejor, cuando se alcanza el culo levantando de a poco el vestido, por los muslos, y de pronto se llega a esas órbitas gemelas, esa abundancia a manos llenas. En ese instante se siente que las manos no fueron hechas para ninguna otra cosa más que palpar esa felicidad, para sentir con todos los músculos del cuerpo la blanda gravitación, el peso exacto de la redondez terrestre.


Se suele pensar que, en el sexo, la posición de perrito somete a la mujer. Pero hay que decir que abordar por detrás a una mujer de ancas poderosas puede ser todo lo contrario: es como acoplarse a una locomotora, como engancharse en la fuerza de la vida, hay que seguirla, no es fácil, uno queda subordinado a su energía, hay que trabajar, darle mucha bomba, carbón para la máquina. Es uno el que queda sometido a su gran expectativa, absorto, subyugado, vaciándose para siempre en la doble esfera viva de esa mantis religiosa.


Una vez vi un hombre de unos 45 años dando vueltas al parque, corriendo tras su personal trainer. Lo curioso es que era una personal-trainer, y las calzas azules de esta profesora de gimnasia evidenciaban que tenía un doctorado en glúteos. Como el burro tras la zanahoria, el hombre corría tras ella sin pensar en nada más que ese seguimiento personal. No me sorprendería que a la media hora hubiera un grupo de corredores trotando detrás, en caravana. La música de los culos es la del flautista de Hamelin. Los hombres, con su legión de ratones, van tras ella, hipnotizados.

Las mujeres saben aprovechar sus recursos. Yo trabajé en una empresa en el mismo piso que una arquitecta (de ahí el título) narigona (esas narigonas sexys) y con un 'tremendo fambeco'. Ella sabía que era su mejor ángulo y lo hacía valer, con unos pantalones ajustados que dejaban todo temblando. Era una de esas oficinas cuadradas, llenas de líneas rectas: el almanaque cuadriculado, la tabla rectangular del escritorio, la ventana, los estantes, las carpetas de archivos. Un lugar irrespirable de no ser por el culo de la arquitecta que a veces pasaba camino a tesorería o a la fotocopiadora. Su culo era lo único redondo en todo este edificio de oficinas. Lo único vivo yo creo. Nunca intenté nada (se decía que tenía un novio), pero en una época yo pensaba escribir una novela con los acoplamientos heroicos que imaginé con ella. Una novela que iba a titular, con un guiño a Greenaway, 'El culo de una arquitecta'.


No escribí ni dos líneas de esa novela, pero sí algunos poemas que ella nunca leyó. Me acuerdo que la veía antes de verla, la intuía en un ritmo particular que tenía el sonido de sus pasos, un peso, un roce de la cara interna de sus muslos de falsa mulata. Cuando aparecía en el rabillo de mi ojo, ya sabía plenamente que se trataba de ella. Y pasaba y todo se detenía un instante, el memo, el mail, la voz en el teléfono, todo se curvaba de pronto, no había más rectas, todo se ovalaba, se abombaba, y el corazón del oficinista medio quedaba bailando. No exagero.


Además era plena crisis del 2002. Todo se derrumbaba, caían los ministros, los presidentes, caía la economía, la moneda, la bolsa, caía el gran telón pintado del primer mundo, caía la moral, el ingreso per cápita, todo caía, salvo el culo de la arquitecta que parecía subir y subir, cada vez más vivaracho, más mordible, más esférico, más encabritado en su oscilación por los corredores, pasando en un meneo vanidoso que parecía ir diciendo no, mirame pero no, seguime pero no, dedicame poemas pero no. Ojalá ella llegue a leer esto algún día y se entere del bien que me hizo durante esos dos años con solo ser parte de mi día laborable pasando con tanta gracia frente al mono de mi hormona. Y ojalá se entere también que, cuando me echaron, lo único que lamenté fue dejar de verla desfilar por los pasillos, respingando el durazno gigante de su culo soñado.

Por Pedro Mairal.-
 
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Que bueno. Hace años trabajé un tiempo en una gestoria y solo recuerdo lo mal que pagaban y el culo de una tal Carmen ja ja ja
 
[h=3][FONT=Georgia, serif]Ensayo sobre las tetas [/FONT][FONT=Georgia, serif](anterior a..., "El culo de la Arquitecta")[/FONT][/h]Ahora que llega el calor y por toda la ciudad afloran las tetas con su vanguardia prometedora de un tiempo blando, vale quizá entregarse a esa curiosidad primaria que generan las tetas en la vida de los hombres. Primero están las tetas paradigmáticas, formativas. Las tetas alarmantes del cine o la TV. Depende la edad de cada uno. Para una generación fueron las tetas de la Loren en Bocaccio 70, o de Anita Ekberg en La Dolce Vita. Para otros habrán sido las tetas de la Cucinotta en Il postino, o las tetas ya más estilizadas y armónicas de Mónica Bellucci en Malena. El cine italiano siempre fue proveedor de grandes tetas mediterráneas.

Las tetas americanas en cambio siempre quedaron en un tercer plano, detrás de las explosiones y los autos chocadores. Estados Unidos no fue ni es un buen proveedor de tetas, a excepción de las tetas de Lynda Carter en La Mujer Maravilla que eran bastante notables, tetas atléticas, altivas, heroicas, increíblemente controladas por ese corset con estrellitas. Wonder Woman provocó en muchos las primeras inquietudes masculinas, el primer desasosiego, esa terrible sensación de falta que nos dejaba temblando ante la tele y el Nestquik, sin entender bien por qué. Pero en general, las tetas yankis suelen ser más silicónicas, como las de Pamela Anderson en Bay watch. O, si son naturales -como en el caso de la morena totémica Tyra Banks- ni tienen gracia ni son sexies. Tyra es tan poco sexy que en su programa invitó a un famoso cirujano plástico para probar, en vivo, que sus tetas son naturales. El cirujano se las palpó y le hizo una mamografía en directo, frente al público invitado. A Tyra, emocionada, se le entrecortó la voz explicando que hacía eso porque estaba harta de que dijeran que sus tetas no eran suyas.

A nivel nacional, todavía la Coca Sarli no ha sido desbancada de su puesto de diva exclusiva del fetichismo mamario, con una filmografía entera dedicada a sus tetas panorámicas, sus tetas como auspiciadas por la oficina nacional de turismo, porque asomaban en todos los lagos, las montañas, las cataratas del país, dándole una categoría geográfica a esas tetas exhibidas a la par de la exhuberancia del paisaje. Sus largas flotaciones en la hidrografía argentina no tienen y quizá no vuelvan a tener un parangón.

Después de las tetas virtuales y mediáticas, aparecen en la vida de uno las tetas reales, quizá todavía no palpables, pero sí visibles. Aquellas tetas que uno vio por primera vez desnudas, en persona, no se olvidan nunca más. Cuando estaba en segundo año del secundario, me llevé a marzo Lengua y literatura y tuve que tomar clases particulares de análisis sintáctico con una profesora que venía a casa. Se llamaba Teresa. Yo tenía quince años y ella no pasaba de los veinticinco. Era diciembre y hacía calor. Teresa venía a casa con unas musculosas sueltas, sin corpiño. Un día, sentados juntos, inclinados frente a las oraciones para analizar, le vi a través del escote las tetas, las puntas de las tetas, los pezones rosados. Sentí una alteración violenta, como si se me frenara toda la sangre de golpe y me empezara a fluir en la dirección opuesta. Ella se dio cuenta y se acomodó la musculosa sin preocuparse demasiado, dejando que volviera a pasar lo mismo varias veces. Tomé más clases, estudié mucho y di un muy buen examen. Nunca me olvidé de las estructuras sintácticas de Teresa. El relámpago clandestino de sus tetas veinteañeras le dio un erotismo a la materia que ningún profesor del colegio lograría infundir jamás.

La mirada de los hombres dobla. Cuando pasa una mujer con lindas tetas la mirada de los hombres se curva, busca, se inmiscuye a través de los pliegues, a través de los escotes o los botones mal cerrados, y adivina, sopesa, sentencia. Las mujeres modelan sus tetas como quieren. La ropa puede levantar las tetas, ocultarlas, ajustarlas, trasparentarlas, sugerirlas, agrandarlas. Es bueno conocer todos esos trucos, no tanto para no dejarse engañar, sino más bien para participar y entregarse al juego. Las tetas de los años cincuentas, por ejemplo, eran cónicas, eran parte de un torso sólido y apuntaban amenazantes; después, en los sesentas, las tetas desaparecieron un poco de escena en el hippismo de las pacifistas anti corpiño; en los ochentas empezó la fiebre de las siliconas; y ahora las tetas son como globos apretados y empujados hacia arriba por el famoso wonder bra. Hay que tener en cuenta que el wonder bra da forma, pero también rigidez. Y es una lástima porque no hay nada como ese temblor hipnótico que va a un ritmo aparte de los pasos de la mujer, como un contrarritmo, una síncopa propia de las tetas naturales en acción.

Las tetas tienen vida propia, eso es sabido; no son como el culo por ejemplo que se mueve dirigido por su dueño. Las tetas parecen difíciles de controlar. En ocasión de cabalgatas, escaleras y trotes para alcanzar el colectivo, pueden incluso ser graciosas, torpes y poco serias. Algunas mujeres sin embargo tienen la habilidad de dirigirlas. Nuestra deslumbrante Carla Conte, por ejemplo, sabe hacer un mínimo taconeo entusiasta, un rebote de afirmación, de plena simpatía, de aquí estoy, que le provoca un temblor hacia arriba que termina en una especie de vibración de trampolín a la altura de sus tetas plenipotenciarias de chica de barrio. Un movimiento que le ganó televidentes y que detiene el zapping. Dentro de los cambios evolutivos, que van del homo sapiens alhomo mediáticus, la función más importante de las tetas hoy en día ya no es la reproducción sino la capacidad para aumentar el rating.

Pero volviendo a las tetas reales de este lado de la pantalla, ¿cómo se accede a ellas, cómo se alcanzan y develan? Las mujeres tetonas tienen una habilidad desarrollada durante años para frenar las manos de los hombres-pulpo. El hombre-pulpo es el que no da abasto, el que ya tiene las dos manos agarrando cada cachete del culo y va por más, porque quiere además palpar simultáneamente la abundancia de las tetas y es como si les nacieran dos brazos suplementarios para alcanzar ese fin. Pero las mujeres tetonas tienen mucha destreza, saben interponer el codo y bloquear todo intento de avance. Hay que aprender que si una mujer detiene una mano no hay que insistir, sino intentar más adelante por otro lado, despacio, sin apurarse. Nunca jamás debe intentarse tocarle las tetas a una mujer antes de darle un beso, porque sería un fracaso (hay excepciones, hay abordajes muy acalorados por detrás que vienen con doble estrujamiento de tetas y beso en el cuello, pero no son muy frecuentes entre desconocidos). En general las tetas se exploran durante el beso, en lo más apasionado del beso. Una vez instalados en ese vértigo, se puede subir una mano por la espalda que explore debajo del elástico del broche del corpiño, pero sin desabrochar nada todavía, en una caricia que llegue a la nuca, que disimule un poco pero que a la vez diga ya estoy acá debajo de esta lycra tirante y no me voy a detener. Si la mujer accede tácitamente (porque nunca hay que preguntar ni pedir permiso) entonces ahí sí, se puede intentar desbrochar, desmantelar la delicada ingeniería del corpiño, desactivar esa tensión tan linda, lo elástico, lo tirante de las tetas sujetadas entre diseños de moños y florcitas. Y entonces llega la verdad, sin íntimos trucos textiles, la doble realidad pura y palpable. Entonces aparecen, asoman en estéreo, se despliegan las tetas en todas sus variantes como ejemplos de la biodiversidad. Tetas duras, nuevas, tetas derramadas, pesadas, tetas blandas, inabarcables, tetas sin caída, sin pliegue como cúpulas altas de pezones rosados, tetas apenas sobresalientes pero halladas finalmente por las manos, tetas enormes y llenas, tetas asimétricas, tetas breves pero puntiagudas de pezones duros, tetas lisas de aureolas enormes apenas dibujadas, tetas blancas, morenas, con marcas de bikini, tetas chiquitas y felices, tetas tímidas, esquivas, o desafiantes, orgullosas, guerreras. Todas lindas, dispuestas para el beso, la lengua, el mínimo mordisco, y provocando una sed desesperada cuanto más grandes, una actitud ridícula del hombre que de repente actúa como un cachorro ciego y hambriento y desbocado.

Y sin embargo esa sed no termina de saciarse. Hay algo misterioso en la atracción por las tetas. Porque, ¿qué se busca en las tetas? Las atracciones de la cintura para abajo tienen un objetivo siempre más claro y complementario, que termina consumándose sin demasiado equívoco. Pero en las tetas, ¿qué buscan los adultos? Que todo sea un simulacro de lactancia no cierra bien. Demasiado edípico y cantado eso de buscar repetir ese vínculo nutricio con la madre. ¿Y además las mujeres qué ofrecen cuando ofrecen sus tetas? Dicen que la existencia de las tetas tiene un propósito de atractivo sexual (además de su fin alimentario). Dicen que al estar erguidas las hembras humanas tuvieron que desarrollar una especie de reduplicación del culo en la parte de delante de su cuerpo para atraer a los machos. Ése es el fin que cumplirían esas dos esferas juntas a la altura de las costillas superiores: ser un señuelo similar a un culo llamativo. La explicación parece bastante ridícula y quizá por eso mismo –porque el cuerpo humano es bastante ridículo- sea cierta.

Las tetas son insoslayables. Imanes de los ojos. Las tetas invitan a la zambullida para pasarse un verano entre esos dos hemisferios. Son más fuertes que uno. Hay una fuerza hormonal y animal que supera todo intento represivo y civilizatorio por no mirar, por no quedar como un primate bizco de deseo. Mirar todo el tiempo a los ojos a una mujer con un buen escote es un difícil ejercicio de autocontrol, es casi imposible que los ojos no se nos resbalen a esas curvas, que no caigan y se entreguen con toda la mirada a la gravitación de la redondez de la tierra. Porque hay tetas que son insostenibles, y provocan incredulidad. Uno mira una vez y vuelve a mirar pensando ¿Vi bien?. Y sí, uno vio bien, y esa visión genera una inquietud, una insatisfacción total de la vida, uno quiere entrar en ese mundo blando y suave, uno se siente lejos de esas tetas, desamparado como un soldado en la trinchera.

El anoréxico gusto de la época propone un ideal de mujer flaca pero con grandes tetas, algo raro que se da sólo en casos prodigiosos. Por eso la superabundancia de tetas falsas en los medios, tetas que quedan estrábicas, desorientadas, y a veces un poco ortopédicas. Se exigen mujeres escuálidas que terminan poniéndose siliconas porque sin prótesis presentarían unas tetas apenas protuberantes, tetas de bailarina de ballet; una belleza sutil y sugerida que la tele parece no poder aceptar.

Una regla extraña pero frecuente hace que las tetonas sean chatas de culo, y las culonas sean chatas de arriba. Como si en la repartija hubiera que optar por una u otra opción. La mujer latinoamericana suele ser más dotada de grupas que de globos. La mujer promedio brasilera, por ejemplo, con su mezcla afro-tupí, suele tener unas poderosas pompas brunas y ser bastante chata de tetas. En cambio las mujeres europeas, nórdicas, suelen presentar - como escuché decir una vez en un canal de cable- un volumen mamario importante. Las alemanas teutonas, las suecas, las valquirias escandinavas, son mujeres con toda la vida por delante. Avanzan heroicas con grandes tetas redondas, doradas, divergentes. En Francia se hace más un culto a las tetas que al culo, y sin embargo las francesas -con excepciones normandas que cortan el aliento como la impresionante Laetitia Casta- suelen ser magras, escasas y finas.

Quizá las tetas no sean indispensables, pero dan alegría. Por suerte, las argentinas, gracias al encuentro de las sangres nativas y la inmigración mediterránea, suelen tener medidas armónicas, lo que quiere decir que están bien de todos lados. Y si nos llegara a tocar enamorarnos de una mujer sin tetas, habrá que apechugar, quererla, y echar de vez en cuando unas pispeadas nomás, disimulando. Hay que tener cuidado. Un amigo tuvo un lapsus que precipitó su separación. Su novia, que era muy chata y celosa, se cansó de pescarlo mirando escotes por la calle y le vaticinó: Vos un día me vas a dejar por una tetona. Y él, queriendo arreglarla le contestó: Sin vos estaría perdido, amor, sos mi tabla de salvación.

Pedro Mairal

 
Un Amigo se fue a Miami en viaje de trabajo.

Su novia Marta necesitaba unos anteojos porque era medio miope..., encontrando la ocasión perfecta para comprarle unos, entró en una óptica. Después de cotizar varios modelos, se decidió por unos y se los compró...

La vendedora se los envolvió, pagó la cuenta pero... al marcharse, en lugar de tomar el paquete con las gafas, tomó otro muy parecido que había al lado..

El paquete contenía unos CALZONES que una clienta de la óptica acababa de comprarse en otra tienda de ropa íntima.
Mi amigo, NO se dio cuenta de la equivocación y fue directamente a la oficina de correo para enviar el paquete a su novia, junto con una carta.
A los pocos días, la madre de la chica encuentra a Marta desmayada con la carta al lado que decía:

Querida Martita:

Espero que te guste el regalo que te envío, sobre todo por la mucha falta que te hacen, ya que llevas mucho tiempo llevando los mismos y éstas son cosas que se deben cambiar con frecuencia .
Espero haber acertado con el modelo y especialmente el tamaño.
La vendedora me dijo que eran de última moda, de hecho me enseñó los suyos y eran iguales.

Para comprobar si se sentían bien, los cogí y me los puse también allí mismo. No sabes como se rió la vendedora, porque me quedaban muy graciosos.
Aún sin poder decidirme, le pedí ayuda a una chica que estaba allí. Ella me los pidió para ponérselos, se quitó los suyos y se los puso para que yo pudiera ver como le quedaban.
La verdad es que a esta chica le lucían menos que a la vendedora, ya que todo su abundante pelo se le salía por los lados.
Finalmente me decidí y te los compré..., póntelos y se los enseñas a tus padres, hermanos y..... en fin, a todo el mundo, a ver qué dicen.
Al principio te sentirás rara... acostumbrada a ir con los viejos, bueno... últimamente ni los llevabas....
Verifica que te queden bien, porque pequeños te van a dejar una marca cuando te los quites y grandes, se te pueden caer cuando camines.

Me han aconsejado que los limpies a menudo, porque sucios no lucen igual. También me recomendaron que tengas cuidado con los roces porque se acaban estropeando.
Llévalos con cuidado y sobre todo, no vayas a dejarlos por ahí... no vaya a ser que se te pierdan como te pasó con los negros que tenías puestos cuando nos conocimos, ya que tú tienes la mala costumbre de quitártelos en cualquier parte....
En fin, para que te voy a decir más..., la verdad es que estoy deseando vértelos puestos...

Creo que este es el mejor regalo que podía hacerte...


Un beso,
TE QUIERE , Lucho, tu amoroso novio....
 
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