- Fegiz ane uego.
- Raimundo, ¿!cómo que feliz año nuevo?! Si estamos en Agosto.
- ¡Fegiz ane uego!
- Que ya te he dicho que estamos en Agosto, tontín.
- ¡¡Fegiz ane uego!!
- Espera un momento que te ponga la dentadura, porque no te entiendo.
- ¡¡Felisa, me muero!!
- Vodafone dígame.
- Llamo porque dice mi hijo que el router está estropeado.
- Póngase delante.
- Ya estoy.
- ¿Tiene luces?
- Muy listo no es, pero le queremos igual.
—¿Cómo vamos a ser una buena pareja si siempre me tratas como a un niño?
—¿Me dejas subir ahí arriba y lo hablamos?
—Sabes que no se permiten chicas en la casa del árbol.
- Doctor, doctor, ¡¡mi mujer tiene tres pechos!!
- ¡¿Cómo es eso?! Y usted quiere que le quite uno, claro.
- ¡No, que va! ¡Lo que quiero es que me ponga otra mano!
Dos amigas conversando:
- Pues ahora tengo que tener mucho cuidado con quedarme embarazada.
- ¡Pero si tu marido se ha hecho la vasectomía!
- Pues por eso...
—Dice usted que sabe de música clásica.
—Soy un experto.
—¿Qué puede decirnos de Vivaldi?
—Que era italiano.
—Ya le llamaremos.
—¿Griego?
—Cierre al salir.
—Croata.
- Mamá, me voy con mis amigas al cine.
- Te quitas la minifalda o no vas.
- ¿Por qué Mamá?
- Porque es muy corta.
- ¿Y qué pasa?
- ¡¡Que se te ven los huevos, Miguel!!
A dos campesinos les regalaron un cerdo a cada uno, pero no sabían como diferenciarlos.
Uno dice
ya sé, córtale una pata a uno y el que no tenga pata es mío y el otro es tuyo.
Por la noche, los cerdos se pelean y se quedan los dos con tres patas solamente, entonces el otro campesino dijo:
¡Córtale una oreja a uno y ese es mío, el que tenga dos orejas es tuyo.
De nuevo en la noche se pelean los cerdos y se quedan los dos sin una oreja.
Córtale la cola a uno y ese será mío.
Pero de noche se vuelven a pelear y se quedan sin cola, de pronto uno tiene una gran idea:
¡Ya sé!, el blanco es tuyo y el negro mío.
Estaba un tipo haciendo fila para comprar un pasaje de avión. Como era la primera vez que lo hacía, y no estaba seguro qué decir, se acercó a la chica que estaba delante de él, para escuchar lo que pedía.
La chica dijo:
-Deme un pasaje para Florida, sólo ida.
Entonces, al llegar su turno le dice:
-Deme un pasaje para Nueva York, sólo York.
Un hombre le dice al doctor:
- Doctor, doctor, tengo problemas. Tengo un testículo de hierro y el otro de madera.
Y el doctor le pregunta:
- ¿Y tiene hijos?
A lo que el hombre contesta:
- Sí, Robocop y Pinocho...
Al final de la jornada dos mendigos extranjeros que se encuentran.
–¿Y tú cuánto has sacado hoy?
– Pues cinco euros
– ¿Y qué has puesto en el cartel?
– Viudo, en el paro con cinco hijos
– ¿Y tú cuánto has sacado?
– Yo dos mil euros!!
– No fastidies! ¿Y qué has puesto?
– Me faltan 10 euros para volver a mi país.
Este sitio utiliza cookies para ayudar a personalizar el contenido, adaptar tu experiencia y mantenerte conectado si te has registrado.
Para continuar utilizando este sitio, debe aceptarse nuestro uso de cookies.