Re: En Galicia en enero vamos al fin del mundo (II
Si os parece bien, y para que Jimbo no diga que solo pensamos en andar en moto y comer, podemos hacer una visita al museo de la pesca recién inaugurado:
Museo da Pesca no Castelo de Fisterra
Acaba de ser inaugurado o Museo da Pesca, situado no Castelo de San Carlos en Fisterra, e que forma parte dun proxecto da Confraría de Fisterra que vai mais alá do mero museo para integrar a nova lonxa e o porto como elementos de atracción turística. Este proxecto, financiado pola Consellería de Pesca, busca revalorizar a identidade dos mariñeiros e aumentar a súa autoestima, ao patrimonializar a cultura pesqueira no contexto onde se produce, tendo aos pescadores ou as súas organizacións como axentes creadores e receptores da mesma, en palabras da Conselleira.
O horario de apertura é de 10:00 a 13:30h e de 16:00 a 19:00h, pechando os luns.
Ademáis da importancia que teñen iniciativas como esta, hai que felicitarse pola recuperación do Castelo de San Carlos. Esta é unha fortificación do século XVIII, que cumpleu un importante papel no tempo das guerras napoleonicas.
Como exemplo desa importancia a seguido podedes ler un documento relativo a un combate no castelo o 3 de agosto de 1797 no que participou uns dos irmáns Gago de Mendoza, que trancribimos do libro Navegantes, corsarios y piratas : Rias baixas 1780-1850, de Alberto Fortes.
Don Diego de 0'Reilly, Teniente del Regimiento de Infantería de Vitoria, y actual Comandante del castillo y ría de Finisterre, certifico que el día tres de la fecha se venía acercando a toda prisa a este puerto un barco, y habiéndole reconocido las centinelas, y preguntándole qué barco, y donde venía, le respondió que era un corsario español que venía de la mar acosado de dos fragatas y una balandra destinadas de una escuadra inglesa de quince velas que se hallan cruzando sobre este cabo, esto sería como cosa de la una de la mañana; inmediatamente tomé las precauciones que me parecieron más oportunas, dando las disposiciones necesarias para su defensa de dicho castillo y más puestos, a las seis de la mañana entró otro barco con bandera francesa que se conoció ser corsario de la propia nación que venía perseguido por dichas embarcaciones; a poco rato aparecieron entrando en esta ría un navío, una fragata y un quechemarín, los cuales se dirigían a este puerto con bandera española, conociendo el engaño mandé romper el fuego de artillería, al mismo tiempo observé que los enemigos querían desembarcar a la derecha de este castillo, que para este fin traía hasta el número de doscientos hombres el quechemarín, que venía acercándose a la tierra a toda prisa, dispuse se dirigiese el fuego a aquella parte, y viendo les ofendía, desistieron de su intento, mareando en la otra vuelta así a los otros compañeros que se hallaban en frente de este dicho castillo de mi cargo, tiraron dos cañonazos por señales a lo cual respondió el navío con la bandera inglesa en el tope; a todo esto, el capitán del corsario Don Juan Antonio Gago de Mendoza, conociendo el intento de los enemigos varó el corsario en esta playa, con la proa a la mar, para con los cañones de proa hacer su defensa, dejando parte de su gente a su bordo para hacer el fuego, y él con los demás tomando sus armas subió a toda prisa con su gente, ofreciéndose voluntariamente, asistiendo en cuanto se les ha mandado, poniéndose al mayor riesgo, como buen soldado, hasta que al fin tuve el gusto que la buena dirección del fuego cruzaba las balas a los enemigos y los hizo abandonar su proyecto, arribando en popa salieron con la más precipitación con toda fuerza de vela, igualmente no duda que el dicho capitán con su gente, si se hubiera empeñado la acción, harían honor a la bandera española, y por ser verdad, de pedimento de dicho capitán doy la presente certificación estando en esta plaza de Finibusterra a nueve de agosto de mil setecientos noventa y siete. Diego 0'Reilly.
(Archivo de Marina. Sección Corso y Presas. Signatura 5216)
Castelo de San Carlos
Mediados do S. XVIII
Este edificio, de forma irregular para adaptarse ao terreno rochoso sobre o que está asentado, ten o seu inicio baixo a dirección dos enxeñeiros Demaur e Exaccha.
Foi construído a mediados do S. XVIII (1757) dentro dun plan defensivo da ría de Corcubión xunto co Castelo do Príncipe, en Ameixenda (Cee) e o do Cardenal, en Corcubión, sen embargo, naquela época só se levou a cabo o reformulamento xeral do castelo, a explanación do solar, a cimentación sobre rocha a base de pedra e barro e un tramo de muralla.
Non se rematou ata 10 anos despois por Real Orden de Carlos III.
Tras o incendio e destrucción que lle sobreveu no asalto francés a Fisterra durante a Guerra da Independencia, contaba con tres frontes e unha nave interior coa dependencia do oficial, o cuartel e o polvorín. Posteriormente reformouse a nave central. Foi restaurado recentemente.