Ayer estuve en l'Albufera, bueno, realmente en El Saler y mi intención era tomar un café después de una comida tardía. No me llevé el dinero, así que... me quedé sin el café.
La verdad es que aveces ir en moto nos reserva sensaciones que quedándonos en casa no tendremos, y merecen la pena, al menos, vivirlas en alguna ocasión.
Se trata de experiencias estéticas difícilmante explicables a quien no las ha tenido.
Hoy igualmente he ido hasta Calicanto a ver a mi madre y me veía a mi mismo como el protagonista de esos videos de BMW en los que la moto realiza trazadas perfectas y todo va como la seda. Es la cara amable de tener una moto.
[highlight] Quizá no sea un comentario esperado en el rudo entorno motero pero, es lo que hay.
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