De regreso a casa como lo hicimos ese 7 de Julio del 2013.... Aquel día conocí en Atienza a un anciano peculiar del que, por extraños motivos, guardo un especial cariño, Abelardo, ¿Os acordáis?.
Seguro que muchos de vosotros leísteis la breve crónica que escribí nada más llegar a casa, hace más de dos años ya. Se llegó a hablar hasta de organizar una ruta para charlar con este singular personaje. Pues bien, hoy ha sido el día elegido. Mi artillera y yo hemos salido con un solo propósito, encontrar a Abelardo!!
¡Que especial es el camino hacia Atienza, amigos!...pasando por localidades como Cogolludo, Hita, Jadraque, nos metemos de lleno en el románico español. La moto rueda hacia adelante , pero el tiempo parece que retrocede por momentos y empiezan a surgir pequeñas iglesias, fortalezas, castillos roqueros. La carretera es entretenida y la moto devora kilómetros sin darnos cuenta.
La artillera me indica una salida hacia el embalse de Palmices
_¿Lo visitamos?
_ Venga pues....
Me desvío ligeramente y a pocos kilómetros me encuentro con un sitio recóndito, tranquilo, vacío....un par de pescadores y dos kayaks. ¡Que paz! y a escasos 80 kms de Madrid.
Paro la moto y estiramos las piernas. Pasa una gesita blanca...como retumba ese monocilindro y que buenos recuerdos me trae.
Media vuelta y continúo la ruta, quiero llegar antes de la hora de la comida.
Atienza....como impone su castillo!! Las casas se guarecen en la falda de la montaña a su amparo. Nos preguntamos; ¿Vivirá aún nuestro amigo?
Aparco al lado del arco de Arrebatacapas, igual que hice antaño y lugar de nuestro primer encuentro. La moto ha cambiado y nosotros quizás también. El corazón me palpita rápido;
_¿Le ves?
_ No, no le veo...preguntemos a ese paisano que está sentado.
Y así pues, un vecino de Abelardo nos dice que está vivo, que ya no baja tanto, que se queda en casa.
Su casa, ¿Como olvidarla? Nos dirigimos hacia allí. Vamos mirando, a nuestro alrededor por si descansara en algún poyete, pero no lo vemos y nos plantamos casi sin quererlo en el dintel de su casona antigua.
El portón entreabierto...¿Abelardo?, ¿Hola?...¿Hay alguien?
Atravesamos el zaguán de entrada, otro portón de madera enjuta y subimos unas escalinata, mitad madera ,mitad piedra. Al fondo, otra puerta ya más pequeña con un pequeño timbre.
El corazón me late a mil....¿Estará solo como nos comentó hace dos años?. ¿Se acordará de nosotros?, ¿Nos querrá abrir?....mientra me preguntaba todo eso, la puerta se abre y aparece una mujer rubia de aspecto ruso o ucraniano y con decisión, le cuento en breves y escuetas frases el porqué de nuestra presencia allí, en su casa.
Nos deja pasar y nos dice; Aquí lo tenéis....va a comer.
Allí estaba, en una habitación de altos techos y paredes robustas, dispuesto a comer unas pocas fabes, una chuletita de pierna de cordero y un poco de lechuga.
_ Abelardo, ¿Se acuerda usted de nosotros?
_ Eres el que me ha comprado la moto, verdad?
_No, no...hace dos años pasábamos por aquí y.....
Le volví a contar un poco de nuestro encuentro pero no se acordaba...se había caído y estaba casi sin poder moverse. Había engordado y estaba bastante desmejorado y desanimado.
Ya no se podía valer por si mismo y una mujer le atendía. Decía que ya no valía para nada, que sus 92 años eran ya muchos ,...me entristeció el alma, amigos!! Le di ánimos, los que pude...
Me dijo, que había vendido la MV Augusta por mil euros y que cuidara lo que tengo (mirando a mi pareja). Me dijo que si me enfado con ella, me de una vuelta...y regrese al rato.
No quisimos entretenerlo más en la hora de su comida, así que le pedí que si podía estrechar su mano. Me la dio...un apretón fuerte y un cuídese mucho Abelardo, fueron mis palabras de despedida.
Nos fuimos...me sentía bien, no se como explicarlo....como el que ha hecho una buena acción, como el que visita a un familiar en una residencia de ancianos...algo por el estilo.
La vuelta fue callada....soy muy hablador, pero no tenía demasiadas ganas de hablar con mi artillera. Pensaba en ese hombre, en lo que hubo sido...un agricultor de Atienza con una vida muy dura.
Quizás no vuelva a verte querido amigo, pero te aseguro que te recordaré!! Y si en otra ocasión mi moto pone rumbo a tu casa, volveré a preguntar por ti.
No lo dudes....
http://www.bmwmotos.com/foro/mensajes-moteros/450315-un-maravilloso-encuentro.html
Seguro que muchos de vosotros leísteis la breve crónica que escribí nada más llegar a casa, hace más de dos años ya. Se llegó a hablar hasta de organizar una ruta para charlar con este singular personaje. Pues bien, hoy ha sido el día elegido. Mi artillera y yo hemos salido con un solo propósito, encontrar a Abelardo!!
¡Que especial es el camino hacia Atienza, amigos!...pasando por localidades como Cogolludo, Hita, Jadraque, nos metemos de lleno en el románico español. La moto rueda hacia adelante , pero el tiempo parece que retrocede por momentos y empiezan a surgir pequeñas iglesias, fortalezas, castillos roqueros. La carretera es entretenida y la moto devora kilómetros sin darnos cuenta.
La artillera me indica una salida hacia el embalse de Palmices
_¿Lo visitamos?
_ Venga pues....
Me desvío ligeramente y a pocos kilómetros me encuentro con un sitio recóndito, tranquilo, vacío....un par de pescadores y dos kayaks. ¡Que paz! y a escasos 80 kms de Madrid.
Paro la moto y estiramos las piernas. Pasa una gesita blanca...como retumba ese monocilindro y que buenos recuerdos me trae.
Media vuelta y continúo la ruta, quiero llegar antes de la hora de la comida.
Atienza....como impone su castillo!! Las casas se guarecen en la falda de la montaña a su amparo. Nos preguntamos; ¿Vivirá aún nuestro amigo?
Aparco al lado del arco de Arrebatacapas, igual que hice antaño y lugar de nuestro primer encuentro. La moto ha cambiado y nosotros quizás también. El corazón me palpita rápido;
_¿Le ves?
_ No, no le veo...preguntemos a ese paisano que está sentado.
Y así pues, un vecino de Abelardo nos dice que está vivo, que ya no baja tanto, que se queda en casa.
Su casa, ¿Como olvidarla? Nos dirigimos hacia allí. Vamos mirando, a nuestro alrededor por si descansara en algún poyete, pero no lo vemos y nos plantamos casi sin quererlo en el dintel de su casona antigua.
El portón entreabierto...¿Abelardo?, ¿Hola?...¿Hay alguien?
Atravesamos el zaguán de entrada, otro portón de madera enjuta y subimos unas escalinata, mitad madera ,mitad piedra. Al fondo, otra puerta ya más pequeña con un pequeño timbre.
El corazón me late a mil....¿Estará solo como nos comentó hace dos años?. ¿Se acordará de nosotros?, ¿Nos querrá abrir?....mientra me preguntaba todo eso, la puerta se abre y aparece una mujer rubia de aspecto ruso o ucraniano y con decisión, le cuento en breves y escuetas frases el porqué de nuestra presencia allí, en su casa.
Nos deja pasar y nos dice; Aquí lo tenéis....va a comer.
Allí estaba, en una habitación de altos techos y paredes robustas, dispuesto a comer unas pocas fabes, una chuletita de pierna de cordero y un poco de lechuga.
_ Abelardo, ¿Se acuerda usted de nosotros?
_ Eres el que me ha comprado la moto, verdad?
_No, no...hace dos años pasábamos por aquí y.....
Le volví a contar un poco de nuestro encuentro pero no se acordaba...se había caído y estaba casi sin poder moverse. Había engordado y estaba bastante desmejorado y desanimado.
Ya no se podía valer por si mismo y una mujer le atendía. Decía que ya no valía para nada, que sus 92 años eran ya muchos ,...me entristeció el alma, amigos!! Le di ánimos, los que pude...
Me dijo, que había vendido la MV Augusta por mil euros y que cuidara lo que tengo (mirando a mi pareja). Me dijo que si me enfado con ella, me de una vuelta...y regrese al rato.
No quisimos entretenerlo más en la hora de su comida, así que le pedí que si podía estrechar su mano. Me la dio...un apretón fuerte y un cuídese mucho Abelardo, fueron mis palabras de despedida.
Nos fuimos...me sentía bien, no se como explicarlo....como el que ha hecho una buena acción, como el que visita a un familiar en una residencia de ancianos...algo por el estilo.
La vuelta fue callada....soy muy hablador, pero no tenía demasiadas ganas de hablar con mi artillera. Pensaba en ese hombre, en lo que hubo sido...un agricultor de Atienza con una vida muy dura.
Quizás no vuelva a verte querido amigo, pero te aseguro que te recordaré!! Y si en otra ocasión mi moto pone rumbo a tu casa, volveré a preguntar por ti.
No lo dudes....
http://www.bmwmotos.com/foro/mensajes-moteros/450315-un-maravilloso-encuentro.html