Este maldito confinamiento me está haciendo tirar de recuerdos en moto, así que estoy viendo fotos y vídeos de lo mis inicios en moto. Recuerdo fotos de Yamaha Special de cuando era mensajero, recuerdo la Moto Morini Excalibur 501 que no dejaba indiferente a nadie, La Yamaha Virago, etc. Pero cuando veía una Harley (en Sevilla ver una Harley en los años 80 no era nada fácil) era ver la quinta esencia de la motocicleta.
Está claro que Easy Rider me hizo mucho daño, lo reconozco. Y que mi GS1200 supera en prestaciones a cualquier Harley con creces. PERO desde el 2014 que vendí mi Sportster, ninguna moto me ha dejado tanta huella. Me arrepiento cada día que pasa de haberla vendido.
Siempre que veo una moto customizada se dibuja una sonrisa en mi cara. En 2017 fui al Motor Bike Expo de Verona, en 2018 fui al Custombike de Alemania y tengo que reconocer que siempre me repetía lo mismo "Algún día volveré al Custom".
Una vez que pase esta maldita pesadilla y podamos volver todos a la normalidad, pondré en venta mi querida R 1200 GS del 2010 y compraré una Sportster de 1200 cc para hacerme una Chopper a mi gusto. Teniendo en cuenta que tendré que homologar la instalación de algunas piezas, claro está. Será como una vuelta a los orígenes y
cambiaré prestaciones por sensaciones.
Espero que esteis todos bien y os deseo mucha salud, que ahora mismo es lo que más falta hace.
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