Una vez más salimos temprano para empezar a hacer kilómetros. Por la noche llovió muchísimo y había varios pueblos inundados. Cuando salimos vimos que el cielo estaba muy oscuro y que era probable que nos mojáramos en la ruta. Cuando empezó a gotear decidimos parar de una vez a ponernos las capas (trajes de agua) por si las moscas.

Hicimos muchos kilómetros una vez más entre sembradíos de girasol y zonas medio inundadas. Muchas rectas, ya la verdad algo cansados de lo mismo sólo motivados por llegar a Asunción, cruzar una nueva frontera y agregar una banderita a las maletas de la moto.
Llegamos a la frontera, parando solamente a poner gasolina e iniciamos los trámites. Hubo un problema con mi pasaporte porque yo entré a Argentina con mi RUT y al no poder sellar mi pasaporte con la salida de Argentina, en Paraguay no me podían poner el sello de entrada. Un formalismo. Bueno, luego de unos minutos con el jefe de migración, me sellaron el pasaporte y listo. Luego algo parecido en aduanas, donde un llenado de un papel duró unos 15-20minutos y 3 personas para hacerlo, pero en general con buena onda. Mucho calor ya algo cansados… bueno, al fin la foto ansiada.

Una más, que cuesta mucho conseguirlas

Yo estaba muy contento, solo nos faltaban como 30km para llegar a Asunción y ya teníamos reserva así que en teoría iba a ser fácil. MJ ya venía bastante cansada y al igual que yo algo aburrida de tantos kilómetros y con un paisaje tan monótono. No digo que sea feo, pero escénicamente no es la mejor de las rutas.
Entramos a Asunción en medio de un completo y perfecto caos… mil carros, todos a su aire, nos pasaban al lado, las calles en mal estado, mal señalizado… uff nada bueno para un día con tantos kilómetros en la espalda y aún sin recuperar del día anterior. Y encima a 30C!
Cruzamos el Puente que cruza el río Paraguay (no hay que pagar peaje en ese sentido, solo de vuelta) y lo mismo, más caos.
Al final, logramos llegar al hostal, un día antes de lo previsto y no hubo problemas en cambiar la reserva.
Llovió toda la noche, salimos a comer a una parrillada que nos habían recomendado y luego a dormir. Justo esa noche MJ empezó a sentirse un poco mal, tuvo fiebre y le empezó una pequeña molestia en las manos, como una alergia que pensamos que era de calor y el sudor del viaje y de los últimos kilómetros más tensos.
Al día siguiente descansamos de la moto y ella de nosotros. Fuimos a dar una vuelta por la ciudad y a encontrarnos con un amigo que había conocido en España.
Unas fotos de Asunción
Otra vez había fecha FIFA

La ribera del río

La verdad es que la ciudad no nos gustó mucho. Es bastante desordenada y de muchos contrastes. Para poder llegar al río se debe pasar por una zona bastante afectada por la pobreza y se pueden ver policías en cada esquina solo para asegurar el paso de un lado a otro. Luego de pasar esa zona el malecón está como nuevo, desierto y no corresponde con nada más del paisaje y eso resulta algo extraño.
La avenida principal es algo estrecha y no la encontramos muy entretenida la verdad. Es solo nuestra opinión personal. Eso sí, la gente es muy agradable, muy amable siempre y eso se siente desde que llegas a la ciudad.
En el hostal conocimos varia gente de Francia, Colombia, USA y Paraguay. Al final decidimos acompañar a un grupo de huéspedes que iban al estadio a ver el partido Paraguay-Bolivia. Buenísimo!

Luego unas birritas y algo de comida local

Caminamos al hostal todos juntos conversando y fue una bonita experiencia con gente pura vida. El organizador de todo fue Guillermo, el dueño del hostal Nomada en Iturbe 1156, muy bien ubicado por cierto.
Guillermo y su novia Patricia nos atendieron súper bien, compartimos unas birritas y MJ un teneré ese día por la noche. 100% recomendado. Puedo decir que es el mejor hostal en el que me he quedado.
Kenko, yo le comenté que quizás pasabas por ahí, así que ahí te queda el dato

Al día siguiente amaneció lloviendo así que salimos un poco más tarde pero sin una gota de lluvia.
Al fin, entraríamos en Brasil.