V.uelta E.spaña.
2º Día. Montblanc – Tremp.
Tras descansar lo necesario en un hotel donde nos permiten guardar las motos en un jardín interior nos ponemos en marcha, siempre con la ilusión de continuar nuestra hazaña. Amanecemos radiantes y veo que ya no esta la moto de Pto.Lumbreras, no se como ha podido sacarla solo, por mitad del pedregal que decoraba el suelo del patio interior del hotel. Pero si veo a Markos que esta equipando su moto, junto a la mía.
Como mi proceso de preparación es mas costoso por tener que atar el saco, meter las bolsas en las maletas, y que tampoco soy yo, primo de Spiri Gonzalez. A la vez que equipaba mi moto, veo a Markos, pasarse las manos por todo el cuerpo, como si tuviera un deseo matinal irrefrenable, a esto que le oigo decir, que no encuentra la llave de la moto, ahora entendiendo mejor la situación, y le pregunto, “si tiene a mano la de repuesto”. Y me responde, “que el no viaja con ninguna llave de repuesto de la moto”. Y pienso, “hombre esto esta bien, para no llevar mucho peso”, pero como no encuentre la única llave, estamos apañaos. Decide subir a la habitación y vuelve con malas noticias, abre las maletas y hurga en el equipaje, descubriendo la llave, que se encontraba dentro de una de las prendas de ayer. Bueno, esto pinta mejor, podemos viajar.
Antonio, (Pto L.) no se donde esta, pero como buen madrugador, (creo que le dieron el premio al 1º de la oficina en Chm), debe de andar por ahí fuera, supongo que la emoción de estar cumpliendo su sueño, le hace aun estar mas ansioso.
Nosotros dos, nos disponemos a sacar las motos del pedregal ayudándonos entre los dos. Cuando terminamos de sacarlas del peligro, aparece Pto. que viene de repostar y dar una rule por el pueblo, asi que nos hará de guía por la ciudad.
En esto que tras devolver los mandos del garaje y llaves de habitación, repostamos y damos una vuelta al pueblo, visitando en primer lugar una muralla, de piedra. Parece que no eran mas originales que los del sur haciendo murallas en esa epoca, pero bueno. Seguimos por un par de calles, y en una conocimos a una señora saliendo de un callejón, que quería ver como quedaba Pto. Lumbreras encima del capo de su coche, pero él, no la dejo, el motero era mas chulo que el “primer mosquito”, y con un movimiento audaz de su cadera y toque de manillar zigzaguea su moto salvando la situacion.
Asi pasamos junto a la zona medieval, donde banderas, lanzas y catapultas se exhibían a merced de los turistas, pocos a eas horas, si quitamos a los 3 moteros. En la mini visita paramos a ver el monumento al Diablo de Montblanc, que se compone de un monolito de mármol, del que salen unos cuernos. Me dio la impresión que lo pillo la inquisición y lo emparedaron ahi. Pobre Diablo.
Aquí termino esta rápida visita, y nos vamos a desayunar son las 9:00 y las pizzas de anoche dejaron hace tiempo de hacer efecto en nuestros cuerpos. Y allí que vemos un bar típico de barrio, tan típico, que supongo su dueño lo abrió halla por los años 70, recordandome a los que veíamos en las películas de Alfredo Landa, Lopez Vazquez, y Ozores, por aquel Torremolinos. Y como ya el cuerpo pide repostar, nos metemos a repropiarnos. Lo primero es invadir una mesa y sillas con todas las capas que nos quitamos los moteros, cascos, bolsas deposito, chaquetas, chalecos foro, gps, guantes, y tras la 1ª invasión, hay que invadir otra mesa y la barra. Y eso hacemos, nos sentamos y viendo que no viene nadie, a preguntar, vamos Antonio y yo, a la barra. El lugar era grande, tenia cerca de 15 mesas para tomar café, era un café a la antigua usanza, de estos que tan importante es el San Pancracio con cinco duros en un dedo como la tira de decimos de loteria enfrente de la caja registradora. Vemos que a varias personas del barrio en la barra, tomando su café para ir a trabajar, y en las mesas 2 o 3 abuelos desayunando, todo muy normal.
En esto que nos acercamos a la barra, y vemos que quien nos atiende, es un Chino de 30 años, que había hecho un curso aceleradísimo de Español. Tanto que creo, lo hizo montado en la moto de Lee Alex rumbo a Teruel, o ese no era este chaval, no lo se, pero este nos hablo con dificultad.
En esto, que le pedimos 2 cafes con leche, y prueba superada, luego un te con leche, y buenoooo, conseguimos que lo pille, y ahora toca pedir el solido, y en esto que le digo yo, ¿tienes tostadas?, la cara del tio auguraba el resultado, respondiendome el chaval, ¿bikini?, como que ¿bikini?, no, un sándwich no, digo; “que si tienes pan tostado” tostadas normales. Y parece acercarse al concepto con una sonrisa. Esto mismo, en el entorno de bar tipico de barrio, era ya para ir se risa al baño, pero el oriental, queriendo dar con la tecla, insiste diciendo ¿pan igual a bikini? y digo, bueno parecido, solo pan, con tomate y aceite. El chaval parece haber pillado la idea, preguntando ¿cuantos?, digo que 2, para Markos y para mi, a esto le consulto a Antonio, tu tambien quieres, y tras haber presenciado la petición de las tostadas, me mira con cara socarrona y le dice al chino señalando una vitrina de bollería industrial frente a nosotros, “no, yo solo quiero una mariconada de estas”. De aquí aprendí, que el chino lo que entendió a la primera fue lo de “mariconada”, echándose a reír, sin dudarlo.
Bueno pues creyendo que hemos superado la prueba nos sentamos en la 2ª mesa invadida y mientras comentamos lo bien que lo estamos pasando, llegan las tostadas de tomate y aceite, (al buen rato). La pinta no era ni mala, pero tampoco la mejor, pero Markos y yo nos tiramos como un motero a un surtidor de gasoil. Y en esto que el pan no estaba tostado, sino que el aceite que le había puesto era un puro 100% de girasol. Vamossss, ahora si que me voy al aseo al pipi. Pto. le dio tanta envidia de no tener tostada que las probo, pero no repitió. ¿Por qué?. Yo sabia que faltaba tiempo, para volver a comer asi que puse empeño en tomarme el bikini de tomate, pero era difícil por lo soso que estaba y pido un salero, allá que giro el salero y sale por los agujeros una avalancha de nieve, pero de sal. Así que ya podía esquiar encima de mi bikini. Toma ya. Antes de partir bebimos mucho agua, pues me haría falta para equilibrar la hipermineralizacion.
Salimos de aquel café-bar, contando con una anécdota mas, gracias al chino que entendía solo “mariconada”. Nos pusimos todos los cirios y a la busqueda del amigo MontaRaz, con el que hemos quedado sobre las 10:30 en una salida de la autovia que indica hacia “Bruc”.
Para no perder tiempo buscando la dirección de Barcelona, le marcamos al GPS, que la ruta era Barcelona por Igualada, para que encontrara, rápidamente por donde había que salir de Montblanc, ahí que seguimos sus indicaciones y notamos que la dirección debe ser la opuesta, pero no le queremos discutir, el aparato parece que sabe lo que hace, nos vuelve a llevar al centro de la población, “pensando que de allí saldría la mejor opción” y allí vuelve a girar adentrándose por calles en el mismísimo centro de la población, el resultado no puede ser mejor, al cabo de 4 giros y 3 calles estábamos pasando con las 3 motos por mitad de una gran calle peatonal, flanqueada por tiendas de franquicias de ropa, cosmética y que se yo mas, ante la mirada algo rara de sus ciudadanos. Y yo miraba el bicho electrónico este y decía que íbamos muy bien. Yo comencé a reírme en el interior de mi casco, pues sin ver bien por los espejos la cara de Antonio, sabia con seguridad, qué estaba pensando, y a mas tiendas, mas risa me daba. Finalmente esta calle termino dándonos paso a un estrecho puente, que nos ofrecía la escapatoria final tras cruzarlo. Y asi fue, aquí nos vimos que estábamos saliendo a unos 100 metros del Bar Chino donde se desayuno. Cosas de la técnica.
Buscando primero Igualada, por una nacional, veo por el espejo que Pto se aleja, dejo de acelerar para ver mejor y que se acerque, aprecio que sus 4 intermitentes estan encendidos, y pienso en negativo. Ya tenemos una averia, ya veras, busco un ancho en el camino para apartarnos y tras acercarse ellos lentamente compruebo que Antonio esta probando a hablar por telefono y pilotar a la vez, pues su casco permite recibir las llamadas. Pero parece que las dos cosas son complicadas, de ahí que prefiera parar, bueno yo paro mi moto, no me gusta que se caliente sin necesidad, aparte de la temperatura que alcanza el tipo de bombilla que uso. Al parecer son cosas de oficina, nuevamente volvemos a la carretera, rumbo autovia de Barcelona, para salirnos en la citada salida. Una vez que tomamos el carril de deceleración de la autovia, vemos la silueta de un caballero negro, junto a un negro rocín, carente de maletas, cúpulas ni cristos. Un caballo pelado, pero no por ello feo. Asi las motos se fueron acercando confirmando que se trataba de MontaRaz, pues reconoci su chaqueta Dainese, esa que adquirio tras su caida hace un año que le obligo a renovar casi todo su equipo, incluida la bonita R850R negra. Sin bajarme de la moto, estreche su mano, pues no puedo olvidar que es un orgullo que alguien, gaste un día de sus vacaciones, para guiarte por lo mejor de su zona, en este, nuestro viaje, por la geografía española. Al parar, se lo presento a Markos, y Antonio Pto. Lumb. le vuelve a saludar ahora ya, en su territorio.
Tras hacer unas fotos mientras ellos analizan la ruta que MontaRaz ha ideado para nuestro disfrute, nos ponemos en marcha. Yo he de decir, que ni me había mirado la ruta, pero es que conozco a este motero, y se que el éxito tenia garantía. Por ello montamos en la moto iniciándonos por el lateral de una montaña mas o menos con vegetación, no me suelo fijar en las indicaciones de direccion, acostumbrado a seguir a DDmotard y asi, unas curvas mas y al poco, la montaña va regalando un hueco en su costado dejando que el hombre y la tecnica, cree una carretera de asfalto negro y adherente, con vistas a nuestra izquierda, del vacío que provoca la continuidad de tal relieve, pero que su mayor esplendor se logra cuando miramos a nuestra derecha, y alzando la mirada hasta donde nos permite el casco y las curvas, admirando unas torres negras de rocas pulidas carentes de aristas rocosas, tan solo picos lisos y romos que recuerdan a la mismisima Sagrada Familia. Al espectáculo, lo acompaña una brisa matinal que junto a la sombra que nos da la misma montaña hacen un inicio de paseo de lo mas grato y emocionante.
El día comienza muy bien (quitando las tostadas), la emoción del viaje en sus primeros dias, la compañía de los dos murcianos, y ahora la de MontaRaz, quien nos ha llevado a un paisaje que si bien visite en mi niñez no recordaba la Montaña de Montserrat, tan espectacular. El ritmo de Jose (MontaRaz), se adapta perfectamente al grupo, y yo prefiero estar a la cola dejando que sean mis compañeros quienes den a Jose datos del ritmo justo para rodar, y así sucede. Seguimos descendiendo pasando por la misma entrada del Monasterio donde esta “La Moreneta”. A continuación, vamos buscando la zona del Pirineo Catalan, por una carretera de pinares, donde podia ver que Antonio (Pto.Lumbreras) no se sentia atraido por dar la vuelta como en ediciones anteriores, sino que disfrutaba ahora se no tenernos que guiar.
Dicha carretera nos llevara hasta Noia lugar donde finalmente comeremos, pero antes de llegar, un alto en el camino para eliminar alguna prenda de abrigo, pues la temperatura ha subido y aunque poblado de arboles, estos no llegan a tapar los rayos de sol, pero todo llegara. Seguimos un poco mas, y comenzamos una bajada con curvas mas anchas y limpias de mejor visibilidad que en el pinar. Observo el paisaje y la carretera, recordandome una de las rutas que hacemos por alli con los Almerienses y Murcianos cuando vamos a comer a Bacares, carretera en bajada, vacio a nuestra derecha y acompañados de vegetación hasta llegar a Noia.
Aquí paramos, las dos R850R se aparcan en plena calle a pleno sol y vemos como Antonio, (Pto) y Markos75, se introducen en un pequeño aparcamiento que parece tiene sombra. Asi con las 4 motos divididas a pares, nos sentamos a ver que comemos.
El restaurante tiene una terraza en una esquina, de donde se ven todas las motos, y una sombra adecuada para comer bien, así que decidimos comer fuera, iniciamos a mirar la carta y …. volvemos al tema de los idiomas, sin animo de ofender. Por ello que tenga que ser Jose, quien nos traduzca un poco, creo que había hablado con la señora de las pizzas de anoche, recordándole que cogiera las gafas.
Bien pues después de descubrir como le llaman a las ensaladas y algún ingrediente mas, pedimos la comida. Un solo plato, que eran generosos y finalmente como no, “donde fueres haz lo que vieres” dice el refrán, y en cuanto el camarero dijo, “crema catalana” no tardamos todos en saltar. Lastima que un postre semejante no pueda transportarse en un saco de moto o en la maleta, para traeros algo realmente bueno. Exquisita, nada de lo que nos ponen por aquí.
Un café y a la moto, que sigue lo bueno pero mas intenso.
Nos encontramos cerca de la franja pirenaica, hemos buscado por sierra el extremo mas Nordeste de la ruta y comenzamos a adentrarnos por una carretera de excelente asfalto aunque estrecha que surca por un mar vegetal, vamos ascendiendo curvas y curvas aun con ángulos aceptables, la vegetación se va haciendo cada kilometro mas variada en cuanto a variedad de arboles, pudiendo ver especies inexistentes ni en nuestras mas pobladas montañas. Las señales de carretera advirtiendo del peligro de ciervos en la calzada nos van dando pistas de donde estamos. A todo esto pasando por un pequeño pueblo muy cuidado en cuanto a vegetación, jardines y casas, leo “Balneario de Font Vella”, y digo, anda pero si es el del agua ligera, y … sí, es ligera, que ha llegado antes que nosotros. Un discreto y chiquito local, pero muy bonito al menos en su exterior.
Salimos del lugar continuando el mismo tipo de carretera, me llama la atención que hay viveros junto a cada pueblito con infinidad de especies de arboles desconocidas, pero es normal los jardines de cada casa son espectaculares, con mucho gusto por parte de sus propietarios.
Aquí ya nos hemos olvidado del sol, vemos los rayos ocasionalmente, pero vamos metidos en una sombra constante que rara vez deja 100 metros de sol, a la vez que la respiración se hace mas grata, quizá por la humedad.
La carretera sigue siendo estrecha sin línea divisoria, pero no hay ningún vehiculo, nadie, al parecer todos están en las poblaciones y no se trasladan, pues así mejor. De tal forma que los 4 seguimos disfrutando de la ruta. Yo me he puesto el ultimo del grupo, me precede Pto y en cabeza de los murcianos va Markos, y de liebre claro, MontaRaz.
Al poco observo, que solo existe un color quitando el del oscuro asfalto, el color verde, la vegetación no deja ni ver la tierra donde nace, helechos, pinos, abetos, y Dios sabe cuantas variedades de plantas nos regalan un tramo de mas de 15 tonalidades de verdes. No puedo parar, me acuerdo de que llevo una buena cámara de fotos, pero no puedo permitirme quedarme allí, sin nadie a quien preguntar y rodeado de tanta vegetación. Creo que por allí rodaron la escena de “Jumanji” en donde una planta carnívora gigante se come un coche de policía. Asi que mejor no tentar la suerte con mi moto.
La carretera continua sorprendiendonos con curvas de casi 200 grados, pero no de temperatura que era agradable y ayudaba a disfrutar de lo que estabamos presenciando. Alguna curva estaba formada por trozos de montaña que entraban en la misma carretera, haciendo las veces de chican, para que aprendieramos mas a como hay que pilotar, la adherencia es extrema no hay peligro incluso con algunas hojas sueltas que pisabas irremediablemente.
No se que hora es, pero la escasa luz del sol que dejan pasar los arboles nos hace sentir que es mas tarde. Cierto, al cabo de una hora mas aparecemos en un pueblo con una gasolinera muy moderna, que ponia que la gasolina era mas barata y que la filtraban con microfiltros de particulas, toma ya. Ahora van a ver estos, como va mi moto con gasolina, microfiltrada y microbarata.
Aquí escucho a Markos, el siguiente comentario “vaya carretera, por mitad de la selva” y asi era, una selva. Todos descansamos un poco los culos y muñecas, a la sombra de un surtidor, la empleada que cobraba, encerrada en una caseta blindada, sonreía al escuchar nuestro acento murciano, lo mismo era de Ricote.
Bien de nuevo a las motos, un tramo mas, Jose parece sentirse cada vez mas a gusto con los murcianos, eso es que como no nos conoce, se va integrando, será por eso. Bromas aparte nos metemos en carretera ahora, ruta abierta a pleno sol, pero buscando nuevamente montaña, una vegetación baja, mas de matorral, pastos y flores sobre todo amarillas, por donde se llega a un bar regentado por un motero de pro, pero, ese bar cierra los martes, y por eso estaba cerrado el lunes, cosas que pasan también en Cataluña. Así que tras compartir con la pareja de Mozos de Escuadra que vigilaban ese paso de carretera con sus Rts seguimos ruta hacia no se donde.
Mi compañeros están encantados, puedo verlo, siguen a Jose a un ritmo frenético pero muy seguros, Markos le marca el paso a MontaRaz perfectamente y Antonio imita la lección de técnicas de conducción que ven en el de la R grande, esto para mi es también un espectáculo, me gusta pilotar y hacerlo bien, todo lo que se pueda mejorar nuestro pilotaje, reduce los riesgos que corremos en la carretera. Por ello, el curso de pilotaje entre curvas mas amplias de montaña con luz de sol sobre nosotros, se ve mejorado por la aparición de excrementos de vaca en ciertos puntos de la trazada, pero aquí estamos nosotros, con un ritmo perfecto marcado por el guia, vamos haciendo kilómetros sin notarlo, aquí yo digo de hacer unas fotos, parando en un anchuron donde volvemos a descansar. No pasa nadie, el sol tibio ayuda a disfrutar de las vista de altura, sentados en un guardarrail, comentando lo vivido en ese día. A esto que apreciamos que en esta zona, hay una reserva muy especial indicada por unos carteles donde se lee “Reserva de Caça”. Yo no pregunte mas.
Aquí era obligado hacernos una foto de grupo, pero con unas risas por mi tonteo con el autodisparador de la camara y a montar en moto otra vez.
La tarde empieza a caer, el sol quiere asomar frente a nosotros al salir de alguna curva, algo que corriges con la pantalla de sol, excepto el amigo Markos que no lleva tal mejora en su casco ni gafas de sol, y pilota de igual manera a ojo descubierto. ¿Quiza tenga ese doble parpado de los caimanes que le hacen ver bajo agua, pero en un tono Ray Ban?. En esto que a pocos kilómetros, leo dos carteles indicativos, “Masella” y “La Molina”, y me da un vuelco el corazón. Estoy a un paso de las dos pistas de esquí donde aprendí a lanzarme como un loco con tablas, y ahora el mismo loco, pasa al lado, lanzao sobre ruedas. Pues si, el dia no podia traerme mas sensaciones, era completo, paisaje y compañía. De aquí en adelante, la ruta marco un picado descenso por curvas (como no) llevándonos a La Seu Dúrgel, donde nos despedirá Jose. Eran las 8 de la tarde cuando paramos en una rotonda y tras informarnos, vimos que estaba a 190 kms de su casa, total (dije yo), 1 hora de moto. Allí nos despedimos dándole mil gracias, y nos dice que siendo hora de buscar donde dormir, tenemos hostales y hoteles por doquier en los siguientes 5 kilómetros.
Pues bueno, allí se quedaron nuevamente los 3 moteros de la mano de Dios, del dios de los mapas, los gps y las preguntas en carretera, volvíamos a la realidad. Y por ello nos pusimos a buscar hotel, colocándose, Pto. L. a la cabeza marcos me deja en mitad para seguir mi rastro y enfilamos rumbo a …… pero pasamos la zona de hostales sin darnos cuenta y nos encontramos siguiendo la carretera que penetra por una bonita garganta de mas de 100 metros de altura, junto a un rio. Aquí el espectáculo ¿no termina nunca? y asi nos vamos metiendo mas en el paisaje sin pensar en la hora, llegando a un pueblo 20 kmtros mas allá (Coll de Nargo), al paso de la carretera donde tan solo hay un hostal. Antonio entra a preguntar y le dicen que 35€, pero nos parece abusivo para la calidad de la instalación, y ahí que decidimos seguir apoyándonos un poco en el gps, Por ello que haciéndole caso continuamos por una carretera de menos nivel que nos depara una puesta de sol preciosa, curvas anchas y unas vistas de vicio. Pto Lumbreras hace unas fotos, y yo le hago otras, de nuevo casco guantes y a correr, pues el sol empieza a bajar, intentando terminar nuestro día.
La idea es llegar a la siguiente población pues la carretera no da signos de haber antes nada, circulamos por mitad de una sierra con vistas a la misma puesta de sol que compartimos con el descenso por una “cola de dragón” por si queríamos alguna curva. Todo es perfecto, la temperatura vuelve a ser agradable, y llegamos a Isona, donde paramos y preguntamos a una señora, por un sitio para dormir. La mujer dice que siendo triste decirlo, allí no hay donde dormir, que hay que seguir hacia Tremp. La luz del día esta en las ultimas y Tremp dice el gps que esta a 20 kilómetros, pero no hay otra salida. Embrague, primera y para allá. A la salida de este pueblo entendimos el comentario de la mujer, había un hostal abandonado y habitado por maleza en su exterior, recordándome una conocida canción que habla de un hotel de carretera llamado “California”.
Y seguimos hacia Tremp a donde llegamos lanzados a no perder tiempo en buscar hotel, hostal, pensión o chavola. De esta forma paramos las motos en lo que creemos una zona mas céntrica, sin ser Tremp “la gran manzana”, y viendo en el Gps que hay un hotel llamado Siglo XX, decidimos dividirnos, Antonio ha visto un cartel que dice “Habitaciones”, yo veo a la derecha uno que dice “Allegrete” y marcos va en busca del Siglo XX, cada cual a preguntar precios. Como una película de Austin Powers mas que de James Bond, sincronizamos nuestros …… ¿relojes?, para vernos 5 minutos después junto a las motos.
Pto Lumbreras vuelve con la mejor de las ofertas y es que ni se atreve a entrar al ver la apariencia de la entrada al local, Markos dice que nos cobran 100 € y a mi me dan el precio de 22€ por persona en individual. Así que esta claro, al “Allegrete”.
El “hotel” no dispone de parking, ni que lo digas, así que dejamos las motos en la acera junto a su fachada, entramos para inscribirnos y es cuando Antonio, quiere pagar con la tarjeta, diciéndole la chica de la recepción que no le puede cobrar con tarjeta porque, porque nos está haciendo “una oferta por ser moteros” además de ser las 11 de la noche y ella es la ultima recepcionista del día, y si le podemos pagar con dinero. Esto nos suena a raro. El aspecto de la recepción no es que fuera muy actual, Los años habían pasado por allí, sin dejar ningún mobiliario nuevo, y al parecer tampoco lo creyeron preciso. Una entrada con unos sillones mas propios de “Cuéntame como paso”, que me animaron a esto, a contároslo.
Así nos da las tres llaves y nos explica que el bar que hay junto al hotel pertenece también a ellos. Además de que dejemos las llaves por la mañana, en las habitaciones pues ella no llega hasta las 9:30, parece ser que no es la ultima recepcionista, si se fue a las 23:00 y abre a las 9:30 es que es la única. Bueno pues cogemos las maletas y llamamos al ascensor donde cabemos los tres, mientras subíamos en aquel aparato en total silencio, tanta calma auguraba algo, y justo al llegar, cuando la puerta inicia lentamente su apertura lateral, oímos a Antonio que dice, “bienvenidos, a la casa del Terror”. Las risas surgieron sin dudar, entre cansancio, tensión y alegría por tener donde dormir. Esperemos que no tenga que ver el Allegret con el tal California.
Entramos a las habitaciones y como se esperaba, estaban formadas por una cama de cabecero antiguo, colcha de raso verde, y una silla. Un aparato (supongo) de aire acondicionado reina en una pared, pero creo perteneció a Carlos V, en su paso por Tremp. La ducha preferí no usarla, a veces hay que hacer estrategia de riesgos, y si hablamos del colchón, pues que decir, que con 500 kmtros en el lomo me hubiera dormido encima del somier. Descanse media hora intentando conectar con el foro de bmwmotos.com sin conseguirlo, parece ser que Carlos V no trajo el Internet móvil aquí, así que bajo a cenar con los compañeros.
El comedor comunicaba por una puertecica con el hotel, y al entrar en el veo sentados a Antonio y Markos, esperando, al poco vemos llegar una chica con acento de los Balcanes, a la que le pedimos un plato combinado, por que en eso no fallas, después me informan de que lo regenta su hermano. Cenamos medio normal, el hambre es sabia, pero solos, pues ni había nadie en el comedor, ni nos cruzamos a nadie en el hotel California, perdón, Allegret. Nada mas terminar nos fuimos a dormir, mañana nos esperaba otro duro trayecto hasta “Hondarribia”, en el Pais Vasco pasando por Formigal.
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