Hace algunos años se prohibió, la manía de prohibir, un concurso de lanzamiento de enanos en una discoteca de no sé donde. Los enanos protestaron, a ellos les parecía bien, pero no les hicieron caso, su dignidad como personas estaba por encima de ellos mismos.
En esto, lo mismo, no es una cuestión de que a unos les guste prohibir y a otros les guste ser muy liberales. Se trata de que hay quien ve en esta carrera una pura temeridad de la que deben ser alejados sus propios participantes y hay quien no lo ve así. La discusión es esa, no la otra.
Mi postura es de absoluto rechazo a esta carrera, para mi no tiene nada de piloto el que pasa a medio metro de la esquina de una casa a trescientos por hora, más bien le falta un tornillo. Y así, cuatro muertos por año. Eso no es montar en moto, se trata de ver quien está más loco.
Y yo he corrido carreras urbanas, entre balas de paja, carreras legales e ilegales y de todo. Hace ya de esto muchos años.
