Transportando a la descendecia.
Siempre atento, un gran gavial macho, de al menos 4 metros de largo, proporciona un soporte sólido para su numerosa descendencia. Es la temporada de reproducción en el Santuario Nacional de Chambal en Uttar Pradesh, en el norte de la India y este reptil, generalmente tímido, ahora irradia confianza. Aunque la especie podría haber superado alguna vez los 20.000 individuos repartidos por el sur de Asia, sus poblaciones experimentaron durante el siglo pasado una disminución drástica. La especie se encuentra ahora en peligro crítico de extinción y se estima que tan solo quedan 650 adultos en libertad, de los cuales 500 viven en el santuario. Están amenazados principalmente por las represas, los desvíos de ríos y la extracción de arena de las riberas donde anidan, así como por el agotamiento de las poblaciones de peces y las redes de pesca en las que quedan atrapados. Un macho se apareará con siete o más hembras, las cuales anidan muy juntas, y cuyas crías se agruparán en una sola guardería. Para no molestar a los gaviales, el fotógrafo pasó muchos días mirando tranquilamente desde la orilla del río. Su imagen resume a la vez la ternura de un padre protector y su actitud de "no te metas con los míos".
Foto: Dhiritiman Mukherjee.
Siempre atento, un gran gavial macho, de al menos 4 metros de largo, proporciona un soporte sólido para su numerosa descendencia. Es la temporada de reproducción en el Santuario Nacional de Chambal en Uttar Pradesh, en el norte de la India y este reptil, generalmente tímido, ahora irradia confianza. Aunque la especie podría haber superado alguna vez los 20.000 individuos repartidos por el sur de Asia, sus poblaciones experimentaron durante el siglo pasado una disminución drástica. La especie se encuentra ahora en peligro crítico de extinción y se estima que tan solo quedan 650 adultos en libertad, de los cuales 500 viven en el santuario. Están amenazados principalmente por las represas, los desvíos de ríos y la extracción de arena de las riberas donde anidan, así como por el agotamiento de las poblaciones de peces y las redes de pesca en las que quedan atrapados. Un macho se apareará con siete o más hembras, las cuales anidan muy juntas, y cuyas crías se agruparán en una sola guardería. Para no molestar a los gaviales, el fotógrafo pasó muchos días mirando tranquilamente desde la orilla del río. Su imagen resume a la vez la ternura de un padre protector y su actitud de "no te metas con los míos".
Foto: Dhiritiman Mukherjee.