Quizá se hayan juntado dos cosas, cantidad excesiva de líquido de frenos, y posterior avería de un latiguillo. O quizá el problema sea sólo de ese latiguillo.
- Caso 1: Exceso de líquido de frenos.
Recordad que, cuando se cambia el líquido de frenos por tiempo y no se cambian las pastillas, hay que reponer exactamente la misma cantidad de líquido que había en el bote de reserva, y nunca añadir hasta el máximo.
La explicación es sencilla: según se gastan las pastillas, los pistones salen cada vez más, y el nivel del aceite en el bote de reserva baja. Pero, salvo averías por fugas, ese aceite DOT 4 no se consume, no se pierde. No baja porque se gaste, baja porque se va a otra parte.
Cuando se ponen pastillas nuevas se vuelven a retraer los pistones, y estos empujan el líquido de frenos de nuevo hacia el bote de reserva. Si se ha añadido hasta el máximo con las pastillas viejas, ahora con las nuevas el nivel será excesivo. Si ese aceite no tiene a donde ir se generará presión en los conductos, la rueda puede quedar frenada, pudiendo provocar desgastes, averías, o accidentes.
- Caso 2: Latiguillos hechos mierda.
Si los latiguillos son muy viejos es probable que por dentro estén hechos polvo, y se hayan atascado con su propio forro de goma, impidiendo el retorno de fluido hidráulico. Eso podría dejar la rueda más frenada de la cuenta, y que vaya presión hacia la mordaza, lo que endurecería la maneta. La cosa suele terminar con algún latiguillo reventando por alguna parte.
A mi R850RT del 98 le sucedió exactamente eso. Dado que no había los originales, compré un kit de latiguillos metálicos de Galfer y hasta hoy.
Si los latiguillos son viejos, en plan "más de 15 años", mi recomendación es que los cambies todos sin pensártelo dos veces. Al fin y al cabo son los frenos de la moto.