Pingu
Curveando
todos estamos ya tristemente acostumbrados a recibir spam todos los días. Es como vaciar el buzón de casa con las ofertas del chino, de la pizzería, del fontanero, de la bocatería de la esquina, del carrefú y del mediamarkt. Bueno, no tan igual. A mí me llega de todo. Desde viagras y tamiflús sin receta hasta programas a precios claramente sospechosos. Trabajos altamente remunerados de una gran compañía por unas pocas horas a la semana -cadenas de blanqueo de dinero de mafias-, y últimamente chicas del este que buscan una relación seria y que con la misma foto se llaman Erika o similares según el remitente que te escriba su carta de amor traducida con Google. A saber qué se esconde también detrás de esas cartas, aunque supongo que nada bueno tampoco. Ayer mismo recibí un correo que parecía un currículum. Era de un fotógrafo que contaba una historia sobre el arte de la fotografía ofreciendo sus servicios. Yo uso habitualmente servicios de fotografía publicitaria, así que pensé que sería alguna oferta. Como diseñador gráfico no es la primera vez que recibo currículums por mail, pero en éste había algo rancio y lo leí entero. Respaldándose en la crisis ofrecía también colecciones de fotografía erótica tradicional y también gay, maduros, animales y niños. Ahí saltaron mis alarmas y he decidido denunciarle. Tiene una web y un correo electrónico. Creo que tengo que hacerlo y ya me he puesto a averiguar cómo hacerlo.
El caso es que de todos los delitos o propuestas delictivas que me llegan por email en forma de spam -a cientos cada semana entre las cuentas que tengo- es la primera vez que me decido a denunciar. Es como si los demás delitos fueran light y éste fuera gordísimo. No sé si nuestra tolerancia al delito discrimina a los gordos de los menos gordos o si por ignorancia o por no profundizar no quisiéramos saber si las chicas rusas fueron secuestradas por mafias de trata de mujeres, si el dinero que cobraría por apenas trabajo y que tan lucrativo parece no vaya a ser dinero proveniente de la droga, la extorsión o vaya usted a saber qué oscuros orígenes. Es como si los pirateos de programas o las medicinas falsas o distribuidas por otro canal para no pagar impuestos ni precisar recetas ya fueran un problema tan sencillo como borrarlos de la bandeja de entrada. ¿estamos acostumbrados ya? alguien denuncia todo ésto? Hombre, está claro que no voy a ponerme a hacer cientos de denuncias a la semana, pero coño, qué barbaridad de delitos se mueven impunemente en la red!!!
El caso es que de todos los delitos o propuestas delictivas que me llegan por email en forma de spam -a cientos cada semana entre las cuentas que tengo- es la primera vez que me decido a denunciar. Es como si los demás delitos fueran light y éste fuera gordísimo. No sé si nuestra tolerancia al delito discrimina a los gordos de los menos gordos o si por ignorancia o por no profundizar no quisiéramos saber si las chicas rusas fueron secuestradas por mafias de trata de mujeres, si el dinero que cobraría por apenas trabajo y que tan lucrativo parece no vaya a ser dinero proveniente de la droga, la extorsión o vaya usted a saber qué oscuros orígenes. Es como si los pirateos de programas o las medicinas falsas o distribuidas por otro canal para no pagar impuestos ni precisar recetas ya fueran un problema tan sencillo como borrarlos de la bandeja de entrada. ¿estamos acostumbrados ya? alguien denuncia todo ésto? Hombre, está claro que no voy a ponerme a hacer cientos de denuncias a la semana, pero coño, qué barbaridad de delitos se mueven impunemente en la red!!!