ovejanegra
Curveando
Viene experiencia de vida motera. El que avisa no es traidor y si uno no está de humor, mejor saltar a otro post más corto.
Todo empezó una mañana soleada en la cola de la ITV. Allí estaba yo con la Z900 de mi hijo para pasar la inspección por primera vez desde que sacamos la máquina del concesionario en 2020. Tres colas de siete u ocho vehículos, tedio, cada puñado de minutos arrastrando la moto para avanzar. Y cuando faltaban dos coches para llegar por fin a la casilla de inspección y ya no sabía donde mirar o qué hacer, veo un reflejo raro en la llanta delantera de la moto... ¿un abollón?? No, no puede ser, estará sucia. Me acerco y efectivamente: la llanta delantera lucía una abolladura considerable. ¡Y yo no había notado nada!
Rompiendo mi regla de no tocar la moto de mi hijo, le había hecho la revisión de los 24.000 km por primera vez. Y estaba contento porque tras la experiencia con la mía (la misma moto con otro disfraz), la revisión me resultó fácil y placentera (aceite y filtro, filtro de aire, filtro de combustible, limpieza y engrase generales). Todo bien, la moto sonando finísima y alegre. Solo detecté un problema preocupante y conocido: los discos delanteros se habían alabeado ligeramente y la moto vibraba al frenar. Lo mismo que en mi moto, que solucioné gratis un poco fuera de garantía por gentileza de mi concesionario (un diez). Pero la Z900 ya hacía dos años del fin de la garantía. Me iba a tocar pasar por caja.
Preocupado, llamé a mi hijo desde la cola y le pregunté si le había dado un llantazo a la moto recientemente. Entonces me recordó que me había contado cómo una noche se había subido a la acera en una rotonda sin querer y sin caerse, por un descuido. Y era cierto, me lo contó. No se me ocurrió revisar la moto al ver que estaba entero, que no se había caído y todo había quedado en un susto. Cosas que pasan.
El tema era qué iba a pasar en la ITV. Pensé que si veían la abolladura me tiraban para atrás seguro. Estuve calculando cómo poner la moto para que el destrozo quedara tapado por la horquilla. Cuánto tenía que avanzar para hacerlo. Finalmente, me di por vencido y pensé que fuera lo que el destino quisiera. Y la moto pasó la ITV sin defectos. Y eso que llevaba una trasera recortada. Eso sí, le puse los espejos de serie y quité los de puño. En fin, aquello me alegró el día. Un obstáculo superado hasta 2026.
Y ahora empezaba lo serio: tenía que arreglar la llanta y tenía que cambiar discos de freno. Calculando y cambiando todo de origen, estábamos hablando de unos 2.000 € o cerca. Eso es una barbaridad y por supuesto enseguida lo descarté. Agradecí entonces haberme licenciado este año en "mecánica pastelera". Eso me daba ciertos recursos y un "saber hacer" que me mantenían más tranquilo.
Para la llanta se me ocurrían dos opciones: obtener una de despiece o repararla. Últimamente wallapop es como mi casa, me ha sacado de algún apuro y también he obtenido algún dinerillo. Y allí estaban: encontré enseguida llantas de despiece por unos 550 €... con la ventaja de que venían completas y con discos de freno. Enseguida me vine arriba y pensé que por ese dinero podía solucionar los dos problemas. Pero coincidió que tuve una mala experiencia de compra en la web cuando me enviaron unos escapes para la T100 abollados sin advertírmelo y tuve que gestionar una devolución que me costó unos días y una discusión con el vendedor (un puto jeta). Y entonces me entraron dudas. ¿Qué pasaba si la llanta tenía defectos? ¿y si los discos estaban mal? (problema congénito de Kawasaki)... y también: ¿de donde procedían las motos? ¿embargos? o peor... un poco delicado. En el último momento, descarté las piezas usadas.
Me puse a investigar para reparar la llanta. En este foro encontré una empresa de Lleida, "reparatusllantas.com", que aseguraba que podían reparar cualquier llanta de aleación de coche o moto. Me tiré a la piscina, llamé, y Jose, un chico muy correcto me informó perfectamente del proceso y las condiciones. Debía desnudar la llanta totalmente (incluso rodamientos) y ellos pasaban a recogerla, me hacían presupuesto en caso de poder repararse, y si lo aceptaba, la reparaban y la devolvían al lugar de recogida. Para no complicarme y hacerlo bien, hablé con mi taller de cabecera. He desmontado rodamientos, pero solo una vez y no sabía si tenía el utillaje correcto para la Z. No tengo herramientas para desmontar y equilibrar neumáticos. Total, que en mi taller conocido aceptaron dejar la llanta limpia. El proceso total fue largo porque los de Lleida me dijeron una semana / diez días para reparar. Tardaron nueve días y el presupuesto fue de 170 € + IVA. Me pareció asumible. Me pintaban la llanta entera.
Al cabo de quince días entre que me informé y encargué el trabajo, tenía la llanta de vuelta reparada en mi taller de confianza. Empezamos entonces con los discos. Ellos me ofrecieron unos Galfer por 430 € y unos NG por 550 €. No me convencieron sobre todo porque los Galfer no estarían hasta mediados de enero por Fiestas. Les pedí que me montaran la llanta y ya hablaríamos. Se portaron muy bien, me montaron los discos viejos lijando bien los excesos de pintura, midieron el alabeo que era considerable pero que pudieron disminuir forzando un poco los discos flotantes. Me enseñaron vídeos. Me cobraron 100 € por todo el trabajo y me pareció correcto. Son buenos y los precios normales. Un taller recomendable. Los conozco desde hace muchos años.
Y entonces comenzó mi turno. Después de varios años, tengo tres proveedores habituales en internet fruto de varias comparativas con excel en decenas de compras. Siempre que necesito algo, lo busco en uno de estos tres proveedores: uno es amazon. A veces es sorprendente lo que encuentras y los precios. Nunca dejo de mirar cuando necesito algo. No siempre es el más barato, pero hay que mirar por si acaso. Los otros dos son Dosspa y MMG Racing. Según mi experiencia, raro es encontrar algo más barato que en el mejor de estos tres. No siempre el mismo es el más económico. Pero el mejor de los tres en cada caso es prácticamente imbatible, y muy importante: los tres son de confianza. Esta vez lo tuve fácil: encontré en Dosspa unos discos EBC made in England por 346 € puestos en casa. Llamé para confirmar stock y los tuve de un día para otro. En amazon encontré mucho material chino un poco más barato, pero no era plan. Es la moto de mi vástago.
Finalmente, hoy he acabado de montarlo todo. Pastillas nuevas EBC HH (he dejado Brembo), rueda reparada y pintada con discos nuevos también EBC, todo instalado con mucho amor, grasas, limpiezas y cuidados (manual de taller, dinamométrica hasta las cejas). Todo ha ido bien y no me ha sobrado ninguna pieza. He salido a probar la moto a fondo y... ¡qué diferencia!. Ahora me doy cuenta de lo mal que iban los frenos. Creo que va mejor que nueva. Frenada perfecta, dosificable, suave, cero vibraciones. La llanta va fina sin vicios ni ruidos ni tampoco vibraciones a alta velocidad. Me queda rodar algo más las pastillas y los discos y ya puestos, voy a hacerle freno trasero que está tan viejo como el delantero porque nunca se ha cambiado.
Toda la broma desde que pasé la ITV me ha salido por 712 € incluyendo desinstalación, reparación e instalación de la llanta y cambio de los discos y pastillas de freno, todo marca EBC. Me he gastado 100 € más que si hubiera comprado una llanta y discos usados, pero más de 1.000 € menos que si lo hubiera puesto todo de origen en taller. Y tengo discos nuevos. Considero que he salido más o menos entero de esta. Podría haber sido mucho peor.
Y he cerrado esta historia que me tenía un poco en vilo. Nunca sabes como puedes acabar cuando una de las niñas te pone en un aprieto de este tipo, sin comerlo ni beberlo.
Gracias por leer hasta aquí. Tiene su mérito.
Todo empezó una mañana soleada en la cola de la ITV. Allí estaba yo con la Z900 de mi hijo para pasar la inspección por primera vez desde que sacamos la máquina del concesionario en 2020. Tres colas de siete u ocho vehículos, tedio, cada puñado de minutos arrastrando la moto para avanzar. Y cuando faltaban dos coches para llegar por fin a la casilla de inspección y ya no sabía donde mirar o qué hacer, veo un reflejo raro en la llanta delantera de la moto... ¿un abollón?? No, no puede ser, estará sucia. Me acerco y efectivamente: la llanta delantera lucía una abolladura considerable. ¡Y yo no había notado nada!
Rompiendo mi regla de no tocar la moto de mi hijo, le había hecho la revisión de los 24.000 km por primera vez. Y estaba contento porque tras la experiencia con la mía (la misma moto con otro disfraz), la revisión me resultó fácil y placentera (aceite y filtro, filtro de aire, filtro de combustible, limpieza y engrase generales). Todo bien, la moto sonando finísima y alegre. Solo detecté un problema preocupante y conocido: los discos delanteros se habían alabeado ligeramente y la moto vibraba al frenar. Lo mismo que en mi moto, que solucioné gratis un poco fuera de garantía por gentileza de mi concesionario (un diez). Pero la Z900 ya hacía dos años del fin de la garantía. Me iba a tocar pasar por caja.
Preocupado, llamé a mi hijo desde la cola y le pregunté si le había dado un llantazo a la moto recientemente. Entonces me recordó que me había contado cómo una noche se había subido a la acera en una rotonda sin querer y sin caerse, por un descuido. Y era cierto, me lo contó. No se me ocurrió revisar la moto al ver que estaba entero, que no se había caído y todo había quedado en un susto. Cosas que pasan.
El tema era qué iba a pasar en la ITV. Pensé que si veían la abolladura me tiraban para atrás seguro. Estuve calculando cómo poner la moto para que el destrozo quedara tapado por la horquilla. Cuánto tenía que avanzar para hacerlo. Finalmente, me di por vencido y pensé que fuera lo que el destino quisiera. Y la moto pasó la ITV sin defectos. Y eso que llevaba una trasera recortada. Eso sí, le puse los espejos de serie y quité los de puño. En fin, aquello me alegró el día. Un obstáculo superado hasta 2026.
Y ahora empezaba lo serio: tenía que arreglar la llanta y tenía que cambiar discos de freno. Calculando y cambiando todo de origen, estábamos hablando de unos 2.000 € o cerca. Eso es una barbaridad y por supuesto enseguida lo descarté. Agradecí entonces haberme licenciado este año en "mecánica pastelera". Eso me daba ciertos recursos y un "saber hacer" que me mantenían más tranquilo.
Para la llanta se me ocurrían dos opciones: obtener una de despiece o repararla. Últimamente wallapop es como mi casa, me ha sacado de algún apuro y también he obtenido algún dinerillo. Y allí estaban: encontré enseguida llantas de despiece por unos 550 €... con la ventaja de que venían completas y con discos de freno. Enseguida me vine arriba y pensé que por ese dinero podía solucionar los dos problemas. Pero coincidió que tuve una mala experiencia de compra en la web cuando me enviaron unos escapes para la T100 abollados sin advertírmelo y tuve que gestionar una devolución que me costó unos días y una discusión con el vendedor (un puto jeta). Y entonces me entraron dudas. ¿Qué pasaba si la llanta tenía defectos? ¿y si los discos estaban mal? (problema congénito de Kawasaki)... y también: ¿de donde procedían las motos? ¿embargos? o peor... un poco delicado. En el último momento, descarté las piezas usadas.
Me puse a investigar para reparar la llanta. En este foro encontré una empresa de Lleida, "reparatusllantas.com", que aseguraba que podían reparar cualquier llanta de aleación de coche o moto. Me tiré a la piscina, llamé, y Jose, un chico muy correcto me informó perfectamente del proceso y las condiciones. Debía desnudar la llanta totalmente (incluso rodamientos) y ellos pasaban a recogerla, me hacían presupuesto en caso de poder repararse, y si lo aceptaba, la reparaban y la devolvían al lugar de recogida. Para no complicarme y hacerlo bien, hablé con mi taller de cabecera. He desmontado rodamientos, pero solo una vez y no sabía si tenía el utillaje correcto para la Z. No tengo herramientas para desmontar y equilibrar neumáticos. Total, que en mi taller conocido aceptaron dejar la llanta limpia. El proceso total fue largo porque los de Lleida me dijeron una semana / diez días para reparar. Tardaron nueve días y el presupuesto fue de 170 € + IVA. Me pareció asumible. Me pintaban la llanta entera.
Al cabo de quince días entre que me informé y encargué el trabajo, tenía la llanta de vuelta reparada en mi taller de confianza. Empezamos entonces con los discos. Ellos me ofrecieron unos Galfer por 430 € y unos NG por 550 €. No me convencieron sobre todo porque los Galfer no estarían hasta mediados de enero por Fiestas. Les pedí que me montaran la llanta y ya hablaríamos. Se portaron muy bien, me montaron los discos viejos lijando bien los excesos de pintura, midieron el alabeo que era considerable pero que pudieron disminuir forzando un poco los discos flotantes. Me enseñaron vídeos. Me cobraron 100 € por todo el trabajo y me pareció correcto. Son buenos y los precios normales. Un taller recomendable. Los conozco desde hace muchos años.
Y entonces comenzó mi turno. Después de varios años, tengo tres proveedores habituales en internet fruto de varias comparativas con excel en decenas de compras. Siempre que necesito algo, lo busco en uno de estos tres proveedores: uno es amazon. A veces es sorprendente lo que encuentras y los precios. Nunca dejo de mirar cuando necesito algo. No siempre es el más barato, pero hay que mirar por si acaso. Los otros dos son Dosspa y MMG Racing. Según mi experiencia, raro es encontrar algo más barato que en el mejor de estos tres. No siempre el mismo es el más económico. Pero el mejor de los tres en cada caso es prácticamente imbatible, y muy importante: los tres son de confianza. Esta vez lo tuve fácil: encontré en Dosspa unos discos EBC made in England por 346 € puestos en casa. Llamé para confirmar stock y los tuve de un día para otro. En amazon encontré mucho material chino un poco más barato, pero no era plan. Es la moto de mi vástago.
Finalmente, hoy he acabado de montarlo todo. Pastillas nuevas EBC HH (he dejado Brembo), rueda reparada y pintada con discos nuevos también EBC, todo instalado con mucho amor, grasas, limpiezas y cuidados (manual de taller, dinamométrica hasta las cejas). Todo ha ido bien y no me ha sobrado ninguna pieza. He salido a probar la moto a fondo y... ¡qué diferencia!. Ahora me doy cuenta de lo mal que iban los frenos. Creo que va mejor que nueva. Frenada perfecta, dosificable, suave, cero vibraciones. La llanta va fina sin vicios ni ruidos ni tampoco vibraciones a alta velocidad. Me queda rodar algo más las pastillas y los discos y ya puestos, voy a hacerle freno trasero que está tan viejo como el delantero porque nunca se ha cambiado.
Toda la broma desde que pasé la ITV me ha salido por 712 € incluyendo desinstalación, reparación e instalación de la llanta y cambio de los discos y pastillas de freno, todo marca EBC. Me he gastado 100 € más que si hubiera comprado una llanta y discos usados, pero más de 1.000 € menos que si lo hubiera puesto todo de origen en taller. Y tengo discos nuevos. Considero que he salido más o menos entero de esta. Podría haber sido mucho peor.
Y he cerrado esta historia que me tenía un poco en vilo. Nunca sabes como puedes acabar cuando una de las niñas te pone en un aprieto de este tipo, sin comerlo ni beberlo.
Gracias por leer hasta aquí. Tiene su mérito.
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