El otro dia, hablando con unos amigos recién casados, recordé las palabras de mi suegra cuando nació mi hija mayor.
Me preguntó cuántos hijos pensábamos tener. La conversación fué desarrollándose con normalidad hasta que nos dijo:
Uno no es ninguno...si se te muere te quedas sin hijos.
Dos no son suficientes...si se te muere uno te quedas con uno que no es ninguno.
El número ideal es tres, que si se te muere uno aún te quedan dos.
He oído esto más de una vez, dicho por gente mayor. Te da qué pensar, ¡cómo cambian los tiempos!
Me preguntó cuántos hijos pensábamos tener. La conversación fué desarrollándose con normalidad hasta que nos dijo:
Uno no es ninguno...si se te muere te quedas sin hijos.
Dos no son suficientes...si se te muere uno te quedas con uno que no es ninguno.
El número ideal es tres, que si se te muere uno aún te quedan dos.
He oído esto más de una vez, dicho por gente mayor. Te da qué pensar, ¡cómo cambian los tiempos!